Quiero Amarte

By artistacaotica

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Alex Bruce Schwarzengger: bromista, coqueto, romántico... Y también idiota. A Skylar Bannerman le encanta, sí... More

E P Í G R A F E
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43. Con ojos de amor
Capítulo 44. Sit down beside me
Capítulo 45. ¿Cuánto te mide la v...?
Capítulo 46. Somos amigos, acuérdate.
Capítulo 47. Dame una oportunidad
Capítulo 48. Nosotros estamos bien
Capítulo 49. Todo lo que tú me pidas.
Capítulo 50. Te quiero complacer.
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54. Final
Epílogo
SEGUNDO LIBRO
SIEMPRE TÚ
Prólogo. [Continuación]
Capítulo 1. ST
Capítulo 2. ST
Capítulo 3. ST

Capítulo 20

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By artistacaotica

C A P Í T U L O 2 0

SKYLAR BANNERMAN

El profesor de matemáticas me da una mirada autoritaria mientras que espera pacientemente a que mis demás compañeros terminen de resolver los problemas que están escritos en la pizarra, pesco mi labio inferior con mis dientes y finjo estar resolviéndolos, cuando en realidad solo estoy haciéndome mensa pensando el por qué Alex no se presentó hoy a la preparatoria.

Él es de perfectas calificaciones, es aplicado y estudioso, no es muy común que falte a clases, en algunas ocasiones suele saltárselas, pero hasta ahí, y qué ahora no haya venido es una novedad.

No puedo creer que él me haga esto, el día de ayer no alcanzó a terminar el dibujo del anochecer en el salón de artes y se supone que hoy lo terminaría, pero claro, se le ocurre la grandiosa idea de no asistir a la prepa, dejándome sola en todo ese lío. ¡Por Dios! Yo ni siquiera sé hacer bonito un mono de palitos, mucho menos sabré hacer estrellas y todo lo que involucre el anochecer.

Suelto mi labio inferior y resoplo con frustración, Alex también es la única persona que siempre "me ayuda" a resolver todos los problemas de matemáticas, y digo 'me ayuda' con comillas porque cuando me explica un par de veces el procedimiento sigo sin entender, así que termina pasándomelos y yo copiándolos con discreción. Creo que sin su ayuda yo ya estaría reprobada.

El profesor vuelve a darme una de sus miradas autoritarias y su ceño se frunce al ver que no hago nada.

—Skylar, vamos — Ocupa su tono de voz motivador, al segundo todas las cabezas se giran en mi dirección —, ¿estás triste porque no vino Alex? — inquiere, suelto una risita meneando la cabeza, mis demás compañeros también ríen —. Nada más cuando él está, trabajas. ¿Qué pasó?

Hago un mohín aún riendo y con mi lápiz comienzo a dibujar corazoncitos en la parte superior de la hoja de mi cuaderno, me enfoco en hacerlos bonitos y luego, después de unos minutos, siento mi celular vibrar en el bolsillo trasero de mi pantalón, miro con disimulo a dónde se encuentra el profesor y saco con rapidez mi celular del bolsillo de mi pantalón, lo coloco a la altura de mi regazo y enciendo la pantalla, hallando dos mensajes.

De Alex.

Mi vientre cosquillea y abro los mensajes sin perder más tiempo.

Alex Bruce<3
Hey :)

Alex Bruce<3
¿Estás en clase?

Quiero sorprenderme porque no tiene ninguna falta ortográfica, no obstante, no lo hago; Alex puede ser bastante perfeccionista en algunos aspectos.

Una sonrisita aparece en mi rostro, y mentalmente me regaño por estar actuando siempre tan idiota. Tampoco hay que juzgar el por qué tengo registrado su contacto con un corazón, se supone que él jamás se enterará.

Trago saliva y respondo sus mensajes una vez que me aseguro de que el profesor no se dará cuenta.

Skylar:
Hey, si, estoy en clase de matemáticas, ahora no has venido para pasarme los problemas :(

Skylar:
¿Por qué faltaste? ¿qué se supone que le diré al director sobre que no sé dibujar?

Envío el último mensaje y respiro hondo, me sorprende que al segundo que los mensajes son entregados él inmediatamente los lee. Mientras espero su respuesta, miro a uno de mis compañeros ir con el profesor a que le revisen los problemas. Es una vergüenza que sea tan mala en ésta materia.

