Otro mundo [Libro 1][Eldarya][Nevra][COMPLETA]

Capítulo 60: El orbe de Nahaira

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Este capítulo contiene una parte erótica, siempre recomiendo leerla al terminar el capítulo, pero esta vez la recomiendo leer en cuanto lleguen a esa parte lo subiré a la vez a mi otra historia "Perversiones de Otro mundo". Si quieres leerlo puedes acceder a esa historia desde mi perfil de Wattpad. Esta parte es muy pasional. 

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Sequé las lágrimas que me caían por las mejillas mientras observaba a Nevra dormir. Aunque fuera un sueño, ver como moría, sentir como moría delante de mí, fue lo más horrible que jamás pude llegar a sentir...Lo malo es que ahora le tocaría vivirlo a él, aunque fuera por un bien común, aunque yo fuera a volver. Apreté con fuerza el anillo de mi cadena y observé el que le regalé colgado en su cuello.

Me levanté con cuidado y me acerqué a tomar una bata para cubrirme el cuerpo y poder salir. En ese momento oí a Nevra murmurar algo y lo vi medio levantarse.

– ¿Amor...? ¿A dónde vas? – dijo aún medio adormilado.

– Voy al baño y a por agua – me acerqué a él y le besé con suavidad – No te preocupes.

Sin decir nada más se volvió a dormir. Se notaba que el viaje y la falta de dormir en una cama lo había cansado demasiado, porque normalmente está más alerta a todo. Supongo que los vampiros mestizos no resisten tanto.

Salí rápidamente de la habitación y caminé por el templo FengHuang hasta salir por una de las puertas laterales y adentrarme entre su bosque.

Cuando estuve un poco alejada de la entrada hice un círculo rodeándome. El círculo significaba estabilidad, continuidad, protección. Respiré hondo y recordé cada parte del ritual.

– Delak Xul Akors – metí mi mano en mi pecho y sentí mi corazón palpitante bajo ella, lo tomé con cuidado y lo saqué de mi pecho. Me quedé observándolo. Así era mi corazón, brillaba de una forma realmente fuerte y podía sentir poder y pureza emanar de él. Comencé a recitar el hechizo que me enseñó la Aengel mientras esparcía encima de mi corazón el polvo blanquecino y brillante que me había entregado – ¡Summa Dal'Ein Xala'doth, Custor Nel Tel'salah Guindara Xul Akors!

Vi como mi corazón era cubierto por una fina película blanquecina que brillaba de forma tenue. Según me había dicho la Aengel era para evitar que yo misma sufriera la maldición Daemon. Este ritual, mezclado con el otro que debo realizarle a Bamet, hará que tanto él, como ese orbe, se destruyan. Pero yo...

Suspiré pesadamente y volví a introducirme el corazón en el pecho. Tenía otras cosas que hacer antes de volver a los cálidos brazos de Nevra y disfrutar de él un poco más. Borré rápidamente el círculo que había hecho y me dirigí de vuelta al templo.

Caminando hacia parte de mi destino vi la biblioteca del templo y decidí entrar para una misión personal mía. Me había propuesto escribirle una carta a cada uno de los que conocía, explicándoles el ritual que iba a realizar y por qué lo realizaba, mientras explicaba también la premonición que había tenido.

Me acerqué a una de las mesas y tomé papel y pluma para eso. Gracias algunos trucos que Karenn me había enseñado, podía copiar el texto de un papel a otro con solo un hechizo. Terminé escribiéndole una carta a ella, a Miiko, Huang Hua, Eweleïn, Valkyon, Ezarel, Leiftan, Jinrei, Kero, Yhkar y hasta a Jamón, para luego seguir escribiéndole una carta a Devin y otra más extensa a Morgana, sabía que ella comprendería todo lo que yo hacía. Solo me faltaba...Nevra...