Irrumpir en el Ardid (irrumpi...

Bởi migomz

38.7K 1.1K 89

Astrid es una semiangel que siempre se sintió ajena a su naturaleza, su temple será puesto a prueba cuando de... Xem Thêm

Sinopsis
Al final de la cadena alimenticia
Las mejores cosas vienen en paquetes de dos
No siempre lo que ves es lo que realmente hay
El ángel que nació para triunfar
La bienvenida puede ser agridulce
El primer acercamiento, primera victoria
El arriesgarse puede ser una buena tentación
La situación pinta como un rompecabezas
Y los secretos comienzan a revelarse
Las explicaciones sobran en este paquete
Que las apariencias no te engañen cuando a punto de caer estás
El ángel de la guerra
La soledad nunca estuvo mejor acompañada
¿El ángel o el humano?
Todo cae en picado
La furia es especialista en la locura
Los ojos ven, los oídos escuchan pero el corazón no acepta
En la muerte se encontró la libertad
Atentar contra el mundo celestial tiene sus consecuencias
El camino se hace más angosto y el abismo más grande
Y sin poder evitarlo eres tu enemigo
Demasiado tarde, demasiado doloroso y sin control
Epílogo
Aviso: ¡Una pequeña sorpresa!
POV Brashier: El ángel que nació para triunfar
Aviso: ¡Buenas noticias, continuación de la historia!
Nota final de la autora (por favor leer)

No todo tiene que empezar con el pie derecho

1K 44 3
Bởi migomz

La pesadez de mi cuerpo comenzó a aminorar a paso rápido permitiéndome volver a la realidad, intenté abrir los ojos sintiéndoles hinchados ¿Habría llorado? No, no recordaba haberlo hecho y mi sueño no fue desagradable. Moví mis manos con lentitud intentando captar mediante ese sentido dónde me encontraba.

Entonces los recuerdos me llegaron con agresividad haciéndome abrir los ojos de golpe. Miré a mi alrededor con rapidez, era la habitación de Brandon donde estaba y no recordaba si quería estar o no ahí.

—Te desmayaste y yo curé tus heridas —Le escuché decir repentinamente por lo que me sobresalté.

Él estaba sentado a mi lado izquierdo mirándome fijamente sin ninguna expresión en el rostro, respiré intentando controlar a mi tonto corazón que latía desenfrenado. ¿Qué hora era? Esperaba que no muy tarde, Igor podría preocuparse mucho si no me iba inmediatamente.

—Alto, no te vas de aquí hasta que te recuperes —Me advirtió viéndome levantar de la cama.

— ¿Quién te crees? —Dije con voz ronca.

Brandon sonrió con malicia.

—Perfecto ¿Ahora ves lo desagradable que es que alguien te obligue a quedarte quieto? —Preguntó rodeando la cama.

—Necesito ir a casa, papá se preocupará si no llego —Me senté sintiéndome mareada y completamente débil.

Me llevé una mano al rostro sorprendiéndome por sentirlo tan frío ¿Qué me había pasado? Definitivamente no había sido buena idea intentar controlar mi poder sin supervisión de alguien con experiencia en el tema.

Observé como Brandon caminaba hacia mí con un plato de comida que a decir verdad olía realmente bien, mi estómago gruñó con tanta fuerza que lo cubrí evitando que sonara más.

—Calma león te alimentaré —Bromeó sentándose a mi lado—. Aquí tienes —Me tendió el plato.

— ¿Cocinas? —Pregunté perpleja.

Brandon se encogió de hombros como si aquello no fuera tan sorprendente y en cambio fuera algo sin importancia.

—No tengo necesidad de hacerlo pero sí, lo sé hacer —Le sonreí un poco antes de concentrarme en la comida.

Sin vergüenza a que él me viera comer como un auténtico animal devoré todo en tiempo record, mi estómago lo agradeció enormemente.

—Gracias —Dije acariciando mi abdomen, estaba realmente llena.

