✔ 𝐿𝑎 𝐻𝑖𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝐶𝑎𝑝𝑒...

By Createdbyeibi

192K 15.7K 1.4K

Encuentra tu destino en el corazón de un hombre lobo... Lana Paterson vuelve a su pueblo natal, Fallstreet, c... More

𝐿𝑎 ℎ𝑖𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝐶𝑎𝑝𝑒𝑟𝑢𝑐𝑖𝑡𝑎 𝑅𝑜𝑗𝑎
𝑑𝑒𝑑𝑖𝑐𝑎𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎
« ʙɪᴇɴᴠᴇɴɪᴅᴀ »
✔️ ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs
-El principio-
1: 𝑒𝑙 𝑝𝑢𝑒𝑏𝑙𝑜 𝑑𝑒 𝐹𝑎𝑙𝑙𝑆𝑡𝑟𝑒𝑒𝑡
2: 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑊𝑜𝑜𝑑
3: 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑠𝑎𝑏𝑒 𝑑𝑒 𝑡𝑖
4: ℎ𝑎𝑏𝑖𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑧...
5: 𝑙𝑎 𝑛𝑜𝑐ℎ𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑡𝑜𝑠
6: 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑟𝑐𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑎𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎 𝑎 𝑡𝑖
7: 𝑚𝑎𝑠 𝑎𝑙𝑙𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜
8: 𝑗𝑢𝑔𝑢𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑠𝑒𝑟 𝑑𝑒𝑡𝑒𝑐𝑡𝑖𝑣𝑒𝑠
9: 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑑𝑒 𝐶𝑎𝑧𝑎
10: 𝑙𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑎𝑡𝑎 𝑎𝑙 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜
12: 𝑒𝑙 𝐶𝑎𝑧𝑎𝑑𝑜𝑟...𝑐𝑎𝑧𝑎𝑑𝑜
13: 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑊𝑜𝑜𝑑
14: 𝑙𝑎 𝑙𝑢𝑛𝑎 𝑑𝑒𝑙 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑏𝑜
15: 𝑒𝑙 𝑣𝑎𝑙𝑙𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑎𝑑𝑜
16: 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑖𝑛𝑣𝑖𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒
17: 𝑙𝑎 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑝𝑎 𝑅𝑜𝑗𝑎
18: 𝑒𝑙 𝐶𝑜𝑛𝑐𝑒𝑗𝑜 𝑑𝑒 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒𝑠 𝑙𝑜𝑏𝑜
19: 𝑒𝑛 𝑏𝑢𝑠𝑐𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑
20: 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎𝑠 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒𝑛 𝑝𝑎𝑡𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑟𝑡𝑎𝑠
21: 𝑙𝑎𝑠 𝑎𝑝𝑎𝑟𝑖𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛̃𝑎𝑛
22: ℎ𝑢𝑖𝑟 𝑒𝑠 𝑙𝑎 𝑢𝑛𝑖𝑐𝑎 𝑜𝑝𝑐𝑖𝑜𝑛
23: 𝑉𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑𝑒𝑠 𝑜𝑐𝑢𝑙𝑡𝑎𝑠
24: 𝐷𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜
25: 𝑢𝑛 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑜 𝑒𝑛𝑒𝑚𝑖𝑔𝑜
LA HIJA DE CAPERUCITA 2

11: 𝑙𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑧𝑎𝑑𝑜𝑟 𝑦 𝑒𝑙 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑏𝑜

5.1K 486 38
By Createdbyeibi

Capítulo 11
-La historia del Cazador y el hombre lobo-
🐺

Cuando la puerta de la cabaña se abre para mí, me quedo unos segundos parada delante de ella, pensando en lo que sucederá si la atravieso. Una parte de mí está contenta porque sabré la verdad. Pero por el otro lado...pienso en mi tía. Si ella sabía sobre todo esto y me protegía, tal vez hay algo que no quiera que yo sepa por esa misma razón: es peligroso. Y sí, lo es. Acabó en el hospital. Por mi culpa. Y en vez de estar a su lado ahora, estoy aquí...eligiendo a mis padres.

—¿Sucede algo? —susurra Demian en mi oído por detrás de mí. Me toma de la espalda baja y siento una corriente atravesar mi cuerpo.

—Solo...

Pero esa es la cuestión. Me protegió y a la vez me ocultó la verdad. Me abandonó con desconocidos. Siempre me mintió. Ahora que estoy aquí, a un paso del futuro, no me daré por vencida. Así que avanzo uno, dos y tres pasos e inmediatamente estoy dentro.

