Zac Harrison.
Tomo a Alaia entre mis brazos y la dejo en el sofá rápidamente, me asustaba verla así, se había desmayado.
-¡Alaia! despierta- sacudo suavemente su hombro.
-¡Alaia!... vamos despierta-tomo su rostro entre mis manos.
-¡Alaia, por favor! ...- pasan unos segundos y reacciona.
Trata de abrir sus párpados lentamente y Pone su mano derecha en su frente. Se levanta lentamente y se trata de acomodar mientras tanto le ayudo a sentarse con cuidado en el sofá.
-qué...ee su...cedio- dice arrastrando las palabras.
-te desmayaste- se toma la cabeza y la recuesta en el espaldar.
-mi cabeza va ha explotar- dice casi para ella.
-vamos, te llevaré al hospital, necesitas que te revisen- hablo serio.
-estoy bien, no es necesario- dice ella con ojos cerrados.
No la dejaría irse así no más, me preocupa que le pueda volver a pasar.
-Alaia tienes que ir te llevaré- le digo.
-no es necesario puedo ir sola- habla entre dientes, se levanta y se tambalea.
La tomo rápidamente de la cintura y la ayudo a recuperar el equilibrio.
-es mejor que vayamos-ella se queda callada y solo asiente.
-vamos- ella toma su bolso.
La tomo de la cintura y ella pasa su brazo por mi espalda para evitar caerse,salimos de la oficina y voy hacia la recepción donde se encuentra Angelita, ella nos observa con preocupación al ver el estado en el que se encuentra Alaia.
-que sucedió- dice ella muy preocupada.
-se desmayó, Angelita cancela todas las reuniones y citas, dile a mi secretaria por favor.
-si señor- afirma-le dije a la señorita Alaia que se veía mal cuando llego y no quiso escuchar- dice en modo de regaño.
Camino hacia la entrada y se encontraba Julio.
-Julio saca las llaves del auto de mi bolsillo- el hace caso.
-necesito que lo traigas por favor- él asiente y corre por el.
Espero unos minutos cuando parquea el auto frente a la entrada, Julio abre la puerta del copiloto, ayudo a subir Alaia y ella se coloca el cinturón, le doy la vuelta auto y subo en el.
-gracias Julio- le digo.
-con gusto señor Harrison- asiento.
Conduzco hacía el hospital, Alaia estaba recostada como una niña, sus ojos estaban cerrados podia notar sus largas pestañas. No tardamos mucho para llegar al hospital, estacionó el auto y bajo para ayudarla.
-no te duermas Alaia escúchame ya llegamos- ella abre sus ojos y trata de bajar del auto.
-con cuidado- la ayudo a bajar.
La tomo de la cintura y caminamos hacia el interior del hospital al entrar todo el mundo corría para un lado y para el otro una enfermera se acerca a nosotros.
-que le pasa??-pregunta.
-se desmayó y se queja por un fuerte dolor de cabeza- la enfermera asiente.
-su nombre cual es?- habla.
-Alaia Losh- la toma del brazo para ayudarla a caminar.
-la llevaré a que la revise un doctor- dice la enfermera-puede esperar aquí-asiento.
Me siento en una de las sillas que están en la sala de esper. Los minutos pasaban lentamente miro el reloj y eran las 9:20pm era un poco tarde y nada que me daban informacion sobre ella.
-familiares de la señorita Alaia Losh- me levantó al golpe y me dirijo hacia la enfermera.
-como esta ella-pregunto.
-usted es el que la trajo verdad- asiento- tiene algún vínculo con la paciente?- pregunta.
-soy un amigo- respondo.
-siga el doctor le explicará todo esta en la habitación 234- ella me enseña el camino.
-gracias- se retira.
Al llegar a la puerta golpeó y entro con cuidado ella se encontraba sentada en la camilla. Me mira sorprendida.
-señor Harrison un gusto tenerlo por aquí usted es familiar de la señorita-habla el doctor y asiento.
Seria raro que no me conociera, gracias a ser empresario también me convertí en una figura pública.
-le explicaré, ella tuvo una recaída para ser más claro sus defensas estaban muy bajas, estos casos llegan muy a menudo y las consecuencias son mucho peor debido a que al desmayarse el paciente se golpea la cabeza y suele provocar pérdida de memoria pero parece ser que a ella no le pasara, las causas de esto principalmente es por exceso de trabajo o acumulación de mucho estrés. Le inyectamos un antibiótico para el dolor de cabeza y suero, le daremos de alta hoy mismo estará un poco débil y desorientada debido a los calmantes que se le dieron para ayudar a relajar el sistema nervioso-explica el doctor- tienes que cuidarla- termina el doctor.
-gracias por todo doctor- el escribe algo en su planilla.
Me acerco Alaia coloco un mano en su mejilla y la otra en su hombro.
-cómo te sientes?-me agacho un poco para mirar su rostro.
-agotada-recarga su cabeza en mi mano.
-perdon por interrumpir, pero aquí esta la orden de salida- el doctor me extiende la hoja.
