NARRA AMARIS.
Abro los ojos de un momento a otro cuando siento un ruido fuerte, a pesar del dolor en el cuello me obligó a levantar la cabeza, frunzo el seño al no ver nada conocido .De hecho no veo nada, parezco estar en una caja de aluminio sin nada más que un foco en medio de la habitación, donde estoy yo, estoy sentada en una silla con las manos y los pies amarrados y un dolor profundo en todo el cuerpo lo que lleva a acordarme de lo sucedido.
No pasan mucho minutos antes de que el sonido de la puerta—el mismo que hizo que me despertará— me pone en alerta, sin embargo un poco de miedo se va al ver a la persona.
—¿Ya despertaste?, siento no haber estado aquí, tuve que responder una llamada.
—¿Que...por que estamos aquí?¿Por que estoy amarrada?.
—Sólo una precaución.
—¿Dónde estamos?
—No puedo decírtelo, esto es literalmente un secuestro.
—¿Por que haces esto? —digo más confundida que atemorizada.
—Nada personal, sólo voy a entregarte a Klaus por algo a cambio.
—Buena suerte con eso—mi voz sale traicionera y tengo que mirar al suelo —Pierdes tu tiempo.
— Yo no estaría tan seguro.
—Niklaus no se va a preocupar por que me mates.
—Seguro que no, pero si en tu sangre, sobre todo ahora que Elena es un vampiro.
—¿Que...Elena....que?
—No lo sabías —asiento —Un accidente, casi como el tuyo, sólo que ella estaba pasando por un puente.
—No creo que sea como el mío, ¿O también hiciste que perdiera el control? —digo usando el sarcasmo.
—Yo no...Rebekah si.
Mi boca se seca, después de todo no era sólo por molestarla, iba enserio, intento responder pero el sonido de su celular hace que me tragué las palabras.
—¿Damon?...¿Amaris?...No veo sus motivos...esta bien.
Y cuelga.
Lo miro interrogante y me tortura con su silencio por unos segundos.
—Al parecer están buscandote.
—¿Quien?.
—Todos.
Un sonido de burla sale de mi garganta.
—Damon y Bonnie estaban avisados y Niklaus...El ya no me quería en su casa.
—Pues al parecer es el principal preocupado lo cual es muy bueno para mi causa.
—¿Que te hace pensar que va a darte lo que quieres por mi?¿No me escuchaste?... —su mirada inexpresiva y sus labios torcidos hacen que quiera patalear como una niña pequeña —¡Me corrió de su casa!.
—¿Niklaus?—asiento con la mirada en un punto más alto de su cabeza, una risa hace que lo mire —O se arrepintió o no se acuerda de nada, tal vez lo hipnotizaron.
Los vampiros originales son los únicos que puedo hipnotiza a otros vampiros.
—No me hace gracia —su risa se detiene y me mira, una mirada furiosa.
—No hace falta, seguramente está muy furioso contigo.
—¿Por que no me dices que es lo que quieres de el?tal vez yo pueda dartelo — su mirada hace que me sienta enferma, se acerca a mi de una forma que se me antoja pervertida y se pone detrás mío.
—Interesante propuesta —sus dedos fríos hacen que me ericen los pelos de la nuca, saca mi cabello de mi cuello —Podríamos ser amigos...Con diferencias —y me siento mareada y quiero alejarme de el y correr a los brazos de quien sea, a los brazos de el —O tal vez podrías ser mi voluntaria —frunzo el seño y quiero pregúntarle a que se refiere, pero cuando siento como huele mi cuello con la nariz rozando mi piel lo entiendo —Hueles delicioso, sin embargo no podría parar una vez que pruebe un poco...Y además —se aleja de mi y se pone a 2 pasos en frente—no puedes darme lo que necesito, sólo Niklaus puede.
—Eso no lo sabemos, ni siquiera me has dicho que es lo que quieres.
—Quiero mi libertad.
Mi boca se seca, es cierto, Niklaus ha estado usándolo en contra de su voluntad, y en cierto modo lo entiendo y hace que su idea de secuestrarme no parezca tan descabellada, y a pesar de que no quiero una esperanza nace en mi, y si en verdad Niklaus está preocupado por mi...
Sacudo la cabeza y me concentro en el.
—¿Y que si no te la da?.
—Usaré el plan B.
—¿Y cual es el plan B?.
—Es una sorpresa.
Y sin esperar a que reaccione sale por la única puerta que hay y no vuelve en horas, y no estoy segura en si quiero que vuelva.
.................
Me mantengo despierta a pesar del cansancio mental y físico, y en el momento en que Estefan entra por la puerta un poco de emoción me invade.
—Amaris—lo miro expectante—Niklaus hizo un trato conmigo.
—¿Eso...Eso que quiere decir?
—Qué tenemos que irnos, y antes de soltarte quiero decirte que no intentes escapar, estamos cerca de la carretera, no hay nadie que pueda ayudarte.
Suelto un suspiro y asiento, Estefan se aproxima a mi y suelta primero mis pies y después mis muñecas,me tomo un momento para masacrar mis brazos los cuales están marcados y arden.
Estefan me levanta de la silla para nada amable y me arrastra afuera, y lo agradezco, sola no iba a poder caminar —me adentra en el asiento de copiloto y de forma monótona el.se sienta de copiloto y conduce, y conduce por mucho rato, cuando empiezo a ver indicios de la ciudad me estremesco, no quiero tener que lidiar con nadie, de hecho si me bajará de el auto ahora seguro conseguiría ayuda y podría escapar de toda esta locura que nunca quise en mi vida.
Sin pensarlo jalo la manija para abrir la puerta y me tiro hacia el suelo, tan rápido como dejó de rodar me levanto dando gracias al cielo cuando salgo ilesa y empiezo a correr...
La suerte me dura lo suficiente como para saber que fue una idea estúpida, Estefan llega a velocidad vampirica y vuelvo a estar amarrada de manos.
—¿En serio pensaba escapar?
—Tenia que intentarlo—me encojó de hombros y vuelvo a entrar a y el también, sin embargo la.confusión me invade cuando lo veo morderse la muñeca y me la da —¡Que demoni....
—Tranquila, le prometí a Klaus que estarías bien, sólo es para que te recuperas .
Y quiero rechazarlo y decirle que prefiero estar así, pero mi cuerpo está cansado y se que su sangre en verdad va a ayudarme con el dolor corporal y a cerrar las heridas que se que tengo pero aún no he podido revisarse así que tomó su muñeca y succióno una dos tres veces y la Alejo de mi cuAndo unas arcadas me amenazan, Estefan se toma la molestia de limpiarme los labios de la.sangre restante.
Quiero molestarme y protestar la incomodidad al tener las manos en la espalda pero se que de nada serviría, así que guardo silencio y me dedico a memorizar el camino por si puedo escapar, está vez con éxito.
.........
Bajamos en la mansión salvatore, cosa que agradezco ya que tal vez si hay alguien ahí, pueda ayudarme, me jala por el codo y yo sólo camino detrás de el, intento mirarme si estoy decente o al menos cerca y me decepcionó al darme cuenta de que estoy hecha un desastre, la puerta de la mansion es abierta y nos adentramos en esta.
Todos están aquí, mirándome, mirando a Estefan, mirando donde coje mi brazo y de nuevo a mi. Los Salvatore, los Mikaelson, los...Gilbert y Bonnie y Caroline.
Y su centro de atención soy yo y Estefan.
Levanto la mirada encontrándome con Niklaus con la mandíbula tensa y la bajo al instante, y quiero recogerme y volver a donde me tenía Estefan.
—Bien aquí está Amaris sana y salva...cumple el trato Niklaus —habla Estefan con una fingida emoción.
—¿Sana y salva?¿Que demonios te sucede Estefan?
Damon sale al frente evidentemente enojado.
—No estoy hablando contigo Damon.
—¡Pues yo si contigo!, ya hablaremos después de esto.
Damon da un paso más cerca pero se detiene al mirar a Estefan un poco desconcertado, miro a los otros y todos están igual que el. Miro a Estefan y lo comprendo, las venas bajo sus ojos lo dicen todo.
—No voy a lastimarla, solamente quiero mi libertad Klaus.
—Si no la sueltas en este instante voy a matarte —dice entre dientes el nombrado y me siento confundida.
—Dame lo que quiero.
En unos segundos la atención sobrepasa los límites y en cuestión de segundos todos se ponen alertas.
Estefan crea una prisión con su cuerpo para mi, mi espada está apegada a su pecho y una mano está en mi cadera y la otra en mi cuello haciéndome un poco difícil la respiración. Y Niklaus tiene la mano en el pecho de Elena, dentro de ella y siento pena y cólera.
—Sueltala—esta vez amenaza Estefan.
—Sueltala tu primero.
Un silencio ocupa la habitación y todos están preocupados incluyendo a Niklaus y Estefan, pues Estefan está fuera de mi campo de visión, pero creo adivinar que está igual que todos.
—Bien —siento alivio l pensar que va a soltarme —Tendremos que pasar al plan B.
Frunzo el seño y el miedo me invade, miro a Niklaus en busca de ayuda y cuando nuestras miradas chocan lo único que veo es preocupación, sin embargo no me dan tiempo a adivinar , Estefan toma mis cabeza con ambas manos, una en cada lado.
—Veamos que es más importante para ti Klaus, salvarla o matar a Elena.
—¡NO!
—¡ESTEFAN!
Veo como Klaus saca la mano del corazón de Elena y está se queda intacta respirando fuertemente, y el corre, corre hacia mi, pero es tarde, la velocidad vampirica del gran híbrido original Niklaus Mikaeslon no es lo suficientemente rápida para llegar antes de sentir un fuerte dolor en el cuello con un sonido de algo rompiéndose en mi y todo se vuelve oscuro.