La fuerza del destino (DISPON...

By LovenessButterfly

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William un hombre acostumbrado a tener lo que quiere se encuentra con una mujer que sera la excepción, con un... More

La fuerza del destino )
AVISO
Capitulo 1
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Aviso
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29: La fuerza del destino
Epilogo
Epilogo 2
Agradecimientos
NOTA
Aviso

Capitulo 2

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By LovenessButterfly

Capitulo 2


Pov Ashley

¡Madrugar! ¡Que me parta un rayo! Hoy es Domingo y el jodido viejo ya ésta haciendo ruido.  ¿Es mucho pedir un día en paz? ¡Un solo día!  Juró que me vengaré algún día y entonces me reiré en su cara de espanta pájaros.  

Dos días desde que me despidieron y rápidamente empecé a dar mi currículum por todos lados para ver si tenía suerte consiguiendo un empleo rápido.   Al que no he podido sacar de mis pensamientos es al moreno de mirada penetrante.  Ése morenito grosero que me defendió y que  no pude agradecer como se debe, pero que se puede hacer nada.  


Me di una ducha con agua caliente aunque debería dejar de usarla porque necesitó mas dinero para darme ése lujo.   El puesto de mesera en la cafetería solo me da para pagar la comida de la casa y completaba para los gastos con el puesto en el restaurante que ahora no tengo. 


  -Hola Debbie - dije tan pronto abrí la puerta para irme al supermercado y ella estaba apuntó de tocar mi puerta.  Debbie era mi vecina de al frente y la más chismosa.   Si pasaba cualquier cosa con alguno de los vecinos en menos de media hora todo el edificio se enteraba.  Yo solo le hablaba por cortesía y para no buscarmela de enemiga.   No es que le tuviera miedo, pero es mejor evitar problemas.  


Ella era una mujer de treinta años que usaba unos finos anteojos, tenía el cabello largo  negro algo descuidado que siempre llevaba en una trenza.  Su tez era blanca, ojos asustadisos color gris, labios finos, la forma de su rostro era algo redonda, pero si se arreglara luciria hermosa. 


  -Buenos dias Ashley es que vine para ver si me dejas duchar en tu departamento porque la tubería del mió se averio - dijo con una media sonrisa.  Me dieron ganas de salir corriendo, pero una vez a mí me paso lo mismo y ella me permitió ducharme en el suyo. 


  -claro pasa - la invite a pasar y ella entró escudriñando toda la estancia.

  -Esta muy bonito tú departamento.  Oye Ashley hace dos días te hoy llegar muy temprano cuando deberías estar trabajando, ¿Qué te paso? Sabes que puedes contar conmigo - dijo colocando una mano en mi hombro para que pareciera que le importaba que me sucedió.   Cuando en realidad buscaba su último chisme. 

  -Debbie no tienes que buscar tú jabón, toalla y ropa - respondí tratando de sonar amable, pero con ésta mujer no se puede. 


Ella asintió con fastidio y salió en su búsqueda.   Ahora me iba atrasar el día por culpa de la dichosa tubería de Debbie.  Luego de unos minutos apareció otra vez con sus cosas y le enseñe mi baño.   Solo espero que no usé el calentador porque no soy rica. 


¡Una hora! ¡Lleva una hora completa en el baño!  No se cuántas veces he mirado mi reloj y más cuando me dí cuenta que estaba usando el calentador por el vapor que salía bajo la puerta.  Cuando yo me duche en su casa lo máximo que dure fueron diez minutos aunque me sentí como una cerda. 

  -gracias Ashley no se que hubiera echó sin ti.  No tarde mucho para que así charlemos un rato - dijo saliendo por fin del baño con el cabello mojado.  ¿Qué no se tardó?  ¡Jesús dame paciencia!

  -lo siento Debbie, pero tengo prisa y no habló sobre mi vida personal a menudo - dije levantandome y acercandome a la puerta con rapidez. Ella me siguió con el ceño fruncido y entró a su departamento. 

Eran las nueve y media cuando entre al supermercado y busqué estirar mi dinero a mas no poder.  Cuando al fin pague salí con cuatro bolsas, dos en cada mano y lo peor de todo es que tenía que tomar el tren.


Pov William


Todavía no podía creer como la dueña de ése restaurante la había despedido cuando el atrevido fue aquel patan.   Desde que ella nos dejó el postre la había seguido con la mirada sin que mi madresita se diera cuenta y vi como la tocó, pero me diverti al ver la cachetada que le propinó.   Lo que no me esperaba era que el tipo reaccionaría de ésa manera y no pude contenerme.   Yo no estoy deacuerdo en que agredan a las mujeres aunque así sea una desvergonzada. 

Ahora mismo estoy en mi despacho en la comodidad de mi casa y frente a mí tengo un importante expediente.   Ashley Cortez Andrade ése era su nombre completo.   Había enviado a buscar información sobre ella especialmente donde vivía y descubrí que si tenía estudios. La contrataría como mi asistente y a la que ya tenía la movería a otro departamento.   Tenía un plan trazado con Ashley y mi meta era meterme entre sus largas piernas.   No sería nada difícil teniendola cerca todos los días y quien sabe si término haciéndoselo sobre mi escritorio. 


 Subí a mi habitación y me cambié de ropa.  Me puse unos jeans azul oscuro, una polo negra de manga larga y los zapatos.  Tomé las llaves del auto y bajé las escaleras sin antes mirarme en el enorme espejo de la habitación.   Ahora espero que me miré y sonria como quiero, dije para mi mismo.   No tarde mucho en llegar y para nada me gustaba el barrio donde vivía, nada mas y nada menos que Brooklyn.  No es que me creyera que los que viven aquí no sirven, pero el simple echo de ver las murallas llenas de grafitis me molesta.  

