YOUR SIDE OF THE BED |KTHβœ”οΈ

By Taekimanne

100K 12.1K 4.2K

Almas gemelas. Oscuros secretos. Un pasado oculto. Amor que trasciende. TRAMA ORIGINAL. NO SE PERMITEN COPIAS... More

πš—πš˜πšπšŠ
πš’πš˜πšžπš› πšœπš’πšπšŽ 𝚘𝚏 πšπš‘πšŽ πš‹πšŽπš
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšžπš—πš˜
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ 𝚍𝚘𝚜
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšπš›πšŽπšœ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšŒπšžπšŠπšπš›πš˜
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšŒπš’πš—πšŒπš˜
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšœπšŽπš’πšœ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšœπš’πšŽπšπšŽ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πš˜πšŒπš‘πš˜
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πš—πšžπšŽπšŸπšŽ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšπš’πšŽπš£
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πš˜πš—πšŒπšŽ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ 𝚍𝚘𝚌𝚎
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšŒπšŠπšπš˜πš›πšŒπšŽ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πššπšžπš’πš—πšŒπšŽ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšπš’πšŽπšŒπš’πšœπšŽΜπš’πšœ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšπš’πšŽπšŒπš’πšœπš’πšŽπšπšŽ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšπš’πšŽπšŒπš’πš˜πšŒπš‘πš˜
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšπš’πšŽπšŒπš’πš—πšžπšŽπšŸπšŽ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšŸπšŽπš’πš—πšπšŽ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšŸπšŽπš’πš—πšπš’πšžπš—πš˜
πšŽπš—πšπš›πšŽ πš™πšŠπš›πšŠ πšœπš’πšŽπš–πš™πš›πšŽ 𝚒 πš“πšŠπš–πšŠΜπšœ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšŸπšŽπš’πš—πšπš’πšπš˜Μπšœ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšŸπšŽπš’πš—πšπš’πšπš›πšŽΜπšœ
πš›πšŠπš’ΜπšŒπšŽπšœ πš›πš˜πšπšŠπšœ
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšŸπšŽπš’πš—πšπš’πšŒπšžπšŠπšπš›πš˜
πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšπš’πš—πšŠπš•
πšŽπš™πš’Μπš•πš˜πšπš˜
πšˆπšœπš˜πšπš‹|π™Άπš›πšŠπšŒπš’πšŠπšœβ™₯
πš‚ 𝙲 𝙴 𝙽 𝙴 𝚁 𝚈

πšŒπšŠπš™πš’Μπšπšžπš•πš˜ πšπš›πšŽπšŒπšŽ

2.9K 406 107
By Taekimanne



Los acordes de la guitarra me despertaron del profundo sueño. Lo primero que alcancé a ver conforme mis ojos se abrían adaptándose a la luz, fue la sonrisa de sorpresa de Taehyung apretando la pua entre sus labios mientras concentrado seguía intentando atinar una nota en específico. 

Estaba sentado sobre su lado de la cama con ambas piernas cruzadas, en shorts y la sudadera amarilla que tanto le lucía. Mi favorita. Yo tenía una igual, Tae las había comprado al sexto mes para usar en pareja. Amarillo, como las letras de mi nombre en la portada de ese libro que me había hecho prometer. 

Me guiñó un ojo a modo de disculpa y saltó apurado de la cama con la guitarra en mano. Dobby corrió detrás de él con rumbo a la cocina. 

—¡Uf! Había olvidado que dejé la parrilla encendida —besó mi frente cuando volvió a la habitación—. Buenos días, cielo. 

Dobby saltó a la cama, directamente a mi estómago. 

—¡Ouch! 

Tae se rio, le parecía graciosa la escena. —¿Omelette está bien para el desayuno? —preguntó— ¿O algo de bibimbap?

—Mmm. . . ¡omelette! —sonreí, aún con la cara hinchada y Dobby sobre mi vientre, como si fuera un almohadón. Tae asintió y me tocó juguetonamente la barbilla antes de darse la vuelta y salir. Nuestro pequeño pomerania volvió a saltar de la cama para ir detrás suyo sin importarle mis caricias.  

