—Bueno si tú lo dices –no sé porque lo dice, pero me llega a dar un poco de intriga de saber el por qué no decirle. Pero seguiré a Hannah, hasta ahorita no se ha equivocado y quiero que sepa que en mí también tiene una amiga.
—Buenos días chiquillas –nos dice Alex acercándose.
— ¿Qué onda? -dice Hannah.
—Hola –digo yo riéndome de lo que ha dicho Hannah, el que sepa que andamos la pone tan normal que hasta me da miedo.
— ¿Podemos ir a hablar atrás del árbol?
—Si –nos ocultamos atrás del árbol cruzando el puente y me dispongo a empezar pero Hannah me gana.
—Ok, quiero que sepan algo, Layra no me dijo nada, si lo sé es porque en el amor se leer las miradas, creo que me entiendes Alex, entonces quiero que hagas feliz a Layra, se lo que ha pasado y no es por algo que tenga que pasar una adolescente. Entonces no pido un diez de calificación, solo pido su felicidad, tanto por ti Alex, tanto como para ti Layra.
Nos ha dejado sin palabras.
—Me parece adecuado –dice Alex por fin. —Pero te pediré que no me llames Alex, no quiero que alguien más malinterprete las cosas, Layra siempre me dice profe, entonces si no tienes problema.
—Alex, soy bonita, más no estúpida. -<<eso no tiene nada que ver Hannah>> —le llamo Alex porque estamos aquí solos y creo que después de tanto que ya se, creó que me merezco hablarle de tu cuando no haya nadie.
—De verdad no se puede confiar en las mujeres.
Nos movemos hacia el interior del campamento, donde los chicos empiezan a salir con sus maletas y las empiezan a meter en el autobús, creo que después de todo si viajaremos.
"Autobús C21 ya métanse que ya se van" escuchamos a la maestra Trinidad.
Hannah y yo corremos a nuestras cabañas y sacamos nuestras maletas, corriendo alcanzamos a meter nuestras cosas.
—A ver si esta vez no las revuelven –le digo dejando mi maleta.
—Hay Layra se nota que no me conoces, yo fui quien las revolvió, y dejo las de ustedes dos adelante para que salieran antes, a los demás les intercambie nombres, ropa y hasta comida –me dice poniéndome una mano en mi hombre y me da unas cuantas palmadas y se sube al bus.
— ¡Brillante! –digo y después escucho una voz atrás mío.
—Entonces Layra, ¿Estas lista para la segunda vuelta de conversación del bus?
—Claro que sí, Alex. –le guiño un ojo y me subo.
**ALEX**
Por mí no quisiera que esto acabara nunca, que nunca nos fuéramos de este lugar y quedarnos aquí para siempre, pero seamos realistas, no sobreviviría.
Veo como Layra se aleja de mí para subirse al bus.
— ¡ay!, Alex, regresamos donde está mi poder, ¿estás seguro que pelearas a muerte por ella? No me doy por vencido tan fácilmente –veo al estúpido de Alfonso que se acerca a mí en forma de reto.
—No entiendes ¿verdad?
—Sí, pero me gusta más luchar.
—Perderás, lo juro.
—Se ve que no me conoces.
— ¿Cómo no? Eres un holgazán, poco hombre, traidor, violador y estúpido.
—Mira Alexander puedo decirle al director...
— ¿Qué le vas a decir? Admítelo, me tienes miedo, y será mejor que no le digas a nadie, si no quieres que el que actué sea yo.
...
Hemos llegado después de tres horas y media ya que por la carretera había mucha neblina y lluvia. Nos ha dejado en la escuela, volteo y veo que Layra no puede con la lluvia, sus maletas y la guitarra. Se mojará.
Me meto al coche que dejo Carlota en el estacionamiento de la escuela, como se lo pedí, bueno algo si hizo bien.
Paso a lado de ella y ella solo me ve, doblo a la derecha y me detengo donde solo se vea mi cajuela y mis luces, entonces, ahí abro la cajuela.
**LAYRA**
Bajan mis cosas del camión y me tengo que ir, hago escala en el baño de la escuela, en tres horas y media créanme que el riñón necesita descargarse.
Salgo y ya no hay nadie, claro, se me olvido que no tengo nadie que venga por mí, como ellos, de seguro a mi madre se le olvido que regresaba hoy, y si no se acuerda no quiero ni pensar que está haciendo en casa ahorita, o con quien esta. ¡Iuu!
Me paro en la puerta de la escuela, está cayendo un tormenta, saco mi chamarra blanca de mi mochila y me pongo el gorro, es lo único que me tapa la cabeza. Arrastro mi maleta y me cuelgo la maleta de mi lado izquierdo. Camino un poco y estoy empapada, veo pasar un coche, después otro y después otro. <<Está bien, en el próximo que vea le hago una parada a ver si me quiere dar un aventón a mi colonia>>
Escucho como un coche pasa por la lluvia y volteo para hacerle la parada, veo su cara y es Alex, así que no le hago la parada y sigo la mirada, veo como dobla la calle a la derecha y se prenden sus luces traseras y abre la cajuela, sigo caminando en lo que él hace esta acción, en eso suena un trueno fuertísimo y sale Alex del coche carga mi maleta la mete a la cajuela y hace lo mismo con mi guitarra, me abre la puerta y le digo que estoy bien, más lo hago para que se meta el al coche, se está empapando.
Adentro ya del coche:
— ¿Y tu madre?
— ¿Tú crees que se acuerda que hoy vuelvo?, te aseguro que ni se acordó de mí en estos días, pero bueno, debe estar con su novio –veo que vamos camino a mi casa — ¿Te puedo pedir un favor?
—Claro, princesa el que tú quieras.
—No me lleves a mi casa, si quieres déjame en otro lugar menos mi casa.
— ¿Puedo preguntar por qué?
—Ya lo hiciste. No quiero verla en este momento, vengo regresando de un campamento hermoso, porque me defendí, estuve con la persona que está haciendo que me enamore de ella, y estuve descubriendo amistades muy grandiosas que nunca me esperé, no quiero que lo arruine mi madre en solo cinco minutos, cuando llegue y me diga que porque no me quede más tiempo.
—Una madre no puede hacer eso.
— ¿Tú piensas que vivo con mi madre? Bueno, sí, pero siempre le pido permiso para irme a dormir con una amiga y ella accede de inmediato, no puedo creer que haga eso, bueno, ha llegado a tanto que luego de la nada me corre y me dice que me valla dormir con una amiga, es eso o escuchar lo asqueroso que hace con su novio.
—No es asqueroso, es lo que el cuerpo pide.
—No creo que el cuerpo pida, "dame más vaquero, dame más monje, dame más bombero, soy tu esclava, tortúrame, párteme en dos..."
—Bueno, bueno, ya entendí –él se empieza a reír. Entonces, porque no le llamas y le dices que te quedaras con Diana o Hannah.
—Alex no haré eso para estar contigo esta noche.
— ¡No, no! Layra no me mal intérpretes, no pasara nada, si no quieres ir con tu madre, y yo no quiero discutir con Carlota, ve a mi casa, no te tocaré, por más que quiera, te prometí no herirte y lo cumpliré.
En eso no lo pienso dos veces. Agarro mi celular y busco en mis contactos, marco y me pongo el celular en el oído.
— ¿Ma?
—Woow, detente por favor, ¿hola? Hola Layra, ¿ya regresaste?
—Si madre, pero como noto que estas ocupada, puedo quedarme a dormir en casa de...
—Si por supuesto que sí, te quiero, mañana nos vemos... -se escucha que baja el teléfono y suenan gritos, de hombre, <<asco>>
—...Alex.
— ¿Si?
—No nada, mi madre me dio permiso.
—Entonces vamos a mi casa.
***
Canción: Café Tacuba - Eres
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