Alex Bruce<3
Lo siento, ¿los problemas están muy difíciles? ¿te estás quebrando la cabeza por resolverlos?

Me quiero echar a reír al leer sus mensajes, sin embargo, logro contenerme, si me río capaz me tachan cómo loca.

Alex Bruce<3
Despreocúpate, estoy afuera de la prepa, no vine a clases pero si a terminar el dibujo del salón de artes.

Alex Bruce<3
Tal vez deberías de decirle al director que tú no eres la que dibuja, sino yo, alábame, dile cuán genial soy ;)

Dejo que pasen dos minutos para al fin responderle, una mujer debe hacerlos esperar, aunque estés muriéndote de las ganas por responderle al segundo, debes hacerlo que espere.

Skylar:
Percibo el sarcasmo y la burla en tu primer mensaje, ja ja já, graciosito.

Skylar:
Y no, no haré ninguna de las dos cosas, no eres un Dios para alabarte y no le diré al director que eres muy genial, ¿sabes por qué? Porqué no lo eres :p

Su respuestas rápidas me hacen sonreír. ¿Entienden lo qué les digo? Si hacemos esperar al hombre, éste nos responderá enseguida. Esa debería ser una nueva regla, tal vez haga tres como Dua Lipa.

Alex Bruce<3
Jajajá, dices que no soy genial pero bien que me amas.

«Y no te imaginas cuánto lo hago.»

Alex Bruce<3

Faltan 5 minutos para que den el timbre, te espero acá afuera, estoy por el arbolado.

Le responda un «está bien» y empiezo a guardar mis materiales en mi mochila, el timbre suena y al instante todos comienzan a salir con desesperación, el profesor guarda sus cosas y dándome una última mirada, dice:

—Espero que mañana ya tengas esos problemas resueltos, Skylar — Sonrío inocente y doy un asentimiento de cabeza —. Hasta mañana.

El profesor sale del salón, dejándome sola.

Saco un labial color coral junto con un pequeño espejo de mano, le quito la tapa y con delicadeza lo aplico en el contorno de mis labios para después rellenarlos, una vez que mi boca esta pintada, paso mis dedos por las hebras de mi cabello para que luzca presentable. Guardo el labial y el espejo en mi mochila y luego prosigo a salir del salón.

Camino a pasos apresurados hacia dónde Alex me indicó, en el camino me encuentro con Karen, ella al parecer me estaba buscando ya que cuando me ve hace una exagerada seña con la mano.

—Hola — Saluda amistosa y le sonrío amigable, Karen es una persona que me agrada mucho —. Te estaba buscando.

Frunzo el ceño. —¿Ah, si? ¿para qué?

—Es que quiero ir al club Amnesia, y quiero que vayas — Dice. El club Amnesia está en el centro de la zona céntrica de Colorado, y es uno de los clubes más populares y recurridos, ya que cualquier persona con buen vestimenta puede entrar sin ningún problema —. Ya invité a Alex, pero sabes que a él no le gusta mucho mezclarse con sudor y personas amontonándose.

Rasco mi frente.
—¿Y quieres qué yo vaya? — Inquiero, y hago una mueca. La última vez que nosotros asistimos a un club no terminó para nada bien en el caso de Alex —. Paso.

Karen hace una mueca desilusión.—¿Por qué? Ándale, vamos, Alex me dijo que su tú ibas, también iba él — Sonríe y me da un empujón suave —. ¿Ves? Él va a ir al club pero si tú vas, dijo que si no ibas tú, no iba él.

Casi quiero sonreír cómo una estúpida al pensar que Alex no asistirá al club sin mi compañía, Karen lo nota y me vuelve a dar un empujón por el hombro con suavidad.

—Entre ustedes existe tanta química, Skylar — Chilla con emoción —. No entiendo la razón por la cuál aún no le dices que te gusta.

La miro ceñuda y ella parece querer retractarse de sus palabras. —¿Qué? — Cuestiono —.¿Quién te lo dijo? ¿cómo lo sabes?

