El Enmascarado.

By Gil_Torrealba

22K 2.2K 631

-Quiero verte el rostro- Las palabras salieron de mis labios sin pensarlo. Mi respiración estaba entrecortada... More

SIPNOSIS
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12.
Capitulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
EXTRA
Capítulo 18
Capítulo 19
Capitulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24

Capítulo 4

1.3K 167 48
By Gil_Torrealba

Creo que me volveré loca de tanto pensar. Todo es totalmente confuso, ni siquiera le encuentro alguna teoría de todo lo que me ha dicho Polly. No logro entender dónde encajo yo en todo ésto.

¿Que si el chico enmascarado salvó a Polly? Si, estoy el cien por cien segura de ello.

Y bueno, no soy taaan mala, así que podría decirse que me... ¿Agrada? Que la haya ayudado en esa situación. Porque como había pensado antes; no me caerá bien pero no le deseo nada malo y menos que tenga prácticamente un trauma por lo sucedido, aunque ya lo tenga.

Solo quiero información. Necesito saber lo que quiere el chico enmascarado de mí.

Tremenda curiosidad ha despertado en mi interior. Muy tremenda. Y eso significa peligro, porque haría cualquier cosas por desaparecer la incertidumbre.

—¿Qué fué los que sucedió, Sarah? — toda mi atención cae en Luke y me le quedo mirando por varios segundos.

Llevo la cuenta perdida de las veces que me han hecho esa pregunta. No he hablado desde que nos encontraron en el vestíbulo, mi cerebro está en un estado de shock logrando absorber todo el puto caos en el que me metí sin darme cuenta.

Mi vista viaja a todos los presentes que esperan impacientes mi respuesta, pero no hablo, me quedo callada. Aún recuerdo cuando Polly me dijo que no dijera nada, lo he tenido en cuenta y no pienso decir alguna palabra de ello al menos hasta que tenga la mente aclarada.

¿Cómo explicar algo que ni yo entiendo?

Luego de que me hayan encontrado con Polly desmayada, de inmediato la trajeron al hospital preocupados. Nadie dijo absolutamente nada en ese momento ya que estuvieron muy ocupados en culparme mentalmente, lo pude notar en sus miradas.

Tenemos veinte minutos esperando en la sala de espera, aún sin noticias de Polly y desde entonces; me tienen atormentada haciéndome preguntas para que les dé alguna explicación.

—¿Y bien?— me presiona Cinthya— ¿Nos vas a decir qué le hiciste a Polly?

Lo último que dijo hizo que un hilo de rabia pasara por mis venas.

—No le hice nada— hablo apretando los dientes.

—¡Por fin hablas! Creí que te habían cortado la lengua— dice Cinthya.

—A ti, no me interesa darte explicaciones— la miro directamente— así que puedes ir comprando un cochinito para que vayas ahorrando tus estúpidos comentarios—. Le escupo sin más.

—¡Ay por Dios! es obvio que tú eres la responsable de ésto ¿Para eso la estabas buscando, verdad? Y todo porque simplemente te cae mal— dice Cinthya mirándome atentamente— habla, habla de una puta vez Sarah, ¿Por qué no dices nada? ¿Acaso la conciencia te carcome? Porque espero que sea así.

—¡Que yo no le hice nada, joder! Solo estábamos hablando y de un momento a otro se desmayó, eso es todo. Así que deja de armar un maldito espectáculo.

—Buenas tardes, soy el Dr. Evans— nos interrumpe un hombre no tan joven pero tampoco viejo. Llevaba una bata como las del laboratorio y unas carpetas entre sus manos, era el Doctor que había atendido a Polly.

—Buenas tardes, ¿Hay noticias de Polly?— pregunta apresuradamente la sra. Martha interrumpiendo al Doctor.

—Así es. ¿Usted es la madre?

—No, de hecho todos somos compañeros de trabajo.

El Dr. Evans frunce el ceño por un leve segundo.