Me di la vuelta en la cama, mirando hacia la ventana. El brillo del sol se colaba entre las persianas. Suspiré. La presencia de Tae llenaba la vida como aquellos rayos del día. El tiempo a su lado iba y venía como un verano interminable. Su  cálida presencia se apoderaba de todo el lugar. 

Pronto nos habíamos familiarizado con la convivencia diaria. Mi galería estaba llena de fotos suyas, así como el que solía ser mi departamento ahora estaba repleto de sus pertenencias. 

Comenzó trayendo su pijama y un par de mudas a casa, pero poco a poco y sin darnos cuenta, ya la mitad del closet era suyo. Estaba lleno de boinas, corbatas y camisas estampadas de segunda mano que ahora eran mis prendas favoritas. La entrada al departamento estaba tapizada con nuestros zapatos —que por fin me había obligado a quitar siempre antes de entrar—, y ahora, todo iba en par. Dos cepillos de dientes, las toallas, platos, cubiertos, sombrillas y dos mantas. Cada quien usaba la suya. Tae había insistido en que no quería molestarme arrebatándomela a mitad de la noche, pero yo sabía que la verdadera causa era el hecho de que se sentía más cómodo así, evitando un poco el contacto físico en la cama. Una magistral jugada. 

Aún así, me recibía cada noche con cariño. Sus dedos se colaban en mi cabello, acariciando mi cabeza hasta quedarme dormida. Había convertido mis amargos desvelos en cosa del pasado. Lo gracioso era, que mientras él se proponía no tocarme demasiado, regularmente amanecía abrazado a mí. Siempre se disculpaba, pero no podía evitar volver a hacerlo, estaba acostumbrado a abrazarse a algo o alguien desde pequeño.

En otras ocasiones despertaba sola, encontrándolo dormido en el sofá por la mañana. Esos días me recordaban que Taehyung también era un humano débil como yo. Después de todo, no era la única que algunos días sentía que no podía más y lo único que podía pensar era en el toque de sus manos y la calidez de sus labios en piel. 

Tan humano como yo, pero con una voluntad inquebrantable. 

Aunque a veces me parecía un tanto absurdo, pues había entendido que la intimidad no se limitaba solamente a involucrarnos sexualmente, me agradaba que Tae se mantuviera fiel a su propia forma de pensar. Así se las ingeniaba para evitar a toda costa las situaciones que nos llevaran a un punto de riesgo y sin retorno. Al principio era un tanto complicado, pero habíamos encontrado juntos un buen equilibro. Me gustaba cómo eran las cosas entre nosotros. Disfrutaba de ese estilo de vida a su lado. 

Estar con Tae era como si todas mis cosas favoritas en el mundo se reunieran en una sola persona. Limonada de cereza en una calurosa tarde de verano, un bolero clásico, pastel de vainilla relleno de duraznos. La arena y la sal en mi piel un día de playa, un poema de Benedetti. El olor de la lluvia, una tarde entera en la cama con un buen libro y un chai caliente en invierno. La fragancia impregnada en mis ropas después de un abrazo largo. 

Tae me producía la misma sensación que todas ellas, juntas. 

No podía contra su pacífica fuerza que iba envolviéndome naturalmente, llenándome el corazón de emociones que no conocía. Había aprendido que la vida nos llevaba constantemente entre caminos y encuentros que nos ayudaban a crecer. A veces eran parte del tropiezo, otras del aprendizaje. Taehyung había sido la chispa que me hacía falta para virar el timón hacia una nueva dirección, el punto de inflexión. Había dejado ir tanto peso muerto, que me sentía más ligera y con una nueva perspectiva. Había aprendido de Yeji, de Tae, de Jimin, que no hacía falta estar siempre entero, lo importante era cómo volvíamos  a reconstruirnos. En esos momentos no me avergonzaba haber estado rota, estaba orgullosa de la nueva yo que había levantado a partir de los escombros. 

