Pertenencia (KaraOsoTodo)

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Vamos, no pongas esa cara tan linda~ -Canturreó el mayor de la camiseta azul* mientras tomaba con un poco de brusquedad la cintura del estudiante el cual se resistía de todas las formas posibles.

¡Me gustan los pechos grandes! ¡Entiéndelo y déjame ir! -Gritó Osomatsu al sentirse presionado por los fuertes brazos de ese sujeto. Cerró sus ojos antes de continuar con su intento de escape. No mentía ante el hecho de gustarle los pechos grandes, sin embargo muy en el fondo le atraía ese maldito egoísta. Y eso era lo que más lo irritaba, detestaba ser un adolescente con las hormonas alborotadas.

N-No creo que debas ser tan brusco con él -Exclamó una tímida voz, un pequeño joven un año menor que Osomatsu. Todomatsu, el chico de los cabellos rosados se encontraba viendo la escena un poco asustado. Sin embargo al mirar la seña del mayor para que se acercara, no dudo ni un segundo en acatar el llamado.

Solo le enseño lo que es obvio~ -Sonrió levemente acariciando los suaves cabellos de aquel chico lindo provocando que este sonriera igualmente con sus mejillas sonrojadas. Era tan fácil mantenerlo feliz que no se molestaba en esforzarse. Volteó nuevamente al chico mayor antes de aferrarlo más a su cuerpo.

¡Déjame en paz...! -Gruño adolorido sintiendo como iba a tener unas marcas en su cadera, hizo aman de darle un puñetazo sin embargo, el mayor ya había parado el golpe como si se lo hubiese estado esperando todo ese tiempo, inclusive tuvo el descaro de reírse en su cara- Maldito hijo de...

Cuida esa boca Osomatsu~ -Susurró con un tono serio antes de verlo con una mirada reprimiéndolo sin siquiera soltar una palabra alguna de regaño. Volteó nuevamente al chico de los cabellos rosados antes de darle un suave beso en sus labios siendo correspondido por el mismo de la misma manera- Si fueses tan lindo como Totty, no tendría que tratarte así~

Ya quisieras tenerme amaestrado, maldito idiota... -Lo fulminó con la mirada antes de mirar hacia otro lado enfadado. No iba a volver a intentar golpearlo, fue una estupidez debido a su impulso. Karmatsu era uno de los mafiosos más peligrosos de Japón, si volvía a cometer el error de intentar golpearlo no sabía de lo que el otro sería capaz de hacerle, aún cuando él mismo fuese uno de sus retos amorosos, no creo que le perdonase de buenas maneras un puñetazo.

¡No soy un amaestrado, imbécil! -Le gritó Todomatsu sintiendo como su rostro se sonrojaba fuertemente. Enojo y vergüenza era lo que se podía leer en el rostro del menor. Osomatsu ignoro el enojo del menor, no es como si le importase mucho lo que pensara o cuando lo odiase. Después de todo, no era nada suyo.

No peleen~ -Murmuró antes de apegarlos a su cuerpo- Seremos una familia ahora, no podemos darnos el lujo de separarnos antes de ser completamente una~ -Les mando beso a ambos de manera coqueta, uno suspiró de forma enamorada y otro solamente bufó medio rendido a su situación actual.

No entiendo para que tenerme aquí, si quieres un trasero el cual dominar esta ese rosado~ -Se burló Osomatsu sonriendo con satisfacción al ver el rostro enojado y encaprichado del menor el cual estaba a punto de golpearlo siendo detenido por el mayor. Suspiró aliviado, tener a ese mocoso enojado con él podía ser un dolor de cabeza.

Sabes que los quiero mucho más que solamente por su apetecible trasero~ -Sonríe de manera coqueta antes de posar su nariz sobre el cuello del de sudadera roja, aspiró suavemente logrando que el menor se retorciera visiblemente jadeando por lo bajo debido a la sorpresa.

Y luego yo soy el amaestrado~ -Se burla el menor de ahí sonriendo victoriosamente al sentir que le había ganado esta vez. Se apegó más a Karamatsu buscando protección de la mirada asesina de su "senpai" antes de sacarse la lengua sin arrepentimiento alguno. Le encantaba tanto molestarlo que se había hecho una costumbre.

Al menos no soy el chico de los cabellos rosados -Se burló por lo bajo Osomatsu mientras de manera distraída metía el dedo en su nariz rascándola de manera desinteresada ignorando el gesto de asco que se formaba en los otros. Sus opiniones se la podía pasar por donde le pegase en gana.

No están siendo para nada lindos, ya estoy dudando de quien es mi favorito~ -Murmuró Karamatsu con un gesto de duda mientras miraba al suelo rendido, suspiró cansadamente sin dirigirles la mirada en ningún momento. Le encantaba parecer víctima, era algo humillante pero al mismo tiempo ese par siempre caía en su juego.

No se porque dudas Karamatsu-san, obviamente yo soy tu favorito más lindo~ -Sonríe tiernamente antes apegarse al cuerpo del mayor con infinita ternura. No era solo amor lo que sentía por él, Karamatsu realmente se había ganado su respeto y admiración. Algo que hasta ese momento de su vida jamás había sentido por nadie. Y Osomatsu no se lo robaría por nada del mundo.

El favorito que con esfuerzos a llegado a la base de los besos -Sonrió forzadamente sintiendo como la competitividad y celos empezaba a nublar sus pensamientos. Acercó su rostro al del menor quedando frente a frente- Al menos yo lo hago disfrutar lo que tu nunca podrás, después de todo yo soy el favorito~ -Sonrió con satisfacción al ver el rostro encaprichado de aquel chico antes de abrir sus ojos sorprendido sintiendo su propio rostro enrojecer a gran velocidad. Demonios, había sido un idiota. Malditas hormonas estúpidas.

Son tan lindos cuando pelean por mi~ -Sonrió ampliamente el mayor antes de darle un suave beso a Todomatsu logrando que este soltase un pequeño jadeo de gusto. Se separó solo para acercar su rostro y esta vez besar de manera brusca al chico mayor logrando que este jadeara antes de corresponder de la misma manera- Ambos me pertenecen, así que no se preocupen~

Mientras este a tu lado esta bien, Karamatsu-san~ -Sonrió con sus mejillas coloreadas de rojo, apretando su delgado cuerpo contra el brazo del mayor. Después de todo, aunque odiase admitirlo sabía que tenía que compartirlo con Osomatsu. Este había atrapado parte del corazón del mayor.

Mientras me puedas dejar ir más rápido, mejor -Murmuró por lo bajo jadeando levemente sintiendo como su rostro aún continuaba de un color rojizo. Detestaba a ese sujeto, lo detestaba por la manera en que como con un beso podía marearlo tanto. Sintió como su parte baja reaccionaba ante el anterior beso provocando que suspirase irritado.

Quería tener sexo en ese momento.

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No era el final que esperaba ya que se supone que es un trío, pero soy pésima escribiéndolos xD

Tengan buen día :^)

Dentro de los Matsuno (Osomatsu-san) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora