-¡Oliver West, quiero que bajes de ahí ya! ¡O en serio que en tu vida vuelves a dirigirme la palabra!- grito Thalia desde la parte de abajo de la casa.
-Oliver, debes bajar- dijo Vanessa cruzada de brazos -. La muerte suele vestirte de comodidad y vistas hermosas.
-No me bajaré de aquí. En realidad está muy cómodo- aseguró él mirando a las dos mujeres.
-La foto quedó muy bien- reconoció Owen observándola desde su celular -. Eres buen modelo, pero debes bajar antes de que mamá te vea.
-¿Me dices cuantos likes?- Owen miró rápidamente y trago grueso ante el comentario de Liliana.
-Eh... Si hablamos de like tienes muchísimos, un instituido completo y más- Oliver lo miró desde arriba -. Si hablamos de comentarios. Son muchísimos, pero tienes uno destacado.
-Si, los de Liliana, ¿por qué?- su hermano miró una vez más el comentario y luego a su hermano.
-Yo que tu me bajo ya de ahí.- le aseguro Owen -Dice: 'Voy a tu casa ya. Y pobre de ti que estés aún ahí'.
-¡Pasame la escalera ya!- gritó Oliver de inmediato, Thalía se sentó en el sillón.
-Me gustan los cuentos con finales felices- se burlo Vanessa sin moverse de su lugar.
-Voy, voy- Owen guardo el celular y tomó la escalera.
-¡Aki!- exclamó Thalia con una expresión sonriente -Me encanta que llegaras. Escucha, llevo media hora pidiéndole a tu novio que se baje de ahí.
-¡Oliver West!- grito Liliana volteandose a mirarlo de inmediato.
-¡Estoy abajo, estoy abajo!- exclamó Oliver acercándose a Liliana -Espera.
Oliver la observó de arriba abajo. Y lo que veían sus ojos parecía poco creíble. Liliana estaba demacrada. Sus cabello estaba sujeto a una coleta baja. Llevaba un short, y un camisa holgada perteneciente a Oliver. Su rostro no tenía ni una gota de maquillaje, y gracias a ello se podían observar sus grandes ojeras moradas. Sus pies llevaban unas sandalias negras. Y la verdad se veía más dormida que despierta.
-¡Wow, cuñada! ¿A ti que te paso?- dijo Owen sorprendido -Parece que te paso un auto por encima.
-¡Owen!- le regaño Thalia junto a Vanessa golpeándole el brazo inmediatamente -Si no vas ayudar, no opines.
-Valery se está quedando en casa- dijo Lili -. Las niña no me dejan dormir, y Aiden las veces que llora tarda para que se caye. Estoy aplicando para las universidades que quiero- ella soltó un suspiro -. Organizó un baile de graduación. Y no saben como me gustaría irme ahora mismo de vacaciones.
-Ese bebé tiene solo una semana en tu casa. Y llevas quince días con las niñas- contó Owen -. ¿No tienes frío?
-Mucho- aseguró Liliana pasando sus manos por sus brazos, Oliver se acercó a ella y la abrazo.
-¿Por qué no nos vamos de viaje?- preguntó de pronto Thalía -Se me ocurre una playa. Los chicos se van la semana que viene, sería perfecto como despedida.
-Debo comprar los boletos para ir a Los Ángeles, pero me gusta idea- apoyo Owen con una sonrisa -. Nuestros padres tienen una casa en la playa, sería perfecto.
-En vista de que Oliver no pretende presentarme- Vanessa se abrió paso -. Soy Vanessa.
-Liliana- dijo la castaña con una sonrisa separándose de Oliver -. Me han contado lo aventurera que eres.
-Y a mi que eres el karma de Oliver- se dieron un pequeño abrazo.
-Su adorado tormento- dijo Thalia con una sonrisa divertida.
-¿Hola?- cuestiono Owen -¿Playa? ¿Los Angeles? ¿Si? ¿De acuerdo?
-Yo me anoto- aseguró Liliana con unas sonrisa -. Ahora. Oliver, ¿me puedes prestar tu cama como por dos horas? Quiero dormir.
-Claro, vamos. No hay problema.- el entrelazo su mano con la de ella y caminó hasta la puerta de del jardín de la casa subiendo la terraza.
-Necesito un descanso- susurro ella -. Las niñas me volverán loca- se lamento mientras masajeaba su cien -. Tengo un dolor de cabeza insoportable, parece que me taladran la cabeza.
-¡Liliana, cariño!- exclamó Diana --¿Qué haces aquí? Tienes unos días que no vienes.
-Lo sé, Diana- se dieron un pequeño abrazo -. Lo siento mucho. Es solo que estoy de niñera. Y necesitaba escaparme de casa cinco minutos.
-No te preocupes, cariño. Esta es tu casa.- le dedico una sonrisa -. Saben las reglas. Si van a la habitación, quiero la puerta sin pasador, ¿entendido?
-Sí, señora.
Oliver paso una mano por la cintura de Liliana, y la guió por la casa. En la estancia Olivia estaba sentada en el sillón mirando su caricatura favorita, en medio de sus piernas estaba una taza con una ensalada de fruta.
-¡Liliana!- exclamó ella levantándose del sillón -¿Viniste a jugar conmigo?
-Hola, guapa- la levanto del suelo y le beso la mejilla -. Juguemos un rato, entonces.
-¡Oh no, señorita!- intervino Oliver -Luces como si no hubieras dormido en años. Así que, iras a dormir.
-No pasa nada si juego con ella un rato, Oliver- aseguró Liliana con una pequeña sonrisa.
-Liliana, te estas durmiendo sola, ahí parada- intervino Diana -. Es mejor que vayas a dormir. Y pueden jugar otro día. Subela a dormir.
Oliver la subió a su hombro como si fuera un costal de papas, y subió las escaleras con ella.
-Puedo caminar- aseguró ella intentando bajarse -. Oliver, bajame.
-Te dejaré sobre la cama- le aseguro él sin bajarla -. Liliana, no te muevas, o te voy a dar una nalgada.
Antes de que ella pudiera decir algo, le dio una nalgada. En cuanto llego a la habitación camino hasta cama y la dejo sobre esta en un solo movimiento. Pastor inmediatamente salto sobre ella cama y le lamio la mejilla. Liliana le acaricio la cabeza, y él se bajo de la cama.
-Bien- cerró las cortinas de la habitación -. Apagare esto- las luces fueron apagadas, dejando solo una de las lámparas encendidas.
-No tienes que hacer esto- susurro Liliana cuando Oliver se acostó a su lado -. No necesito que me obligues a dormir.
-Si lo necesitas. Duerme.
Oliver le a acomodo sobre su pecho y le acaricio el cabello. Le dio un beso en la coronilla y sonrió levemente. Sintió como la respiración de Liliana se volvia más ligera. La observó dormir. Lucía tranquila, como si de pronto, todo el caos que se reflaba en su rostros, fuera cambiado por una paz insuperable.
-Quiero ir a la orilla de la playa. Y sentir las olas del mar- su mirada estaba cansada, y bolsas bajo sus ojos adornaban su rostros.
-Cierra los ojos- susurro Oliver con lagrimas en los ojos -. Y por un momento imagina que estás ahí, la sensación de paz, la arena tocando los dedos de tus pies, y la brisa en tu rostro. ¿Lo puedes ver?
-Si, si puedo- abrió sus ojos y le sonrió -. Nunca dejes de ser quien eres, Oliver. Enamorate de nuevo. Encuentra al amor de tu vida, y no la pierdas nunca.
-Estoy seguro que tú eres parte de un gran sueño que tengo- ella le acaricio el rostro y negó levemente.
-Estaré a tu lado, aunque no puedas verme- soltó un suspiro -. Estoy cansada, quiero dormir.
-Yo te velare el sueño, descansa- le beso la frente -. Te amo, Sarah.
-Yo también te amo, Oliver. Yo también te amo- lo miro a los ojos y sonrió -. Pero debes llevarme a la playa antes de morir.
-Verás muchas más cosas que la playa. Créeme.
Ella negó levemente y le tomó la mano. Cerró sus ojos y sintió como los brazos de morfeo la arrastraban a un profundo sueño. Oliver miró como su respiración se volvió lenta, y la observó dormir.
Y sintió su pecho calentarse. Realmente amaba eso. Aún no la tocaba sexualmente, pero no había necesidad. Él simplemente estaba enamorado de ella, solo porque estaba ahí, hecha un desastre, durmiendo junto a él. Era perfecta. Al menos a sus ojos era simplemente hermosa. Y todo se sentía correcto, como si hubiera pertenecido a ese lugar siempre.
Él no tardo que quedarse dormido junto a ella. Diana los reviso una hora más tarde. Y ambos estaban abrazados, ella sonrió levemente, llamó a Melany y le informó que probablemente Liliana se quedaría. Y así fue, ninguno se despertó, ni siquiera a cenar. Y era que el cansancio de Liliana se veía en su rostro, y Oliver sólo le siguió el paso.