—¡Cieeeeeelo! —Tae me gritó desde la cocina—. Esto ya casi está listo. 

Me estiré y tomé impulso para levantarme de la cama. Me costaba demasiado. Caminé descalza hasta la cocina y saqué por inercia una bolsita de tisana del cajón al azar, como hacía todos los días. 

—Manzanilla y lavanda —leí en la etiqueta después de bostezar—. ¿Está bien, o quieres jugo? 

Tae estaba muy concentrado colocando el segundo omelette en el plato. —Ehh. . . Jugo para mí —sonrió cuando vio su trabajo terminado impecablemente—. Gracias, cielo. 

Abrí la nevera y saqué el envase de vidrio con jugo de peras. Lo serví en un vaso y lo puse a lado de mi taza con la infusión.

—Creo que deberíamos empezar a preparar jugos naturales —sugerí mientras llevaba ambas bebidas a la mesa. Taehyung asintió. Me senté a la mesa y luego él (después de servir la porción de croquetas en el tazón de Dobby).

—Tashi, voy a ir más tarde con Hobi. Hemos cambiado la actividad con los niños para hoy. Así mañana podríamos ir a Daegu —le dio un sorbo al jugo.

—¿Mañana? Creí que sería hasta el próximo fin de semana. 

—Lo sé, pero Yoongi  me ha enviado un mensaje temprano y creí que no nos haría mal adelantar la ducha y vacunación de los nuevos cachorros. También debo desparasitarlos. . . 

—¡¿Hay nuevos cachorros?! —interrumpí emocionada. Tae asintió y comenzó a picar su omelette. 

—Sí, y es probable que los adopten pronto. Por eso Yoongi quiere que estén listos antes de entregarlos a sus nuevos hogares.

Pronto nos habíamos hecho más partícipes en las actividades del otro. Solía acompañar a Tae en sus viajes a Daegu cada que podía, un fin de semana al mes. Él hacía los chequeos de rutina a todos los perritos del pequeño refugio mientras Yoongi y yo los bañábamos —Yoongi disfrutaba mandarme a limpiar todas las popos y lavar el patio—. Al final del día todos cocinábamos juntos en la casa de los padres de Taehyung, Yoongi y la madre de Tae me habían enseñado algunos tips y muchas recetas —que luego ponía en práctica en casa—. Al día siguiente regresábamos temprano a Seúl. 

Disfrutaba muchísimo los viajes en carretera con Taehyung. Su mano tomando la mía mientras  la otra iba al volante. Su perfil con el paisaje de fondo me parecía la perfecta postal. Sus cabellos volando al aire y aquellos lentes de sol que de no ser por que él los llevaba puestos, jamás habría pensado que podían verse tan bien. Nos deteníamos a tomar fotos en cualquier lugar que nos pareciera bonito con una de las cámaras de rollo que siempre cargaba consigo. Cantábamos todo el camino y disfrutábamos del lunch que su madre había empacado para nosotros. Todo era de lo más simple, pero con Taehyung me parecía único. 

—¡Perfecto! Avisaré hoy en la oficina, para que no cuenten conmigo este fin de semana. 

Taehyung sonrió. —Tashi, además pensé que. . . mmm. . .  nuestro aniversario es mañana, y ya que estamos allá, ¿qué te parece celebrar con un picnic cerca del lago? 

Podía jurar que mis ojos habían brillado y que Tae lo había percibido porque ahora parecía muy orgulloso de su repentina idea. 

—¿En tu lugar favorito? —pregunté y él asintió—. Me parece que es una idea magnífica y el clima es estupendo —dije emocionada, pasándome a prisa el bocado—. El pretexto perfecto para usar el vestido que compré la semana pasada, Yeji terminó por convencerme para traerlo conmigo. . . 

