Hay momentos en los que te toca estar entre una pared y la otra, momentos en los que las decisiones son difíciles de tomar y sientes que casi no posees aire para respirar. Es ese momento en el que las cosas se ponen difíciles y se hace casi imposible no tomar una decisión completamente inteligente.
Observaba a Shawn dormir, luego observaba el aparato entre mis manos, y repetía la acción varias veces.
No podía contestar, creo que la opción más inteligente es no contestar, apagar el celular y dormir plácidamente. Por otro lado, podría despertar a Shawn para que conteste, porque quizás Joshua fue a verme en mi habitación y, gracias a mi falta de respuesta, se dio cuenta de mi ausencia. Estoy llegando a pensar que tal vez pudo haberse enfurecido al notar que salí de hotel sin avisar y que estaba llamando a Shawn a ver si yo estaba con él en algún lugar explorando, o quizás para que lo ayudase a buscarme.
Tantas mentes sobre el asunto, y tan pocas salidas.
Miré el aparato por última vez, ya había llamado tres veces seguidas, ya habían tres llamadas perdidas.
Al instante, unos golpes en la puerta provocaron que me sobresaltara y mirara directamente a la zona.
—Shawn... —susurré sin dejar de mirar hacia la puerta, aterrada —¡Shawn!
—¿Qué pasa? —despertó, restregando sus manos por su rostro. Yo seguía inmóvil —¿Qué ocurre, Isabella?
Al ver que no recibía respuesta de mi parte, pude sentir cómo arrebató el aparato vibrante de mis manos y lo siguiente que pude oír fueron unos golpes en la puerta con más intensidad, provocando que brincara en mi lugar y los nervios se hiciesen presentes en mi sistema. Ligeramente podía sentir como el corazón iba a salirse de mi cuerpo y las ganas de salir corriendo se apoderaban de mí.
Shawn se levantó de la cama y se aproximó a la puerta mirando a través del visor. Yo me bajé de la cama y me coloqué detrás de él.
—¿Es él? —susurré, tomando su muñeca.
Él se giró bruscamente tomando mi rostro entre sus manos, mirándome con intensidad. —Debes ocultarte, Bella.
—¿Está ahí? —cuestioné, mientras sentía como Shawn tiraba de mi muñeca, guiándome hacia la terraza, colocándome contra una pared.
—Joshua está ahí, Bella —dijo, mirándome fijamente. Sentí una presión incontrolable al instante, mis manos comenzaron a sudar, y lo primero que hice fue colocar una de ellas en mi frente.
—¿Qué voy a hacer? —susurré más para mí misma, tomando hondas respiraciones.
—Debes ir al otro lado —casi me interrumpió. Lo miré y negué repetidas veces,no entendía lo a qué se refería pero no iba a hacerlo —Debes hacerlo, Bella, sólo eso debes hacer y Joshua no sabrá nada.
Miré a mi lado y vi las pequeñas divisiones que guiaban hacia las demás terrazas de las habitaciones. Solo debía saltar tres veces las bajas divisiones y estaría a salvo, pero me aterraba la idea de tropezar o caerme.
—No puedo hacerlo —negué repetidas veces, sintiendo las lágrimas correr por mi rostro sin parar. El terror me estaba consumiendo, los nervios provocaban que todo mi cuerpo temblara con el paso de los segundos y la puerta no paraba de sonar.
—Hey, hey —Shawn buscó mi mirada, escondiendo mi rostro entre sus manos —Puedes hacerlo —lo miré, su mirada brillante apoderándose de la mía, y pude sentir inmediatamente la confianza que estaba tratando de transmitir hacia mí —Confío en ti.
Era difícil esto, era difícil saber que debo ocultar todo esto, que debo estar escapando del mundo para estar con alguien, y que debo arriesgar hasta mi vida para no ser descubierta. Mi corazón latía con fuerzas. No quería esto.
—¿Y tú? —cuestioné.
—Trataré de distraerlo, sólo ponte cómoda en tu habitación y prepara la mejor excusa para cuando él vuelva.
—Está bien —asentí, tratando de no lloriquear más.
Él se alejó de mí y se adentró a la habitación luego de detenerse y guiñarme un ojo.
Shawn's POV
No estaba aterrado.
La angustia presente segundos atrás, fue como una pequeña actuación para que Isabella confiara en mí, por supuesto que sabía para qué me busca Joshua.
No quiero ser malinterpretado, toda la confianza fue entregada hacia Isabella, pero debía hacerla creer que no sabía por qué Joshua está aquí ahora, por qué me busca y qué es lo que quiere saber.
