Revenge © |B#3|

By den_og07

88.3K 7.6K 1.1K

Revenge © |Book #3| «La venganza no es una opción, ¿o si?» Cassandra no es la misma después de lo del baile... More

Prólogo...
Capítulo #1
Capítulo #2
Capítulo #3
Capítulo #4
Capítulo #5
Capítulo #6
Capítulo #7
Capítulo #8
Capítulo #9
Capítulo #10
Capítulo especial.
Capítulo #11
Capítulo #12
Capítulo #13
Capítulo #14
Capítulo #15
Capítulo #16
Capítulo #17
Capítulo #18
Capítulo #19
Capitulo #20
2016
Capítulo #21
Capítulo #22
Capítulo #23
Capítulo #24
Página
Capítulo #25
Capítulo #26
Capítulo #27
Maratón 1/3
Maratón 2/3
Maratón 3/3
Capítulo #31
Capítulo #32
Capítulo #33
Capítulo #34
Capítulo #35
| Fragmentos del Diario de Celestia. |
Capítulo #36
Capítulo #37
Capítulo #38
Capítulo #39
Capítulo #40
Capítulo #41
Capítulo #42
Capítulo #43
Capítulo #44
Capítulo #45
Capítulo #46
Capítulo #47
Capítulo #48
Capítulo #49
Capítulo #50
Capítulo #51
Capítulo #52
Capítulo #53
Capítulo #54
Capítulo #55
Capítulo #57
Capítulo #58
Capítulo #59
Capítulo #60
Epílogo.
Final Alternativo
:)

Capítulo #56

535 73 7
By den_og07

CASSANDRA.

Traté de deshacerme de la cuerda que amarraba ambas muñecas a la silla en la que me habían puesto desde hacia una hora, pero, como las otras 10 veces, no conseguí nada más que lastimarme más las manos.

No entendía que estaba pasando; los nuevos chicos de Nelson llegaron a mi habitación y sólo me cargaron como un saco de papas fuera de ella. Les exigí una explicación, sin embargo, nadie me prestó atención. Al llegar a la oscura habitación pedí ver a Nelson, pero de nuevo ninguno me hizo caso o mostró señales de querer darme alguna explicación.

—¿Hay alguien ahí? —mi voz hizo eco entre las cuatro paredes. —¿Hola?

En ese momento una luz incandescente iluminó la habitación dejándome ver una ventana en frente de mi. Del otro lado del cristal había un cuerpo humano mirándome fijamente; debido a la mala iluminación del otro lado no podía ver su rostro con claridad.

No lo iba a negar, esta situación me estaba poniendo los pelos de punta.

—¿Nelson? —cuestioné, tratando de que el miedo no pintara mi voz. —¿Eres tu?

La figura de quedó inmóvil, si no fuera por la manera en el su pecho bajaba y subía diría que era una estatua de mal gusto.

—Nelson, si eres tú te tipo que me sueltes y expliques que carajos está ocurriendo. —pedí un poco más segura. —Por favor.

—Me temo que será imposible. —respondió una aguda voz.

Podía reconocerla a kilómetros. Su voz era casi inconfundible para mi.

—¿Nicole? —una luz de encendió del otro lado del cristal. La castaña estaba vestida de negro y sin maquillar, lo que le daba un aspecto desaliñado y ciertamente terrorífico. —¿Qué está pasando? ¿Por qué me tienes aquí como intento de rehén?

—Por la única razón que he estado haciendo todo esto. —su voz sonó con cierto eco en la habitación. —Venganza.

—Espera... —entrecerré los ojos, como si eso fuera darme cierta iluminación mental para entender lo que estaba ocurriendo. —¿Venganza?

—Sí, Cassandra. —rodó los ojos. —Venganza por la muerte de mi padre.

La miré confundida, no estaba comprendiendo lo que estaba pasando; Nelson y Nicole no eran quien decían ser porque...

Mis ojos se abrieron como platos. —Ustedes nunca cambiaron de cuerpo.

Soltó una risa que llenó las cuatro paredes en dónde me encontraba.

—Claro que no, tonta. Eres más inocente de lo que creía. —sonrío con arrogancia. —Y pensar que la gran heredera y niña de la profecía tendría tanta sabiduría. Supongo que se equivocaron.

Todo tomó sentido en ese momento.

Nelson nunca había cambiado de cuerpo, Nicole nunca había tenido intenciones de ser amable conmigo, Demian me había engañado con el plan inicial.

Un dolor insoportable se hizo lugar en mi pecho y sentí como mi sangre empezaba a hervir de ira.

Demian me había traicionado.

—Aún no entiendo que tengo que ver yo en tu Venganza. —comenté con voz fría. —Yo no maté a tu padre.

—No, claro que no. —su sonrisa se tornó fría, cruel y calculadora. —Fueron las dos personas que se hacen llamar nuestros abuelos.

—¿Qué? —levante la mirada hacia su dirección. —Ellos no...

—Oh claro que lo hicieron. —interrumpió. —No son tan buenas personas como dicen ser, Cassandra. Son malvadas, egoístas, superficiales... unos asesinos.

—¡Claro que no! —exclamé con ira.

—Estás tan cegada por su amor que no ves lo que en realidad son. —continuó. —¿Quienes fueron los que separaron a tus padres porque no era lo correcto y buena imagen? Ellos. ¿Por quienes tuvo que huir tu madre? Ellos. ¿Por qué nunca tuviste una familia? Por ellos.

Tragué duro. —Para, Nicole.

—Entiende, Cassandra. —se acercó al micrófono. —Son malas personas. No deben vivir como lo hacen. Deben sufrir.