Él sólo asintió para dejar el plato en la mesa de noche, luego se sentó de nuevo a mi lado y me miró fijamente a los ojos sin hostilidad, más bien con curiosidad. Abracé mi cuerpo como de costumbre cuando sentí como mi corazón se aceleró en respuesta a su mirada fija, miré sus mejillas que tenían cierta tonalidad rosada clara que era bastante atractiva, luego a sus labios que eran rosados un poco más oscuros y se veían bastante suaves.

— ¿Cómo te sientes? —Preguntó haciendo que le mirara a los ojos de nuevo.

—Mareada y débil —Confesé suspirando—. ¿Qué hora es?

Brandon miró por su ventana por unos momentos y luego me miró.

—Está a punto de amanecer

Entonces salté de la cama con fuerza poniéndome de pie con agresividad, mi cabeza entera se agitó y comenzó a gritarme que Igor debía de estar sumamente preocupado por mí ¡Jesús! ¿Qué había hecho?

—Tengo que irme —Dije con voz chillona mirando a mi alrededor sin saber por qué.

—Ya es demasiado tarde como para preocuparte —Dijo levantándose.

Le miré consternada, él tenía razón además de que obviamente no estaba en condiciones de ir a casa a pie, no me quedaba más que resignarme a quedarme en su casa.

— ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? —Pregunté sentándome lentamente en la cama.

—Una hora quizás

Abrí los ojos como platos ¡¿Una hora?! Entonces yo había estado en el bosque… ¡Más de 12 horas! ¡Jesús! Con mucha razón había quedado tan mal.

—No debí hacerlo, que tonta —Me dije enterrando mi rostro en mis manos.

Suspiré profundamente intentando calmar mi rabia, las cosquillas en mi piel aparecieron alertándome que pronto mis alas aparecerían.

— ¿Qué fue? —Preguntó colocando una mano en mi hombro derecho.

—No me toques —Dije aterrada alejándome de él.

No quería herirlo, si explotaba en llamas podía quemarle y realmente no deseaba hacerle daño, no podía controlar mi poder y ciertamente enojarme cerca de él era un riesgo demasiado alto que no correría. Brandon arrugó el ceño completamente molesto por mi actitud.

—No lo digo porque no quiera que me toques —Le aclaré respirando profundamente—, es sólo que mamá decía que cuando yo me molestaba parecía provocar energía y ésta podría herir a los demás —No era la verdad pero tampoco una mentira—, y no quiero dañarte

Entonces algo fluyó entre nosotros, Brandon abrió los ojos sorprendido de escucharme y yo hice lo mismo, no se suponía que le dijera eso pues el mensaje que él pudiera captar sería malinterpretado por algo amoroso y yo estaba con Kenton, sólo estaría con él.

—No creo que tu madre tenga razón —Comentó con una pequeña sonrisa, negué con la cabeza.

—No probaré esa teoría contigo —Me incliné un poco hacia atrás para estar lejos de su alcance (aunque aún estuviéramos a pocos centímetros).

—Soy hombre, puedo resistir cualquier cosa

—No creo que puedas con esto —Le advertí.

Brandon no pareció prestarle atención a lo que yo decía por lo que alargó su mano izquierda lentamente hasta tocar mi mejilla derecha, el toque se sintió tan cálido y conocido que me vi obligada a cerrar los ojos y disfrutar. La rabia desapareció tan rápido como había llegado dejándome un poco más agotada y débil. Abrí los ojos de nuevo y me encontré con que Brandon estaba muy cerca de mi rostro.

— ¿Sigues molesta? —Preguntó con tono suave.

Negué con la cabeza deseando secretamente que volviera a acariciar mi mejilla como lo había hecho. Brandon miró mi mejilla con fijeza y movió un cabello detrás de mi oreja, le miré en todo momento no queriendo pensar en absolutamente nada, necesitaba mi mente en blanco para no crearme ilusiones.

— ¿Lo ves? No estoy gritando —Dijo haciéndome sonreír.

Entonces juro que vi como su piel se hizo más clara e incluso pareció brillar un poco, pero quizás estaba tan cansada y débil que lo imaginé todo pues un segundo luego ya no tenía ese efecto. Alcé mi mano derecha para tocar la suya que aún estaba en mi mejilla, el tacto fue bastante cálido por lo que no quité mi mano.

—Esto no debería pasar —Dije sin poder evitarlo, él asintió.

—Estoy completamente de acuerdo, pero no tiene que empezar con el pie derecho

Reí por lo bajo no creyendo que esto realmente estuviera pasando. Brandon sonrió achicando sus ojos lo que me recordó a Kenton, y así como si me hubiera tirado un balde de agua fría en  la cabeza desperté de la ilusión en la que me había metido “sin querer”.

—No quiero preocupar a…

—No te irás, ya te lo dije —Me cortó arrugando el ceño.

—Se supone que no me quieres aquí ¿Por qué ahora buscas retenerme? —Pregunté sin poder evitarlo.

—Te debo esto, las deudas no son buenas

Suspiré encogiéndome de hombros, su mano ya no estaba en mi mejilla. Le miré con ternura propia de un ángel y me encantó ver como su respiración se aceleró por unos momentos para luego calmarse forzadamente. Entonces hice algo de lo que me arrepentiría profundamente después.

Me tiré contra él y le abracé, también lloré… Extrañaba demasiado a Kenton y Brandon en cierta manera me hizo recordar a él, quería ir a su lado para sentirme bien y poder disfrutar juntos de nuestro periodo de prueba ¡Pero no! Yo estaba allí con el humano que se suponía debía proteger.

Los brazos de Brandon me envolvieron completamente como si quisiera protegerme de lo que fuera que me estuviera pasando. Apoyé mi frente en su cuello y me abracé a él ¡Jesús! Era demasiado irónico, un humano consolando a un ángel ¡Bárbara no lo creería! Pero entonces recordé que nosotras ya no éramos mejores amigas. Solté varios sollozos sacudiendo mi cuerpo entero, mi llanto empeoró al igual que la tristeza.

Dime que todo estará bien por favor —Le susurré antes de hipar.

Él suspiró profundamente, sentí como apoyó su mejilla en mi coronilla.

No necesitas creerlo, sólo dilo por favor… necesito escucharlo —Susurré entre sollozos.

—Todo estará bien —Me consoló acariciando mi espalda.

Cerré mis ojos intentando tranquilizarme pero entonces encontraba otros motivos para llorar, sin darme cuenta me vi rodeada por tantas cosas que me causaban dolor que no sabía si podía volver a sentirme mejor de nuevo, me sentía irremediablemente rota.

—Tranquila —Repetía balanceándonos de adelante hacia atrás.

Hay tantas cosas que me están pasando que… —Enmudecí a causa de un sollozo.

— ¿A causa de qué? —Preguntó con suavidad.

No lo sé, pero no veo salida y todo empeora —Sequé mis lágrimas con el dorso de mi mano izquierda—, mamá hablaba de ángeles guardianes pero no puedo creer que existan si dejan que me sienta de esta manera. Quizás soy demasiado rara como para merecerme que alguien, incluso un ángel, sienta simpatía por mí

De pronto volví a romper en llanto encontrando otros motivos por los cuales llorar que por más tonto que fueran (como no poder controlar mi poder) me causaban mucho dolor.

—Yo creo en ellos, quizás aún no te han asignado uno —Bromeó buscando hacerme sonreír.

Quizás esperan que me vuelva normal, pero he pasado 20 años siendo así por lo que mi futuro es poco prometedor

Sí, estaba mintiendo pero de alguna manera se sentía tan real lo que estaba diciendo que sólo me dejé llevar, era casi como si alguien me dijera lo que debía decir y yo sólo le diera voz a esas palabras.

—Te aseguro que te asignaran uno —Dijo con tono determinado.

Reí entre dientes sintiéndome mejor por aquello, jamás me asignarían un ángel guardián pues yo era uno.

—Si no lo hacen consideraré el hecho de unirme a ti en los suicidios

— ¡No! —Gritó alejándome de él y sosteniendo mi rostro entre sus manos.

Abrí los ojos sorprendida por ese grito, él me miraba con ojos desesperados.

—Ni siquiera pienses en hacerlo —Me reprendió.

Arrugué el ceño en contra de mi voluntad.

— ¿Por qué no? Mi vida ha sido muy mala y tu idea del suicidio suena muy tentadora

Él me miró con expresión horrorizada como si el pensar en mí intentando suicidarme le causara terror.

—Fui un imbécil tratando de hacerlo, tú no tienes por qué ir por ese camino —Sus manos aún sostenían mi rostro.

—Pe-pero…

—Nada de peros, no te suicidarás ni pensarás en eso —Determinó.

—Bien —Dije sin ganas.

Él sonrió satisfecho por mi respuesta. El silencio reinó la habitación de nuevo, ambos nos mirábamos a los ojos fijamente sin pestañar si quiera. El pensamiento que me había acosado desde el día anterior volvió con fuerza gritando que debía sopesarlo pero me volví a negar, no quería pensar en nada.

Miré la boca de Brandon sintiendo un deseo oculto desde el fondo de mi pecho, él sonrió por lo que le miré a los ojos, sus ojos azules grisáceos parecieron brillar mientras me observaba, mi corazón se aceleró y mi cuerpo entero se estremecía.

—Gracias por curarme —Dije intentando añadir algo.

—No hay de qué —Contestó ausentemente mirando a mis ojos.

Sin pensar levanté mis manos hasta llegar a su pecho donde descansé mis manos, pude sentir su latido que era tan rápido como el mío por lo que le sonreí. Brandon bajó su mano izquierda hasta la altura de mi espalda baja.

—Te debo una disculpa

— ¿Por qué? —Pregunté con suavidad sintiendo que el aire me fallaba.

—Por ser tan duro contigo —Dijo con obvia sinceridad.

Y casi pude levantarme de la cama y bailar al ritmo de una melodía imaginaria ¡Brandon se estaba disculpando! Juro que pensaba que eso jamás sucedería y ¡Jesús! Era como si me dijeran que iba a ser un Querubín.

—Disculpa aceptada —Le dije sonriendo.

Brandon me miró con ternura ¡Con ternura! ¿Él podía hacer eso? Tenía que ser ¡Lo estaba haciendo! Mi corazón se aceleró aún más provocándome un poco de dolor. El corazón de él se aceleró al igual que el mío.

Entonces él acercó su rostro al mío a velocidad media y yo cerré los ojos preparándome para lo que fuera a pasar, esta vez nadie llegaría a interrumpirnos, esta vez no le odiaba como para rechazarlo, esta vez era tan completamente diferente que cuando nuestros labios se tocaron pude ver el cielo y sus estrellas detrás de mis párpados.

Mi piel comenzó a erizarse en todos los lugares posibles, también sentí cosquillas que eran diferentes a las que sentía cuando mis alas querían salir. Brandon capturó mi labio inferior entre sus labios provocando que mi corazón se acelerara ¡Jesús! Estaba sufriendo una taquicardia severa. Mis manos volaron a su cuello (evitando su herida) empujándolo hacia mí no queriendo que él se separara.

La mano izquierda de Brandon acarició mi espalda con suavidad enviando cosquillas a través de toda mi columna. Nuestros labios no se movieron más allá de lo que había pasado, sólo era un contacto.

De pronto el rostro de Kenton apareció tras mis párpados haciéndome abrir los ojos de golpe. El humano tenía sus ojos cerrados, paré el beso con suavidad no queriendo alargar más ese momento tan incorrecto. Miré mis manos sintiéndome avergonzada de lo que estaba pasando ¿Cómo pude besar a Brandon estando en periodo de prueba con Kenton? Peor aún ¡¿Cómo pude besar a un humano?!

—Será mejor que me vaya, papá se molestará más si no lo hago

Me atreví a mirarle y lo que vi en sus ojos me asustó, no por que estuviera molesto si no porque había tanta dulzura allí que me hizo sentir terriblemente culpable.

Me levanté de la cama sin querer mirar hacia atrás. El pensamiento que me acosó repetidamente volvió a aparecer y me di mi tiempo para mirarle… Yo estaba sintiendo algo por el humano.

—Te acompañaré —Dijo mientras yo abría la puerta.

Me volteé para mirarle y asentí. Mientras bajábamos las escaleras él agarró mi mano derecha con suavidad, no quise apartarme pues se sentía muy bien y a decir verdad lo deseaba. Cuando llegamos a la puerta y la abrimos el viento nos azotó con fuerza.

En ese momento sentí una voz que me llamaba, no podía escuchar el tono sólo era como una vibración que me hacía desear ir hacia ella.

— ¿A dónde vas? —Preguntó Brandon.

Caí en la cuenta de que estaba a mitad de la calle yendo hacia el bosque.

—Iré a buscar algo, gracias por todo Brandon —Le dije sin mirarlo.

Mis pies avanzaron rápidamente hacia la “melodía” que me pedía que fuera a su encuentro. Sentí la presencia de Brandon en mi espalda pero no le di importancia, mi mente estaba ocupada deleitándose de la “melodía” que parecía besar mi piel. Me adentré en el bosque sabiendo exactamente hacia dónde debía ir.

Jadeé de sorpresa cuando todo se detuvo y me encontré sola en medio de la oscuridad del amanecer, las cosas se veían muy oscuras por lo que no pude saber hacia donde debía ir para salir ¿Qué era lo que me había llamado? Me volteé hacia ninguna dirección en específico esperando salir.

—Detente —Dijo una voz que hizo congelar mis venas.

Me pareció ver una forma humana a pocos metros que me veía fijamente e incluso caminaba hacia mí, me volteé para ver a Kenton quien estaba de pie, sus ojos verdes brillaban feroces, pero eso era sólo lo que veía, su cuerpo estaba oculto en el manto de la oscuridad.

No pude decir nada pues no esperaba verle allí y después de lo que pasó con Brandon sentía que no podía darle la cara.

— ¿Qué…?

—Vine a cumplir con mi deber —Anunció con voz profunda y angelical.

A pesar de no tener sus alas se veía letal en la oscuridad, como un ángel vengador, lo que hizo que mi terror aumentara. Kenton alzó su mano derecha en donde tenía una daga plateada, avanzó varios pasos hacia mí tan lentamente que me hizo pensar en él como un león.

—Es hora de que cobre la falta —Entonces todo cobró sentido.

Kenton me heriría en el mismo lugar donde yo lo había hecho cuando aún era un pseudoángel, él podría matarme si lo hacía, a pesar de que era un ángel aún no era inmortal, tenía que esperar al menos un año para ganarme ese privilegio, él lo sabía  así que ¿Por qué quería hacerlo?

—No por favor —Pedí.

Sentí mis ojos llenarse de lágrimas debido al terror que esto me causaba ¿Por qué Kenton quería cobrar la falta ahora? Él era mi casi Pareja, no debía querer herirme pero por la forma tan letal en la que me miraba no me quedaba otra opción más que sentir temor por mí.

Cuando estuvo a pocos centímetros de mí alzó su daga, intenté moverme pero él siseó.

—Si realizas cualquier movimiento tu penalidad será la muerte —Advirtió con voz letal haciéndome temblar.

— ¿Quién te envió? —Pregunté sintiendo que hablaba con un extraño.

—Maciel —Respondió acariciando las palabras.

Abrí los ojos como platos sin poder creerme que aquello fuera realidad ¿Por qué Maciel le había enviado a herirme?