Para buscar a Isabella, no precisamente tiene que usar mi habitación como primera opción, o mi número celular. También podía revisar la alberca, o preguntar en recepción acerca de su hija. Además, tiene dieciocho años y esta zona no es para nada peligrosa, es fácil de imaginar que este hombre lo que quiere es asegurarse de que yo esté cumpliendo mi parte del trato, y que esté provocando conexión sentimental con su hija, e insinuando cosas.
Cuando estuve en la puerta, casi me arranco los cabellos por el sonido que él estaba provocando, y me estuve cuestionando si las habitaciones vecinas no se habrán molestado por sus acciones tan descaradas; estamos en un hotel, no en una casa sobre la montaña más alta.
—Acaba de escapar —dije sin saludar siquiera, abriendo un poco más la puerta para invitarlo a pasar.
Estaba tan serio como siempre, con un atuendo fresco y veraniego.
—¿Por dónde? —cuestionó, mientras yo me servía un trago de la botella de whisky que había ordenado horas atrás.
—Por la terraza —respondí tomando un sorbo de aquel vaso de vidrio —. Ya debe estar en su habitación.
—¿Estás loco?
—¿Querías "descubrirla"? —hice comillas con mis dedos, mientras hacía una mueca —Porque, déjame decirte, que eso no fue lo acordado.
Me miró de una manera indescriptible y alcé ambas cejas. —¿Un trago?
—No, gracias —negó, cruzándose de brazos y alzando un poco su barbilla —¿Cómo va todo entre ambos?
—No creo que sea algo importante...
—¿Qué dices? —cuestionó sorprendido por las palabras recientemente pronunciadas por mí —Mendes, necesito saber si ambos están bien, si la tratas bien, si ella se siente cómoda contigo. Necesito saberlo todo, ¿entiendes? Sólo así podré saber en qué momento debo tomar mis acciones.
—¿Tus acciones? —pregunté —¿A qué acciones te refieres?
—Encontrarlos juntos —dijo —, y asegurarme de alejarla de la empresa.
—Aún no me cabe en el cerebro el estúpido motivo por el cual quieres alejarla —dejé el vaso en la mesa mesa mi lado —¿Por qué no la dejas intentarlo? Tiene suficiente potencial, faltan algunas clases profesionales y será más que suficiente para Fairchild, incluso podría trabajar conmigo.
—Eso jamás —me detuvo —, no puedes darle un trabajo a alguien que jamás podrá ser profesional.
—¿Y cómo estás tan seguro de ello, Joshua? —relamí mi labio inferior seco, y podía sentir mi mandíbula apretada. Estaba molesto, me sentía confundido —¿Ocultas algo acaso? ¿Hay algún motivo por el cual quieres a Isabella fuera de tus proyectos?
Sus facciones se relajaron, su rostro tomó una posición mejor conocida como seriedad absoluta y caminó hacia la puerta sin acercarse tanto. Me miró.
—No hay nada más que ver —dijo, con una voz más dura de lo normal —Sólo haz el trabajo que te pedí, no quiero a Isabella en un puesto mayor.
—Entonces la haré mi secretaria personal, también haré que se encargue de darme ideas e incluso tendremos sesiones personales y profesionales regaladas de mi parte —hablé rápidamente, tomando la iniciativa en esta conversación —Si no te importan los sueños de Isabella, y tampoco te importa romperlos, entonces no te importará que yo la lleve a mi hogar todos los días a tomar clases de arte —me acerqué y tomé la perilla de la puerta, sin abrirla —. Después de todo, quieres que esté cerca de mí, ella es mayor de edad y puede tomar todas las decisiones que quiera.
—No eres capaz.
—Oh, sí que lo soy, y ya lo hice —admiré su cara de desconcierto —Además, hasta podría crear su propio negocio. Con tantos proyectos en mente, en lugar de agrandar tus millones, puede duplicar los suyos sin tu ayuda, la cual no necesitaría —sonreí —. Yo le brindaré toda la ayuda que necesita, seré su catapulta a la fama. Lástima que no pueda obtenerlo de una persona tan importante para ella, como lo eres tú.
—No te pases, Mendes —amenazó, mientras me apuntaba con un dedo —Recuerda que aún trabajas para mí.
Abrí la puerta de par en par, e hice un ademán invitándolo a salir. —Te recomiendo revisar mi página web, hay bastantes solicitudes que puedo aceptar sin pensarlo —le guiñé un ojo —Buenas noches, Joshua.
