Epilogo 2

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Epílogo 2

William abrió los ojos algo desorientado y miró observo a su alrededor sin poder entender que hacia alrededor de las cuatro paredes de un hospital.   Lo sabía por las máquinas que estaban conectadas a él y el respirador que tenía en su nariz.  Cuando enfocó la vista a su derecha allí estaba su madre con el semblante cansado mientras dormía en un incómodo mueble.  William intento mover los pies, pero no le respondían completamente y sentía que pesaban una tonelada. 

— Hijo, gracias a Dios por fin despertaste — despertó su madre mientras él estaba haciendo el intento por levantarse.  William la observo confundido, pero pidió agua.  Tenía la garganta seca y casi sus palabras no salían de sus labios.

— ¿Dónde esta Victoria?  ¿Ésta bien? — pregunto preocupado porque lo único que recordaba es que salía del cementerio para ir a casa de su madre. 

— ¿Victoria? ¿Quién es ella? ¿Estás bien? Mejor buscó al médico para avisarle que has despertado — articuló su madre más que preocupada.  Ahora lo único que pensaba es que su hijo tenía una enfermedad de la mente.

— Victoria, mi hija de cinco años y obviamente tú nieta — respondió algo hostil y desesperado por verla para así estar seguro de que su hija ésta bien.  Su madre abrió los ojos como platos y corrió a llamar el médico antes de que fuera a decir alguna otra incoherencia. 

Cinco minutos después aparecio una mujer con una bata blanca que tenía su apellido Brown escrito en la misma.  Era una mujer de cabello negro corto hasta los hombros y William recordo al instante que ella fue la doctora de Ashley.

— Buenas tardes, William.  Le voy a contar lo que le sucedió ya que su madre me ha contado que ha estado alucinando con una hija que no existe — saludo en tono divertido y el corazón de William se aceleró sintiendo ganas de morirse.  Mi hija esta muerta, pensaba una y otra vez con lágrimas en los ojos.

— ¿Murió? — pregunto en un hilo de voz sientiendo como se quebraba en miles de pedazos.  Esto era otro duro golpe que William estaba seguro que no se recompondria jamás.

— Ohh no, William.  Me explicó hace seis meses tuviste un desastroso accidente donde saliste por el cristal del auto y a causa de eso sufriste un golpe fuerte en la cabeza que te dejó en coma.  Así que no puede tener una hija de cinco años porque solo han pasado seis meses — explico la doctora tratando de buscar las mejores palabras para explicarle al moreno que se mostraba abatido.

— ¿Qué?  No, eso no puede ser.  Yo no he tenido ningún accidente porque si no lo recordará.   Yo estuve casado con Ashley y usted misma la diagnóstico con cáncer a la vez que estaba embarazada.  Ashley murio por nuestra Victoria.  ¿Cómo me va a decir ésa estupidez? — hablaba William desesperado intentando levantarse de la cama, pero la doctora no sé lo permitió. 

— William escuchame por favor.   A veces algunas personas mientras están en coma sueñan y cuando despiertan están desorientados pensando que todo lo que vivio en su sueño es parte de la vida real.  Todo lo que dices haber vivido no es cierto — explico la pelinegra causando que William se relajara un poco.

— Hijo el accidente fue el día antes de tú cumpleaños y no sabes lo preocupadas que hemos estado por ti — dijo su madre agarrando su mano con fuerza y él la miro sorprendido.  El día antes de su cumpleaños, pensó con alegría.   Él recordaba muy bien que semanas antes de su cumpleaños había visto a la rubia que amaba con todas sus fuerzas trabajando en la cafetería.   Su corazón dio un vuelco emocionado por la alegría de saber que Ashley vivía aunque ahora dudaba que ése fuera su verdadero nombre.

Tenía que verla y decirle...¿Qué le iba a decir?  Hola soy William Johnson tu marido, pero tú no me recuerdas porque todo lo que viví contigo fue un sueño. ¡¿Qué demonios debía hacer?!  Yo siento que la amo como para estar lejos de ella.  También me duele que no volveré a ver a Victoria cuando ella era mi princesa preciosa y tengo vivo su recuerdo en mi memoria.

La fuerza del destino (DISPONIBLE EN AMAZON KINDLE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora