Orlando, Florida. Parques Disney World.
—¿Quien cumpleaños mañana?— preguntaba Olivia con una gran sonrisa.
—Tú guapo y sensual hermano— respondió Owen antes de darle un beso en la mejilla.
—¡Oh, mira, Lily!— grito Olivia apuntando el puesto de dulces.
Liliana se la quito a Owen de los brazos y se acercó al puesto de dulces. La dejo sobre una de las columnas. La pequeña le sostuvo la mano. Y Owen sacó su cámara para sacarles una fotografía. Liliana extendió su mano y le sonrió a la cámara.
—¡Mira, Lili, soy más alta que tu!— soltó pequeñas risas.
—Eso hasta que mira—la volvió a tomar en brazos y la dejo en el suelo —. Ahora, definitivamente soy más alta.
—¿Por qué Adriana se tuvo que ir, Lily?— pregunto la pequeña cuando comenzaron a caminar.
—Porque Aurora se enfermo, y Valery no podía dejarla— justifico Liliana con una sonrisa.
Después de ir a Santa Mónica y pasar quince días allá, Aurora comenzó a tener sarpullido en el cuerpo, así que la llevaron al médico y este le informo que la pequeña sufría de el sarpullido Eccema, que aunque tiende más apatecer en clima frío, también es común verlo en verano por los productos químicos de las albercas, el sobrecalentamiento y la transpiración. Así que Valery tomo a sus hijas después de recibir las indicaciones médicas de humectar la piel, vestirla con ropa de algodón, no rascar y hablar con la pediatra, que la recibiría en Seattle apenas llegarán. Así que su hermana pagó un vuelo de regreso a Seattle.
Así que solo quedaron Vanessa, Owen, Oliver, Liliana, Dylan, Elian, Isabel, Sarah y los padres West y Kheler-Stern. Aunque Lily insistió en irse de regreso, su hermana le dijo que no, que disfrutará sus días con Oliver.
Y ahora estaban en Orlando, Florida. Hospedados en el hotel de los parques Disney. Tenían brazaletes que los dejaba disfrutar de cualquiera de las atracciones que había en el parque.
—¡Lo conseguí!— grito Vanessa con emoción —Tengo diez entradas para el castillo de Hogwart, podremos ir a ver el mundo de Harry Potter.
—¡Si!— gritaron todos con emoción, luego miraron a los padres de Oliver.
—Pueden cambiarse, y váyanse de una vez antes de que me arrepienta— dijo Oriel —. Nosotros estaremos en los Parques de Toy Story.
—¡Son los mejores!— exclamó Oliver antes de darle un beso en la mejilla.
—¡Bien, vamonos!— dijo Owen imitando la acción de su hermano —Vamos antes de que se arrepientan.
Todos se despidieron y salieron disparados al hotel otra vez, ya que estaban paseado un poco por los alrededores de los parques.
Después de acordar tener quince minutos para cambiarse de ropa y reencontrarse en la entrada del hotel, todos se dispersaron en las habitaciones. Liliana corría de un lado a otro buscando ropa, hasta que la encontro, se colocó un short negro cintura alta, una camiseta blanca con un diseño de flores, unas zapatillas deportivas y dejo su cabello suelto. Tomo un bolso y guardo un cambio de ropa y lo esencial. Mientras Oliver llevaba un short blanco, una camisa negra con flores, una gorra y unas zapatillas deportivas negras. En la mochila de Liliana coloco un cambio de ropa.
—Vamos, ya es tiempo— ambos tomaron sus celulares y salieron disparados.
En el vestíbulo estaban todos esperando que llegara el taxi que los llevaría a los parques de Universal. Los últimos en llegar fueron Owen y Vanessa quienes venían discutiendo.
—¡Ya cierren la boca!— exclamó Oliver —Harán que me sangre los oídos. Hasta el señor está harto de ustedes.
—El no quiere aceptar que yo tenía razón— Oliver paso las manos por su rostro —. Ya, nos callamos.
—¿Pueden creer que conoceremos el castillo de Hogwart?— cuestiono Dylan con una sonrisa –No se si reír o llorar.
—Yo solamente quiero llegar— aseguró Elian —. Esta siendo el camino largo y tortuoso, gracias a esos dos.
—Ya, lo sentimos.
Cuando llegaron a universal, agradecieron al taxista por el viaje y le pagaron algo extra por aguantar a Vanessa y Owen. El tren era impresionante, este los llevaría al parque de Harry Potter, era como si de pronto estuvieras dentro de la película. Habían trabajadores, vestidos de la época.
