La fuerza del destino (DISPON...

By LovenessButterfly

684K 32.8K 1.7K

William un hombre acostumbrado a tener lo que quiere se encuentra con una mujer que sera la excepción, con un... More

La fuerza del destino )
AVISO
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Aviso
Capitulo 9
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29: La fuerza del destino
Epilogo
Epilogo 2
Agradecimientos
NOTA
Aviso

Capitulo 10

18K 830 11
By LovenessButterfly

Ashley

No pude pegar el ojo en toda la noche dando vuelta por toda la estancia de mi hogar por una simple razón. Hoy me volvería encontrar con William en la oficina y eso me tenía el estómago revuelto de los nervios. Nunca había pensado lo que sería pararme frente a él cuando ya él disfruto de todo mi cuerpo al igual yo del suyo. Me había duchado, vestido y desayunado en un santiamén que ni yo misma me lo creía.

— ¡Deja de joderme viejo decrepito! — grite cuando escuché que había encendido el radio a todo volumen. ¿Por qué los demás nunca se quejaban? ¿Por qué únicamente molestarme a mí? Yo soy buena persona, no robo, no mato y ayudo a los necesitados. ¿Qué más puedo hacer?

Salí de mi departamento a toda prisa para tomar el tren. Tanto dar vuelta y para salir tarde. ¡Qué fastidio! Comencé a correr por todas las calles como loca y no sé cuantos codazos en el estómago había recibido especialmente de hombres. ¡¿Dónde están los caballeros?!

— ¡Deténganse! ¡Deténganse! — exclame haciendo señas con las manos a una mujer para que apretara el freno de emergencia que muchas veces estaba en la puerta, pero me dio la espalda y la puerta se cerró en mis narices. ¡Maldita amargada hija de su madre! ¿Qué le costaba detener la puerta? Solo espero que a ella le hagan lo mismo o peor por mal intencionada.

Yo que quería tomar el tren para no tener que tomar un taxi porque últimamente todo está carísimo y hasta ellos han subido la tarifa del viaje. Subí las escaleras para salir de la estación del tren e ir en busca de mi amigo amarrillo. Tarde como quince minutos en conseguir uno y ahora estaba que reventaba del enojó. William ahora tendría una perfecta excusa para reprenderme y echarme en cara que lo lance en paños menores de mi departamento, pensaba cada vez que estábamos más cerca de la empresa.

—Gracias — susurre cuando el taxista me devolvió el cambio y salí como un resorte a tomar el ascensor. El que me viera pensaría que soy una loca, pero no me importa ya llevó treinta minutos tarde y no puedo darme el lujo de ir a paso de tortuga. Cuando al fin logre entrar al ascensor puse una mano en la pared para respirar más tranquila porque estaba tan agitada que sentí un leve mareó.

Las puertas se abrieron haciéndome soltar un suspiro, pero lo que no me esperaba es que el moreno iba a estar frente al ascensor para entrar. Mis ojos se abrieron del susto y él entro para luego cerrar el botón que nos dirigía a los aparcamientos.

—A ti iba a buscar. Ya había pensado que no vendrías — dijo recostando su espalda en la pared del otro extremo, pero en ningún momento había dejado de mirarme como un pedazo de carne.

— No tendría porque ausentarme. Yo sé separar muy bien mis asuntos personales de los laborales — respondí desafiante y él soltó una leve risita algo ¿tenso?

— ¿Yo soy tu asunto personal? — pregunto con picardía y se acerco a mí quedando a unos solos centímetros de rozar nuestros labios—. No, tú ni siquiera eres algo personal. Solo fuiste un error — respondí mirando sus labios comenzando a sentir mi respiración pesada por su cercanía para luego mirarlo a los ojos.

— Yo no vi que me sintieras como un error cuando te estaba haciendo mía — susurro a mí oído y al mismo instante mordió el lóbulo de la oreja haciéndome cerrar los ojos. ¡Dios que no me haga esto!

— Solo me dejé llevar por el momento — lo aparte de mí con fuerza y él asintió—. No quiero que te vuelvas a acercar a mí con ésas intenciones — le apunte con el dedo con determinación y él me miró molesto.

— Camina — ordeno tan pronto el ascensor se detuvo en el oscuro aparcamiento y yo me negué a salir—. No pienso ir a ningún lado contigo.

— No te pregunté si querías ir. Tú solo camina y no molestes — me tomó del brazo de manera posesiva mientras caminábamos en busca de su auto. Cuando llegamos al auto él me abrió la puerta y me obligó a entrar bajándome la cabeza para que no me golpeara. ¿Quién se creé que es? Le dio la vuelta a su auto y se monto sin mediar una sola palabra.

— ¿A dónde vamos? — pregunté después de un largo rato y el moreno idiota no respondió—. ¡Detén el jodido auto si no me vas a decir a donde me llevas! — exclame furiosa y él freno de golpe causando que casi me diera en la cara, pero él puso su mano en mi pecho a tiempo para detener el golpe.

—Disculpa — dijo cortante y de mala gana me colocó el cinturón de seguridad—, Deberías tener más precaución — añadió demostrando su mal humor y yo lo miré perpleja. ¿Enserio me decía eso?—. ¿Disculpa? Tú fuiste el anormal que frenaste de golpe y me dices que tenga precaución — no pude aguantarlo más y lo dejé escapar de mi boca. ¿Esté que se creé?

— Para tú información frene por el fuerte grito de verdulera que lanzaste — decía mientras apretaba el volante con fuerza haciendo que sus nudillos se pusieran blancos. Ashley cállate ya o esto saldrá peor, me repetía varias veces en mi cabeza. No puedo tentar más a mi suerte con semejante hombre.

Después de unos largos, largos, largos minutos llegamos a una cafetería. Sí, la misma cafetería que hace unas semanas trabajaba. ¿Por qué me traía aquí? ¿Qué me iba echar en cara de donde me saco? ¡Imbécil! Ya quisiera tener un cuchillo para clavárselo en su hombría para que no sea tan engreído.

— Vamos tenemos que hablar y no hallaba la oficina un buen lugar para esté tema — fue lo único que dijo para luego salir del auto dejándome atrás.

Se sentó en una de las mesas de la esquina y a lo lejos vi a Mario trabajando como siempre. Lo miré directo a los ojos y él a mí haciéndome sentir un poco intimidada, pero no se lo daría demostrar. Hoy estaba vestido diferente a otras ocasiones. Solo tenía una camisa de manga larga color aceituna y un pantalón negro de vestir sin chaqueta o corbata. Iba vestido muy simple y aún así se veía arrebatador dejando ver un poco de su tostada piel del pecho.

— Tú dirás — articule para romper el incómodo silencio—. Ashley yo sé cuando cometo errores y sé que me pasé diciéndole a... Henry lo que pasó entre nosotros. Te pido disculpas no volverá a ocurrir para la próxima vez — dijo muy serio y la voz algo rasposa cuando pronunció el nombre del publicista. ¿Por qué se odian? Espera dijo próxima vez. ¡Igualado!

— No habrá próxima vez, William — acote segura y él sonrió de medio lado.

— ¿Por qué te haces la difícil si sabes que te encantó? Los dos estamos deseando que se repita y por mi parte estoy muy dispuesto a darte todo el placer que quieras — me acaricio la mejilla de manera seductora y cada vez descubría que era más descarado de lo que había pensado. No iba a mentirme a misma y sabía muy bien que me gustaría retozar nuevamente con él bajo mis sábanas, pero esté hombre tenía que aprender a no ser tan poseído.

Lo mire negando y soltando un largo suspiro—. William no volverá a ocurrir de eso puedes estar seguro. Tú querías solo tener sexo conmigo y lo obtuviste así que no le veo el caso de que se repita.

— Está bien, Ashley como quieras. Yo no suplico por sexo. Hay muchas mujeres que darían lo que fueran por estar en tu lugar así que tú te lo pierdes — dijo con una sonrisa de suficiencia y yo solté una carcajada.

— Entonces si muchas darían por tener mi lugar pues por favor búsquelas y no las haga esperar — comente sonriendo de manera burlona y él se levantó de golpe del asiento.

— Ya todo está resuelto así que llámame señor Johnson y no tiene que ir está semana a la oficina. Me surgió un viaje y puedes trabajar desde tú casa. Que tenga linda tarde, Ashley — comenzó a caminar fuera del establecimiento y yo lo seguí.

— Es señorita Cortez — logré decir antes de que se montara en su auto—. ¿Qué? No te entiendo — pregunto confundido, pero de manera cortante.

— Que para usted soy la señorita Cortez, no Ashley — respondí sonriendo de la misma manera que él lo había echó antes y William me dio una mirada furibunda para meterse en su auto arrancando a toda velocidad. ¡Me dejo a pie! ¡Maldito! Pero valió la pena su rostro indignado.

