Caminamos hacia el elevador, mi madre presionó el botón número tres y el elevador comenzó a moverse, en esos momentos estaba muy nerviosa, cuando el elevador se detuvo y se abrió mi madre y yo salimos de él, caminamos un poco más hasta llegar a una sala de espera.
Estuvimos ahí unos minutos hasta que la recepcionista nos indicó que ya podíamos entrar a ver al doctor.
Al entrar a la oficina del doctor tomamos asiento frente a su escritorio, era un señor de unos 40 o 45 años de edad y su nombre era David, al parecer mi madre y él ya se conocían. Me pidió que le explicara los síntomas que tuve y así lo hice. Tomo nota y me preguntó unos cuantos datos más con mi edad y desde cuando presenté aquellos síntomas, luego reviso los moretones que tenía por todo el cuerpo y al final dijo:
- Es necesario que venga mañana temprano para hacerle ciertas pruebas y determinar que enfermedad es y tratamiento que tendría.
-De acuerdo ¿a qué hora debemos venir?-pregunta mi madre.
- De preferencia antes de que vaya al escuela, es importante que no coma, ni beba absolutamente nada cuatro horas antes de venir ya que haremos un análisis de sangre.
- Está bien doctor- respondí.
Nos despedimos y le agradecimos al doctor y salimos del hospital. Al llegar a casa mi madre y yo nos quedamos en la sala viendo un programa de televisión.
- Mamá, ¿crees que sea algo malo?- pregunte acostada en su regazo.
- No lo se cariño pero estaré ahí para apoyarte siempre- respondió con voz dulce.
- Perdón por no habértelo dicho- dije por milésima vez.
- No te preocupes, pero ¿por qué no lo hiciste?.
- Ya habías tenido demasiado sufrimiento con la muerte de papá, no quería causarte más- confesé y ella me abrazo fuerte.
Seguimos viendo la televisión un rato más hasta que llegaron Jacob y Olivia quienes habían ido al parque. Mi mamá sirvió la cena y al terminar subí a mi habitación, estaba hablando con Tyler por llamada telefónica, le contaba lo que había pasado en el doctor y él me decía lo mucho que me extrañaba, de pronto la puerta se abrió y dejo entrar Jacob, en seguida me despedí de Tyler y colgué el teléfono.
- ¿Como estas pequeña?- dijo mientas se sentaba en el borde de mi cama.
- He estado mejor- respondí.
- Perdón por haberlo dicho, lo hice por tu bien- volvió a hablar.
- Lo entiendo, gracias, yo no había sido lo suficientemente valiente para decirlo, ahora cuéntame ¿que decidiste hacer para el cumpleaños de Savannah? - pregunte cambiando de tema.
- Decidí hacerle una cena sorpresa, algo más clásico- dijo mientras se recostaba a mi lado y yo rodaba los ojos.
Nos quedamos viendo el techo durante un largo tiempo y sin darme cuenta me quede dormida.
Mi madre me despertó un poco más temprano de lo normal para ir al hospital, me quedé un momento más en la cama y unos minutos después rodé en ella para ponerme de pie. Me cambie la ropa y me cepille el cabello y los dientes, al llegar al hospital mi madre y yo nos dirigimos al elevador y como el día anterior mi madre presionó el botón número tres. Caminamos hasta llegar a aquella sala de espera donde se encontraba el doctor. No adentramos en su oficina e hizo que me sentara en un camastro, sacó varias agujas, algodón y una cinta elástica la cual me la amarro en el brazo.
- No dolerá, solo sentirás un pequeño piquete- hablo el doctor.
Mi madre se paró del otro lado de la camilla y sostuvo mi mano, el doctor tomo un algodón y lo remojo en alcohol para después desplazarlo por mi brazo, tomó la aguja y comenzó acercarla a mi brazo para poder sacar la sangre, aparte la mirada y entrecerré los ojos, sentí una punzada en el brazo y unos segundos después la aguja ya había salido de mi cuerpo con un poco de sangre en ella. El doctor colocó una curita en mi brazo y todo había terminado. Una vez más la agradecimos al doctor y salimos del hospital para dirigirnos a casa, los resultados del examen estarían listos la próxima semana, a llegar a casa tome un vaso de jugo de naranja y una manzana y empecé a comerlo. Al terminar mi mamá me llevó al escuela. Al llegar las clases ya habían comenzado, decidí saltarme la primera clase y esperar a que la segunda clase comience.
Salí de el edificio y caminé hasta el campo de fútbol, al llegar me recosté en el césped y comencé a observar las nubes, sin darme cuenta alguien me había seguido y se acostó mi lado, al voltear para ver quién era me encontré con Tyler.
- ¿Como sabias que estaba aquí?- dije mientras me acercaba a el y colocaba mi cabeza en su pecho.
- Estaba saliendo del baño cuando te vi y decidí seguirte, ¿como te ha ido en el doctor?- pregunto.
- Supongo que bien, me dirán los resultados la próxima semana- suspire.
- Todo estará bien- hablo para después darme un pequeño beso en la frente. Nos quedamos acostados sin decir nada hasta que pasó la hora y sonó la campana indicándonos que era hora de regresar a la clase, me puse de pie y le tendí la mano para ayudarlo a pararse y cuando lo hizo la distancia entre nosotros fue muy corta tanto que nuestras frentes se tocaban.
- Te quiero- susurro.
- Yo también- respondí de igual manera.
Rompió la distancia y depositó un beso en mis labios. Al separarnos se inclinó un poco indicándome que me subiera a su espalda y lo hice aferrando mis brazos en su cuello de manera delicada para no lastimarlo y él comenzó a correr hasta llegar al edificio.
Entramos juntos y caminamos hasta llegar al salón de matemáticas. A la hora del descanso camine junto con Cameron hacia la cafetería, tenía la mirada perdida y no había pronunciado ni una palabra lo que resultaba bastante extraño ya que habla hasta por los codos.
- Y a ti ¿qué te pasa?- pregunte intentando sacarlo de sus pensamientos pero no lo conseguí- ¡Cameron!- volví a hablar sacudiendo mi mano en su cara y entonces reaccionó.
- Si, claro esta bien- respondió de inmediato y suelte una gran carcajada.
- Cameron ¿estas bien?- dije enarcando una ceja.
- Perdón si, solo pensaba- respondió
- De acuerdo- dije mientas entrabamos a la cafetería.
- Ahora tu dime, ¿ qué te pasa a ti? has estado muy rara, mas de lo normal- dijo riendo y lo miré indignada- Solo bromeo pero hace muchísimo calor y sólo usas suéter.
- Ah... pensé que nadie lo había notado- hablé arrastrando las palabras.
- Todos lo han notado.
- Creo que es hora de decirlo- dije con la vista clavada en suelo.
-¿Decirnos qué?- intervino Nathan a la conversación.
- Es algo complicado, lo diré cuando llegamos a la mesa- respondí.
Caminamos hasta llegar a la larga fila para formarnos en ella y esperar nuestro turno para tomar nuestra comida.
- ¿No han visto a Tyler?- le pregunte a los chicos.
- Ahí viene- hablo Nathan dirigiendo la mirada hacia la entrada de la cafetería. Unos momentos después ya estaba nuestro lado.
Tomamos nuestra comida y caminamos hacia nuestra mesa, la misma de siempre que se encontraba en la esquina derecha al lado de la mesa de las porristas, quienes siempre al pasar a su lado me veían con cierta mirada de odio.
Me senté entre Tyler y Emma.
- Tengo algo que decirles algo- hable con la mirada hacia mis manos- Tal vez han notado que uso suéter todo el tiempo, que ya no salgo los viernes con ustedes y mi comportamiento ha sido algo extraño- alce la vista y fije la mirada en Cameron.
- ¿En serio quieres decirlo?- hablo Tyler a mi oído.
- Si, tienen derecho a saberlo, son mis amigos- susurre.
- ¿Qué pasa? me ponen los nervios de punta- hablo Jessica desesperada.
- No estas embarazada ¿verdad?- pregunto Max a quien mire atónita y el alzo ambos hombros.
- No- gruñí- Esto ha pasado- comencé a doblar las mangas de mi suéter dejando a la vista mis brazos cubiertos con varios moretones.