No es muy grande, la cocina, el comedor y el cuarto de estar están conectados. Solo hay una columna entre el comedor y el cuarto de estar, al lado del gran sillón marrón. Todo parece tan...acogedor y familiar...hay muchas estatuas y figurines tallados en madera con formas extrañas: desde perros hasta grandes...hadas con alas. Hay también cuadros y fotos repartidas por las estanterías de las bibliotecas y los muebles. Un hogar por encima del pequeño televisor, apenas prendido y con leña. Pareciera que la naturaleza se hizo parte de la casa.

Se escuchan los gritos de diversión de Max y Laila que corren por las escaleras, los pasos que da Amber desde una punta a la otra. Todo es tan...diferente y salvaje que me gusta. Me acerco al estante en donde descansan un par de fotos. Los hermanos Wood en una, de pequeños. Carter no sonríe y Demian está cruzado de brazos. En medio de ambos está su tío Robert, quien sonríe y trata de abrazarlos. Me da curiosidad saber qué ocurrió ese día.

—Fue después de la muerte de mis padres—responde Demian, como si supiera en lo que estaba pensando—Carter quería visitar su tumba, pero Robert no lo dejaba. Decía que su espíritu debía descansar y renacer en una semana. Había que darle tiempo y dejarlo solo. Sino...no podría unirse al bosque.

—¿Tus padres...?

—Murieron.

—¿Cómo?

Me volteo hacia él. Está apoyado contra el respaldo de una silla, con los brazos sobre la mesada, frente a mí. Su mirada viaja a otra dirección.

—Ellos...

Se escucha a alguien bajar por las escaleras. Frente a nosotros está Robert. Lleva una camisa gris a cuadros, unas babuchas negras y borcegos. El cabello tan negro como el de sus sobrinos. Al vernos a ambos aquí, nosotros nos quedamos en silencio.

Demian es el primero en hablar:

—Sé que debí preguntarte antes, pero su tía...

—Está bien—lo interrumpe Robert y la sorpresa de su sobrino se ve reflejada en su rostro. Robert se aproxima más a nosotros. Le toma el hombro a Demian y lanza una pequeña sonrisa—Hiciste bien, Demian.

—Es lo que tenía que hacer. Alguien quiere cazarla. Hellen pagó por eso.

Robert me mira ahora, levanta una ceja preocupado.

—Siento mucho lo de Hellen—me habla—La conozco de casi toda la vida. Ella...no merecía eso—¿de toda la vida? Espera, ¿qué...? —Mi sobrino hizo bien en traerte aquí. Iba a ofrecérselo de todos modos.

—¿Por qué? —pregunto yo—¿Por qué hacer esto por una desconocida?

Demian suelta una pequeña sonrisa de medio lado.

—No eres una desconocida—dice luego—Llevamos años esperando este momento. Esperándote.

—¿Qué...?

—Ahora estás a salvo, Lana—prosigue Robert—Ya no tienes que huir de nada.

—Alguien quiere matarme. ¿Cómo sé que no son ustedes? —ante el silencio, prosigo: —¿Qué hay de...de la otra noche? Vi a Demian cubierto de...

—Es difícil de explicar, pero lo haremos. Demian te lo contará todo. Te dirá lo que quieras saber.

—Todo. Quiero saberlo todo.

Robert se acerca a mí. Me toma de los hombros y pronuncia:

—Tienes que saber que nosotros no somos el enemigo. Llevamos años esperando por ti. Todos lo hicimos. Ahora que te tenemos...debemos cuidarte. Deja que te cuidemos. Para eso estamos—no sé qué responder a eso. Robert se aleja de mí y va hacia la cocina—Iré al pueblo por municiones, Demian. Cuando vuelva tu hermano y Amber, diles que no salgan de la cabaña. Los Cazadores llegaron a la zona.

Cuando Robert se retira y escuchamos la camioneta irse, Demian se acerca a mí. Me toma de ambas manos y pide que lo siga por las escaleras. Llegamos a un amplio pasillo en donde hay varias puertas. Nos metemos en la anteúltima de la izquierda. Es una habitación. Una cama de dos plazas deshechas, libros, cd y ropa tirada por cualquier lado. Demian comienza a juntarla. Un placar abierto de par en par dejando a la vista las prendas de vestir. Una ventana cerrada, sin cortinas. Un pequeño escritorio a un lado lleno de cuadernos, lápices y demás cosas. Me atrevo a abrir uno. Hay dibujos del bosque, grandes casas y muchos animales. Sobre todo, lobos. En el último dibujo del cuaderno, aparezco yo.