William

¡Dios que mujer más insoportable! "Para usted soy la señorita Cortez, no Ashley " No sé qué le pasa a la gente últimamente que se le olvida que yo soy el jefe. Muy bien podría despedirla por ser tan arrogante, insolente e intolerable. Ahora digo intolerable cuando bien me la disfrute el sábado en la noche y lo haría otra vez si se dejará. Desde que me echó de su departamento no había dejado de pensar en ella y especialmente en su cuerpo que me tenía como un enfermó. Solo estaba deseando volverla a ver para deleitarme con esos atrayentes ojos azules y ésa boquita tan pequeña, pero hermosa.

¿Cómo nadie podría desear a ésa mujer? No creo que haya hombre que se le resista y si lo hubieran son unos reverendos imbéciles. Cuando no la había visto llegar a la oficina pensé que renunciaría y no se lo permitiría porque muy dentro de mí quería seguir viéndola allí sentada en aquél escritorio. No podía negar que era muy eficiente y me sentía algo culpable de no haber prestado la mínima atención a su currículum.

Así que cuando me la encontré en el ascensor fue de gran satisfacción saber que no estaba dispuesta a renunciar. Tentado, tentado estuve de besarla, pero como la rubia ahora se las da de mártir pues me contuve. Ahora las cosas que me dijo en la cafetería me sacaron de quicio por eso me invente aquél viaje de improvisto para así no tener que verle su jodida hermosa cara en toda la semana. Además pensaba que necesitaba una buena semana de diversión y ¿Por qué no tomar está?

— ¿Vas a salir? — pregunto mi hermana recostándose en mi cama como si fuera la suya con una sonrisa soñadora. ¿Desde cuándo mi hermana sonríe así?

— Sí, voy a tomarme unas copas y tal vez conozca alguna mujer — respondí con diversión echándome perfume, ya vestido. Había caído la noche y ya me sentía sofocado después de tantas horas de haber llegado a casa.

— Willy, ¿Recuerdas las veces que me decías que sopesara la idea de ser monja? — pregunto sonrojándose un poco y yo asentí mirándola con extrañado—. Creó que tienes razón y me queda mucho por vivir para tomar ésa decisión. Todavía no he conocido al amor de una manera más intensa. Puede ser que la mayoría me hayan engañado, pero no siempre será lo mismo — añadió sentándose para mirarme mejor y yo la miré serio. Amor de manera intensa, ¿Acaso estaba hablando de sexo?

— Cynthia, ¿Quién es el tipo? — pregunté algo tenso, pero tranquilo y ella se puso nerviosa—. ¿Para qué? — se levantó rápidamente y salió de mi habitación conmigo pisándole los talones.

— Porque soy tú hermano y tengo que conocerlo, segundo no quiero pensar que es un aprovechado y tercero si creó que es para ti agradecerle que te haya echó cambiar de idea — respondí enumerando cada uno de los motivos con mis dedos y ella al final se echo a reír aunque yo no le veía la gracia.

— Lo conocí en un centro comercial por casualidad y me invitó a salir, pero es muy lindo — decía cada vez poniéndose más roja y yo cada vez me sentía más impaciente por saber quién era el hombre que tenía así a mí hermana.

— Está bien, pero nada de sexo. Te prohíbo que tengas sexo, ¿entendiste? — la sostuve de los hombros con suavidad, pero no estaba bromeando hablaba muy enserio—. ¡William por favor! Porque tú parezcas un conejo teniendo sexo no significa que yo voy hacer igual — la fulmine con la mirada y pasé por su lado para no gritarle unas cuantas cosas, pero soy realista ella tenía razón y mucha.

No me despedí y salí de mi casa dispuesto a pasar la mejor noche de mi vida. Hoy era tiempo de saciar la sed con un poco de sexo más algo de alcohol y nadie me iba a detener.


eosZ΁

Continue Reading

You'll Also Like

123K 28.3K 52
Se paró frente a una máscara blanca sólo con el orificio de los ojos, llamó su atención bastante, la levantó con curiosidad pensando, no tenía un ori...
196K 21.9K 39
la Soltera Samanun Anuntrakul mejor conocida como Sam, es una diseñadora de moda reconocida de todo Bangkok, una casanova incorregible con un ego po...
42.6K 3.3K 13
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...
237K 20.2K 16
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se...