¿Qué se supone que debía decirle?
Aunque yo también quería conocerlo a profundidad, la pregunta me había tomado por sorpresa.
@yeeeori.jung: A mí también, Taehyung. A mí también me gustaría conocerte mejor.
Y lo envié.
No sabía qué estaba haciendo, pero si sabía que estaba desobedeciendo a mis hermanos.
Comenzaba a dudar de la descripción que Mejiwoo me había dado de Taehyung, lo había llamado maniático, psicópata, desquiciado que lo único que sabe hacer es maltratar a las personas que lo aman. Y las pocas veces que había cruzado palabras con él parecía una persona muy tranquila y buena, agregando el hecho de que me defendió de Minho.
Dejé mi celular sobre la mesita de noche y cerré mis ojos, dispuesta a tomar una larga siesta hasta que el aparato comenzó a sonar indicando que alguien me estaba llamando.
Era un número que no tenía agendado y pensé que tal vez podría ser Jimin.
--¿Hola?
--Hola, Yeori-- sonó la inconfundible voz de Kim Taehyung.
--Oh, Taehyung, ¿necesitas algo?-- pregunté sin saber que decirle.
--Sí, necesito que te acerques a la ventana de tu habitación, por favor.
--¿Qué?-- asomé mi cabeza por la ventana de mi habitación y ahí lo ví, mirando hacia donde yo estaba.
--¿Qué haces aquí? ¿Estás loco acaso?-- pregunté en voz baja, no quería que alguno de mis hermanos me escuchara.
--Tal vez un poco.-- respondió sonriendo.-- ¿Puedo subir?
--¿¡Qué!?-- pregunté alterada.
--¡Yeori! ¿Con quién hablas?-- me preguntó Mejiwoo desde el piso de abajo.
--Co-con nadie, unnie, tan sólo es Hyemin.-- mentí y no obtuve respuesta.
Cuando volví a asomar mi cabeza por la ventana pude ver a Taehyung trepando por la enredadera que había sobre la pared de la casa.
--No, no, no. Bájate.-- le pedí.
--Hola otra vez, Yeori.-- dijo entrando a mi habitación.
--¿Qué demonios haces aquí, Taehyung?-- pregunté incrédula. ¿Cómo se le ocurría aparecerse así por mi casa y más aún entrar en mi habitación?
--¿No que habías dicho que me querías conocer mejor? Pues aquí me tienes.-- dijo mientras sonreía de lado en un gesto burlón.
--Definitivamente estás loco.
-Si, lo sé. Bueno, ¿qué quieres hacer?-- preguntó mirándome.
--Quiero que te vayas de mi habitación, si eres tan amable.-- le pedí con la desesperación en mi cara.
--Pues, yo tengo una mejor idea...-- dijo con voz grave y una sonrisa pícara.
--¿Q-qué estás pensando?-- le pregunté con una voz temblorosa. Estábamos en mi habitación y él decía tener una buena idea mientras me miraba pervertidamente. ¿Podía entrar en pánico ya?
--¿Por qué no nos hacemos algunas preguntas entre nosotros? Así, tal vez, logremos conocernos un poco mejor.-- dijo ahora reemplazando la sonrisa pícara por una cuadrada, como si fuese un niño pequeño.
--Oh, si, buena idea...-- respondí más aliviada.
--Bien, empieza.
--Mmm...¿cuántos años tienes?
--Tengo 21, y...
--Espera,-- lo frené-- ¿Tienes 21? ¿Entonces cómo eras compañero de mi hermano?-- estaba muy confundida. Hoseok era dos años mayor que Taehyung, ¿cómo es posible que hayan ido a la misma clase?
--Pues, me habían adelantado dos años. Mi desempeño en las asignaturas más importantes era increíble y el director decidió que cursar con chicos más grandes y estar adelantado era una buena idea. Tenía conocimiento de la mayor parte de los temas que debería saber un alumno dos años mayor que yo y por eso el director decidió adelantarme.
Oh, bueno, eso no me lo esperaba. ¿En serio Kim Taehyung era tan sabelotodo como me estaba haciendo creer?
--Eh, entonces...eras un buen estudiante, ¿no es así?-- pregunté.
--Increíblemente, lo era. Cuando finalmente nos graduamos el director me entregó un diploma especial por mi desempeño,-- me contó con una sonrisa de orgullo-- pero dejemos de hablar de mí que tú eres de la que me interesa así que cuéntame, ¿tú cuántos años tienes?
--Tengo 17, junio cumpliré 18.-- respondí.
--Oh, tu cumpleaños es en verano, justo en el comienzo de las vacaciones. El mío es en invierno, no me gusta el invierno.-- dijo haciendo un puchero con su labio inferior que me pareció adorable.
--Eres adorable, Taehyung.
--¿Tú lo crees? Yo pienso que soy muy guapo.-- dijo fingiendo ser egocéntrico.
--Yaaaa, no lo eres.-- dije riéndome.
--¿No lo soy?-- preguntó acercándose a mí lentamente.
--N-no, no lo eres.-- respondí mientras retrocedía nerviosa. Obviamente estaba mintiendo, Taehyung me parecía uno de los hombres más apuestos que había visto en mi vida. Era simplemente hermoso.
--Te ves nerviosa, Yeori. ¿Será que yo te pongo así?
--Claro que no, Taehyung.-- dije hasta que mi espalda chocó contra la pared. Cerré los ojos con fuerza al darme cuenta que me tenía acorralada.
--Es una lástima que no te parezca guapo, pues, tu a mí me pareces una muchacha muy linda.-- confesó.
--Es una lástima, sabes, pues soy menor de edad todavía, y tu ya eres mayorcito. Me llevas cuatro años y no podría pasar nada entre nosotros.-- dije.
--¿Quién dice que nosotros no podemos tener nada en un futuro? Además, yo nunca dije que quiero tener algo contigo, Yeori.
Uh, eso tuvo que doler.
--Yo tampoco estaba diciendo eso, o sea, ¿yo? ¿tener algo contigo? por favor...-- ni yo me lo creía. Miré a Taehyung y me estaba mirando con una ceja levantada con una expresión que decía "no te creo ni mierdas".
--Estaba bromeando, Yeori. Me encantaría tener algo contigo pero para eso debemos conocernos mejor así que el lunes pasaré por tí a la salida de la escuela y te llevaré a almorzar, y haremos eso todos los lunes, ¿te parece correcto?
Pues que alguien me agarre porque me caigo.
¿Kim Taehyung me estaba invitando a una cita?
--¿Es una cita?-- pregunté con la esperanza floreciendo en mí.
--¿Si te llevo flores es una cita?-- me preguntó él ahora.
--Yo creo que sí.-- le respondí sonriendo.
--Entonces es una cita, Jung Yeori.
--De acuerdo, Kim Taehyung.
Y volvió a sonreír como un niño pequeño. Y ahí me dí cuenta que tenía una de las mejores vistas de mi vida; Kim Taehyung estaba sonriendo frente a mí mientras el sol daba justo en su mejilla derecha y hacía que su pelo gris brillara aún más.
Era una vista hermosa.
--Bueno, debo irme. Luego te hablaré.-- dijo para luego depositar un prolongado beso en mi mejilla. --Adiós, Yeori-- se despidió de mí mientras salía por la ventana.
--Adiós...-- dije en un susurro sin aliento por el beso que me había dado.
En cuanto se fue, me dejé caer deslizándome por la pared para luego sonreír y patalear como una niñita.