—¡Santo cielo!— exclamó Owen mirando el tren —Esto es jodidamente increíble.
Fueron a donde se compraban los boletos, y les entregaron brazaletes.
—La vida de Harry era triste— aseguró Elian –. Huérfano, y siempre en el área de amigos, esperando que llegara su turno.
—No es de mis películas favoritas— se encogió de hombros Isabel, estaban en la fila para abordar —. Pero es increíble.
—Para ser sincera, no me gusto el final de la saga— opinó Lily —. Hermaione y Harry tenían que estar juntos. No con Ron.
—¡¿Verdad que si?!— cuestiono Vanessa —Owen siempre a dicho que no, pero definitivamente la mejor opción siempre fue Harry— apoyo Vanessa —. ¿A quien se le ocurre cambiar al sexy, e inteligente Harry, por alguien como Ron? No se en que pensaba la escritora.
—¡En los sentimientos de Ron!— dijeron los chicos al unísono.
—¡Ron era como un extra, solo estaba ahí para hacerlo más gracioso!— replicaron las chicas —Además, la hermana de Ron ¿Qué? Apareció unas pocas veces y al final termina con Harry. ¿A quien diablos se le ocurre eso?
—Ya, ya, ya— dijo Isabel tomando la mano de Dyla —... Suficiente, mejor vamos.
Le pidieron a un encargado que les sacara una fotografía Grupal, y los primer en subir eran Oliver y Liliana.
—Hola, cuñada— saludo Owen para llamar la atención de Liliana.
Está se volteo a mirarlo, sonrió sin mostrar los dientes al ver la camara y levantó su mano derecha para saludar. Oliver solo la observaba. Y en su cabeza, pasaban las imágenes de lo que sería un próximo escenario en dos meses. La miró sacar su celular y grabo un Story del lugar.
—¿Pueden creer que vamos a ir a Hogwart?— pregunto sin dejar de grabar —Muñeco, ¿que esperas ver primero?
—Además de encontrar una pócima para amarrarte para siempre, creo que nada— dijo Oliver cuando Liliana cambio la cámara a la frontal para que se vieran los dos.
—¡Awww!— exclamó Owen con ironía mientras se metía entre ellos —Son tan dulces que me dan diabetes.
—Owen, tú superas cualquier nivel de lo cursi— le aseguro Oliver.
—¿Adivinen quien cumpleaños mañana?— pregunto Liliana antes de que Owen le replicara a Oliver.
—Pues este guapo ser— dijo Owen con ego fingido —. ¿No es así, cariño?
—Claro que si— dijo Vanessa haciendose espacio entre su novio y Liliana.
Cuando todos tomaron asiento el tren avanzo. Una de las cosas más lindas es por fin cumplir un sueño, ver como aquello que de niños un día soñamos se hace realidad, como pasa de algo que está en una pantalla a algo que puedes ver y tocar. Sin duda alguna eso seria a lo que llamamos un sueño hecho realidad. Y es que ir a los parques Disney, o simplemente ir al castillo de Hogwart que para muchos es sinónimo de niñez, era como volver a esa etapa de la vida.
—¡Miren, son las varitas!— exclamó Vanessa tomando varias de ellas —¡Oh, son las túnicas, son las túnicas!
—Vale, Vanessa, no podemos llevarnos las tiendas completas— aseguró Liliana quitandole las gafas que estaba tomando —. Sólo lleva las varitas.
—¿Y dejas las túnicas?— le cuestiono —¿Tienes idea de lo que es disfrazarse? No podemos tener un disfraz genial, sino tenemos túnicas.
—Créeme, se llevará todo lo que quiera— dijo Owen —. Llevaba una lista en el celular de todo lo que debías comprar su ibas a los parques de Harry Potter.
—Sigue dejándola, y un día, arruinará tu bolsillo— miro a su hermano —. No siempre serán sus padres quienes le compren las cosas.
—¿Y quien dijo que sus padres asumen todos sua gastos?— Owen tomó unos dulces —Desde que Vanessa y yo salimos, sus padres le pagan lo necesario. No más. Siempre lo necesario.
—¿Y de dónde salen los demás gastos?
—Hace modelaje en París— se encogió de hombros —. Marcas pequeñas, pero le pagan bien. Cuida niños los fines de semana. Y trabaja en Internet con marketing.
—Una mujer independiente, me agrada— miro a Vanessa ser como una niña en una dulceria —. Ama la película.
—La ve todos los fines de semanas— se lamento —. Estoy harto de la película. Lo juro.
