Cerré la puerta ¿qué acababa de pasar? no me lo creía, empecé a dar pequeños saltos y a corrí hacia mi habitación, al llegar me subí a la cama y comencé a dar brincos en ella, después deje caer mi cuerpo sobre esta para cerrar los ojos y recordar todo lo que había sucedido esa noche, odiaba lo que había hecho Aaron pero por una parte le agradezco ya que gracias a él pude estar con Tyler después. Me pare de la cama y me dirigí al baño para ponerme la pijama, desmaquillarme y cepillarme los dientes. Al terminar regrese a la cama, apague la luz de la mesita de noche y cerré los ojos.
Después de eso empecé a estar con Tyler todo el tiempo y existía el rumor en la escuela de que éramos novios, hasta Olivia me molestaba con eso, en realidad aun no éramos nada pero actuábamos como si lo fuéramos.
Empezamos a ir juntos todas las mañanas a la escuela, durante las clases nos sentábamos juntos, al caminar por los pasillos él sostenía mi mano y también regresamos a casa juntos, no había un momento del día en que estuviésemos separados. La mayoría de las tardes él venia a mi casa para hacer la tarea, ver una película o simplemente pasar más rato juntos. Nunca imagine sentirme tan a gusto con él, ahora el sentimiento de incomodidad ya no aparecía cada vez que estábamos juntos, en vez de eso ahora sentía felicidad.
En cuanto a Aaron nunca volvió a dirigirme la palabra y yo tampoco lo hice, nunca pensé que fuese ese "tipo de chico". Básicamente fue el primer chico que me dirigió la palabra y mi primer amigo aquí.
El jueves por la tarde Tyler vino a mi casa antes de mi clase de ballet para ayudarme con una tarea de matemáticas.
- Mia me preguntaba si te gustaría... salir mañana conmigo, en una cita- hablo antes de irse.
- Tyler en serio me gustaría pero mi mamá me pidió que cuidara a Olivia por la noche ya que ella saldrá, tal vez la próxima semana- respondí apenada, él solo asintió y se retiro de mi habitación antes de que yo pudiera decir otra cosa.
Cuando se fue me dirigí al baño para prepararme para mi clase de ballet, no es por presumir pero he mejorado muchísimo, tanto que me he convertido en una de las mejores de la clase.
Cuando al fin estuve lista salí de casa y empecé a caminar hasta el edificio en donde se encontraba la academia. Había comenzado a llevarme muchísimo con Sarah, vivía a unas cuadras de mi casa y todas las tardes yo pasaba por su casa para irnos juntas a la academia y así lo hice esa tarde.
Sarah y yo caminábamos apuradas hacia a la academia y cuando al fin llegamos nos adentramos en ella. La clase estaba a punto de comenzar y apurada me coloque las zapatillas para después colocarme en la barra. La clase comenzó como cualquier otra, con el calentamiento, hacíamos diversos ejercicios cuando Ale la maestra lo indicaba. Al finalizar el calentamiento comenzamos el ensayo de los bailes para el recital que seria dentro de unos dos meses. A mi me habían asignado un solo al igual que a tres chicas más, entre ellas Alison. Ella fue la primera en ensayar su baile, era muy buena y sus movimientos eran perfectos.
Todas las observábamos y cuando termino su baile todas le aplaudimos. La siguiente en ensayar su baile era yo, me coloque en el centro del salón, pude sentir todas las miradas en mi y cuando la música empezó a sonar empecé a realizar los movimientos los movimientos de mi rutina, todo iba perfecto, me faltaba solo un poco más para acabar el baile y entonces todo se vino abajo, la vista se me nubló de nuevo, todo comenzó a dar vueltas, cerré los ojos y los apreté intentando desvanecer aquella sensación para poder terminar mi baile pero fue imposible, había aumentado y las náuseas aparecieron.
Me detuve, la música siguió sonando, mire los ojos que estaban posados en mi y salí corriendo hacia el baño, me arrodille junto al retrete y comencé a vomitar. Al principio pensé que alguna comida me había hecho daño, pero cuando pude detenerme, note que había sangre, sentí un retortijón de inquietud y desesperación, sabia que algo andaba mal y debía decirle a alguien, pero no lo hice, no quise causarle más problemas a mi madre. Me coloque en el lavabo y deje corre el agua, enjuague mis manos y remoje un poco mi rostro, después tome un poco de papel para secarme la cara y las manos. Me quede parada frente al espejo y me asombre. Tenia un aspecto más pálido de lo normal. Salí del baño y regrese al salón donde todas se encontraban observando a otra alumna bailar, camine despacio hacia Sarah y me coloque a su lado.
