Otro mundo [Libro 1][Eldarya][Nevra][COMPLETA]

Capítulo 12: Desahogo

Toda la estancia se sumió en el más profundo silencio, solo se oía la fuerte lluvia fuera y el resonar de los truenos. Miiko tenía la respiración agitada, con la mano en la mejilla por el golpe que le acaba de dar y yo cada vez tenía más rabia en mi interior.

– Pero ¿Qué daemons te pasa? – Miiko me miró con los ojos llenos de rabia y la llama de su báculo comenzó a propagarse, yo no le tenía miedo.

– ¡Esto me pasa! – lancé el pergamino que rodó hasta los pies de Yhkar y Kero – Ya se lo que pretendías con tu dichosa poción.

– ¿Qué poción? – preguntó Yhkar y se puso a leer el pergamino con Kero – ¿Qué habéis hecho? – alzó su vista para mirar a los demás.

– ¿Al final lo han hecho a sus espaldas? – bramó Kero, sus manos temblaban mientras sujetaba el pergamino con fuerza.

– ¿Quién te dio eso? – Miiko le arrancó el pergamino a Kero y leyó su contenido – Este tipo de material solo lo tenemos nosotros...

– ¿Y que más te da? Confiaba en ustedes y me habéis apuñalado por la espalda – comencé a gritar, un trueno cercano hizo vibrar la estancia por su potencia. Estaba temblando de la ira – Ahora ya no soy nadie...Ya no existo para nadie.

– Elizabeth...– vi a Nevra acercarse a mí con paso tembloroso.

–¡¡TÚ!! Ni te me acerques – le señalé gritándole con más rabia – Confié en ti como en ningún otro y acabaste traicionándome también – estaba llorando de la rabia que tenía dentro.

– Yo siempre me negué a esto... – bajó la cabeza, apenado.

– ¡Mentira! ¡Si hubiera sido así me lo hubieras dicho! – miré a Ezarel – Pensé que tú en el fondo no me odiabas tanto, pero con tal de que desaparezca de tu vista has sido capaz de todo...– este negaba constantemente con la cabeza, pero no se atrevía a decir nada – Hasta el que parecía el más sensato – miré a Leiftan y luego a Valkyon, ninguno me miró – Todos sabían esto y nadie me dijo nada...

–Eli...– Nevra intentó acercarse a mí.

– ¡Aléjate mí! Ahora sé que tus intenciones al acercarte a mí eran otras, solo era una misión para esta estúpida guardia.

Kero e Yhkar eran los únicos que estaban temblando de rabia como yo, los oí murmurar un par de veces "monstruos" mientras los miraban a todos. Miiko sin embargo no se quedaba callada.

– Los chicos solo recibían órdenes. – se animó a hablar al final – Debes entender que lo hago por la seguridad y protección de Eel...

– ¿Y me crees tan monstruo como tú para ponerles en peligro? – volteé a verla con rabia. Otro trueno hizo temblar la estancia con un fuerte sonido – Si hubieras hablado conmigo yo misma hubiera accedido si me explicas tus razones y tus motivos sin tener que apuñalarme por la espalda. La gente que he dejado en la Tierra estaba sufriendo por mi ausencia y yo no iba a volver a ir. Yo no puedo volver ahí, más bien, y yo misma hubiera preferido que se olvidaran de mí antes de que se pasen toda una vida pensando en mi desaparición, si estoy viva o muerta, o quien sabe que...Pero ahora me has quitado la opción de poder elegir eso, dejé de existir sin yo poderlo elegir...

Al oír esto Miiko se quedó de piedra.

– Lo siento Miiko, pero esto tengo que reportarlo con los reinos de oriente – dijo Kero.

– No los molestes con esto Kero – lo miró Miiko incomoda.

– Lo siento, esta vez me da igual tu desafío, por normativa lo tengo que hacer, si me disculpas – caminó hacia la salida seguido de Yhkar, ninguno miró a los chicos y ambos pusieron una mano en mi hombro como señal de apoyo y salieron de la sala.