—Ella vive prácticamente sola junto a su hermano mayor, pero él no sabe nada sobre ésto porque ocurrió derepente en horas de trabajo y la trajimos de inmediato— aclara Boris, que no me ha dirigido la palabra.

¿Vive sola con un hermano? Vaya, ni siquiera sabía que tenía uno.

—Tuvo un cambio de temperamento repentino, eso hizo que su pulso caducara y lograse que se desmayara. Nada grave, a cualquier persona le puede suceder cuando se deprime, por un dolor emocional, la ira e incluso por el miedo.

—¿Está insinuando que eso no sucede así por así, o sea qué pudo a ver tenido..— dice Boris y el Doctor prosigue.

—Miedo. Cuándo despertó empezó a gritar suplicando que no le hicieran nada y tuvimos que sedarla para que se tranquilizara. Ahora mismo está bajo el efecto del sedante.

Boris paseó su vista hacia mí por un pequeño momento y vislumbré decepción en su mirada.

—¿Hay posibilidades de que pudo haber tenido una pesadilla?— pregunto ignorando las miradas de los demás.

—Estaba desmayada no durmiendo, lista— ironiza Cinthya.

—A penas despierte puede irse. ¿La van a esperar?

—Yo sí— digo.

—De ninguna manera, ella está así por tu culpa— dice Cinthya y el Dr. Evans me echa una mirada con disimulo asombro.

¿Mi culpa? Puede ser que sí, pero no lo hice intensionalmente. Estaba desesperada por descubrir el porqué un aparentemente asesino con máscara me sigue como un acosador. Y estoy segura que cualquiera haría lo mismo en mi lugar.

La ignoro.

—¿Cuánto tiempo tendré que esperar?

—Una hora aproximadamente.

—No deberías, y todos estamos de acuerdo con eso. Lo que pasa es que yo soy la única que te dice las cosas.

El Dr. Evans se retira antes de decir que tiene algunas cosas que hacer. Miro a Martha y no dice nada por defenderme, Luke se queda callado y y luego Boris... Qué solo agacha la cabeza cuando lo veo.

Y me dolió.

Dolió ver a una persona importante para mí prácticamente darme la espalda, importante porque confié en él, le conté mis problemas, mi pasado. Dijo que nunca me dejaría caer, que no me dejaría sóla pase lo que pase y es justamente lo que estaba haciendo en estos momentos.

Los ojos me ardían pero no iba a derramar ni una puta lágrima delante de ellos, tampoco le daré la sastifacción a Cinthya de verme así.

—¡Alza la cara!— le grito a Boris y me observa sorprendido por haberle gritado. Soy consciente de que todas las personas a nuestro alrededor me están viendo. Pero no me importa— eres un idiota, ¿A caso no te das cuenta de lo que estás haciendo? Yo sí confié en ti. lástima que ni siquiera me puedas dar el beneficio de la duda.

—Sarah, yo..

—Vete al infierno— me doy la vuelta y corro por los pasillos del hospital buscando la salida ignorando los llamados.

***




Entro a la casa y tiro las llaves en el sillón con total brusquedad. Mamá se sobresalta y me mira entre sorprendida y preocupada.

—Hija, ¿Qué sucede?— pregunta acercándose.

—Nada mamá— me toco la cabeza y me quejo— necesito una pastilla para la jaqueca.

—Oh claro, ya te la traigo está en mi habitación, pero ante, te quiero presentar a Lionel— habla atropelladamente. Frunzo el ceño dirigiendo la mirada hacia un hombre de cabello color castaño y ojos avellana, es bastante atractivo para la edad que aparenta.

—Hasta que al fin tengo el placer de conocer a la hermosa Sarah— habla sonriente mientras se levanta del sillón.

Hipócrita.

—Gracias, supongo— vuelvo a ver a mamá— la pastilla.

—Oh claro, ya voy— me da una sonrisa de pena ante de desaparecer por el pasillo.

—Así que.. tú eres Lionel— hablo mientras camino lentamente hasta caer en un sillón rojo y me cruzo de piernas.

—Exacto querida Sarah— dice alzando las cejas.

—Interesante, ¿Y que es lo que tienes tú con mi madre?

—Sólo somos amigos, nada más— me da una sonrisa astuta.

—Claro— ironizo burlonamente— la vieja confiable.

Niega con la cabeza sin borrar la sonrisa de su rostro.

—Eres idéntica a tu padre— dice y unas sensaciones extrañas de apoderan de mí.

—¿Qué sabes de mi padre?— espeto entre la tristeza y la sorpresa.

Él lo nota al darme una mirada de compresión que, claramente, me dejó mucho más confundida que antes.

—Listo, aquí está la pastilla y el agua, cielo— dice mi madre apareciendo en mi campo de visión. Las cojo y me las tomo de inmediato.

—Mamá, ¿Quién es él?— mi madre abre los ojos porque no me importó que Lionel estuviese presente.

—Solo es un amigo, abogado por cierto— sonríe incómoda.

—Bueno..— me levanto lentamente— me retiro porque tengo cosas muy importantes qué hacer. Adiós.

Desaparezco de sus vista de inmediato antes de que me pregunten cualquier estupidez.

Llego a mi habitación y me dejo caer en los brazos de Morfeo.



***

Miro al mi alrededor y me encuentro con árboles, unos con hojas marchitadas y otros en buen estado. Todo estaba oscuro.

Es de noche.

El ruido de unas pisadas hacen que gire la cabeza hacia esa dirección. Enfoco una sombra de una figura humana encapuchada, mis alertas se activan y corro hacia allá. El encapuchado al notar mi presencia empieza a correr alejándose de mí.

Corre demasiado rápido y se me hace imposible alcanzarlo.

Pero ésta vez no lo dejaré ir.

Acelero mis pasos y me aproximo aún más. Ya cerca, le agarro la mano cómo puedo y lo detengo a bruces.

Mi respiración está agitada y no es por cansancio, sino porque siento una familiaridad tan intensa con su tacto. Estamos frente a frente y me le quedo mirando sin articular palabras.

Estoy asombrada y no tengo ni la menor idea del porqué.

El enmascarado no dice nada, sólo me mira fijamente tras esa máscara blanca.

Quítatela— logro decir en un tono agudo—. Quítate la máscara.

Aún no hace nada. Sólo me mira.

—Por favor..— suplico.

Hace un leve movimiento con sus manos y las dirige hacia el borde de la máscara, logrando quitarla lentamente de su rostro.

Parpadeo repetidamente nerviosa y se la quita.

Se quitó la jodida máscara y de inmediato dejo de parpadear, mi cuerpo tiembla y mis manos me empiezan a sudar.

«No puede ser» «No es real»

P-papá— balbuceo llevándome las manos a la boca— n-no p-puede ser—. Mi rostro se empaña de lágrimas y él sonríe.

Sarah..

Es él. Sus ojos verdes no dejan de mirarme y su sonrisa se ensancha más.

¿T-tu eres el e-enmascarado?— me parece inverosímil ¿Por qué me dejaste?

Sarah..

Y-yo te extraño.

Sarah..— alza más la voz.

¿Q-Qué?

Su rostro se torna a uno de preocupación.

¡Sarah!— grita mi nombre y me quedo perpleja— ¡Sarah!

Abro los ojos y me encuentro a mamá agarrándome de los hombros.

—Shhh, sólo fué una pesadilla— me acurruca en sus brazos mientras me mesa—. Tranquila— acaricia mi cabello con delicadeza.

Siento la frente sudada y las lágrimas impiden que pueda ver bien.

—Mamá, s-soñé con papá— se tensa y agarra mi rostro entre sus manos.

—Yo también sueño con él, cariño—. Noto tristeza en sus ojos y aplana sus labios. La abrazo.

—Te extrañé.