—Siento mucho el desorden—se excusa él dejando toda la ropa encima de la silla. Se aproxima a mí y mira lo que tengo en las manos—Oh...lo encontraste.

—Vi más en tu casa. En el pueblo.

—Hablando de eso...siento mucho lo que sucedió. Carter me dijo lo que pasó. Casi te...te mato.

—¿Qué te ocurrió? —pregunto. Dejo el cuaderno de dibujo y tomo lugar en la cama—Sino fuera por tu hermano...

Demian se sienta a mi lado. Permanece allí unos minutos, hasta que alza la vista a mí.

—Cuando vinieron los Cazadores a la feria...tiraron un veneno. Luparia, Matalobos, Haba de Lobo, Rapé del Diablo, Anapelo...tiene muchos nombres. Nosotros preferimos llamarlo Luparia. Es una planta violeta que crece solo en lugares muy calurosos. Aquí no se consigue, pero los Cazadores hacen de todo por tenerla.

—¿Y por qué a los demás no los afectó?

—Nos afecta de distinta manera a todos. A mí me tocó de esa forma porque...no manejo muy bien la ira. Pudo haberme matado.

—Amber me dijo que estabas enfermo. Ahora lo entiendo—ante su silencio, prosigo: —¿Qué hacían los cazadores allí? No hay lobos.

Demian desvía la mirada. Se mueve incómodo.

—Si, bueno...había otras cosas.

—¿Qué cosas?

Me mira detenidamente. Toma mi mano y me acaricia la piel.

—A veces pasamos la mayor parte de nuestras vidas buscando a nuestra pareja. Es difícil de explicar, pero...la primera vez que te crucé en Nueva York...lo sentí. Estabas sola caminando. Me pasaste por delante y en seguida algo cambió en mí. Pude...sentirte. Le pedí a Robert que nos quedáramos más tiempo. Se lo supliqué. Le conté que te había encontrado y lo aceptó.

—Me estabas siguiendo.

—No lo llamaría así...yo quería contarte la verdad en ese entonces. Pero Robert dijo que esperara. Que no estabas lista para nuestro mundo. Y cuando volvimos...no pensaba encontrarte aquí...por eso no me di por vencido esa noche. Te llevé a casa sabiendo que dejaba a mi hermano en peligro. No me importó nada—lanza una sonrisa—Pero Hey...si no lo hacía...no estarías aquí.

—Te enamoraste... ¿de mí?

—Es más que un enamoramiento.

—¿Qué es?

—Conexión—se expresa—Emparejamiento—da vuelta mi mano y observa esa marca allí. Luego me muestra la suya. Es la misma marca—Compartimos todo ahora. Estamos emparejados...sentimientos, dolor, alegría, pensamientos...descuida, aprenderás a controlarlo.

Pasa los dedos por encima de mi marca. Instantáneamente, una electricidad de adueña de mí. Se extiende por mi cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza. Me acelera el corazón, me enciende.

—¿Lo sientes? —susurra.

Yo asiento.

—Si...—se queda allí por unos segundos, yo dejo que siga haciéndome caricias. Es extraño y placentero al mismo tiempo...hasta que me suelta—¿Quién eres Demian?

—Pregunta bien—sonríe nervioso.

—¿Quién...qué eres?

Sus ojos azules me miran. Se acerca a mí. Sus manos se introducen por mi cabello, desde la nuca hacia arriba. Aquello me enciende una vez más. Tira despacio de mí hasta su cuerpo. Pienso que me besará, solo que me detiene a medio camino y soy capaz de ver cómo el color de sus ojos cambia a un tono...amarillo. El azul va desapareciendo de a poco, como si fueran rayos apagándose...solo que vuelven a nacer mucho más fuertes.

—Esto es lo que soy—susurra—Cambian mis ojos...mi cuerpo...hasta mi mente—pega la frente contra la mía. Cierra los ojos y allí se queda—Soy un hombre lobo.

No sé si tomar sus palabras como algo estúpido, algo que no tiene sentido para nada. Pero me lo confirmó. No es la primera vez que veo cómo sus ojos cambian de color. En la feria y esa noche en su casa también lo vi.

Siempre creí que esas historias...ya sabes, sobre hombres lobos, vampiros...todas esas cosas raras, eran mentiras. Pero aquí está él. Mi tía jamás me contó algo como esto. Mas ahora puedo conectar esos pequeños detalles que me aseguran que lo que Demian me dijo es verdad. Hellen vio la marca en mi mano. Habló sobre unos "ellos", dijo que era peligroso.