—No hay que ser un genio para darse cuenta que ustedes se ven cómo algo más que simples amigos — Miro con detenimiento sus ojos color almendra —. Soy mujer y me doy cuenta fácilmente, cuando están ustedes dos juntos se miran cómo si quisieran besarse de un momento a otro. Aparte Daniel me lo confesó — levanto las cejas con sorpresa, no me esperaba que Daniel se lo contara —, pero no lo vayas a regañar, prácticamente lo obligué a que me lo dijera. Lo sé desde hace semanas, y no he dicho, ni diré nada con respecto a lo que sientes por Alex.

Confiada de que Karen no divulgará mis sentimientos trago saliva, y relajo mi postura tensa.
—Maldito Daniel, me salió chismoso.

Karen sonríe. —Entonces... ¿irás al club? Vamos, hay que celebrar.

—¿Qué vamos a celebrar?

Ella me mira cómo si supiera algo de lo que yo no estoy enterada, después suelta otro chillido. —¿Daniel no te lo dijo? ¡me pidió ser su novia antier!

La impresión y el asombro se apoderan de mi cuerpo, abro la boca sin poder creerlo. ¿Daniel y ella ya son novios? ¿Daniel ya la hizo su novia? Oh Dios, ¿por qué él no me lo contó? ¡Karen es su primera novia formal! La emoción no me cabe en el cuerpo, me siento cómo una madre cuando mira que su hijo ya es todo un hombre grande.

Oh, mi Daniel, él ya está madurando.

—¿En verdad? — Chillo cuando asiente —. ¡Oh por Dios, no lo sabía! — la abrazo con emoción —. Felicidades. Espero que duren mucho — felicito, no me molesta que Karen sea la novia de mi mejor amigo, sé, que a pesar de todas las cosas malas que dicen de su persona, ella es buena.

—Gracias, gracias — Responde cuando nos separamos —. Espero que tú también ya comiences a salir con Alex.

Hago una mueca con molestia.
—Ay, Karen, ya arruinaste el momento.

Se echa a reír. —¿Entonces vamos los cuatro juntos al club? Mira, Daniel me recoge a mí, y Alex te recoge a ti — sonríe con malicia —. Él no tiene ningún problema con pasar a recogerte a tu casa.

Levanto las cejas y me balanceo en mi lugar, desvío mi atención para mirar a todos los estudiantes en grupos y otros que simplemente están conversando. Hoy el día se encuentra muy soleado, pero la brisa del aire lo hace agradable. —¿Tú cómo sabes qué no tendrá problemas en pasar por mí?

—¡Él me lo dijo! Estoy segura que si le dices «folláme» él lo hará encantado.

—¡Karen! — Proporciono un golpe en su hombro y vuelve a reír —. Basta, ¿qué día iremos?

Da aplausos contenta.—El domingo.

—¿Domingo? ¿por qué el domingo? — Cuestiono —. ¿Si sabes qué el día que sigue del domingo es lunes, verdad? ¡Tenemos clases!

Rueda los ojos. —¿Qué te preocupa si no bebes alcohol? Tú no eres la que tendrá resaca al día siguiente, relájate.

Puntos para Karen. Tiene razón.
En todo caso ellos son los que deberían de preocuparse, al fin y al cabo, son los que beben cómo si fuera el fin del mundo, a excepción de Alex, él no logra ponerse borracho con facilidad.

—Está bien — Acepto —. Iré, pero — Karen hace una mueca, creo que ya estoy igual que mi padre con los peros —. Todavía falta el permiso de mi papá.

—No creo que eso sea un problema, Alex puede ir a pedirle permiso para que te dejen salir un rato.

—¡Ni que fuera mi novio!

—Aún — Me guiña un ojo, coqueta —. Iremos a las nueve de la noche, me tengo que ir porque tengo clases, después no me dejarán entrar — se despide —. Por cierto, Alex te está esperando por el arbolado.

—Te veo luego.

Veo a Karen alejarse y sonrío. Me es difícil de creer que Daniel ya esté saliendo en una relación seria con Karen Hayer.

Mi Daniel está aprendiendo.

Visualizo el auto azul de Alex bajo uno de los enromes árboles y una sonrisa se instala en mi cara, él está recargado en la puerta de su auto, pero mi sonrisa se borra conforme voy acercándome, porque no se encuentra solo, está en compañía de Carrie, ambos están hablando.

