Fix Me {Leo Valdez}

By flyingbook

157K 10K 1.6K

Tres meses después de que Leo dejara Ogigia, sigue sin tener noticias de Calipso y se encuentra destrozado. P... More

Fix Me
1. La misión
2. Tamara se convierte en una dracanae
3. Alice Harries
4. Descubro las mentiras de mi madre
5. Niño de fuego
6. Cabaña de Hermes
7. Alguien muy especial hace su aparición
8. ¿Papá?
9. Alice resulta ser más asombrosa de lo que creía
10. La pequeña maldición de Afrodita
11. ¡Es sólo un pequeño gesto!
12. Decido ser honesto
13. Betty, la novia de Festo
14. Olivia Fletcher
15. ¿Celos?
16. Romperme la nariz me muestra la realidad
17. Meto la pata... de nuevo
18. Acepto la realidad, ¡esta vez va enserio!
19. Estúpido Leo
20. Campamento Júpiter
21. Ventis
22. Nunca dejen a Alice a cargo de una jeringa
23. Piper es la estratega más chiflada del mundo
24. Eres lento, Leo
25. Notre-Dame
26. No existen las pequeñas aventuras en Milán
27. Nos ataca un travesti
29. Egle me... ¿salva?
30. Una extraña reunión
31. ¿OT qué?
32. El espíritu de un gran héroe nunca muere
33. Asclepio nos echa y... nos queda una alternativa
34. Viajes y charlas
35. Conociendo a los Bossi
Aviso
36. Inframundo y trajes de mal gusto

28. Título

2.5K 205 36
By flyingbook

<Alice.>

—Por lo menos dinos que han hecho algo más que besarse –Piper bufó y se cruzó de brazos.

—No realmente, quizá nos hemos besado en algunas posiciones comprometedoras, –les conté- pero no olviden que estamos en lo-que-sea hace tan sólo un par de días.

Hazel palideció y podría jurarse que iba a desmayarse. Ups, a veces olvidaba que había nacido hace más de ochenta años, y que estas cosas la escandalizaban.

—Nada que Annabeth no haya hecho –enarqué una ceja y la rubia se puso toda roja, tosió y cambió abruptamente de tema.

—Bueno, ¿cómo te está yendo?

Piper se echó a reír. —Adelante, siéntete libre de cambiar de tema.

—¡No estoy cambiando de tema! –protestó.

—Bien –dije ignorando la pequeña confrontación- Tuvimos un par de inconvenientes, pero pudimos derrotarlos –asintieron- Estamos en un motel descansando, mañana temprano retomaremos la búsqueda.

—¿Hubo algún accidente o algo por el estilo? –preguntó Hazel.

Meneé la cabeza. —Por suerte, no. Pero tengo todo cubierto.

—Entonces nos quedamos tranquilas –Pipes suspiró con alivio- El mensaje iris casi se acaba, adiós Al.

—Adiós –le lancé un beso al inodoro, ya que ahí era dónde había lanzado las dracmas y el mensaje se esfumó. Justo en ese momento, se abrió sorpresivamente la puerta del baño.

—Vaya, espero que no me estés engañando con el retrete.

Me eché a reír. —No por el momento, pero he oído que es todo un caballero.

—Dicen que se encarga de las heces de los demás.

—Ese es un buen ejemplo.

Ambos reímos y lo evadí en el marco de la puerta, para llegar a la pequeña salita de estar, en la cual me quité las sandalias y me eché al enorme sofá.

—Diablos, hace demasiado calor.

Leo suspiró y se arrojó al otro cojín del sofá.

—Estoy de acuerdo, creo que ni siquiera tengo ganas de abrazarte.

—¿Bromeas? Ambos estamos totalmente sudados, a lo único que abrazaré será a un enorme cono de helado.

—No si yo lo abrazo primero.

—No te atreverías a robármelo.

—¿Ah no? ¿Quieres apostar?

—Sabes que ya no apuesto –ruedo los ojos, aunque es agradable recordar la apuesta que hicimos el día que nos conocimos.

—Como sea, estoy muy cansado como para llevarte la contra –suspira y cambia de tema:- Hay un par de semidioses del Campamento Júpiter, ya mandé un mensaje para que nos avisen si hay algún avistamiento, pista, o cualquier cosa. Hasta entonces no podemos hacer nada.

—Odio sentirme inútil –bufo- Estuvimos tan ocupados últimamente que se siente raro no hacer nada por unos momentos.

—Podemos ver televisión –sugiere.

—O podríamos hablar.

—Claro.

—¿Qué haremos cuando empiecen las clases?

—Eh… hacer tareas y estudiar, ¿no es eso lo que se supone que se hace?

—No me refiero a eso –río y recuesto mi cabeza- ¿Qué haremos cuando yo regrese a Coconut Grove? No quiero que te sientas presionado, lo sabes. Pero, ¿se supone que saldremos con otras personas o será una relación a distancia? ¿Acaso estamos en una relación? ¿Saliendo? ¿O sólo somos amigos que se besan? –resoplo y cubro mi cara con mis palmas.

Él retira mis manos y las sostiene.

—Seremos lo que tú quieras que seamos.

Fuerzo una sonrisa. —Nunca he sido muy fanática de los títulos, pero… -esbozo una sonrisa real-, en nuestro caso, creo que puede funcionar.

Asiente sonriendo ampliamente.

—Nos visitaremos mutuamente. Ya verás, haremos que funcione.

Extiendo los brazos a los costados y él hace lo mismo.

—Abrazo imaginario –sonrío.

—Abrazo imaginario –repite.

—¡Estoy comenzando a pensar que son más bien unas vacaciones! –grito mientras paso una blusa por mi cabeza. A continuación ato mi cabello en una coleta alta y observo mi aspecto en el espejo: blusa corta, short de tiro alto, borcegos. Sip, todo está bien.

—¡¿Cuánto más vas a tardar?! –grita desde la otra habitación, ignorando mi pregunta- Por Hefesto, ¿por qué las mujeres tardan tanto?

—¡Te escuché! –tomo mi bolso donde guardo todo mi equipo médico (por si acaso) y abro la puerta, y allí, está él esperándome.

También se había cambiado. Llevaba unos pantalones pescadores color café, una simple camisa blanca, un chaleco negro encima y al parecer se había modernizado porque en los pies traía puestas unas Vans negras. Qué atractivo era.

Oh, ¿a quién quiero engañar? Está buenísimo.

Y es mi novio.

¿Novio? Vaya, que extraño sonaba.

Siempre odié los títulos, pero supongo que con Leo vale la pena.

—Te ves hermosa –me dice boquiabierto, luego se rasca la nuca, su típico movimiento de cuando está nervioso.

Río y lo beso en la mejilla.

—Tú también te ves bien –me echo a reír y lo tomo de la mano, abrimos la puerta de nuestra habitación de hotel y entramos al ascensor, marcamos planta baja y salimos por la puerta principal, justo en ese momento un chico que aparentaba nuestra edad se nos acerca corriendo.

—¡Leo! –toma aire durante unos segundos y logra murmurar entrecortado: —Asclepio. Castillo. Sant’Angelo. Vive. Ahí.

—¿Te encuentras bien? –le pregunto y apoyo una mano en su hombro- ¿Quieres que te traigamos agua o algo?

Menea la cabeza repetidamente, intercambio una mirada con Leo y él se encoge de hombros, ahí es cuando reparo en el enorme corte de su rodilla.

—Te ayudaré con eso –le digo.

—No te preocupes –me dice- Me caí en el camino, no es nada.

—Se ve muy fea, ven, subamos a nuestro piso y te curaré la herida –le aseguré, él dudo pero nos acompañó.

—Así que, Dante, ¿cómo averiguaste la ubicación de Asclepio? –le pregunto mientras desinfecto la herida con Pervinox, él hace una mueca debido al ardor del alcohol.

—Un fauno amigo mío coqueteó con Higía, una de las hijas de Asclepio en el Castillo Sant’Angelo, y ella dijo algo sobre que actualmente residían allí… -dejo la oración vagar en el aire. Se notaba a simple vista que era italiano, debido a su acento, tenía el cabello castaño claro y ojos azules, también era bastante alto.

—Para, para, para –exigió Leo con las manos levantadas- ¿Estás diciendo que un dios súper poderoso está además con toda sus familia?

—Bueno no –contesta Dante- Su esposa Epione, y sus hijas Higía, Panacea, Yaso, Aceso y… demonios, siempre lo olvido… eh… ¡Egle! Claro, eso sin mencionar la seguridad que tienen. No es tanto.

—¡Genial! Yo siempre digo que no hay nada mejor que atacar a una reunión familiar de dioses médicos –dice irónico.

—Leo, te dije que Asclepio es un dios pacífico, además, no haría daño a la reencarnación de Claire –le aseguré mientras limpiaba la herida de Dante.- Y por ende, no te hará daño a ti.

—Un momento, ¿la reencarnación de Claire? –me pregunta Dante, yo asiento y comienzo con el proceso de curación del corte, una vez que finalizo él queda boquiabierto- Santa mierda.

Esbozo una sonrisa incómoda. —Lo tomaré como un “gracias”.

—Podría casarme contigo.

—Tranquilo viejo –interviene Leo, yo me echo a reír y Dante sonríe.

—De acuerdo –digo y él se levanta para intentar caminar sin renguear, cuando comprueba que lo curé a la perfección, esboza una sonrisa con suficiencia, luego levanta la vista hacia mí para oír lo que tengo que decir: —¿Conoces de alguna forma humanamente posible para ingresar al castillo sin que nos maten?

—Bueno, -se sienta y apoya la cabeza contra el respaldo del sofá- los ventis que tienen como seguridad son bastantes fáciles de despistar.

Intercambie otra mirada con Leo. No habíamos tenido buenas experiencias con ellos.

—Y oh, también está eso de que sus hijas están algo locas.

—¿Locas? –pregunta Leo.

—Si sí, son muy hermosas y también generosas, pero ya sabes, Asclepio es algo sobreprotector, por lo tanto casi nunca tienen la compañía de algún chico, así que básicamente se abalanzan sobre cualquiera que pertenezca a la población masculina que pise el lugar en el cuál estén.

—Ya estoy acostumbrado a eso –dice Leo y se peina el cabello hacia atrás con su típica sonrisa de suficiencia.

¿Eso significa que las supuestamente hermosas cinco hijas de Asclepio se abalanzarán sobre Leo?

Cálmate, Alice, no es para tanto.

Qué se atrevan esas perras.

Debería dejar de hablar conmigo misma.

Fuerzo una sonrisa torcida mientras mi subconsciente le pega puñetazos a la pared.

—¿Cuándo nos recomiendas partir?

—Los guardias se toman un pequeño descanso al caer el ocaso, será pan comido entrar en ese lapso –nos asegura.

—Lo cual será en cuatro horas –convengo, la tarde romántica que iba a pasar con Leo se esfumó de repente.

—Exacto.

Unos segundos de silencio tomaron posesión del momento.

 —De acuerdo, lo haremos –dice Leo, decidido.

Continue Reading

You'll Also Like

122K 21.8K 59
Jimin es un humano común y corriente, un día va a una excursión en el bosque y al recostarse en un árbol es transportado a un mundo mágico, llamado f...
79.7K 8.3K 54
☆ y me pueden decir diez mil cosa' de ti pero yo pongo mi alma en el fuego por ti nadie sabe, lo que yo haría no saben que ni con cien mencione' van...
164K 22.7K 21
Viajar al Amazonas a pesar de su disgusto le abrió los ojos para darse cuenta que al final... Todavía no era verdaderamente libre. . . . No. 1 en #t...
184K 10.4K 25
Chiara se muda a Madrid en busca de nuevas oportunidades para lanzar su carrera como artista. Violeta se dedica al periodismo musical, trabajando en...