Tae parecía contento por mi entusiasmo y escuchó atentamente toda mi larga e innecesaria historia de cómo había llegado con aquel vestido a casa. Se levantó de la mesa cuando terminó de comer —mi larga anécdota también había culminado—, y después de mirar el reloj en su muñeca se acercó a mí para acariciar mi cabello y besar mi cabeza. 

—Pasaré la noche en casa de Hobi. 

Yo asentí. Tae y yo también habíamos decidido que era bueno darnos algo de espacio para pasar tiempo con nuestros amigos y hacer otras actividades. Por lo regular, Tae no llegaba a casa los fines de semana, solía quedarse con Hoseok o Jimin. Usualmente Yeji terminaba en mi casa y hacíamos maratones de películas después de haber ido a cenar a algún lugar bonito juntas e ir de compras  para el bebé. A veces Nara venía desde Daegu a pasar el fin de semana conmigo. Y en otras ocasiones me limitaba a hacer planes sola, le había encontrado el gusto a descubrir interesantes cafeterías escondidas por toda la ciudad, que me inspiraban a pasar la tarde escribiendo para algunos de mis proyectos personales. 

—Hasta mañana, Taetae —le lancé un beso antes de que saliera por la puerta con la correa de Dobby en mano. 

Solía salir a dar una caminata con el cachorro por las mañanas, mientras yo tomaba una ducha y terminaba de arreglarme para ir a la oficina. Cuando Taehyung llegaba, yo ya había salido de casa. 

—Hasta mañana, cielo —atrapó el beso y llevó su mano a su pecho, justo en el corazón. 




ººº





El mensaje entrante interrumpió mi concentración. Estaba a mitad de otro borrador, esta vez un pequeño oso polar era el protagonista de mi historia, tenía ya varios de ellos esparcidos por la mesa. Taehyung solía tararear una cancioncita inspirada en su abuela, que a su vez me había inspirado y no había dejado de dar vueltas en mi cabeza. Me conocía, sabía que no estaría en paz hasta completarla. Después de todo, la idea de Taehyung sobre un cuento infantil no parecía tan descabellada.  


YEJI_23:34

Es este tu novio?

o el alma gemela del mío? 



NAT_23:35

JAJAJAJA

es ambos

NAT_23:35 

terminaron en tu casa?  



YEJI_23:36

Sí! Hobi es un amor, me está ayudando a armar la cuna

mientras el padre de la criatura se concentra en ganarle a Taehyung

NAT_23:36

JAJAJAJAJAJAJA

Ganarle?

YEJI_23:36 

Una partida de Mario Kart.

Tae lleva ganando todas.

NAT_23:36

Dios! Supongo que no hay nada que podamos hacer 

NAT_23:37 

Oye, pero explícame por qué están vestidos igual! JAJAJA 

YEJI_23:37

supe desde el inicio que competiría con Taehyung por su atención 

JAJAJAJA 

YEJI_23:37

No lo vas a creer, pero fue media coincidencia 

YEJI_23:37

Tienen sesión de mascarillas, vino y anécdotas, 

esto se parece cada vez más a nuestras pijamadas  

NAT_23:38

te juro que soy fan de este par

YEJI_23:38

Nada de lo que tenía en mente cuando Jimin 

me dijo que tendrían una noche de chicos. 

YEJI_23:38

oye, a nosotras nos falta una escapadita! 



NAT_23:38

Por favoooor! 


YEJI_23:38

En cuanto pueda, te prometo algo más que 

helado y  tiendas de bebés.

Necesito un poco de fiesta y alcohol. 

NAT_23:40

.pero yo disfruto ver las cosas de bebé! 


YEJI_23:41

Es porque no presenciaste la demostración de 

succionadores de leche. . . 

NAT_23:41

bueno, eso no suena tan divertido  

YEJI_23:41

JAJAJAJA  te lo dije!


Escuché la notificación de mi mail y corrí a echarle un vistazo, llevaba días esperando una respuesta. Me perdí por completo en la bandeja de entrada de mi correo y rápidamente me olvidé que estaba intercambiando mensajes con Yeji.  

Un par de semanas atrás, el señor Kim —mi jefe— me había presentado a un productor de la SBS, amigo suyo, y yo había aprovechado la oportunidad para hablarle de Taehyung después de un rato de charla. Sentía que esa era mi oportunidad. El productor Yang había sido muy amable conmigo y sabiendo que yo tenía cierta gracia ante los ojos del señor Kim, me había proporcionado el contacto para enviar los datos de Tae, para que él pudiera considerarlo. Me prometió que él mismo lo revisaría. 

Reconocía el talento de Taehyung, así que estaba nerviosa por obtener alguna respuesta. Sabía que a Tae le provocaba mucha ilusión dedicarse enteramente a la música, después de todo, aquello era parte de un profundo deseo que consideraba imposible. 

Y acababa de recibir respuesta. Mis ojos lo veían pero no podía creerlo, aquello era mucho más de lo que esperaba. 

Me puse en contacto inmediato cuando terminé de leer el mail. Según me habían explicado, era casi imposible incursionar en el mercado tan de repente y sin ninguna experiencia, pero los datos Tae había llegado en el momento correcto ya que cumplía con el perfil que necesitaban para uno de sus nuevos proyectos musicales en televisión. La oferta parecía atractiva e interesante, lo único que hacía falta era darle la buena noticia a Tae y, si estaba de acuerdo, acudir el lunes por la tarde a entrevistarse con los directivos del casting. Sentí el estómago revolotear de emoción, sabía que el sueño de Tae sobre escribir canciones y que el mundo las disfrutara con él, por un momento parecía muy tangible. 

Quise contestar los mensajes de Yeji y sobretodo contactar a Tae, pero la emoción y el cansancio eran tan profundos que decidí hacerlo al día siguiente en cuanto tuviéramos una oportunidad. Así, pensando en la cara que pondría Taehyung al oír la noticia, me quedé dormida con el móvil en la mano. 

BRRRRR. 

La vibración en mi cabeza me despertó, levanté la cabeza de golpe, confundida viendo a mi alrededor. Me había quedado dormida en la mesa. 

Tenía un par de mensajes acumulados, el último era uno reciente de Tae. 

TAE_07:30

Buenos días, cielo

Estás lista? 

TAE_07:30 

Pasamos en veinte minutos. 


"¿Pasamos?".  Volví a leer, pero no tuve tiempo para detenerme a pensar mucho en ello. Me levanté de un brinco y comencé a meter algunas cosas a mi pequeña maleta para luego correr a la ducha. Con suerte estaría lista justo a tiempo. 






ººº

Aquí yo después de mil años, lo cual no es ninguna novedad JAJA

Llevo dos semanas trabajando en este capítulo, les juro que es más complicado editar que escribir un capi desde cero. Pero ahora me siento contenta con el resultado (que ya han leído). 

Ya estoy trabajando en el siguiente, pronto nos acercamos al clímax de la historia así que me emociona llegar a esa parte. Voy a intentar meterle turbo jajaja

...por cierto, les dejé una canción allá arribita. Siempre que la escucho me hace pensar en Tashi y Tae, ¿a ustedes? 



Nos leemos pronto! ♡・ᴗ・

Continue Reading

You'll Also Like

512K 52.4K 131
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves mΓ‘s a fondo en vastante tierno mΓ‘s que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
1.5K 129 18
TN es una chica nerd que despues de una ruptura empieza a no creer en el amor, pero tn no sabrΓ‘ que la persona mΓ‘s cercana a ella cambiara su vida po...
41.9K 7.2K 200
La familia pensΓ³ que Su Jin se habΓ­a espabilado tras su matrimonio y que estaba a punto de formar un grupo para golpear a la "escoria", sΓ³lo para des...
72.6K 9.5K 20
"Te juro que esto no quedarΓ‘ como algo de verano" Donde Hoseok por fin pudo decir sus sentimientos y es correspondido, aΓΊn cuando todo era inseguro e...