—Ichimatsu, ¿Te encuentras bien? —Preguntó Karamatsu con un ligero tono preocupado. Carraspeó sintiendo como se formaba un nudo en su garganta, no sabía si eran los nervios. Suspiró queriendo controlarse, si no lo hacía estaba seguro que se iba a ganar un buen golpe por parte del menor. Aunque el golpe era algo que sentía que se iba a ganar a fin de cuentas.
—Si, ¿Por qué sigues jodiendo con el tema? —Esta vez fue el turno de preguntar de Ichimatsu. Se encontraba extrañamente tranquilo, tal vez se debiese a que sus hermanos estuviesen fuera y el único que estuviese era Karamatsu. Se acomodó mejor en su lugar, ignorando el jadeo bajo del mayor.
—P-Por nada... —Balbuceó nervioso queriendo evitar en lo bien que se sentía tener el cuerpo de su querido hermano sobre sus piernas. Cerró sus ojos empezando a contar ovejas en su mente queriendo distraerse, sin embargo los constantes movimientos de Ichimatsu provocaba que tuviese que morder su labio para evitar soltar algún sonido vergonzoso e incómodo.
—Dame una papa —Exclamó Ichimatsu de manera vaga sin despegar la mirada del manga que se encontraba leyendo. Se encontraba demasiado absorto en aquella revista, tanto que en realidad no le importaba mucho estar sobre su hermano en esos momentos. Pasó de página de manera lenta, disfrutando los dibujos y diálogos plasmados.
—C-Claro... —Karamatsu tuvo que carraspear nuevamente al escuchar el tono de su voz agudo. Sonrió ligeramente viendo el lado positivo de todo eso, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que ambos podían estar juntos en una habitación sin peleas o golpes hacía él?. Con ese pensamiento en mente, se le fue más fácil el darle la papa al menor el cual la tomo entre sus labios sin mirarle.
—¿Por qué esa sonrisa de estúpido? —Preguntó Ichimatsu al haberlo visto de reojo. Estaba concentrado leyendo su manga si, pero tampoco negaría el hecho de que estaba muy pendiente de las acciones y reacciones que tenía su hermano mayor. Se acomodó nuevamente, sintiendo los espasmos en el cuerpo debajo del suyo. Chasqueó la lengua ligeramente irritado, su cuerpo estaba reaccionando.
—Me gusta estar contigo, Ichimatsu —Soltó de manera inconsciente suspirando al finalizar. Abrió sus ojos asombrado sintiendo como de repente incrementaba el calor en la habitación. Se dio ligeras cachetadas intentando bajar el color rojizo de su rostro. Sabía que con esas palabras se había ganado ya una muy buena paliza, sin embargo no pudo más que sorprenderse al visualizar el claro rubor en el rostro pálido del menor.
—N-No digas cosas tan vergonzosas... —Balbuceó completamente avergonzado. Detestaba tanto cuando ese idiota soltaba cosas que lo hacían sentir malditamente feliz. Gruñó irritado nuevamente dirigiéndole una mirada asesina, más no pudo evitar asombrarse al sentir el rostro de su hermano invadiendo su espacio personal. ¿Acaso no tenía miedo de la paliza que iba a darle? Incluso ya no estaba seguro de si lo haría.
—Ichimatsu, por favor... —Murmuró con un tono ligeramente ronco provocando que Ichimatsu temblase en su lugar sintiendo una enorme adrenalina. Sonrió inconscientemente de manera confiada antes de pegar su frente con la contraria disfrutando aquel rostro tan frágil. Lamió sus labios, tentándose fuerte a pegarlos bruscamente con los que se encontraban frente a él.
—Karamatsu nii-san... —Jadeó por lo bajo al sentir el aliento cálido del contrario chocar contra su rostro. Cerró sus ojos dejando que el mayor hiciera lo que quisiese con él. Igual, él también lo deseaba y no iba a negárselo a si mismo. Se aferró a sus brazos queriendo acortar la distancia de una buena vez.
Unos pasos apresurados lograron escucharse en dirección a la habitación.
—¡Llegamos! —Exclamó Jyushimatsu animado abriendo la puerta bruscamente. Los demás se encontraban detrás de él. Miraban a todos lados esperando ver el cuardo destruido o incendiándose, sin embargo se llevaron la sorpresa de ver todo en orden. O al menos la mayoría—. ¿Y Karamatsu nii-san?
—El idiota resbaló y ahora está colgando de la ventana —Murmuró con un tono apático antes de levantase de su lugar y caminar a la salida. Su rostro se encontraba neutral, sin embargo por dentro se sentía super abrumado debido a ser casi descubiertos. Por suerte sus reflejos se activaron y pudo tirar a Kusomatsu por la ventana a tiempo—. Iré con mis gatos —Mencionó antes de salir sin decir nada más.
—¡Ichimatsu! —Exclamó Karamatsu desesperado al no poder acomodarse de tal manera para poder entrar de nuevo. Sus pies se resbalaban y sentía que en cualquier momento sus manos no iban a poder soportar su propio peso. Cuando se dio cuenta de la presencia de sus hermanos era demasiado tarde, ya se encontraba volando por los aires.
—Qué bueno es estar en casa —Resaltó Osomatsu antes de acostarse en el sofá ignorando por completo los quejidos del segundo en la jerarquía de sextillizos. Sonrió antes de tomar el manga que se encontraba leyendo Ichimatsu anteriormente para esta vez ponerse a leer él, sin preocupación alguna.
Todos estaban de acuerdo.
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Jaksjska, mi bebé doloroso siempre termina con el bullying, así no se puede x'D 💙
Tengan buenas noches >u< 💜