Dentro de los Matsuno (Osomatsu-san)

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—No te entiendo, ¿qué es lo que...? —Sus palabras se agolpaban en su garganta. No le gustaba como iba el rumbo de aquella extraña conversación.

—Si yo muriera, ¿cuál sería tu reacción? —Estaba siendo serio. Necesitaba saber con desespero aquella respuesta.

¿Qué sucedía? Bien, los hermanos mayores habían decidido salir solamente ellos dos debido a que los demás planeaban hacer cosas individuales, así que fueron al parque con la intención de encontrar chicas bonitas y de buen corazón, sin embargo, ellas parecían rodear el camino por donde se encontraban así que eso era algo deprimente en realidad. No había pasado nada grave como para poner en ese estado a Osomatsu, era por eso mismo que Karamatsu estaba realmente confundido por aquel repentino y no deseado tema.

—¿Por qué hablamos de esto? —No iba a negar que estaba asustado. Sentía una extraña incomodidad. La sonrisa de su hermano mayor nunca le había traído tanto miedo como ahora mismo.

—Solo es un tema por curiosidad —Soltó una leve risa. Como siempre lo hacía cuando trataba de ocultar algo más.

—Osomatsu —No le gustaba cuando su hermano mayor se comportaba de esa manera. Le asustaba no volver a verlo un día de estos.

—¿No tienes una respuesta, Karamatsu? —Estaba muy curioso por lo que fuese a decirle su hermano menor. La persona más importante en su vida.

—No... —Su cabeza dolía. Simplemente no podía pensar en como responderle.

—Karamatsu —El nombre de la persona que tanto amaba se había deslizado por sus labios sin siquiera pensarlo.

—No preguntes eso, por favor —No le gustaba como se estaba tornando esto.

—Tranquilo, solo fue una pregun... ¿Karamatsu? —Esta bien, tampoco quería llegar a ese punto. No quería hacerlo llorar.

—No quiero perderte —Su tono de voz era quebradizo—. Por favor, Osomatsu...

—Yo no... —Lo estaba arruinando—. No llores... —No sabía como arreglarlo.

—No me digas "no llores", no cuando tú eres el culpable —Sentía su cuerpo temblar. La tristeza y el miedo se estaban trasformando en furia.

—Lo siento —Estaba sorprendido. Karamatsu jamás le había levantado la voz de esa manera.

—Y no me pidas disculpa si al final volverás hacerlo —Gruñó entre dientes. Tenía unas terribles ganas de golpearlo. Deseaba desahogar todo ese enfado que comenzaba a cegarlo.

Karamatsu sentía que todas sus emociones estaban explotando. Siempre había sido así, suprimiendo todas aquellas incomodidades y frustraciones que le hacía sentir Osomatsu de manera inconsciente, lo había estado evitando diciéndose a si mismo que él era el culpable, era un ser egoísta, debía apoyarlo y no pensar tanto en si mismo, estaba equivocado. Él también merecía darse su respectivo lugar, no le gustaba parecer egoísta, pero dolía, detestaba sentirse de esa manera con Osomatsu cerca.

—No quise hacerte sentir de esta manera —No sabía que decir. No quería arruinar las cosas con la persona más importante en su vida. Quería disculparse pero eso solo lo haría enfadar más. Estaba enojado consigo mismo.

—Lo has hecho —Bajo la mirada completamente desganado—. ¿En serio no soy nada en tu vida?

—¡Ah! ¡Claro eres lo más importante que tengo! —Gritó completamente desesperado.

—¿Tan importante que aún así no te importa siquiera tu propia vida? De verdad... —Suspiró agotado volviendo a verlo—. ¿Serías capaz de abandonarme?

—¡Yo no...! —Sus palabras quedaron atoradas. Su vista se estaba nublando. Dio la vuelta dándole la espalda—. Era una idiotez, volvamos a casa —Soltó un par de risas queriendo cambiar de tema.

Si continuaban con esto todo terminaría peor.

—¡Por favor, no me dejes! —Exclamó desesperado aferrándose con fuerza a la espalda de su hermano mayor. No podían parar de fluir las lágrimas—. No me dejes solo...

—Karamatsu... —Su rostro no mostraba emoción alguna—. ¿Qué estás...?

—No quiero perderte, por favor... —No podía parar de suplicar. Si lo dejaba ir, tenía la corazonada de no volver a verlo y eso es lo que más temía.

—No me vas a perder idiota, ¿por qué dices eso? —El ritmo de sus carcajadas era el mismo que el de sus lágrimas. Ese rostro siempre sonriente y despreocupado mostraba una sonrisa rota.

—Promételo —Suplicó desesperado. Necesitaba oírlo de él.

—Lo prometo, Karamatsu —Trató de verse seguro a pesar de tener a la persona que mas amaba aferrado a él y llorando.

Lo había arruinado. Esta sería la última vez que lo haría llorar y sentir de esa manera. No volvería hacerlo, no más.

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Ando inspirada pa weas sad ya que acabo de salir de una mini depresión de dos días(? :'v
Igual muchos thenkyus por leer esta pequeña wea, tengan bonito domingo❤️💙