Otro mundo [Libro 1][Eldarya][Nevra][COMPLETA]

Capítulo 38: Un viaje mágico

Miré a Nevra sin saber que decir y luego a Jinrei inconsciente en el suelo.

Nevra retiró su bufanda y ató las manos de Jinrei a su espalda con un fuerte nudo. Y de forma casi magistral se lo colgó en el hombro sin dificultad alguna. Yo le miré impresionada ante la fuerza de cargarlo como si fuera un saco.

– Vamos – me miró bastante serio y estiró su mano libre para que la tomara y no me alejara de él.

Caminamos hasta el Cuartel General y entramos en la Sala del Cristal. Miiko se encontraba reunida con Leiftan, era bastante tarde, me impresionaba que siguiera trabajando ¿Nunca descansaba esta mujer?

– ¿Qué ha pasado? – Miiko caminó rápidamente hacia nosotros mientras Nevra tiraba de forma fuerte y despreocupada a Jinrei al suelo.

– Este imbécil ha intentado...– suspiró – Propasarse con Elizabeth...

– ¿Propasarse? – Leiftan se acercó a mí y me miró preocupado – ¿Cómo estás? ¿Qué te hizo?

– Por suerte nada...Nevra llegó en el momento justo...

– Si – miró a Leiftan y luego a Miiko – Pero eso no es todo... ¿Ven que respira? – ambos asintieron – Ahora busquen el pulso...

Tanto Miiko como Leiftan se miraron sin comprender nada, pero ambos hicieron caso a lo que Nevra les había pedido.

– No hay pulso... – murmuró Miiko.

– Eso significa...– Leiftan la miró y luego me miró de forma rápida.

– Está siendo controlado por un Daemon...– Miiko se dirigió a mí – ¿Lo has notado de forma extraña últimamente?

– Pues...Cuando llego todo muy bien, pero unos días antes de la llegada de los chicos se comportó de forma extraña...Sus entrenamientos se volvieron más... Agresivos...

– ¿Cómo es eso de agresivos? – Nevra me miró alzando una ceja bastante preocupado.

– Si... Quería probar mi poder paralizante y ese día me atacó con una daga ilusoria...Pero la pude sentir en mi cuello...

– Lo mato...– murmuró Nevra mirando en el suelo el cuerpo del druida.

– Estaba obcecado sobre mis poderes, que tenía que hacerlos florecer...Cuando comenzamos no era tan insistente, pero después de ese día era más lo que pedía...Llegó a matar a mi familiar...– pasé saliva recordando eso – para ver si lo podía...revivir...

– ¿Lo hiciste? – preguntó curiosa Miiko.

– Si. Se quedó impresionado...

– ¿Hoy te dijo algo?

– Si...Dijo algo como que...Yo era más valiosa de lo que creía, que mi poder en malas manos haría cosas maravillosas y que me quería para el plan de Él...

– ¿Él? – preguntó Leiftan con un tono de voz nervioso. – ¿Te dijo quién era?

– No. Solo dijo Él... Utilizó su magia para evitar que lo expulsara con mi poder...No podía... No podía hacer nada...Si Nevra no hubiera llegado...Él...– comencé a llorar de forma impotente. Nevra se acercó a mí y me abrazó con fuerza. Leiftan puso su mano sobre mi hombro.

– Tenemos que averiguar qué Daemon ha hecho esto...– dijo Miiko.

– ¿Puede ser el mismo que ellos vieron? – preguntó Leiftan. Su respiración estaba bastante pesada, al alzar la vista y mirarle tenía la mandíbula tensada. Notaba una ira controlada en su interior.