Pasaron todo el día en los parques de Universal. Vanessa había comprado algo en cada tienda en la que entró. Y se subieron a la mayoría de las atracciones que le tiempo les permitió. Recorrer un parque como esos, en unas hora era imposible, cada atracción y cada tienda tenían su encanto su encanto, pero la misma magia.
En cuanto dieron las tres, subieron de vuelta al tren y tomaron un taxi al hotel. Se dieron una ducha, y salieron de vuelva a los parques Disney para ver el espectáculo que daría el parque por la noche.
—¡Mira!— exclamó Liliana soltando la mano de Oliver para ir por la orejas de mine —¡Son hermosas!
—Me da la diadema de mine, por favor— pidió Oliver sacando el dinero del bolsillo —. Aquí tiene.
—Gracias— susurro Liliana cuando Oliver se las coloco sobre el cabello.
—Luces muy guapa cuando haces el papel de niña chiquita— Oliver le beso la mejilla —. Vamos al palacio.
—Si, yo quiero una foto— apoyo Isabel emocionada.
Había música de las películas sonando. Oliver tomó a Liliana de la cintura y la hizo bailar, luego la soltó, le dio una vuelta, la volvió a tomar de la cintura y la echo para atrás sujetando su pierna derecha. Vanessa sacaba fotografías.
—¡Que guapos!— grito Melany con una sonrisa, Oliver ignoró a su suegra y le dio un beso a Liliana.
—Le voy a contar algunas historias de Oliver, a ver que tan guapo es en realidad— Oliver miro a su hermano, se acerco al oído de Liliana.
—Un día cuando eramos niños, mamá nos trajo aquí. Recuerdo que Owen era gordito, y su mayor ídolo era Buzz, mamá le compró el disfraz, papá fue por unos helados, y mamá estaba dándome agua, en ese descuido, se subió a un muro y grito 'Al infinito y más allá', más allá quedó de la estrellada que echo.
En ese momento Liliana estalló en carcajadas y Oliver la subió para que se acomodara, ella se sujeto del pecho y hombros de Oliver mientras reian a carcajadas, Owen volvió a sacarles una foto.
—No quiero ni imaginar que te dijo para que me mires y te rías— dijo Owen blanqueando los ojos.
—'Al infinito y más allá'— se burlo Oliver con una sonrisa divertida, mientras su hermano observaba a Lily quien no dejaba de reír.
—Fue un juego sucio- aseguró Owen con seriedad —. Te felicito hermano.
—La venganza, Owen, es un plato que se sirve frío.
Para cuando habia anochecido se encontraban la zona privada menos colapsada que el resto. Oliver se había cambiado de ropa al igual que Owen, gracias a que ambos comenzaron una pequeña guerra de helado. Ahora Oliver llevaba unos vaqueros negros de cuadros, y una chaqueta de jeans gris que atrás decía 'World Disney World'. En el momento en el que comenzó la música Oliver se separó un poco de Liliana y la hizo girar, ella subió una pierna y lo miró una sonrisa. Mientras Dylan que tenía la cámara capturo el momento.
—Yo creo que pueden con esto— dijo Vanessa apoyando su cabeza en el pecho de Owen.
—Yo no estaría tan seguro— le dijo Owen —. Ellos se quieren, cierto, pero no se si están preparados para lo que viene, Vanessa. Tú más que nadie sabe que alejarse de nuestros padres significa libertad, y si algo a querido Oliver siempre es eso, libertad.
—Puede tenerla y seguir con Liliana, solo miralo, la mira como si fuera la cosa más bella del mundo. Como si no hubiera nadie más.
—Cuando el amor es puro, bonito y sincero; lo que digan los demás da igual, sobra, porque sabes que lo amas.
Ambos observaron a Oliver y a Liliana abrazarse mientras antes de besarse y susurrarse cosas al oído para luego reír. Eran como esos libros adolescentes, solo había flores y chocolates a su alrededor, nada podía perturbar eso.
—Definitivamente la vida es injusta— susurro Vane mirando como Oliver le besaba la frente.
—La vida no es fácil, cariño— se encogió de hombros —. Debemos levantarnos tantas veces sean necesarias para llegar a dónde queremos.
Cuando los fuegos artificiales tocaron el suelo todos se lanzaron sobre Owen. Este intento no caerse.
—¡Feliz cumpleaños!— gritaron todos llamando la atención de varias personas.
—Definitivamente hacen de mi vida algo singular— miro a las personas que los veían —. Lo lamento.