-gracias doctor- tomo la hoja me acerco Alaia nuevamente.
-vamos-ella asiente.
La ayudo a levantarse de la camilla y salimos juntos yo la ayudaba a caminar, me acerco al doctor y le extiendo mi mano para despedirme de él.
-hasta luego doctor muchas gracias por todo- el agarra mi mano y la agita.
-fue un gusto atenderlos- sigo mi camino.
Al llegar a la salido presentó la orden y salimos con Alaia. Estaba haciendo demasiado frío, colocó mi Abrigo sobre sus hombros y la ayudo a subir al auto, doy la vuelta y subo en el.
-Zac muchas gracias por todo, podrías llevarme a mi casa por favor- dice ella adormilada.
-el doctor dijo que tenias que tener cuidado, te llevaré si tienes a alguien quien te pueda ayudar- hablo con tono de voz serio.
-no, pero puedo hacerlo sola- dice sin ánimo.
-vamos te llevaré a mi casa- le digo.
Ella de inmediato se niega.
-Zac ya has echo mucho por mi muchas gracias pero no puedo permitirlo- habla horroriza.
-vamos Alaia, allá esta Clara ella te puede cuidar, haremos caso al doctor ya no hay vuelta atrás- ella se resigna y se queda callada.
Conduzco hacía la mansión, ella solo observaba la ciudad por la ventana se veía tan tranquila y relajada esta chica me sorprendía cada vez más, era increíble, al llegar ella baja del auto y se recarga en la puerta, bajo y me acerco a ella.
-linda "casa" señor Harrison- dice ella haciendo comillas con sus dedos.
-es algo grande-sonrio.
-eso lo noto-se cruza de brazos.
-entremos- sigo adelante y ella me sigue.
Abro la puerta y ella se queda observando cada detalle del interio, camina por todo el salón principal, me alegraba verla mucho mejor su rostro ya había retomado un poco el color a lo lejos veo acercarse a clara por las escaleras estaba llena de furia.
-Zac Harrison podrías explicarme por qué decides llegar a estas horas !!- estaba muy enojada.
-buena noche Clara- le doy una sonrisa.
-no trate de engañarme con esa sonrisa-se cruza de brazos.
-estaba ayudando a una amiga-miro a Alaia quien se encontraba atenta de la conversación.
-ya veo- Clarita termina de bajar las escaleras.
-buenas noches- Alaia se acerca a Clarita y extiende su mano-soy Alaia Losh mucho gusto- clarita toma su mano.
-soy Clara pero puedes llamarme Clarita-ella sonríe-ahora si cuéntame que estaban haciendo para llegar tan tarde-dice muy curiosa.
-creo que la señorita Alaia está un poco cansada, es mejor que la dejemos descansar-contesto.
-esta bien pero mañana me contarán no se escaparán de mi interrogatorio- Ambos asentimos- señor Harrison la señorita Amber vino a preguntar por usted, dijo que la llamara cuando usted llegara-dice ella.
-esta bien gracias Clarita haré éso ahora, podrías por favor instalar a Alaia en alguna de las habitaciones -ella asiente.
-sigame por favor señorita- Clarita camina hacia las escaleras con Alaia detrás las observó hasta que desaparecen.
Voy hacia el jardín, saco mi teléfono del bolsillo y Marco el número de Amber.
-hola guapo-su tono de voz era seductor.
-hola Amber-digo cortante.
-ya me extrañabas, príncipe- dice ella.
- te llamo para saber a que viniste a la mansión-pregunto enojado.
-sólo quería arreglar las cosas entre nosotros y además quería verte,creo que no terminamos muy bien después de la conversación de esta mañana-habla.
-Amber ya no existe un nosotros ahora tengo que irme-digo serio.
Lo único que quería era acabar con eso no quería hablar más con ella ahora estaba agotado solo quería descansar y estar tranquilo.
-estas con ella verdad!!-grita.
-calmate- digo enojado.
-escuchame muy bien Zac Harrison ten por seguro que te recuperare volveremos a estar juntos a ser lo que éramos antes entiendes!!- su voz estaba llena de enojo.
-es lo que menos quiero- con voz seca.
-ya lo verás- cuelga.
Dejo mi teléfono en mi bolsillo miro hacia el cielo estaba oscuro y la noche estaba helada, miro mi reloj y eran las 2:00am, mañana tendría que ir a trabajar entro a la mansión y todo estaba en silencio subo hacia la habitación de Alaia y entro.
Estaba oscura solo tenía una lámpara encendida en la mesita que alumbraba su rostro ella se encontraba dormid, la observo por unos segundos era hermosa una sonrisa aparece por mi labios, salgo del cuarto voy hacia mi habitación me colocó mi pijama y baño mi dientes voy camino a mi cama para finalmente Acostarme.
Estaba un poco tranquilo de tener Alaia en la mansión ya que podría saber como está, poco a poco voy quedando dormido hasta que finalmente el sueño llega a mi.