Una punzada de dolor atraviesa mi pecho, aprieto mi mano en el agarre de la correa de mi mochila y decido esconderme tras el tronco del árbol más cercano, acto seguido, agudizo mi oído.

—No tienes una idea de cuánto te he extrañado, Alex — Escucho a Carrie murmurar con voz temblorosa —. Yo sé que tengo la culpa, sé que arruiné las cosas entre los dos, y no sabes cuánto me arrepiento de mis acciones pero...

—¿Por qué lo hiciste? — Pregunta Alex, mirándola directo a los ojos —. No te había dado la oportunidad para una explicación porque no me interesó saberlo en ese momento, pero ahora puedes hacerlo, ¿por qué estabas besándote con él? — aprieto los párpados al verlo dolido. Carrie limpia una lágrima de su ojos mientras que balbucea algo que no logro entender —. Te entregué lo mejor que tenía, ¿qué fue lo qué te hizo falta de mí para que fueras a engañarme con otro? Y no me estoy haciendo la víctima, sólo quiero saber en que hice las cosas mal. ¿En qué fallé?

—En ese momento no estaba pensando con claridad — Explica ella, Alex mete las manos en los bolsillos de su pantalón y aprieta la mandíbula —. ¿Sabes? M-me sentía desesperada, tú actuabas diferente, no estabas siendo atento como antes, Alex... era cómo si ya no sentías el mismo amor por mí.

—Se me acabó, Carrie. El amor que te tenía se acabó — Muerdo el interior de mi mejilla, sintiendo los latidos de mi corazón golpear la parte interna de mis oídos, la adrenalina se dispara por mis venas al sentir temor de ser descubierta —. Todo el cariño que sentía por ti tú lo fuiste apagando,
con tu actitud, con tus celos y peleas diarias.

Carrie jadea con dolor y el rostro de Alex se contorsiona en una mueca de tristeza.

El timbre que indica el inicio de la siguiente clase suena, igual, lo ignoro, Alex y Carrie lo ignoran también.

—L-lo puedo arreglar, cariño... —

El pecho se me oprime tanto que me cuesta trabajo poder respirar con normalidad, trato por ignorarlo, pero es algo que no puedo hacer con facilidad. ¿Cómo tengo qué fingir que no me lastima en el alma? ¿cómo?
Saber que Alex puede darle una respuesta afirmativa a Carrie y yo me iré a la mierda junto con mis sentimientos, me duele, es cómo si la fina hoja del cuchillo rebanara mi corazón con lentitud —. ¿Sabes? Cambiaré mi actitud por ti, vamos a darle tiempo al tiempo y todo se solucionará, te prometo que haré lo posible para que volvamos a ser la misma pareja que fuimos meses atrás.

Miro a Alex, él menea la cabeza y despega su espalda de la puerta del auto para exhalar aire con fuerza.

—No podemos darle tiempo al tiempo, Carrie — Él acorta la distancia que los separa, y mis esperanzas se van hacia abajo. Alex acomoda un mechón del cabello rubio de Carrie y la decepción cae en mi sistema. Ellos volverán. Listo, hasta aquí mi amistad con él. Ellos volverán a ser novios y yo sólo volveré a verlo cómo mi platónico. Él la perdonará, olvidará todo, y luego, va a ignorarme para restablecer su relación con ella. Todo se siente cómo la gran mierda del mundo.

Una descabellada idea pasa por mi mente, pero la descarto tan pronto como llega, sería muy egoísta de mi parte seguir debatiéndome hacer acto de mi presencia para interrumpirlos.

Mis ideas se cancelan cuando, luego de unos segundos, Alex se aleja de la cercanía de Carrie.

‹‹Porque el final de nuestra historia ya está escrito.

Carrie solloza y observo aturdida a Alex.

—¿Ya no me amas?

—Te sigo amando — La fina hoja del cuchillo se encaja con brusquedad en mi corazón y cierro los ojos por un breve segundo —. No es fácil olvidarte en sólo dos meses..., pero ya no quiero estar contigo. Lo siento.

Él la sigue amando, pero ya no quiere seguir saliendo con ella.

Trago saliva, Carrie le murmura una respuesta en tono bajo a Alex, y prosigue a dejarlo solo, la veo perderse entre la multitud de estudiantes que entran al edificio de la preparatoria.