Kenton acercó la daga a mi pecho lo que me hizo jadear de miedo… De pronto una sombra le golpeó por el costado llevándoselo lejos de mí. Miré perpleja lo que estaba sucediendo, la sombra tomó forma, era Brandon quien le había derrumbado. Kenton se hallaba en el suelo mirándole sorprendido.

—Tienes tres segundos para irte —Le advirtió Brandon caminando de retroceso hacia mí.

Kenton le miró con rabia mientras se levantaba, Brandon me escudó con su propio cuerpo.

— ¡Vete de aquí! —Le gritó Brandon con furia.

Kenton nos miró a ambos con rabia antes de correr hacia los árboles y desaparecer en cuestión de segundos. Tapé mi boca cayendo en un profundo shock ¡Kenton estuvo a punto de asesinarme! ¡Mi Pareja estuvo a punto de asesinarme!

— ¿Estás bien? —Preguntó Brandon volteándose.

Negué con la cabeza aún en shock, sentí como mi cuerpo temblaba aún cosa que Brandon también notó por lo que me abrazó.

 ¿E-escuchaste lo-lo que dijo? —Susurré tartamudeando.

—Sí —Respondió alejándose un poco para ver mis ojos—, pero olvídalo —Pidió—, nada de esto ocurrió realmente

Miré hacia el lugar hacia donde Kenton había corrido, entonces todo cayó sobre mí ¿Cómo podría verle luego de esto? Él iba a asesinarme, lo hubiera hecho si Brandon no hubiera estado cerca para detenerlo ¿Por qué no se negó? Era mi futura Pareja ¡¿Por qué no se negó?!

—Volvamos a la casa —Le escuché decir a Brandon pero yo estaba petrificada en mi lugar.

Él estuvo a punto de asesinarme. El pensamiento no me dejaba en paz, pinchaba mi cabeza repetidamente intentando que no olvidara ese hecho ¿Cómo pudo ser posible eso? ¿Por qué Maciel le había enviado a hacerlo? No quería creer que todo esto fue un plan elaborado o que se hizo con malicia para eliminarme pues ¿Qué peligro representaría yo para un ángel como Maciel? Era demasiado ilógico por lo que deseché el pensamiento.

—Quiero ir con papá por favor —Me escuché decir a lo lejos.

No supe qué respuesta me había dado pues un odioso pitido se apoderó de mis tímpanos. La cabeza me daba vueltas y ciertamente me sentía mareada, necesitaba creer que esto era sólo una pesadilla no importaba si yo realmente no soñaba ¡Necesitaba creerlo!

—Astrid —Escuché llamarme.

Levanté mis ojos, que estaban desorbitados, hacia él, Brandon me miraba con mucha preocupación. La puerta de la casa se abrió y salió un muy enojado y preocupado Igor, sus gritos sonaron distorsionados a mis oídos, la imagen de Brandon e Igor gritándose mutuamente se hizo borrosa. De pronto sentí mucho ardor en mi estómago y a un asqueroso líquido subir por mi garganta.

—Cuidado —Dijo Igor sosteniendo mi cabello mientras vomitaba.

Por un momento sentí que me ahogaba así que ellos me dieron palmadas en la espalda esperando ayudarme, respiré agitadamente cuando pude parar pero un par de segundos luego mi estómago decidió que era mejor sacar todo lo que tenía dentro por lo que seguí vomitando con fuerza.

—Quédate con ella, yo le prepararé algo —Dijo Igor cediéndole el puesto a Brandon.

—Relaja tu garganta, deja que salga —Me aconsejó el humano sosteniendo mi cabello y acariciando mi espalda.

Cuando mi estómago estuvo vacío pude detenerme a respirar con mucha dificultad. Intenté erguirme pero mi cuerpo se tambaleó hacia atrás, un par de manos me sostuvieron manteniéndome de pie.