—Hay muchas cosas que debes saber—duce luego alejándome de mí—Pero poco tiempo para contarte todo. Solo espero que entiendas que nosotros no somos los malos de la historia. Somos los buenos. Todo lo que te he dicho es verdad, Lana.

—¿Qué hay de esa noche? Cuando entré en tu casa y...

—La sangre no era mía. Fue mi culpa, sí. Ataqué a....ataqué a alguien. Pero no era como tú. No era del mundo mortal...

—Eso no justifica nada.

—Si no lo mataba iba a asesinarme—explica—Tienes que saber que, así como este mundo está lleno de cosas extraordinarias, también tiene su lado oscuro. Hay quienes nos quieren muertos. Como los que casi...te atrapan en la feria. Cazadores.

—¿Cazadores...?

—Sí...ellos...llevan años cazándonos. No solo a los hombres lobo, sino a todo el resto. Ellos quieren acabar con mi mundo. Tu mundo.

Dejo escapar una sonrisita nerviosa.

—No es mi mundo. Yo no soy una...

—Eres más que eso, Lana—me dice con fascinación—Por eso todo el mundo te busca. Por eso todo el mundo sabe quién eres. Todos andan detrás de tí. Desde tiempos inmemorables hasta tu madre y ahora tú...

—¿Mi madre? —pregunto—¿Qué sabes tú de mi madre?

—Poco, pero Robert...

Llaman a la puerta de la habitación con tres golpes. Luego se abre y aparece Max. Tiene el cabello mojado, lleva un gran buzo rojo.

—Siento interrumpir, pero...Carter está aquí. Debemos bajar—y agrega serio: —es importante.

Cuando bajamos las escaleras y nos reunimos con los demás la mesa está puesta. Siete platos, cubiertos y vasos para cada uno de nosotros. Max juega con algo entre sus manos: es un pequeño trozo de madera que talla. Amber está a su lado sentada, revisando el celular como si algo fuera más importante que su familia. Laila en la cocina ayudando a Robert a traer la comida. Y Carter...bueno, él aparece justo a tiempo en el que Demian me indica en dónde sentarme. Me dedica una mirada de reojo, pero no noto enojo en él. Tal vez molestia. Pero no otra cosa.

—Así que...ustedes también son hombres lobo, ¿cierto?

—Preferimos más el término "licántropos", pero sí...—habla Max—somos hombres lobo.

—Mujeres...lobo—agrega Amber a su lado. Desvía la mirada hacia mí y luego a Demian, quien se sienta a mi lado—Sin nosotras las manadas no sobrevivirían.

—Eso es cierto—habla Laila, quien deja sobre la mesa una gran bandeja de lo que parecer ser un pollo al horno con limón, pimentón y papas—Las mujeres lobo, por suerte, tenemos mucho poder en las manadas—se sienta entonces junto a Max—¿No es cierto, lindo?

Max se sonroja.

Demian susurra en mi oído que, al igual que nosotros dos, ellos están emparejados. De hecho, hacen una pareja. Eso explicaría las marcas que llevan grabadas en la piel.

Robert se incorpora a la mesa y toma la punta. Su presencia no afecta a nadie, al contrario, ahora todos aquí...sentados para la cena...hasta incluso me hace sentir parte de la familia. Robert me alcanza papas y me sirve pollo. Demian me llena el vaso de agua. Mientras que todos comen, varias preguntas me asaltan.

—Adelante—dice Demian como si supiera lo que estoy pensando—Dilas.

—¿Decir, ¿qué? —espeta Laila.

—Bueno...tengo muchas preguntas. Mi tía...

—Demian te acompañará a verla mañana—interrumpe Robert—Si es eso lo que quieres.

—Sí...sería bueno. Gracias.

—Pero hay una condición—yo escucho atentamente: —No debes decirle a nadie sobre esto. La cabaña, la verdad sobre nosotros. Si alguien se entera y esparce el rumor...los Cazadores vendrán y nos matarán a todos. Incluso tú...podrías terminar en manos equivocadas.

—¿Quiénes son los Cazadores? —pregunto.

—La escoria—responde Amber, con una pata de pollo entre las manos—Asesinos humanos con la Visión. Nos llevan cazando hace muchos siglos.

—Hombres lobos, hadas, sirenas, elfos, vampiros...para ellos todos somos iguales—prosigue Laila—Una bolsa de fármacos.

—¿Y por qué...por qué vienen tras ustedes?

