-¿Cómo que te desapareciste para la comida con tus tíos?-
-Así como lo dije, no quiero lidiar con ellos en este momento-
-Ana, ellos te quieren-
-Lo se pero he estado pensando-
-¿En qué?-
-Regresare a mi casa. Soy mayor de edad, puedo vivir sola y con mi trabajo. Creo que puedo sustentar los gastos-
-Estas bromeando verdad. Dime que estas bromeando-
-No Gisela, creo que ya es momento de quitarles ese peso a mis tíos-
-Peso...- espera con angustia y desesperación- No creo que seas un peso para ellos, tu tío pidió su cambio a la universidad de aquí, solo para estar contigo, ayudarte y apoyarte. Crees que no hacen sacrificios por ti y yo quieres dejarlos-
-Es por su seguridad Gisela-
No espero que ella lo entienda, no espero que nadie lo entienda. Pero creo que es lo mejor, después de nuestra conversación, trate de desviar el tema en varias ocasiones. Hasta que uno de sus hermanos nos interrumpió para anunciar que la cena estaba lista y nos esperaban abajo. Hoy había tomado la decisión de quedarme a dormir con Gisela, pero solo era para poder presentarme esta noche. Desde la graduación los días han sido así, pasar las noches con Gisela quien me cubre para poder ir al Amnesia cada noche que debo presentarme, pero no puedo seguir de esta forma. Por eso mi decisión de regresar a mi antigua casa, en estos días he ido a verla, esta algo acabada y pareciera que se cae a pedazos, pero sé que podré recuperarla.
Mamá, bueno ella sigue en coma. El que no me deja en paz es su nuevo médico, la osadía de presentarse en mi graduación fue demasiado para mí. Aun hace sus intentos al invitarme a salir, pero no es tan fácil y se que solo utilizo la memoria de Teo como una excusa barata. Él no querría verme así, el querría que fuera feliz, que sonriera, pero no puedo, los recuerdos de esa noche son mas frecuentes con el paso de los días.
Al terminar de cenar, Gisela y yo nos dispusimos a ver películas. Ella insistía en que no fuera, que me quedara, le pedí que no insistiera, que lo ultimo que deseo en este momento es arriesgar a mas personas a los caprichos de Sebastián. No quiero que eso ocurra de nuevo. Las horas han asado y la noche esta mas que avanzada, es hora de irme. Gisela cabecea con los ojos entre abiertos, es tan gracioso. La muevo un poco y le informo que me voy, ella asiento algo adormilada y se recuesta correctamente en la cama, solo sonrió.
Salgo de la habitación, asegurándome de que nadie me escuche o me vea. No me conviene que los padres de Gisela sepan que solo vengo para escabullirme por las noches, eso levantaría muchas sospechas y me harían muchas preguntas.
-¿Adonde vas?- doy un brinco por la voz gruesa mi espalda, carajo.
-Por un poco de agua-
-¿Con tu mochila?-
-He yo- piensa Ana eres lista, puedes inventarte algo- Mis tíos me llamaron, necesito regresar-
-Te llevo entonces, solo iré por-
-NO- Él me mira con una ceja arquea- No es necesario Francisco, la casa de mis tíos no esta tan lejos y puedo-
-Es muy noche, como para una chica ande sola por la calle- ¿Qué demonios hago ahora? -Solo iré por mi chamarra, espera aquí-
No se que hacer, no se como librarme de Francisco. Debo de pensar en algo. Ya vamos en el auto de camino a casa de mis tíos, todo esto se me esta saliendo de control. Francisco, va muy serio y la verdad no me sorprende, siempre ha sido de esa forma desde que lo conozco. Fijo mi vista en el exterior, mi cabeza deambula por varias posibilidades de poder salir de esto, pero creo que será imposible.
-Listo- escucho como realiza el cambio a parquin -Llegamos Ana- lo miro- ¿Pasa algo Ana? Siento que realmente este no es el lugar al que tenias que venir en medio de la noche-
-¿Por qué lo preguntas? Gracias por traerme- abro la puerta e intento salir, pero me toma de la muñeca y me arrastra adentro, se impulsa delante y cierra la puerta por mí, está muy cerca y eso me causa un escalofrió.
-Se que no somos amigos Ana, pero entiendo que si tienes algo y no me lo quieres decir esta bien- bajo la mirada y juego con mis manos- Sabes hay un bar en el que como decirlo las chicas se muestran- me tenso- No soy estúpido Ana-
-Lo sabes- asiente.
-Te vi bailar hace unas noches. Unos amigos y yo fuimos, era la despedida de soltero de uno de ellos-
-No debes justificarte, eres hombre-
-No es escusa. ¿Tienes que presentarte hoy? -Asiento -Ok, te llevo ahí – Enciende de nuevo el carro, volteo a verlo.