—Está en shock, será mejor subirla a su habitación

Vi el asentimiento de Igor y luego ya mis pies no me sostenía sino un par de brazos fuertes. Mi energía estaba casi en cero, había recolectado pocas luego de desmayarme y ahora Kenton con su acto me las había robado ¿Sería posible que cayera en coma por ello? Viéndolo desde mi perspectiva no era una oferta grotesca, era mejor que estar consciente y ser testigo de cómo mi vida se derrumba a velocidad vertiginosa.

—Tómate esto —Dijo Igor levantando mi cabeza y apoyando algo en mis labios.

Comencé a beber apuradamente por lo que me ahogué.

—No, tómatelo con calma

Lo intenté de nuevo siguiendo su consejo, sabía a manzanilla con un toque bastante dulce por lo que no me fue desagradable. Igor me acostó de nuevo en la cama con delicadeza.

Gracias por traerme Brandon —Le susurré luchando por no caer en la inconsciencia—, y por salvarme

Él sonrió y se arrodilló a mi lado. Mis palabras me golpearon con fuerza, ahora Kenton era el peligro ¿Cómo pudimos llegar hasta ese punto? 

—No tienes nada que agradecerme —Sentí como besó mi frente—. Ahora descansa

Asentí suavemente cerrando los ojos, aún sentía mucho dolor emocional cuando escuché como Brandon salía, su esencia (que ya no era desagradable, se había convertido en algo dulce, muy dulce) ya no se sentía cerca y sólo pude capturar la de Igor.

— ¿Qué fue lo que pasó? —Preguntó con voz impregnada en preocupación.

Abrí los ojos con esfuerzo y le vi arrodillado a mi lado.

—Intenté controlar mi poder sola —El aire me falló por lo que me detuve unos segundos—, eso me llevó toda la noche hasta hace un par de horas, las llamas rasguñaron mi piel y quede con muy poca energía

—No puedes forzarte tanto, un ángel novato sólo puede hacerlo por una hora —Me reprendió.

—No lo sabía —Intenté sonreír—. Brandon me encontró cuando venía hacia aquí y me auxilió en su casa. Desperté hace una hora y luego cuando me dispuse a venir sentí el canto de algo —Igor arrugó el ceño lo que me dijo que sabía a lo que me refería—, me guió hasta el bosque, allí estaba Kenton y…

Exploté en llanto de nuevo con sollozos fuertes, Igor acarició mis brazos y envió una oleada de tranquilidad a través de todo mi cuerpo.

— ¿Qué pasó con Kenton? —Preguntó con compasión.

—Quería herirme papá, Maciel le envió a herirme —Sollocé de nuevo—. Estuvo a punto de asesinarme, él iba a hacerlo, lo vi en sus ojos

—Los ángeles novatos tienen prohibido asesinar —Me contradijo Igor.

—Aquí —Señalé el lugar donde me herí—, debajo está mi corazón, sólo se necesitan cuatro centímetros para asesinarme

Igor amplió los ojos sorprendido dándose cuenta de que mis palabras eran ciertas.

—Él iba a asesinarme y no se negó —Hipé—. Si Brandon no me hubiera seguido no podría estar aquí

Entonces Igor me abrazó con fuerza y cariño.

—No dejaré que él se acerque a ti de nuevo, nadie te hará daño pequeña —Prometió mirándome a los ojos—. ¿De acuerdo?

Asentí intentando calmarme. Igor se levantó del suelo y corrió fuera de la habitación, esperé paciente luchando con la pesadez de mi cuerpo hasta que regresó, en su mano derecha tenía una daga parecida a la que Kenton tenía.

— ¿Para qué es? —Pregunté asustada.

—Si él llega a acercarse a ti para herirte tendrá que pagar las consecuencias —Su tono de voz era tan sombrío que no quise reprocharle nada.

Él se quedó conmigo hasta que decidí rendirme a la inconsciencia.

El mismo sueño de siempre regresó haciéndome sentir mejor, como si mis heridas (no físicas) estuviesen siendo curadas. Los humanos me elogiaban por lo linda que vestía o por lo lindo que bailaba lo cual elevaba mi autoestima.