Alex se pasa las manos por el cabello y lo escucho maldecir.

Salgo de mi estado emocional, y lamo mis labios.

—¿Cómo mierda se olvida a una persona? — Lo oigo preguntarle al aire y salgo de mi escondite.

—No se olvida, se supera, al pasar el tiempo, aprendes a hacerlo.

Alex da un respingo y intento por brindarle una sonrisa, a lo que él responde con una de boca cerrada.

—¿Llevas ahí mucho tiempo? — Me pregunta y niego con la cabeza.

—No, acabo de llegar — Miento —. No te preocupes.

Alex asiente con la cabeza y me acerco a él bajo su pesada mirada.

—Estarás bien — Murmuro, y sin dejarlo a que responda, lo abrazo.

Su cuerpo se pone tenso de inmediato al sentir que lo abrazo, siento todos sus músculos contraerse, sin embargo, se relaja y corresponde a mi abrazo pasando sus brazos alrededor de mi cintura, apoyando su mentón en mi cabeza.

Cierro los ojos, la calidez de su cuerpo me acoge por completo, respiro su perfume y me contengo a suspirar. Nos quedamos así por unos minutos, abrazados, sin importarnos que los demás se nos queden mirando con curiosidad. Al pasar unos segundos Alex se aclara la garganta.

Dejo de olisquear su camiseta y levanto un poco la cabeza, topándome con sus ojos azules, él observa mi cara con determinación.

—¿Cómo te fue en tu materia favorita? — Pregunta burlón y río.

—El profesor nada más se la pasó diciéndome que ya le fuera a entregar los problemas resueltos — Ríe y nos separamos del abrazo —. Me preguntó que si me sentía triste porque tú no estabas.

—¿Le dijiste que si, verdad?

—Obvio — Respondo con ironía, y Alex y yo comenzamos a caminar hacia la entrada de la preparatoria.

—¿Karen ya te habló sobre ir al club Amnesia? — Cuestiona una vez que caminamos a través de los pasillos.

Asiento con la cabeza y me concentro en mis converse. —Si... — Levanto la vista para mirarlo —. ¿Tú irás?

—¿Tú vas a ir?

—¿No vas sino voy yo? — Pregunto con diversión.

—No, no voy — Responde, sorprendiéndome. Las comisuras de mi boca tiemblan, no pensé que lo dijera sin rodeos.

—Entonces vayamos.

Sonríe.

—Yo paso por ti a tu casa, ¿crees que tu papá te deje ir? — Inquiere —. Puedo ir y pedirle permiso para que no haya inconvenientes.

¡Maldita Karen! Tenía toda la razón.

—¿No te da miedo mi papá? — Pregunto, con asombro. A la mayoría de hombres que conozco, les da pavor presentarse y pedir permisos ante los padres, me sorprende que Alex no le importe eso.

—¿Por qué me daría miedo tu papá?

—Ya sabes, no a todos les gusta ir y pedir salidas y... eso... ¿entiendes?

—Ah, pero no, no me da miedo tu papá.

—Creo que si me dejará ir — Le intento guiñar un ojo, mi celular suena con el tono seleccionado para mensajes y lo saco del bolsillo de mi pantalón, es un estúpido mensaje de las diferentes compañías telefónicas. Suelto una risa, imaginaba que era un mensaje más importante, al segundo mi celular es arrebatado de mis manos, por suerte pude bloquearlo antes de que Alex me lo quitara, él mira la pantalla de mi celular con el ceño fruncido.

—¿Con quién hablas tanto? — Pregunta.

«Ponlo celoso y miéntele.»

Listo. La segunda regla. Tratar de ponerlo celoso. Definitivamente tengo que crear tres reglas como Dua Lipa.

—Con Christopher — Respondo maliciosa y levanta las cejas.

—¿Tienes contacto con él?

—Por supuesto — Afirmo —. ¿Ahora ya puedes devolverme mi celular para responderle?

—No — Alex se guarda mi celular en los bolsillos de su pantalón y jadeo.

—¡No se vale, Alex! — Chillo —. Yo no te quito a ti tu celular.

Sonríe y del mismo bolsillo en el que guardó mi celular saca su IPhone y me lo entrega.

Lo tomo entre mis dedos y lo miro atónita.