Sus miradas fueron desconcertadas.
- Le han aparecido los moretones por todo el cuerpo sin razón alguna y no le duelen ni un poco- explico Tyler.
- Además la vista se me nubla, la cabeza me duele, me da fiebre y me desmayo constantemente- seguí explicando- He ido al doctor esta mañana, me han hecho un análisis de sangre y me dirán los resultados la próxima semana. Todos seguían con la mirada desconcertada.
Intercambiaban miradas y después regresaban hacia mi, pasaron unos minutos y nadie dijo nada hasta que Jessica hablo.
- Mia... no se que decir, pero cuentas conmigo.
- Cuentas con todos- hablo Britney.
- Estarás bien, no será nada grave- hablo Nathan.
Todos intentaron seguir la plática como si nada pasara pero debes en cuando sentía las miradas de preocupación en mi.
Esta noche al terminar de cenar mi madre tuvo que regresar a trabajar ya que le había tocado turno en la noche, lo que significaba que llegaría a las tres o cuatro A.M. a la casa, y que al siguiente día no trabajaría. Jacob había ido a dormir a casa de Caleb su mejor amigo. Sólo estamos en casa Olivia y yo. La acompañe a su habitación y la arrope para que pueda dormirse. No tardo más de cinco minutos en quedarse profundamente dormida.
Caminé hasta mi habitación y me coloqué la pijama, me tiré a la cama y cerré los ojos trataba de dormir pero no lo lograba. Tome mi teléfono y le marque a Tyler, cruce los dedos para que contestara la llamada, sonó varias veces y después contesto.
- Hola- hable primero.
- Hola- respondió.
- ¿Te interrumpo?.
- No, nunca- hablo de manera tierna- ¿Qué haces?.
- Trato de dormir pero no lo logro, ¿puedes venir?- pregunte con los ojos entrecerrados esperando un no por respuesta.
- Si tu madre me descubre me mata- hablo dudoso.
- No está en casa, trabaja esta noche, tampoco Jacob, sólo somos Olivia y yo- le explique.
- Llego en cinco minutos- hablo para después colgar el teléfono.
Le sonreí la pantalla del teléfono y lo deje en la mesa de noche, baje las escaleras intentando no se ruido para no despertar a Olivia y al abrir la puerta ahí estaba é, traía puesta una polera azul y unos pants grises. Le tome la mano y lo guíe escaleras arriba para ir a mi habitación, al entrar cerré la puerta tras de mí y me tiré a la cama, él se acostó a mi lado y como siempre comenzó jugar con un mechón de mi cabello. Me acurruqué en su pecho y comencé a escuchar como le latía su corazón. Cerré los ojos. Sentí sus manos sobre la piel de mis brazos, tocaba con delicadeza mis moretones.
- Soy horrible- hable cerrando los ojos.
- ¿Por qué dices eso? eres hermosa- hablo levantándome el mentón obligándome a verlo a los ojos.
-Ve mi piel, está horrible por los moretones.
- A mi me encantas así, me vuelves loco- dijo mientras sonreía.
Lo acerque a mi para darle un beso en los labios. Al principio el beso era suave pero poco a poco la intensidad fue subiendo, sentía la presión en mi estomago, con mis manos tome su pelo y lo acerque más a mi sin dejar de besarlo. La respiración se me acababa y tuve separarme antes de ahogarme. Me acurruque en su pecho y él deposito un beso en mi frente.
- Ahora trata de dormir, no me iré hasta que te duermas y cuando lo hagas saldré lo antes posible para evitar que tu madre me descubra- dijo soltando una pequeña risa y sonreí.
Cerré los ojos tratando de dormir, al principio fue difícil pero unos minutos después pude conciliar el sueño y quedar dormida entre sus brazos. Al despertar no había rastro alguno de Tyler, lo que me hizo pensar que toda había sido un sueño pero entonces observé que Tyler había dejado su chaqueta accidentalmente. Me levanté de la cama y camine hasta el baño arrastrando los pies y con los ojos entrecerrados, prendí la regadera y comencé a quitarme la ropa para poder darme una ducha. Al terminar enrolle una toalla a mi cuerpo y salí del baño, elegí una ropa cómoda y regresa el baño para colocármela.