Sin responder, me dedicó una mirada inexpresiva y salió, cerré la puerta detrás de él. Me aproximé a tomar mi celular y me acosté en la cama, debía asegurarme de que Isabella esté bien en su habitación.
"Está fuera, no creo que vaya a molestarte. Espero que estés bien, buenas noches."
Iba a bloquear el móvil, pero su respuesta llegó al instante.
"Buenas noches, señor Mendes"
Sonreí ante su formalidad y me deshice de mi ropa, quedando sólo en bóxer, preparado para dormir una larga siesta.
Mi mente solo podía concentrarse en mi alto tono utilizado en contra de Joshua, en la manera en la que defendí a su hija, y la forma tan descarada en la que actué sabiendo que estaba en luz verde de perder mi trabajo.
Realmente, no me importa. Tengo suficientes solicitudes, recursos y talento para salir triunfando mayormente.
El punto aquí seguía siendo Isabella. Aún no tenía la capacidad para lograr entender por qué su propio padre la quiere fuera de su empresa, y por qué tiene que ser el producto de la desilusión de ella. Isabella lo único que quería era cumplir sus sueños, llegar lejos como su padre lo hizo, ser como él. Pero lo que no sabe es que su padre es la causa por la cual ella aún no ha alcanzado un punto lo suficientemente alto para tomarla en cuenta como una profesional.
Aún es muy joven, a diferencia de Joshua y yo. Tiene menos experiencia, menos aprendizaje, pero lo importante es que posee mucho talento según lo que sé. Es inteligente y apasionada por lo que hace, y estoy seguro que con mucho trabajo va a poder lograr ser grande así como lo desea, incluso más. Pero si de algo estoy seguro, es que su sueño no debe ser cumplido dentro de un ambiente como Fairchild, donde, en lugar de incitarla a avanzar, provocan que se quede estancada en su posición como estudiante principiante, y más cuando no tiene un tutor a su disposición.
Me frustra que tanto talento sea desperdiciado, y más en una persona tan joven, que tiene tantos años por delante para disfrutar con lo que más le apasiona.
Isabella tiene un gran potencial.
Y es que despierta un sentimiento en mí, que me hace querer funcionar como un prototipo de catapulta a su fama. Posee esa esperanza que me invita a ayudarla a salir adelante, y a descubrir tantas cosas, incluso mostrarle mis trucos más íntimos y únicos, originales de mi persona. Quiero que esta chica sea historia.
Lo más interesante, es que entre Isabella Fairchild y yo existía una pequeña conexión, algo que no me permitía dejarla sola y defenderla ante un empresario tan importante como su padre, y eso no era precisamente por su talento, sino por su pasión por las cosas, su dedicación por ellas.
Esta chica ha llegado como una alumna hacia mí, y soy afortunado de tener una primera alumna que, quizás, sea la única a lo largo de mi carrera artística, y que pueda impartir mis conocimientos en ella.
Isabella para mí no era solo un reto, tampoco un simple trato establecido para destruirla. Isabella estaba en proceso de convertirse en una de mis prioridades, incluso, haría lo posible por conectarla de alguna forma a mi trabajo.
Ella no era un simple juego como lo parecía, yo no juego con ella ni con sus sentimientos, simplemente hay algo que me impulsa a hacer cosas que no debería, me impulsa a entrar en su vida y no salir.
Ni siquiera soy capaz de pensar en salir de su vida, solo me concentro en formar parte de ella, porque de alguna forma estoy atado a ella, y una empresa, por más que sea famosa, no va a alejarme.
Hago cosas indebidas, que me incitan a volver por más, que me obligan a no alejarla de mí y conservarla todos los días con sus labios sobre los míos, con sus manos sobre mi cuerpo y viceversa.
Pero no puedo permitir que sea más importante para mí de lo que debería, ella debe quedarse en su lugar y yo en el mío, y espero que ella no se sienta involucrada sentimentalmente conmigo porque no quiero ser su primera desilusión, y tampoco quiero ser un imbecil con ella porque no se lo merece, una chica tan simpática no merece que un imbecil entre a su vida para arruinar su esperanza.
No puedo ser yo, no me perdonaría ser yo quien la desilusione.
N/A:
AYYYY, POR FIN ACTUALICÉ.
Aquí estamos con un nuevo capítulo narrando el punto de vista de Shawn como muchas lo deseaban, sus deseos fueron órdenes.
¿Les gustaría un libro de one shoots de Shawn?
—Ari.