-Buenos días- saludo Oliver cuando la miro abrir los ojos.
-¿Días?- ella abrio los ojos de par en par y miró a su alrededor -¡Joder! Mamá va a matarme.
-De hecho no- Oliver le beso los labios -. Mi mamá le dijo anoche que estarás aquí- volvió a besarla -. Me envió un mensaje anoche, pero ambos estábamos durmiendo, lo vi hace un momento.
-Siento que no he dormido en años- se lamento -. Debo irme, hoy viene la madrina de Adriana. Y tenemos el acuerdo con Matt.
-Son las ocho de la mañana, lo único que haremos ahora mismo será ir a desayunar- se levantó de la cama -. Vamos a comer.
Liliana comprobó su atuendo. Llevaba unos vaqueros negros, una camiseta de de tirantes negra y holgada. Unos zapatos negros y su cabello estaba suelto.
Tomó la cámara instantánea. Junto a su celular y salió del vestidor. Una Thalia observaba observaba la caja sobre la cama de Liliana.
-¿Qué es eso?- preguntó Thalia cuando observó a su amiga salir.
-Es un obsequio de Oliver- mintió con una sonrisa inocente -. Ábrelo.
-¿Y yo por qué? - preguntó Thalia observando la caja con dudas.
Ella abrió la caja y encontró varios paquetes con fechas diferentes. Ella tomó el primero.
-Veintitrés de noviembre- le informo Thalia -¿Esta fecha que tienen que ver con Oliver?
Liliana se encogió de hombros y la invitó a abrirlo. Y eso hizo Thalia. Había una caja musical con una bailarina dentro, bordado estaba su nombre y miró la nota sobre ella:
-La diste por perdida ese día, pero no fue así. Siempre estuvo conmigo- ella dejó el papel y volvió a tomar otra caja -. Baile de tercero del instituto, bailamos juntos por primera vez.
Dentro de la caja había un ramillete y un cuadro con una fotografía de ambos bailando con una edad de quince años.
-¡Vamos! ¡toma la última!- exclamó Liliana con desesperación.
-Muy bien- ella abrio la última caja encontrándose nuevas fotografías y una cámara -. ¿Lista para nuestra nueva aventura? - ella miró los boletos de avión a África -¡Oh, por Dios!
Tenían fecha paras vacaciones de veranos antes comenzar la universidad. Ella miró a Liliana quien tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Un Matt arreglado entró a la habitación por el balcón. En sus manos llevaba una unq jirafa de peluche.
-El boleto solo está vigente si me dejas decirle a todos que por fin eres mi novia- ella lo miró con diversión y sonrió -. Solo es una condición.
-Por supuesto que puedes gritar que somos novios- se acercó a él y le beso los labios -. Lo somos desde hace un mes.
Liliana sonrió. Cuando de pronto sintió unas manos rodear su cintura. Así que blanqueó los ojos al saber que era Oliver. Este colocó delante de ella una bolsa de regalo. Ella la tomó y sacó de ella un cuadro con la primera fotografía a la que accedió para el periódico del instituto.
-Digamos que es un presente para que vuelvas a mi habitación- le susurró Oliver -. Puedes hacerlo esta noche de nuevo. Es evidente que en esta casa no duermes.
-¿Qué tan mal luzco?- cuestiono Liliana volteandose a mirarlo.
-Siempre luces perfecta- aseguró Oliver soltandola, pero Liliana alzó una ceja para que hablara -. Pero, sólo tal vez, parece que no duermes en años. Tal vez.
-¡Iré a África!- grito Thalia llamando la atención -Dejen sus desacuerdos para otro momento. ¡Iré a África!
-Ya lo sé. Lo planifique con él- le aseguro Lili con una sonrisa -. Dijo que quería viajar contigo, y recordé que haz querido ir a África desde, siempre.
-Y yo los ayude. Así que, ya sabemos, además con el grito que diste, median cuadra se dio cuenta, no te preocupes- blanqueo los ojos Oliver y miró a su mejor amiga con una sonrisa -. Te lo he dicho, eres mi hermanita, y si este idiota te hace algo le parto la madre ¿entendido?
-Recibido- aseguró Matt seriamente -. ¿Y si bajamos? Valery debe estar volviéndose loca.
-Yo no la obligue a tener tres niños- le aseguro Liliana -. Son mis sobrinos, son hermosos, pero definitivamente yo también quiero un descanso.
-¿Adivinen quienes iran a Los Ángeles el fin de semana?- preguntó Owen entrando a la habitación.