- ¿Te encuentras bien?- pregunto susurrando.
- Si, la comida me hizo mal- mentí.
Cuando la clase termino salí lo antes posible del salón para evitar que la muestra me hiciera alguna pregunta de como me encontraba.
Empecé a caminar hacia mi casa y cuando llegue entre y subí a mi habitación. Me recosté en la cama y deje descansar mi cabeza en la almohada.
El viernes por la mañana al despertarme mi rostro y mi cuerpo estaban completamente empapados de sudor, al parecer había sudado toda la noche, resultaba muy extraño, nunca antes me había pasado. Me incorpore y me dirigí al baño para darme una ducha rápida. Cuando termine y estuve lista baje a desayunar. Al salir de casa para dirigirme a la escuela, como todas las mañanas me encontré con Tyler esperándome y sonreí al verlo.
- Buenos días- hablo mientras me acercaba a él.
-Hola- conteste.
- ¿Dormiste bien?- pregunto mientras caminábamos.
-Si, Tyler hablando de la cita de hoy, que te parece si vienes a mi casa en la noche, podríamos ordenar algo para cenar y cuidar juntos a Olivia- comente mientras jugaba con un mechón de pelo nerviosa por la respuesta que daría.
- Me parece una estupenda idea.-respondió y sonreí al escuchar que había aceptado.
Seguimos caminando hasta llegar a la escuela. Cuando las clases comenzaron me dirigí a el salón de literatura para comenzar otro día en la aburrida escuela. Cuando la campana sonó e indico que la ultima clase del día había acabado me pare de mi asiento y salí del salón. Me dirigí hacia mi casillero y deje algunos libros que no iba a necesitar para la tarea. Fui hacia el estacionamiento donde me encontré a todos mis amigos reunidos y me acerque a ellos.
- Hola Mia ¿ que harás esta noche?- pregunto Nathan.
- No planeo salir, mi mamá me pidió que cuidara a Olivia- dije mientras miraba a Tyler quien sonreía.
- Bueno, nos vemos el lunes- hablo esta vez Cameron.
Me despedí de todos y junto con Tyler comencé a caminar hacia casa.
Mientras caminábamos hablamos sobre aquel suplente de biología y lo divertida que eran sus clases y de repente la vista se me volvió a nublar, no de nuevo pensé. Cerré los ojos y los apreté con fuerza, era lo que hacia cada vez que pasaba esto y la mayoría de las veces no funcionaba pero esta vez dio resultado y aquella sensación se desvaneció.
- Mia ¿que paso? ¿estas bien?- pronuncio Tyler alarmado.
- Estoy bien- respondí y seguimos caminando- ¿Te puedo contar algo y prometes no decírselo a nadie?- volví a hablar.
- Si, claro ¿qué pasa?.
- La verdad es que... últimamente me mareo mucho, la vista se me nubla y ayer vomite... sangre- le conté a Tyler, quien se sorprendió y abrió los ojos como platos.
- ¿Se lo has dicho a tu mamá?- pregunto con voz de angustia.
- No quiero asustarla, suficiente ya tuvo con la muerte de mi papa, prométeme que no le dirás a nadie- dije mientras hacia aquella tradición de alzar el dedo meñique para hacer un juramento.
- Pero...- comenzó a hablar y antes de que pudiera decir algo mas lo interrumpí. -Prométemelo- volví a decir con más fuerza.
- Te lo prometo- dijo mientras alzaba su dedo meñique y lo unía con el mío.
Esa misma tarde cuando mi mamá se fue a trabajar Tyler llego.
- Hola- dije mientras habría la puerta para dejarlo entrar.
-Hola- respondió mientras nos dirigíamos al sillón de la sala- Y bien, ¿qué quieres hacer?- volvió a hablar.
- Podemos ver una película- hable y él se acerco mas a mi.
- Ya las hemos visto todas- dijo mientras colocaba una de sus manos en mis mejillas y me estremecí.
-Cierto- conteste.
Note como cerraba los ojos, los segundos parecían minutos y los minutos horas, pude sentir su respiración en mi rostro, cerré los ojos al igual que él y cuando sus labios estaban estaban a punto de tocas los míos algo nos interrumpió.