—Listo. Tú tienes el mío y yo el tuyo.

—¿Para qué me lo entregas? — Cuestiono —. ¿Quieres qué mire las fotos que las chicas te envían sin nada de ropa?

—¡No! — Exclama —. ¿Qué clase de hombre crees que soy, Skylar?
Yo no le pido fotos a las mujeres con las que he salido.

Levanto las cejas.—¿Y qué? Que tú no se las pidas no significa que no puedan enviártelas voluntariamente.

Se ríe. —Claro qué no, nunca he recibido ese tipo de fotos.

Me río divertida y paso las yemas de mis dedos por la pantalla de su celular.

—Júramelo.

—Soy cristiano, no puedo jurar.

Suelto una estruendosa carcajada y al segundo que me escucha reírme también empieza a carcajearse igual, no obstante, la risas no duran mucho, pues pongo mi cara de seriedad.

Me aclaro la garganta. —Debería estar enojada contigo.

—¿Por qué?

—Sabías que Daniel hizo a Karen su novia y no me lo dijiste.

—No era algo que me correspondía decirte — Se excusa —. Aparte pensé que ya lo sabías.

—Pues no, no lo sabía — Llevo una mano a mi pecho para darle más dramatismo —. Me siento traicionada.

—Daniel me pidió opciones para saber de qué manera iba a pedirle a Karen ser su novia — Dice —. Lo tuve que ayudar.

—¿Y cómo se lo pidió? Olvidé pedirle a Karen que me contara.

—Normal — Se encoge de hombros —. Sin ningún rodeo.

Bufo. —Qué original.

—Él no quería mucha cursilería.

Río. —Extraño, porque cuando ambos están borrachos son
bastantes cursis, hasta me dan ganas de vomitar arco iris con abejas al oírlos.

—Envidiosa.

—Cállate.

• • • •

Me entretengo acomodando en una fila lateral todos los pinceles encima de la madera del escritorio así cómo Alex me lo ordenó, y levanto la vista para encontrarlo haciéndole retoques a una diminuta estrella, utilizando el pincel redondo. Tomo entre mis dedos el pincel llamado abanico y camino hasta él para entregárselo.

—Súmergelo en la pintura blanca, Dani... Skylar, por favor — Me quedo estática en mi lugar y por inercia las esquinas de mis labios se estiran hacia arriba. Él estaba por llamarme por mi segundo nombre, cosa que nunca antes había hecho. Hago lo que me dice y me detengo a su lado; estiro mi mano, entregándole el pincel.

—Me ibas a llamar «Danielle», ¿por qué?

—Me gusta tu segundo nombre.

Aplano mis labios para no sonreír, mientras observo su rostro por largos segundos, él está concentrado, siguiendo con la tarea de retocar la estrella.

—¿Qué? — Se gira a verme, con rapidez desvío la vista y rasco mi cabeza, la coleta que hice en mi cabello ya está toda floja.

—Nada, sólo estaba viendo que eres muy feo de la cara.

Suelta una risa ronca, meneando la cabeza, luego, ni siquiera tengo tiempo para reaccionar rápido cuando pasa los pelos del pincel lleno de pintura por mi mejilla.

Echo mi cara hacia atrás, pero ya es demasiado tarde, ha logrado mancharme. Alex se aleja de mi unos pasos, soltando risitas graciosas.

Sin pensarlo una vez más, sumerjo el pincel que está más cercano de mi alcance, creo, que se trata del pincel plano. Alex comienza a alejarse, rodeando todo el salón, para evitar que lo alcance y me vengue.

—Skylar, ya, ya — Pide con voz tierna, hace el amago de correr y me acciono rápido, yendo a pasos veloces a su dirección —. Lo siento.

—No, ahora deja que te manche yo también.

Alex vuelve a echarse a reír con burla, y sin querer, choca contra el respaldo de una silla de madera, descuidándose.

Actúo rápido y corro a él, sin embargo, en el corto proceso, mi converse pisa una hoja de papel periódico y resbalo, suelto un chillido escandaloso y por instinto, y para no caer; me apoyo de Alex, tomándolo por los hombros, él no se a maciza a tiempo y caemos al suelo en un golpe duro.