-¿Bromeas?- cuestiono Lili y el negó, su cuñada se le lanzó encima -¡Eres el mejor de todos, Owen!- le dio un beso en la mejilla -¡Al fin voy a descansar!
-Sí, pero tú madre dice que si no bajamos ya, no iremos a ningún lado. Además creo que llegó la madrina de Adriana.
-Hanna Meller- le dijo Lili -. Es la mejor amiga de Valery desde siempre.- se encogió de hombros levemente -Bien, bajemos.
Liliana le extendió la mano a Oliver para que esté avanzar. Y le indico a Thalia que dejara todo en su habitación.
Todos salieron al jardín. Y Liliana se acercó a su hermana que estaba sobre la pequeña terraza para tomar a Aiden. Delante de ellas estaba el perro de la hermana de Jack, quien se llevaba muy bien con Max, este jugaba con Oliver.
-Sonrían- pidió Adam con una sonrisa,Valery se inclinó más a su hermana y ambas sonrieron.
La casa de los Stern estaba llena, pese a la ausencia de los chicos que habían viajó de vuelta a Miami. Hanna Meller estaba siendo acompañada por su nueva pareja y la hija del mismo quien parecía llevarse bien con las niñas mientras jugaban. La fogata estaba encendida debido al frío que hacía. Para cuando la mayoría volvió a su casa todos se reunieron en la cocina.
-Les digo que tengo futuro para la fotografía, chicos- dijo Thalia mientras les mostraba la fotografía que le tomó a Valery, Adam, Oliver y Liliana.
-Ella tiene razón- apuntó Adam antes de darle un mordisco a la manzana -. Deberías ir conmigo al estudio un día.
Sólo para aclara, Adam es fotógrafo de la revista que tienen los Stern. De allí se conocieron Valery y Adam. El cuñado de Liliana es uno de los mejores fotógrafos del país, así que Valery lo contacto. Ambos habían estudiado juntos en el instituto, pero Adam era como Oliver. Ese chico que le había hecho la vida imposible. Y actualmente, bueno, están casados y tienen tres hijos.
-Eso sería genial. Pero ¿conoces un curso de fotografía?- le cuestiono Thalia mientras Adam observaba las fotos de ella y Matt.
-Tengo un amigo que lo está dando, puedo decirle que te enseñe por las tarde. Así no interrumpes el instituto, ni los fines de semana.
-¡No me dejes!- se escucharon los ruegos de Valery desde la estancia -¡Por favor, hermanita. No te vayas!
-¿Qué está sucediendo?- preguntó Adam frunciendo el ceño.
-¡Aquí estas!- exclamó Liliana entrando a la cocina -Agarra a tu esposa. Esta loca.
-¡No me dejes!- volvió a rogar Valery entrando detrás de ella -Yo sin ti no puedo, Liliana. ¿Quien me ayudara con Adriana y Aurora? ¿Quien me calmara cuando Aiden este llorón?
-Será solo un fin de semana, Valery- interrumpió Oliver -. Puedes con eso, deja el drama por favor.
-¡Cierra la boca, Oliver West! ¡Esto es tu culpa! Mi hermana es solo una niña- Valery ya tenía lágrimas en los ojos.
-Valery, te amo- le tomó los hombros -. Pero yo necesito un respiro- su hermana tenía lágrimas en mis ojos -. Porque si no salgo de esta casa que no sea para ir al instituto, juro que me volveré loca. Y comenzaré a decir cosas que te van a doler.
-¡Pero no me dejes!- rogó Valery colgándose al abrazo de Liliana.
-Hermana, puedes con esto- le aseguro Liliana separándose de ella -. Ahora, chicos debemos irnos. Ya hable con los demás y están camino al aeropuerto.
-¡Genial, vamos!- exclamó Matt con una sonrisa -Nos vemos luego. Cuidense, y cuiden a los niños.
-¡No me dejes!- seguía rogando Valery mientras caminaba detrás de ellos a la puerta.
-Sube esto- pidió Liliana entregando a Oliver la pequeña valija -. Valery, no es como si me fuera de la casa. Son solo dos días, deja de quejarte, por favor. Estarás bien.
-Yo te necesito- dijo Valery -. Son tres niños y Adam.- su cuñado la miró ofendido -Cariño, todos sabemos que sigues siendo un niño. Eres como Oliver.
-Los niños, los hicieron los dos. No yo. Así que estarán bien- Liliana camino hasta la puerta del copiloto del auto -. Los amo.