—No, claro que no. —traté de acercarme  cristal pero fue inútil. —Están arrepentidos, ya no son los mismos.

—La gente nunca cambia, prima. —susurró con frialdad. —Nunca. —se separó un poco del micrófono y continuó hablando. —Por lo que tienes dos opciones; me ayudas a vengarme de los abuelos por voluntad y al final, cuando mi Venganza está hecha, te dejo libre, viva y no seré mala contigo nunca más. O, te rehusas ayudarme y... bueno, creo que sabes que sigue de eso.

—Estas demente si piensas que voy a ayudarte por voluntad. —respondí. —Primero muerta a ser tu cómplice en esta locura.

—Respuesta incorrecta. —se encogió de hombros. —En serio creí que podríamos ser primas de verdad esta vez. Lo siento mucho, Cassandra.

La luz de mi lado del cristal se apagó de golpe, haciendo que mis nervios se dispararan. La habitación quedó en completo silencio, lo único que parecía darle vida era la imagen de Nicole apretando botones del lado de su cristal.

—¿Nicole? —continuó trabajando. —¡Nicole! ¿Qué estás haciendo?

Al terminar, levantó su mirada y me observo con detenimiento. Una sonrisa malévola apareció en su rostro antes de presionar un botón azul en el teclado.

—¿Nicole?

En cuestión de segundos la silla empezó a calentarse de poco en poco y cuando menos lo esperé ésta envió una fuerte descarga a todo mi cuerpo. No pude evitar lanzar un grito de completo dolor. Cuando acabó mi cuerpo estaba más débil de lo que alguna vez sentí y podía escuchar palpitar mi corazón con fuerza como si en realidad lo tuviera en mis oídos.

Traté de calmar mi pulso, sin embargo, una descarga golpeó mi cuerpo por segunda ocasión, esta vez más fuerte que la anterior. Una lágrima bajo por mi mejilla al mismo tiempo que un grito de agonía salía de mi garganta con demasiada fuerza.

Podía sentir como la fuerza y la esperanza abandonaban mi cuerpo poco a poco.


(...)


Dolor. Era lo único que podría sentir en este momento.

No tenía noción del tiempo; calculaba que habían transcurrido aproximadamente unos 30 minutos desde la última descarga que había sido enviada a mi cuerpo durante la pasadas dos horas. No sabía si era de noche o de día, la habitación no tenía ninguna ventana al exterior y en cierto modo tampoco quería saberlo.

Ya no quedaban lágrimas que secar, ya no había a que aferrarme, ya no había esperanza alguna. Estaba atrapada, destruida y decepcionada.

Ni siquiera tenía ganas discutir con el guardia de negro que había entrado a la habitación.

—Si vienes a terminar el trabajo de Nicole, hazlo de una vez. —comenté sin levantar la mirada. —Termina con el desastre que es mi vida.

—No haré eso. —respondió con voz gruesa y fría. —No estoy contento con lo que hiciste pero no te mataré, tontita.

Levanté la mirada, confundida por sus palabras. —¿Qué?

El chico se quitó en gorro, dejando ver su cabello castaño casi rubio y su rostro.

—¿Luther? ¿Qué haces aquí? —murmuré sin creerlo.

—Vine a salvarte, ¿que no es obvio? —respondió. —Ahora déjame soltarte, no tenemos mucho tiempo.

—Creí que estabas en recuperación. —susurré sorprendida. —Creí que...

—¿Moriría? Si, bueno, todos pensaron eso. —comentó mientras soltaba mis manos. —Pero los doctores del palacio hicieron un gran trabajo. Me salvaron... mas o menos.

—¿A qué te refieres? —pregunté confundida.

—Perdí mucha sangre, Cass. —respondió en tono bajo. Prosiguió con las cuerdas de los pies. —Llegó un momento en el que los cuidados de Jill ya no funcionaban. —suspiró. —Ya no tenía la sangre elemental suficiente para que me curaran.

Abrí mis ojos con sorpresa. —¿Éstas diciendo que...?

—Tuvieron que hacerme una transfusión especial para poder salvarme. —se levantó y me miró con vacilación. —Tuvieron que decidir entre mis poderes o mi vida.

—Luther, lo siento mucho. —me levanté. —Esto es mi culpa, yo...

Se escuchó el estruendo de una puerta cerrarse. Luther me miró con preocupación.

—Debemos darnos prisa. —sacó una daga de su ropa y me la entregó. —Toma, debes tener algo para defenderte.

—Luther...

—Debes irte. Te encontrarán. —murmuró con rapidez. —Antes de que te vayas, dame un golpe.

—¿Qué? No pienso hacer eso. —hablé con horror.

—Debe parecer que tuvimos una pelea, Cass. —explicó con rapidez. —Hazlo, ahora.

Tragué duro. —Está bien.

—Uno...

—Dos...

—Tres...

Continue Reading

You'll Also Like

579K 100K 79
«Dos almas condenadas, a no amar ni ser, deben conocerse para romper su maldición». Desde niña Sybilla ha sabido de la existencia de los dioses grie...
389K 47.3K 109
PRIMER LIBRO DE LA SAGA: HUMOR CON LOS CLAYTON. Cuando tu mamá tiene Facebook, y un chico "Desconocido", decide hacerle unas pequeñas bromas... Brad...
3.3K 341 7
Actualización los lunes. «We're all dead in Devil Town. That's fine, 'cause nothing is gonna scare us now» --- QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDA EL PLAGIO O...
8.6M 525K 47
Dos semanas en tu casa sin ir a la escuela y sin obligaciones es el sueño de cualquier adolescente. Ahora imaginaros que debéis pasar esas dos semana...