—Y yo a ti— dice correspondiendo mi abrazo— ahora cuéntame, ¿Por qué llegaste temprano del trabajo y enojada?, ¿Te despidieron?

Me alejo de ella y me acuerdo de todo lo que pasó en la tarde.

—Una compañera de trabajo se desmayó y la llevamos al hospital. Por eso cerramos el local temprano y me vine para acá.

—¿Y lo enojada por...?

—Nada importante— digo restándole importancia. No quiero derrumbarme porque mi mejor amigo no creyó en mí.

—Bien, ¿Cómo te cayó Lionel?

Para nada bien.

—Normal, supongo. ¿Qué hora es?

—Las nueve de la noche, dormiste mucho— me sonríe.

Bostezo.

—Sigue durmiendo perezosa, descansa. Te quiero.

—Descansa igual. Te quiero— nos damos un últimos abrazo de oso y se vá.

Me vuelvo a recostar de la cama y me quedo mirando hacia arriba. Tengo sueño pero no quiero dormir. Aún estoy impactada.

Abro el cajón de la mesita de noche y cojo la cámara entre mis manos sonriendo. La enciendo y me pongo a ver las fotos que me tomé con mi padre antes de que él se fuera sin decir nada.

De pronto, recuerdo lo que Lionel me había dicho que era idéntica a papá.

¡Rayos! Le tuve que haber preguntado a mamá si era amigo de papá o algo así, pero decido dejarlo para mañana, puesto que de iba a dormir.

Un ruido proveniente de la ventana hace que gire la cabeza hacia esa dirección ceñuda.

¿La había cerrado?

Dejo la cámara en un lado de la cama y me acerco para verificar, estaba abierta.

Estoy apunto de pasarle el seguro pero derepente una mano se proporciona en mi boca impidiendo que grite. Su agarre es fuerte y me sacudo con todas mis fuerzas tratando de liberarme, pero nada. Es imposible.

Sin duda alguna es un hombre, y no cualquier hombre.

Es el encapuchado.

Me doy cuenta desde el reflejo de la ventana, saca de su bolsillo un pañuelo blanco. Lo proporciona en la zona de mi nariz y dejo de respirar para evitar inhalar, el oxígeno me empieza a faltar y trato de respirar por la boca pero me lo impedía con la otra mano, siento que me pongo roja y no me queda de otra respirar.

Un fuerte mareo se apodera de mí y mis fuerzas se debilitan. Dejo de patalear y me va soltando poco a poco, estoy apunto de caerme al suelo pero me sostiene y pierdo la conciencia.









Nota de la autora

Al finnnnnnnnnnnn pude actualizar

¿Cómo les pareció el capítulo?, ¿Se esperaban eso aún?

Gracias a Dios no se ha ido la luz, y no había actualizado más temprano porque me puse a hacer el regalo para mi novio que cumple mañana.

PREGUNTAS:

¿Qué les pareció Cinthya?

¿Qué piensan de Boris?

¿Quieren saber lo que pasará en en próximo cap?

Pd: no alargo la nota porque el sueño me está matando. Así que mil disculpas si encuentran herrores horthográficoz. Prometo corregir luego.

No olviden votar y comentar.

Las ama,

Gil.❤️

Continue Reading

You'll Also Like

148K 10.7K 158
Él:Un solitarío Vampiro necesitado de una poca de compañia. Ella:Una curiosa chica con un extraño gusto hacia la sangre & lo sobrenatural que se vé e...
33K 2.3K 40
después de lo ocurrido en la mina MC , queda en shock respecto a lo que se entera por otro lado los chicos exigen muchas cosas a MC , pero una person...
2.9M 365K 55
[SEGUNDO LIBRO] «Convertirme en un monstruo no me ha liberado del dolor de ser humano». Después de los crímenes cometidos por Victoria Massey, la jo...
1.1K 77 19
Ashley Clerk es una joven de 17 años que regresa a su pueblo natal después de algunos años. Vuelve a reencontrarse con sus mejores amigos, su familia...