Me pongo a reír con fuerza, no sé si por la manera estúpida en la que caí, o porque el golpe debió ser demasiado doloroso para Alex, inconscientemente estoy arriba del cuerpo de Alex, coloco el costado de mi rostro en su pecho y sigo riéndome de la situación, los dos estamos vibrando por la risa.

Sus manos viajan a mi cadera y se remueve bajo mi cuerpo.

—¿Cómo qué comes mucho, no, Skylar? — Bromea —. Estás gordita.

Debería sentirme ofendida, no obstante, lo dice para joder, ayer me dijo que estoy más delgada.
Paso la lengua por todos mis dientes, dejando de reír, y para no aplastarlo tanto, poso mis brazos a los lados de su cabeza, visualizo otro pincel a unos centímetros de nosotros tirado en el suelo, estiro mi brazo para tomarlo, inclinádome al chico que tengo bajo mi cuerpo.

Alex se descuida mirando con atención mi cara, entonces, tomando eso a favor, paso el pincel con pintura por su mandíbula, manchándolo. Me echo atrás y él solamente arruga la nariz, pero no se queja o dice nada, en cambio me brinda una sonrisa torcida.

—Ya estoy contenta, ya te manché — Murmuro pícara.

Lo veo ponerse de pie y después me extiende una mano para ayudarme a mi, me pongo de pie con su ayuda y él se pasa las manos por el cabello.

Paso la palma de mi mano por mi mejilla, sintiendo la pintura ahora áspera y seca. La pintura en la mandíbula de Alex también ya se le está secando.

Suspiro silenciosamente y en silencio lo miro hacerle los últimos retoques a las otras estrellas.

Con Alex siempre puedo pasar los mejores momentos más divertidos siempre.

Hago de nuevo la coleta de mi cabello y me cruzo de brazos, recargada en la pared libre.
—¿Cuál es tu tipo de chica? — Me aventuro a preguntar.

Alex hace un sonido gutural con su boca. —No tengo un tipo de chica en especial, uno no siempre suele fijarse en el físico.

Chupo mi labio inferior y trueno mis nudillos, mis dedos están sucios, todos manchados con pintura. Quiero saber, cómo cuáles chicas le gustan a Alex, no todos los hombres tienen los mismos gustos y pensamientos, por ejemplo Daniel; cuando le pregunté cuál es su tipo de chica él me contestó que tiene que ser divertida y con carácter audaz. Y yo, si me preguntan cuál es mi tipo de chico, contestaría que tiene que ser bueno, amable, que piense en alto, que se oponga metas, no soy un tanto superficial, cuando un hombre tiene carisma, se gana el corazón de una mujer con facilidad.

—Pero, ¿qué debe tener una chica para que llame tu atención?

Se queda en silencio, frunciendo el ceño.

—Lo primero que veo en una mujer son sus ojos — Responde, al cabo de unos segundos en los que estuvo pensándolo —. Éstos tienen que trasmitir bondad y nobleza, así como confianza y sinceridad.

Proceso la información y asiento. —¿Cómo quién? A ver, dame un ejemplo — Pido, queriendo averiguar que tan bonitas tienen que ser para gustarle.

Alex suelta una risita entre dientes y me mira de reojo, ya ha terminado de dibujar el perfecto anochecer.

Es fascinante y extraordinario cómo él dibuja, es maravilloso cómo le quedan todos sus dibujos y cómo mezcla los colores.

—¿Sabes? Realmente no conozco a muchas chicas con ese tipo de características, sólo a una, ¿quieres saber quién es? — asiento curiosa —. Bien, mi tipo de chica eres tú.

Mis mejillas se ponen rosadas y sonrío.

—No estés jugando, eres un idiota.

Alex sonríe y se acerca a mí.

—Te pones toda roja cuando te digo cosas así — Desvío la vista, mi corazón redunda su marcha desquiciada —. No estoy jugando,
eres mi tipo de chica y tú, eres la que también me inspira.

—Eres un idiota — Repito, mordiendo mi labio inferior, él sonríe genuinamente.

—Puedo ser tu idiota cada que lo quieras.



Chicas, sé que los nombres pueden estar bastante revueltos y pueden repetirse en QO y piensen que son los mismos personajes, es un grande error mío que voy a cambiar.



Instagram: Iskarhar :)

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