Sus manos temblaban junto a sus piernas, su corazón latía desesperado y sus ojos picaban por las lágrimas contenidas.
Aquella mañana estaba tan molesto con su padre por haberlo despertado tan temprano, pero justo ahora, en este momento quería ir y abrazarlo fuertemente agradecerle con su vida que le haya sacado a fuerzas de la cama y lo llevara hasta ahí, no había ninguna razón más que el simple hecho de que Suho estaba de pie frente a él, a solo unos pasos con un hermosa bebé en sus brazos, una pequeña bebé que el había deseado por tanto tiempo volver a sostener, volver a ver.
Con sus piernas débiles por la emoción camino con cuidado los pasos que lo separaban de su pequeña y sonrió cuando la tuvo más cerca, cuando pudo observar sus gorditas y sonrojadas mejillas, cuando pudo sentir el particular olor de todos los bebés, inhaló profundo llenando sus pulmones y corazón de aquel encantador aroma y sonrió. La pequeña estiro su manita con curiosidad rozando apenas la mejilla de Lay y sonrió, él no pudo evitarlo y antes de que nada más pasara la arrabato con emoción de los brazos de Suho y la abrazo con fuerza- pero sin llegar a lastimarla- mientras lágrimas gruesas caían por sus mejillas.
-Te extrañe tanto...- susurro con la voz rota y una enorme sonrisa en sus labios.
-Estoy seguro de que ella también te extraño- Lay miro a Suho y se acerco a él para abrazarlo con cariño.
-Gracias.
-No tienes que agradecer, amor. Es tu hija también, no importa como, sigue siendolo y estas en tu derecho de poder verla, lamento mucho no haberla llevado antes a ti, pero no quería a riesgarme- Lay asintio sabiendo a que se refería y dejo un beso en su mejilla al tiempo en que su hija pedía ser sostenida por Suho.
-Pero...¿que hacemos aquí?- los juzgados. Estaba tan fastidiado de aquel lugar.
-Me quitaran la orden, pero debes estar aquí para testificar que no soy alguna amenaza para ti- Suho acaricio su cabello sonriendo embelasado por la sonrisa de emoción y felicidad que habia aparecido en el rostro de su novio.
-Oh, pero si que lo eres...- Suho lo miro indignado y un poco herido, Lay sonrió, se acerco hasta su oído y susurro despacio- cuando estamos solos...- no dio tiempo a que Suho contestara y con la pequeña en sus brazos se encamino hasta la entrada.
Por fin podría estar con él tranquilamente.
Suho lo alcanzo rapido parándose a su lado y de forma poco disimulada paso su mano por su trasero haciendo que detuviera su paso.
-y nunca dejare de serlo...- con rapidez saco a la bebé de sus brazos y la levantó haciéndola reír.
-¡Suho,eres un descarado!¡¿como puedes tocarme así frente a mi padre?!- giro su vista hacia atrás solo para ver como Taiyu se alzaba de hombros y sonreía divertido.
El proceso fue más rápido de lo que el pudo a ver creído, y aunque Lin asistió no tuvo la oportunidad de acercarse a él. La orden ha sido retirada y ahora junto a Suho, su padre, Yangnick y su hija, se dirigen nuevamente a casa.
-¿entonces ahora podremos volver a estar juntos?- Lay besó la cabecita de su hija que se había quedado dormida en sus brazos durante el camino.-¿ podremos volver a vivir juntos?- con una sonrisa esperanzada y los ojos brillantes de emoción volteo a ver a Suho.
-Ugh, sobre eso...recuerda que debes cumplir el trato del juez- cuando vio el cambio en la expresión de Lay de inmediato trato de arreglar la situación, odiaba verlo triste- pero vendré a verte seguido, ¿Esta bien? Traeré a Jun Yi- Lay asintió aun con la mirada cabizbaja.
-Me siento como el perrito que va de casa en casa buscando quien le de un hogar- nadie se atrevió hablar, el silencio se volvió incómodo, no había forma de negarlo, incluso el supervisor que había llegado junto a ellos al departamento hacia unos minutos pudo decir algo al respecto.
-Tenemos que hablar sobre algunos temas- el supervisor alzo un poco la voz cambiando el tema de inmediato- Yi xing necesita asistir a una escuela, las clases están por comenzar, además necesita un medico personal, alguien que este al pendiente para cualquier emergencia y en cuanto a la relación con el joven Jun Myeon- el supervisor volteo a ver al nombrado que estaba abrazando de forma protectora a Lay mientras este hacia pucheros, el supervisor sonrio por lo tiernos que se veían- pueden verse- no tardo ni un segundo en que ambos saltaran de emoción- pero solo en horarios que no afecten las clases escolares y la convivencia con el padre- Suho asintio emocionado y Lay se aferro un poco más a él.
Mientras su padre y el supervisor terminaban de hacer sus arreglos, Lay y Suho se encontraban en la habitación junto a su hija.
-Extraño a mis abuelos...- Lay tomo con cuidado la manita de su hija y suspiro- es raro llamarlos abuelos ahora...no debí haber dicho esas cosas...
-Estabas asustado, tu solo hiciste lo que creiste mejor, ellos lo entenderán- Lay asintió no muy convencido.- Amor, en serio ellos lo entenderán, te conocen y te aman, ellos deben ser bastante conscientes de que estabas entre la espada y la pared, que dijiste lo que dijiste por proteger a tu hija, así como lo habrían hecho ellos.- Suho acomodó el cabello que cubría sus ojos detrás de su oreja y con cuidado de no aplastar a la bebé entre ellos, se levantó un poco y beso su mejilla.
-Me alegraga mucho que ya estemos juntos- susurro tomando con cuidado la mano de Suho y entrelazando sus dedos-Suho, yo realmente llegue a pensar que no volvería a verte, que jamás estaríamos otra vez juntos, lo vi tan cerca, que tenerte ahora aquí me es tan difícil de creer- con un pequeño suspiro sus ojos se volvieron cristalinos, se encontraba tan aliviado, tan tranquilo, que aquellas lágrimas inundando sus ojos solo representaban aquello, la tranquilidad, el alivio de poder tener a sus seres queridos juntos nuevamente, de poder cargar a su pequeña y al mismo tiempo abrazar a su novio que tanto ama.
******
Solo habían pasado un par de días desde que vive con su padre y "hermano", con el cual por cierto ni habla y ahora estaba frente aquel enorme edificio, con su unifome color vino, y zapatos negros perfectamente brillantes, y claro, no podía faltar el sudor en sus manos y frente ante los nervios de estar por primera vez en una escuela, ¿y si no le va bien? ¿Y si no puede hacer amigos? ¿Y si lo molestan?.
Después de unos mil "y si" Taiyu llego a su lado con la mochila en una de sus manos y un papel en la otra.
-Te he puesto los medicamentos en la maleta- Lay la tomo cuando esta fue puesta frente a él- cada 3 horas Lay, no lo olvides, te deje un lunch, pasaré por ti en cuanto salgas, este es tu horario- así como Lay, Taiyu se encontraba demasiado nervioso, él es bastante consciente de que su hijo jamas a estado junto a tantos niños de su edad, y el miedo a que lo dañen no le deje procesar bien lo que tiene que decirle- si te pasa algo se lo dices a tus profesores para que ellos me llamen ¿esta bien?- Lay asintió mirandolo con tristeza y súplica, él de verdad deseaba que su padre no le dejara ahí- Mi niño...- Lay lo escucho y no pudo evitar sentir en su pecho una calidez enorme, casi indescriptible, algo que jamás había sentido, el sentimiento del amor de un padre, de su padre.- mi amor, yo se que a penas nos conocemos, pero no dudes que yo voy a estar para ti en todo. Cuando yo supe que tu madre estaba embarazada, de verdad que estaba dispuesto a estar junto a ti sin importar que, y aunque no se me dio la oportunidad de pasar por algunas etapas junto a ti y ahora eres así de grande y hasta tienes una bebé, Lay yo, yo en serio valoro mucho el estar aquí hoy contigo, es tu primera vez en una escuela y que yo sea el que este junto a ti me hace muy feliz- pequeñas lágrimas bajaron por sus mejillas y él las limpio rápidamente.
Y aunque Lay aun encontraba difícil estar junto a él, no pudo evitar sentirse feliz porque aun a pesar de todo, y de todos los años pasados, aun así, él no sentía ningún rencor, no lo culpaba y mucho menos lo odiaba, a fin de cuentas que culpa podría tener su padre si fue engañado tan cruelmente, no, él no se merecía ni un poco de rencor por su parte y de todos modos Lay no podía dárselo, por mucho que quiso reprochar y quejarse cuando supo que él es su padre, no pudo, simplemente no, su corazón inmediatamente se sintió en paz cuando fue consciente del amor que aquel hombre le tenía y no pudo ni siquiera decir algo al respecto sobre el tiempo que estuvo sin él.
No había encontrado las palabras para agradecerle a su padre por quererlo, por lo que simplemente estiro sus brazos y rodeo su cintura con fuerza. Un simple gracias no era suficiente, él tenía que hacerle sentir lo mucho que ya lo estaba queriendo.
_________________________________________
Ay, ya volví, jajajajajaja no si, la que se tarde meses en actualizar. Bueno así me quieren (creo) ❤
Ay...personitas hermosas, yo espero que estén listas, porque ya estamos a nada del punto final,💔
Y bueno, este capítulo si,es relleno, ya saben jaja pero también es el inició de algo importante, así que estén listas. Y sobre tardar...mmm...Planeaba publicar todos los capítulos juntos, pero ya tarde bastante, y solo les dejare este, no se desesperen. Lxs amo❤