Que las apariencias no te engañen cuando a punto de caer estás

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Mi corazón desaceleró sus latidos haciendo que mi pecho doliera, si fuera un humano estaría gritando en pánico que estaba sufriendo de un paro cardíaco pero en un ángel (aunque no fuera inmortal) no era posible. Mis manos disminuyeron su temperatura volviéndose dos bloques de hielo a cada lado de mi cuerpo.

Los ojos de Brandon escrutaban mis alas con cierto deje de sorpresa, quería ocultarlas de su vista para luego insistir en el hecho de que había sido producto de su imaginación. Me había expuesto ante un humano y eso era una cara infracción en el mundo celestial, casi podía escuchar los gritos del Alto Consejo de mi comunidad.

—Eres un…

—No lo digas —Le interrumpí dando un paso hacia él moviendo mis manos frenéticamente.

— ¿Por qué? —Preguntó como si estuviera congelado en su lugar.

—Seré castigada gravemente si esa palabra sale de tu boca —Dije con dificultad.

El Alto Consejo no se enteraría de este incidente a menos que mi humano dijera la palabra “ángel”, era como si ellos monitorearan a todos los protegidos de los guardianes esperando escuchar esa palabra para arremeter contra el impertinente ángel que no fue lo suficientemente cuidadoso como para evitar que alguien le viera.

Brandon dio dos pasos en mi dirección y yo me sentí desnuda, completamente desnuda. Ahora él sabía lo que yo era ¿Cómo pude ser tan descuidada? ¿Por qué no seguimos internándonos en el bosque? Esto sólo significaba que yo tenía que irme lejos, muy lejos de él a un lugar donde no pudiera encontrarme convirtiéndome en sólo un recuerdo o en el mejor de los casos una pesadilla.

Miré a Igor que me miraba fijamente sin ninguna expresión en su rostro, la situación ameritaba que estuviera alarmado y no tan calmado como ahora, él tenía que temer por su hija e incluso por sí mismo pues él también se había expuesto ante Brandon.

Mis alas se movieron inquietas en mi espalda por lo que intenté calmarme, necesitaba desaparecer. Un fuerte puño me golpeó en el rostro al saber que también debía alejarme de Igor, yo tenía que desaparecer sola, debía mantenerme fuera de la vista de todos para evitar que el castigo se dictaminara.

Sentí mis ojos humedecerse con rapidez mientras sentía como todo se desmoronaba de nuevo, mientras caía en la cuenta de que tendría que irme lejos de mi padre. Le miré formando una disculpa con mis ojos, yo tenía que irme lo más pronto posible, el seguir allí sólo empeoraba las cosas.

Lo siento mucho papá —Le susurré con pesar.

Él iba a decir algo pero el cosquilleo invadió mi cuerpo rápidamente, las llamas rodearon mi cuerpo sin que yo pidiera que aquello ocurriera, miré asombrada lo que estaba pasando.

Las llamas se alzaron imponentes en el aire y en cuestión de segundos se inclinaron amenazadoramente en dirección a Brandon, el terror invadió mi cuerpo al ser consciente que podría calcinarle allí mismo ¡Estaba a punto de asesinar a mi humano! No pude reaccionar con rapidez, sólo puede ver los brazos de las llamas descendiendo a velocidad récord sobre Brandon. Cerré los ojos esperando sentir el dolor de mi pérdida.

Detrás de mis párpados pude ver el rostro de Brandon aquella mañana mientras me sonreía, me permití sentir de nuevo las sensaciones que habían invadido mi cuerpo sin pedir permiso alguno, me permití enamorarme de él. Escuché a las llamas golpear con fuerza algo que parecía sólido, no quise pensar que era el cuerpo de Brandon, no podía aceptar que yo me hubiera convertido en su asesino ¡Simplemente no podía aceptarlo!

Cuando las llamas remitieron yo me permití llorar sintiéndome completamente destrozada por dentro, sintiendo en mi pecho un hueco tan profundo que podía imaginarme siendo tragada por él. Mi cuerpo se derrumbó en el suelo dejándome de rodillas.

Irrumpir en el Ardid (irrumpir en el Ardid #1) [En proceso de Edición]Where stories live. Discover now