- ¿Qué están haciendo?- hablo Olivia en frente de nosotros mientras reía.
-¡Olivia! Regresa a tu habitación- le ordene molesta.
-No, mamá dice que tienes que jugar conmigo- respondió de manera burlesca.
-¡Dios! ¿qué quieres jugar?- dije mientras me paraba de el sillón de manera irritada.
- ¿Podemos ir al parque?- pregunto Olivia.
- Esta bien pero solo un rato- volví a hablar y rodé los ojos.
-¿Puede ir Clay?- le pregunto mi pequeña hermana a Tyler.
- Si claro, vamos por él- hablo Tyler mientras se paraba del sillón.
Caminamos hacia la puerta y salimos de la casa para cruzar la calle e ir por el hermano pequeño de Tyler.
-Perdón por eso- le dije a Tyler apenada.
- Esta bien, yo también tengo un hermano pequeño ¿recuerdas?- dijo Tyler mientras pasaba uno de sus brazos al rededor mío.
Cuando Clay ya estaba con nosotros caminamos unas cuadras para llegar al parque.
Cuando llegamos los dos pequeños corrieron hacia los juegos del parque mientras Tyler y yo nos sentábamos en los columpios.
- ¿Qué te ha pasado ahí?- hablo Tyler mientras señalaba un gran moretón en mi pierna.
-Wow, no lo se, no lo había notado- dije exaltada
- ¿Te duele?- pregunto Tyler preocupado, lleve mi mano a aquel moretón, lo presione con cuidado y no sentí dolor alguno.
-En realidad no- respondí- me habré golpeado sin darme cuenta.
- Esta muy extraño, sigo opinando que deberías decirle a tu madre- hablo con el mismo tono de angustia.
- No Tyler, no lo haré, es un simple moretón- hable algo molesta y él simplemente alzo ambos hombros y no dijo nada.
Estuvimos un rato más en el parque y después regresamos a casa.
Dejamos a Clay y Olivia dentro de la casa y Tyler y yo nos quedamos un rato afuera. Eran las 8:30 pm y el cielo ya estaba oscuro.
Todo volvió a comenzar, tomo mi rostro con sus manos y lo acerco al suyo, nuestras narices topaban y de nuevo podía sentir su respiración, ambos cerramos los ojos, parecía absurdo y extraño pero moría de ganas de romper la poca distancia entre nosotros y besar sus labios y pronto así fue, pude sentir sus labios sobre los míos, por un momento todo desapareció y solo éramos él y yo, fue un beso tierno y no duro más de unos segundos pero aun así lo que sentí era indescriptible, cuando se separo de mi sonrió e hice lo mismo, se volvió a acercas a mi, coloco sus manos en mi cintura y yo enrolle mis brazos alrededor de su cuello y volvió a besarme, esta vez duro un poco más y la sensación fue la misma.
Cuando Tyler y su hermano Clay se fueron me quede con Olivia en la sala mientras ella veía la televisión y yo revisaba mi teléfono.
En ese mismo instante recibí un mensaje de un número desconocido, lo revise en seguida y me sorprendí al notar que el mensaje era de Tyler.
-Hey, soy Tyler.
-Hey ¿como conseguiste mi numero?.
- Me lo dio Cameron, por cierto me encanto nuestra cita de hoy.
- A mi igual- reí mientras mandaba ese mensaje.
-¿Cuando se repite? que sea pronto por favor.
- Cuando quieras- fue lo ultimo que mande y apague el teléfono ya que mi mamá había llegado con una caja de pizza.
-Hola mamá- me pare de el sillón.
- Hola cariño, ¿cómo se la pasaron hoy?- hablo mi madre mientras asentaba la pizza en la mesa de la cocina.
-Muy bien, vino Tyler y llevamos a Olivia y a Clay al parque- le conté.
- Que bueno mi amor, llama a tu hermana para que cenemos.
- ¿y Jacob?- pregunte ya que no había notado su presencia en toda la tarde.
- Salió con sus amigos- respondió mi madre.
Nos encontrábamos en la mesa cenando en silencio hasta que mi pequeña hermana metió la pata.
- Mamá sabias que Mia y Tyler son novios- hablo mi molesta hermana.
- No somos novios- replique.
-Claro que si, los vi besándose, ¡son un asco!- hablo haciendo una cara de asco.
- Mia ¿es verdad eso?- pregunto mi madre riendo.
- No- mentí- bueno... tal vez- conteste irritada.