El sonido de un grito me despertó de mi increíble sueño. Unas magníficas alas grises tapaban mi vista de la escena que no debía ser nada buena pues ¿Por qué Igor necesitaba sus alas?

—Necesito hablar con ella —Exigió Kenton con voz furiosa.

—No te acercarás a Astrid ¡Ahora vete! —Le gritó Igor con un tono de voz tan letal que me aterrorizó por completo.

—Hazte a un lado ángel —Le ordenó Kenton con voz autoritaria—, estás en medio de una situación que no te compete

—Escucha Kentos, soy un ángel con un rango mayor al tuyo, yo puedo asesinarte si representas una amenaza y debo decir que no estás en una buena posición en este momento —Le advirtió caminando hacia él.

—Maciel te castigaría por ello

—Pude venir ahora mismo y le diría lo mismo que a ti, yo no estoy bajo su jurisdicción por lo cual no puede tocar ni un solo cabello de mi cabeza, hace años deserté de estar bajo su cargo  y eso me limpia de cualquier derecho o castigo que él pudiera ejercer sobre mí

¿Eso era verdad? Debía serlo pues Kenton no dijo nada más.

—Antes de exigirle algo a un ángel de mayor rango que tú deberías aprender más sobre los de nuestra clase ¡Ahora vete de mi casa y no vuelvas! —Sus alas se alzaron amenazadoramente hacia Kenton.

Solté un jadeo de terror no queriendo que ambos se pelearan por lo que había pasado, no podía ser imparcial en aquella situación y aunque Kenton había hecho algo que me había herido tan profundamente que aún no podía ver por completo las consecuencias yo le quería, realmente le quería.

La habitación reinó en silencio por unos segundos antes de escuchar el revoloteo de un par de alas lo suficientemente cerca de mí como para hacerme abrir los ojos (sí, apenas caía en la cuenta de que los había cerrado). Igor estaba arrodillado a mi lado, sus ojos azules detallaban mi cara con ansiedad.

— ¿Necesitas algo? —Preguntó tocando mis brazos expandiendo una ola de tranquilidad por todo mi cuerpo.

—Necesito que todo esto pare —Le pedí sintiendo a mis ojos humedecerse.

Él miró hacia Kenton con cierto matiz molesto pero terminó cediendo y concediéndole un lugar a mi lado. Kenton se deshizo de sus alas rápidamente y se acostó a mi lado abrazando mi cuerpo, la tranquilidad fluyó en grandes cantidades haciéndome caer de nuevo en la inconsciencia.

Esta vez no tuve sueños, pero no era una cosa rara que mereciera mi atención. La nada era algo tan vacío y frío que deseé por primera vez poder soñar como lo hacían los humanos, quizás poder idear mi propio mundo durante la única hora del día donde no tenía que preocuparme por nada, sólo por mi descanso.

Entonces unos cálidos ojos azules grisáceos me vieron desde el fondo de la nada, tenían un brillo particular que me recordaban a Brandon luego de que me besó aquella misma mañana. Mis labios se sintieron tibios y así como si miles de hormigas caminaran a través de ellos mi piel se sintió.

Las tentaciones son

para aquello corazones impuros

que se niegan a

caminar por el lado

de la luz.

Aquellas palabras provocaron una seria ansiedad en mí ¿Corazones impuros? No era un ángel perfecto pero tampoco estaba corrompida por la maldad, de eso podía estar completamente segura. Estas palabras sin voz revolotearon en mi cabeza por tanto tiempo que aun cuando mis ojos se abrieron las sentí en cada parte de mi mente.

                                                                          ***

¡Espero les esté gustando la historia! 

Đọc tiếp

Bạn Cũng Sẽ Thích

1.9M 133K 90
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
19.8M 1.3M 122
Trilogía Bestia. {01} Fantasía y Romance. El amor lo ayudará a descubrir quién es en realidad y su pasado hará reales sus peores miedos. ¿Podrá ell...
104K 13.4K 163
Entra para obtener más información de la historia 💗