Su edificio no se veía elegante, pero por lo menos no estaba sucio.  Me estacione y salí del auto adquiriendo miradas especialmente de mujeres.  No me detuve a mirarlas siquiera, el premio mayor estaba dentro del edificio así que entre dispuesto a tomar el ascensor, pero para mi sorpresa estaba dañado.  Pues no había más remedio que subir por las escaleras y ella vivía en el piso diez.  Cuando por fin subí todos esos escalones me pare frente a la puerta, pero primero sople a mi mano para ver que mi boca no apestara.  Toque a la puerta y no se escuchaba que alguien pronto abriría.


  -Ashley salió, ¿Quién la busca? - pregunto una mujer de cabello negro trenzado y me miraba de arriba abajo. 

  -¿Sabe cuándo llega? - pregunté evadiendo la suya y ella fruncio sus  labios exageradamente resecos.  ¿Qué no sabe que existe labial?

  -Usted no respondió a mi pregunta para que yo le diga cuando regresa - respondió con una media sonrisa.   Ahora es cuando me acuerdo una de las razones de porque no quiero vivir en departamentos.  ¡Metiche!

  -No tengo que responderle porque usted no es Ashley -  dije serio y ella se metió en su hogar cerrando la puerta de un portazo.  Cuando pienso irme por el amplio pasillo ella que viene con bolsas en ambas manos y por lo que veo está fatigada. 


Ella llevaba un vestido suelto color negro con un pequeño escote dejandome ver su piel que podría adivinar que es exquisita.   Me acerque a ella y en sus extraños ojos azules pude notar la sorpresa.  Le quité las bolsas de las manos y ella abrió los ojos tan grandes que si se pudiera se saldrían. 


  -¿Qué haces tú aquí? - pregunto mirandome directo a los ojos y yo sonrei de medio lado. 

  -Soy William Johnson y te tengo una propuesta de trabajo - respondí sintiendome ansioso porque mi plan funcionará.  Ella fruncio el entrecejo para luego invitarme a pasar.  


Su departamento era pequeño la sala tenía un pequeño mueble color mostaza y otro un poco más grande, pero en las mismas condiciones que el otro.  Su cocina y comedor estaban juntos y tenia una mesa con cuatro sillas de madera.  Las paredes estaban pintadas de blanco y tenía varios cuadros de ella con un hombre mayor y otras más joven.   Simplemente ella era una mujer hermosa y lo podía apreciar en las fotos.  

Ella me quitó las bolsas y las puso sobre la mesa.  Me dio una mirada severa y se acercó a la nevera.  Sacó una botella de jugo de naranja y me la ofreció.


  -pues dime cual es su oferta señor Johnson y aprovecho para decirle que no aceptaré ninguna oferta que tenga que convertirme en una bailarina exótica - dijo sentandose en la silla e invitando a sentarme.

  -  Quiero que seas mi asistente.  Soy dueño de una empresa de importaciones y sé que necesitas el trabajo.  ¿Lo tomas o lo dejas? Mira que no hago ésto a menudo - pregunte tan serio como cuando estaba a punto de cerrar un negocio.    Además ella no tenía otra opción y si se negaba era una completa idiota.

  -Lo tomó - respondió rápido sin pensarlo que hasta me sorprendió. Cuando se escuchó un ruido enorme que consiguió alarmarme y continuó sonando. Ella alzó la vista al techo y apreto la mandíbula.


  -Es el vecino.  Es muy extraña ésta propuesta, pero la aceptó porque necesito el dinero - dijo dandome una mirada inquisidora que no preste importancia porque yo sabré muy bien como mover las cartas. 

  -Mañana a las ocho ni un minuto más.  Gracias por el jugo - dije dándole mi tarjeta con la dirección de la empresa.   Me levanté en dirección a la puerta y al abrirla casi se cae adentro la mujer del cabello trenzado.  

  -Venía por un poco de azúcar Ashley y esté señor casi me mata - dijo arreglandose la camisa y yo pasé de ella.  Azúcar si claro y ¿Dónde estaba el vaso donde iba a echarlo?


Solo unas semanas y ésa rubia será mía.


Pov Ashley

  -¿Qué quería? - pregunto Debbie moviendo sus cejas y caminando hacia mi como si fuera a hablarle algún secreto.  

  -Nada Debbie.  Aquí tienes azúcar - busqué un vaso plástico y le eché azúcar para así despacharla pronto.  

  -¿azúcar? ¿Para qué me das azúcar? - pregunto confundida.  Eso es lo que le pasa por estar escuchando detrás las puertas.

  -eso fue lo que dijiste cuando casi te comes el piso - le recordé con una sonrisa burlona. 

-ohh si claro gracias lo necesitaba desesperadamente, pero ¿Quién era ése hombre? - volvió a preguntar y yo la fui guiando hasta la puerta.

-nadie importante Debbie.  Ahora si me disculpas tengo muchas cosas que hacer - dije dejándolo en el pasillo y ella fue a decir algo más, pero la cerre a tiempo.   ¡Que mujer insoportable! 


¡Tengo trabajo!  Fue raro y sencillo, pero que importa lo importante es que tengo trabajo en lo que estudié.   Ver a ése hombre en el pasillo fue extraño y no voy a negar que se me secó hasta la garganta con tan solo verlo.  Al principio en la cafetería pensé que era un patan, pero cuando me defendió me di cuenta que solo estaba enojado por no obtener su desayuno o tal vez porque está acostumbrado a obtener lo que quiere. ¡Engreido!

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O.o William fue en su busqueda, Que querra? Que tal Debbie? Que tal estuvo el capitulo? No olviden votar y comentar!!!!!

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