Al estar lista baje las escaleras, me dirigí a la cocina para poder desayunar y me encontré con una nota pegada al refrigerador que decía:
Mía lleve a Olivia a una fiesta, llegaré antes de el almuerzo. Te quiere mamá.
Estaba sola en casa y no tenía absolutamente nada que hacer, tome un tazón y lo llene de cereal y leche, tome una cuchara y me dirigí a la sala de la televisión y comencé a comer mientras buscaba algún programa que me gustara. Como siempre no había nada bueno en el televisor así que saqué mi teléfono del bolsillo de mi short y comencé a revisar las redes sociales. Pronto el aburrimiento llego de nuevo hasta que la puerta de la casa se abrió y Jessica entró por ella, me sobresalté y la miré con expresión de asombro.
- ¿Qué haces aquí?- pregunte confundida.
- Tengo la idea perfecta para tu fiesta de cumpleaños- hablo emocionada.
-Jess no quiero desanimarte pero ya no soy segura de querer una fiesta- hable cabizbaja.
- No es pregunta Mía, tendrás la fiesta quieras o no- hablo de manera desafiante.
-Bueno está bien- me rendí.
Sabía que no tenía opción y que de cualquier modo ella encontraría la manera de hacer aquella fiesta.
- Será aquí en tu casa, ya tengo la lista de invitados y será en dos semanas- respondió victoriosa.
Nos sentamos en la mesa de la cocina y comenzamos a revisar la grandísima lista invitados, habían por lo menos cien personas en aquella lista y muchos de los nombres en ella ni siquiera en familiares para mi.
También hablamos sobre la música, la comida y los refrescos. Así estuvimos hablando durante una hora hasta que mi madre llego con Olivia.
-Hola señora Alice, estábamos organizando la fiesta de Mía- habló Jessica.
Mi mamá se acercó a nosotras y comenzó a revisar los papeles que estaban en la mesa, por un momento tuve la esperanza de que mi a mamá no le agrade la idea y que la fiesta no sea posible pero por la expresión de felicidad en el rostro de mi madre supuse que le había encantado la idea.
-Yo les ayudo- dijo emocionada mi madre y se sentó en la mesa con nosotras.
Jessica y mi mamá comenzaron hablar sobre las decoraciones mientras que yo sólo escuchaba.
Unas horas después Jessica se había marchado. No había hablado con Tyler en todo el día, le había dejado unos mensajes y le he había llamado un par de veces y nada, no contestaba ni los mensajes ni las llamadas.
Eran las 6:00 P.M. mi mamá había ido al supermercado con Olivia por lo que me encontraba sola de nuevo. Jacob estaba por llegar a casa, había ido a comprar algunas cosas para la cena sorpresa de su novia, mientras tanto yo me encontraba en mi habitación haciendo la tarea. Unos 30 minutos después Jacob ya estaba en casa ,traía flores, velas y comida. Me pidió que lo ayudara y así lo hice, comenzamos a prender velas, depositar las flores y la comida en la mesa y cuando ya estaba todo listo regresé a mi habitación. Tyler seguía sin contestar mis mensajes lo que hizo que me preocupara un poco. Eran alrededor de las 7:30 P.M. y Jacob nos había pedido a mi hermana, a mi madre y a mi que no salgamos de nuestras habitaciones hasta que Savannah se haya marchado. Mi madre ordenó una pizza y rentó varias películas. Cuando la pizza llegó subimos todos a la habitación de mi madre y nos quedamos ahí hasta la madrugada, esa anoche me quedé dormida en la habitación de mi madre al igual que Olivia.
El lunes por la mañana a salir de casa para ir al escuela me encontré con Tyler como de costumbre. Comencé a caminar y el hizo lo mismo.
- ¿Por qué no has contestado mis mensajes?- pregunte sin desviar la mirada del camino.
- Mi madre me ha quitado el teléfono, me descubrió saliendo de casa el viernes por la noche- me explico.
- Lo siento, ha sido mi culpa- respondí apenada.
- No te preocupes, me lo devolverán esta tarde- respondió mientras acercaba su mano a la mía para tomarla.