Capitulo 4

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Capitulo 4

Pov Ashley

¡Mi jefe es una mierda! ¡Guapo, pero una jodida mierda al fin! El hombre al parecer no ha podido superar todos los rechazos que le he hecho esta semana.  Primero me invitó almorzar que gustosamente rechace y él se vengó de mí dejandome trabajar a la hora del almuerzo, pero no le di el gusto de que me viera enojada.   Segundo me ofreció llevarme a mi apartamento,  pero me negue rotundamente causando que en la mañana me pusiera hacer los listados de las mercancías  que estaban por llegar de España, pero lo último que hizo ése engendró del demonio fue enviarme a fotocopiar todos los documentos que tenía guardado de hacía años.  El motivo de su último ataque de super jefe fue porque llegue diez minutos tarde de almorzar con mis compañeras y Henry un joven del área de publicidad.

  En mi primera semana de trabajo me hice muy amiga de Carolina.   Una joven bajita, rellenita, morena, su cabello negro es corto con rizos naturales y sus ojos son color avellanas.   Ella es la típica chica tímida que no habla demasiado, pero cuando abre su boca te deja increíblemente sorprendida.   Además esta Rita, que es una mujer que a vivido demasiado diría yo.  La mujer tiene un cuerpo de impacto, tiene su cabello castaño largo ondulado, ojos grises,  labios rellenos, delgada, tez blanca y tiene las mejillas abultadas.  Tiene un carácter fuerte y cada vez que almorzamos juntas nos cuenta sobre su nueva inquisición sexual.   Cada vez que habla sobre algún detalle de sus encuentros sexuales me pongo roja y no es que yo sea santa porque virgen no soy, pero es que Rita se excede. 

  -Entregale esto a William - apareció Milena tirandome una carpeta sobre mi escritorio.  

La famosa Milena me contaron que es la zorra que se acostaba con el jefe, es decir, con William.  Milena es una mujer alta, tiene la piel como muñeca de porcelana, es voluptuosa, con largas piernas, cabellos rojos como el fuego, su nariz perfilada y podría jurar que sus pechos son pura silicona.  Según mis compañeras ella esta que hierve de la rabia porque el moreno hace mucho no le hace caso y para completar le quito su puesto para ofrecermelo a mí.

  -Podrías dejar de tirarme las cosas - dije fulminandola con la mirada y ella sonrió satisfecha.   ¡Estúpida despechada!  


Me levanté para entrar a la oficina del jefe que últimamente se pasa de muy mal humor.  Antes de entrar toque a la puerta y escuché un cortante adelante.  Él estaba sentado hablando por teléfono y su semblante era tan serió que temí por mi vida así que cuando puse la carpeta y estaba apuntó de salir el jefesito habló.


  -¿Qué es esto? - pregunto tomando la carpeta, pero sin mirarla.

  -Milena dijo que se lo entregará, pero no tengo la mínima idea de que se trata - respondí mirandolo directo a sus profundos ojos que me quemaban con la mirada.

  -Yo no te pago para que no tengas la mínima idea. ¿Acaso yo te pago para que no verifiques todo lo que se me envia?- pregunto parandose a mi lado poniendo ambas manos en su cintura pareciendo así mas intimidante. 

  -No señor, pero no vi importante verificar algo que se envío expresamente para usted. ¿Acaso desea que habrá cosas que no me corresponden? - respondí igual de seria que él y giré mi cabeza para poder mirarlo a la cara.  Él enarco una ceja y se pegó mas a mí. 

 -no tengo nada que esconder Ashley - susurro pegandose a mi espalda y poniendo una mano en mi cintura. ¡Descarado!

  -disculpame, pero no me gusta que nadie que no sea mi novio me toque - me zafe de él y me giré para enfrentarlo.

La fuerza del destino (DISPONIBLE EN AMAZON KINDLE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora