—No... El acompañante de mi padre se apellida así, y de seguro pago por mi padre.
Caminamos un poco hacia el auto de Alex. Llegamos a su apartamento y ponemos a Layra en su cama de Alex, mientras él se queda con ella. Salgo de la habitación y momentos después sale Max cerrando la puerta.
—Hola.
—Hola –le digo como vil tartamuda.
— ¿Co-cómo estás? –me pregunta un poco nervioso.
—Bien, estoy bien, ya el saber que Layra está bien, me reconforta.
— ¿Son buenas amigas?
—Nos hemos hecho buenas amigas.
—Mmm –se dejó sentir el estúpido silencio en la habitación.
—Max... –estoy dispuesta a saber para qué o porque me salvo de esa forma. Pero siento como sus labios tocan brutalmente los míos.
No puedo detenerme, es tan hermoso besarlo, quiero más de él. Max se separa de mis labios y me ve directo a los ojos, lo que me mata, lo está haciendo.
—Eres tan hermosa...
—No pares.
El me sigue besando, ya no tan fuerte, hablando de fuerza del hombre, porque de deseo, pasión y amor lo sigue haciendo igual. Nos damos un beso lento pero intenso.
—Hannah, nunca me dejes –me dice entre respiraciones cortadas.
— ¿Porque dices eso?
—Bueno, nunca he… tengo novia.
— ¿¡Qué!? ¿Cómo te atreves a besarme?
—Es solo un beso.
— ¡Max, nos acostamos hace menos de una semana y nos besamos más de dos días y me dices que tienes novia!
—Hannah yo... por eso creo que es mejor ser amigos.
— ¡No quiero tu amistad, sería lo más hipócrita que haría por amor!
— ¡Pero no creo que funcione! ¡Hannah!
—Ósea, me puedes besar, tocar, ponerme como ningún hombre me ha puesto, mientras tú — ¿tienes novia? ¿Crees que es justo?
— ¡Hannah! –me dice agarrando con un poco de fuerza mis brazos.
— ¡Suéltame!
—Quiero ser tu amigo. Solo eso –de alguna forma término soltándome y le doy una cachetada que hasta me pulsa mi mano. Pero se lo merecía demasiado.
—Goza tu amistad, estúpido. Nunca creí decir esto... ¡TE ODIO MAX ADAMS! –me voy corriendo y azoto la puerta.
**MAX**
No puedo dejar de besarla es tan... ella.
—Hannah, nunca me dejes -las palabras salen por si solas.
— ¿Porque dices eso?
—Porque nunca he... –inconscientemente le iba a decir que jamás me he enamorado. Pero no puedo decírselo, pero ya abrí la boca. —Tengo novia –fue lo primero que se me ha ocurrido. Hannah se ha puesto como una fiera, lo que me da tiempo para darme cuenta de la situación. Me encontraba otra vez besando a mi alumna. Pero no he mentido en que no quiero que nunca me deje. La necesito.
—Hannah yo... por eso creo que es mejor ser amigos –no quiero que se valla pero lo necesito, si no sé qué mi vulnerabilidad es ella y le contaría todo de una vez.
— ¡No quiero tu amistad, sería lo más hipócrita que haría por amor! -me destroza con cada palabra que dice.
— ¡Pero no creo que funcione! ¡Hannah! –sé que sí, si yo quisiera se podría. Sin embargo no podría. Es mi alumna.
—Ósea, me puedes besar, tocar, ponerme como ningún hombre me ha puesto, mientras ¿tú tienes novia? ¿Crees que es justo?
— ¡Hannah! –me dice agarrando con un poco de fuerza mis brazos.
— ¡Suéltame!
—Quiero ser tu amigo. Solo eso –no quiero herirla tanto pero será necesario para olvidarme de ella.
—Goza tu amistad, estúpido. Nunca creí decir esto... ¡TE ODIO MAX ADAMS! –ha dicho las palabras suficientes para que sienta como cae una daga en mi corazón. Ella se va mientras me voy cayendo en el piso mientras una lágrima cae por mi mejilla, no había llorado desde que perdí a mis padres en un accidente. Pero que estúpido soy. Lloro por esa mujer porque estoy enamorado de ella, lloro por esa mujer porque siento la necesidad de estar con ella, amándola, protegiéndola.
Bajo las escaleras con toda la velocidad que puedo, alcanzo a verla subirse s un taxi.
— ¡Hannah! Hannah, espera Hannah! –estoy parado gritando a media calle mientras que empieza a caer un aguacero.
"Te amo" –susurro mientas toco mi nuca y el sonido del claxon del coche de atrás me va despertando.
…
— ¡Max, Max! -me va despertando Layra.
— ¿Qué hora es?
—Ya es hora de ir a trabajar –me dice mientras se pone el suéter escolar y Alex sale de la habitación poniéndose la corbata. Va preparando la cafetera.
— ¿Qué pasa si no voy?
—Dejamos de aprender y se aproximan los exámenes –me dice Layra ayudándole a Alex al desayuno.
—Ustedes aman que los profesores falten a clases -digo poniéndome la almohada en la cabeza de forma que tapa mi cara.
—Sí, pero el examen va a venir con todo y no sabemos nada –me dice Layra quitándome la almohada y amenazándome con un vaso de agua arriba de mi cara.
—Ya voy.
—Ya sabes dónde está la ropa, ponte lo que quieras -me dice Alex, señalando su cuarto. Y vienes a desayunar.
—Si -digo de la forma más aburrida del mundo.
Voy al baño y me meto a dar una ducha rápida pero alivianada. Salgo y me pongo un pantalón de trabajo y una camisa azul claro, todo de Alex claramente.
Me pongo mis zapatos y salgo de la habitación. Veo como Layra va poniendo la mesa, mientras Alex la abraza por atrás de la cintura y le deposita un beso en su cuello. Los dos sonríen. Se aman. Por un momento me imagino así con Hannah. <<Soy un tonto al dejarla ir, si Alex y Layra pueden andar sin que nadie se dé cuenta yo también podría. Hannah, Hannah>>. No puedo evitarlo, este sentimiento se manejó por sí sólo, me enamore sin darme cuenta.
— ¡Max! vente a desayunar –me dice soltando a Layra y jalando su silla para que ella se siente.
—Que gentil eres Alex, jamás fuiste así.
—Como te dije las personas cambian.
—Cambian pero cuando te ibas a casar, jamás fuiste así con Ana.
— ¡MAX! –su grito ha provocado que deje mi tenedor. Veo a Layra y ella se quedó pasmada. Layra déjame explicarte.
— ¡No quiero que me des explicaciones! -ella dejo su servilleta, agarro sus cosas y se levantó.
—Llego tarde a la escuela, te veo haya.
—Layra detente, no es lo que crees, bueno si pero déjame explicarte –mientras Alex la jalaba de un brazo.
— ¡Te dije que no quiero tus explicaciones! ¡Suéltame! -Layra se jala y sale de un portazo del departamento.
— ¡Valla que ayudas! -me dice negando con la cabeza y yendo atrás de ella.
No sé si la cague o qué, pero no estoy muy consiente de mí mismo ahora. No puedo ni desayunar.
—Termina ya, tenemos clase –dice Alex, entrando al departamento.
***
Canción: Evanescence - Bring Me To Life
Muchas gracias por leer, comenten y voten que en este espacio su opinión se respeta.