-¿Por qué? ¿Por qué haces esto?-
-Tu tienes tus razones y no ando preguntando cuales son los motivos que te llevaron a tener ese tipo de trabajo. Ana eres una chica muy lista y linda. No diré nada, si tu no preguntas mis razones para ayudarte-
-Gracias Francisco- el vehículo sigue el camino hasta el lugar en el que debo de estar, pero no quiero estar.
El Amnesia está lleno, el ambiente muy animado. No estoy de ánimos, desde que Francisco sabe mi secreto, viene a verme actuar y eso me pone algo nerviosa. La universidad ya inicio y con eso mis problemas de desvelos, me tiene saturada y siento que me estoy rezagando, solo llevo unas semanas asistiendo y mi tío ya se ha visto en la necesidad de llamar mi atención unas cuantas veces. Sé que no lo hace con mala intención, solo quiere lo mejor y agradezco todo el apoyo que me brinda.
-Deja esos libros Princesa-
-Debo terminar esto-
-Ya es tu turno- cierro el libro con brusquedad- lúcete, el jefe no está, pero ya sabes cómo es-
-Sé que tiene ojos por donde sea- volteo a la cámara y le enseño el dedo medio.
-No le temes-
-Que más me puede quitar- digo rendida y me alejo de Perla.
Cada noche es lo mismo, siento que voy a desfallecer, pero solo una cosa me tiene algo desconcertada, un chico. Lo he visto contantemente, siempre en la misma mesa y siempre cuando voy a presentarme. Perla dice que es un admirador, que al parecer solo viene los días que me presento ya que no lo ha visto en otros días. Sebastián no ha pisado el lugar durante semanas y eso me mantiene un poco más tranquila, aunque el idiota que dejo encargado se empeña en que haga otros servicios y ya lo amenace, ser la favorita del jefe tiene sus ventajas.
En este momento estoy en el hospital, he pasado a hacerle una visita rápida a mamá, antes de ir al trabajo. He regresado a mi casa como lo planee, me siento un poco mas libre sin que mi tío me este observando, aunque mi tía va casi a diario a visitarme, más después de la escuela. Me he librado de ella con varias excusas de que tengo mucha tarea, estoy agotada, y como esas más.
-Hola mamá- saludo al entrar a la habitación del hospital. Se que no me responderá, pero sueño con el día en que entre y responda mi saludo- Hoy fue un día grandioso, la universidad esta llena de chicos lindos, pero no te preocupes, seré la mejor abogada del mundo- saco el cepillo y comienzo a desenredar su cabello. Los tubos a un la mantienen vida, se que es inhumano aun mantenerla así después de dos años, pero algo en mi me dice que despertara y sonreirá dándome ánimos y alentándome a continuar. Si ella supiera todo lo que he tenido que pasar por que pueda continuar en este hospital. Le cuento los últimos acontecimientos, que he bajado el paso en los estudios y mi tío está molesto, pero trato de ponerme al corriente.
No le digo que el trabajo en el Amnesia me absorbe totalmente, todo se esta descontrolando, pero debo darle prioridad a eso. Esa maldita deuda que tengo con ese cretino, debo pagarla, pero también quiero ser una reconocida abogada y poder ver la forma de hacerlo pagar por todo lo que ha hecho.
El tiempo pasa volando y logro vislumbrar como el cielo comienza a teñirse de rojo y violeta, anunciando la caída de la noche. La puerta de la habitación me anuncia que alguien accesar y como siempre es él.
-Ana, otra vez por aquí-
-Como todos los fines de semana-
-Es cierto, no debería sorprenderme entonces-
-No. ¿Cómo la has visto?-
-Sigue igual. El oxigeno no fluye correctamente y los tratamientos solo la mantienen estable-
-¿Ha tenido más ataques?-
-Después del que te informe. No. A estado muy bien los últimos días. Creo que le ayuda que la vengas a visitar-
-Eso no cambiara- acaricio su melena.
-Ana mi turno esta por terminar y y me gustaría saber si-
-Es tarde, debo irme- recojo mis cosas y le doy un delicado beso en la frente a mi madre- gracias por cuidarla-
-No te preocupes- parece desilusionado.
Me encantaría ser una chica normal, pero estoy consiente que cuando el sepa la verdad me juzgara y no podría resistir otro rechazo.
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ESPERO LES GUSTE EL NUEVO PERSONAJE. EN LA IMAGUEN MULTIMEDIA ESTA FRANCISCO, SERA PUNTO CLAVE EN ESTA HISTORIA DE AHORA EN ADELANTE.
LUEGO LES MANDO LA FOTO DEL SEXY DOCTOR...