—No somos como los mortales—habla ahora Carter, que hasta ese momento permanecía en silencio—Nuestra sangre es diferente. Nuestros cuerpos no curan ni envejecen de la misma manera. Somos...especiales. Eso incluye a todos los seres mágicos.

—Mira...te explico—dice Max con la boca llena: —Este es el mundo humano—le arrebata el vaso lleno de agua a Laila. Luego toma el suyo, vacío: —y este es nuestro mundo. Viven juntos, pero el Mundo Invisible se ha mantenido lejos del mundo humano por milenios. Si alguien sabe de nosotros...estamos acabados. Excepto, claro...por los Cazadores.

—El Mundo Invisible es lo que ves—me explica Robert limpiándose la boca con el repasador—Nosotros. Nuestra manada. El bosque...hay cosas y seres que jamás hubieras pensado imaginar. Cosas más allá de la comprensión humana, Lana. Magia, sanación, eternidad...todo eso es real. Pero el humano no supo aprovecharlo en su tiempo...y no lo volverá a hacer.

—Entonces...si no quieren mostrarse al mundo... ¿por qué están aquí?

Amber frente a mí sonríe chupándose los dedos. Le da una mirada rápida a Robert, su líder.

—Es por ti...—y agrega con desprecio: —Caperucita Roja.

¿Por mí?

—¿Qué?

—Mira—prosigue ella de mala gana—Te lo resumo: eres lo que se llama un ser Portador. El heredero al trono del Mundo Invisible...la elegida a proteger a los seres mágicos. A nosotros. Si tú mueres...nosotros también. Por eso estás aquí. La única razón para que estés aquí es porque si los Cazadores te atrapan te atrapan te cortarán la garganta.

Todo queda en silencio. Carter deja el vaso de vino sobre la mesa, con estruendo. Robert aprieta las manos en puños.

—¿Qué te dije, Amber? —pronuncia enojado—Debes comportarte bien. Ya no eres una niña...

Y Amber se levanta de la mesa. El cabello negro le corre por los hombros libremente. Sus ojos verdes están brillosos.

—¿Cómo quieres que estés bien con ella aquí? Pretendes que sea parte de la manada, pero no sabemos nada de ella. Podría estar espiándonos...podría ser una Cazadora...

Robert también se levanta. Choca el puño contra la mesa. Demian toma mi mano por debajo del mantel.

—Dije que te comportaras—espeta Robert—No me hagas enojar...sabes lo que pasa cuando ya no logro tolerar tus caprichos—ella se ríe, mas le caen lágrimas por los ojos—Ahora es parte de la manada. Es Pareja de Demian. Quieras o no...debes aceptar eso.

—Y tú acepta esto: si ella está aquí...yo me largo.

Y así, sin más, se aleja de nosotros. La sigo con la mirada hasta que abre la puerta y desaparece en la oscuridad de la noche. Max se levanta a cerrar la entrada. Laila me mira de reojo y me lanza una sonrisa forzada que dice "todo va a estar bien". Demian me sujeta la mano. Carter no hace más que mirarme.

—Perdónala—dice luego—No sabe lo que dice.

Robert vuelve a tomar asiento. Pero no termina su plato.

—Mañana empezaremos la búsqueda—anuncia—Nos dividiremos en grupos y recorreremos el bosque de punta a punta. Demian puede llevar a Lana a su casa y ver si está allí. Los demás...Asegúrense de que los Cazadores no lo sepan.

—¿Qué cosa? —pregunto yo—¿Qué están buscando?

—Un amuleto—explica Demian a mi lado—El último amuleto sagrado.

—¿Y cómo están seguros de que lo tengo yo?

Robert es ahora quien habla:

—Porque Clarissa te lo dio antes de morir. 

Continue Reading

You'll Also Like

246K 37K 48
𝘒𝘰𝘦𝘮𝘪 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘶𝘫𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘪𝘤𝘩𝘢𝘥𝘢, 𝘴𝘪𝘯 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰, 𝘴𝘪𝘯 𝘩𝘰𝘨𝘢𝘳 𝘺 𝘴𝘪𝘯 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢 𝘥𝘦𝘤𝘪�...
214K 2.9K 28
Jinx manhwa
177K 624 3
Cuando los padres de Jo se van de la ciudad y tras haber acabado con la confianza de ellos le contrataron un niñero James hijo de un amigo de su pad...
43.7K 9.3K 69
Lo único que da miedo de alguien con hemofobia es un vampiro con hemofobia. Como experto médico del Departamento de Urgencias, el doctor Shang conoce...