Axel
Me mantengo acostado en la cama, los brazos cruzados detrás de mi cabeza mientras Audrey termina de empacar sus maletas. Al fin se irá de la Fortaleza. Según ella, no se siente cómoda aquí. ¿Desde cuándo es tan considerada? Tampoco quiso decirme quién es esa amiga que conoció.
—¿Dónde vas a quedarte? —pregunto con las cejas elevadas —. Pensé que te irías a Irlanda pronto. Este pueblucho no tiene nada atractivo para una chica como tú.
Guarda su vestido en la maleta y después la cierra con un suspiro. Me ahorró el momento incómodo de echarla yo mismo. La rutina con ella se volvió aburrido. Nada emocionante. La desconfianza que siente mi familia tampoco me permitió disfrutarla.
No se sentía correcto.
—Alquilaré una cabaña y regresaré el próximo mes a mi país. En Irlanda tampoco me espera nada bueno. Yo no tengo familia, Kellan lo es todo para mí.
¿En serio? Qué estupidez más grande. Kellan ha estado muy ocupado con los entrenamientos de Arianne desde que llegó aquí. Apuesto a que ni siquiera recuerda a Audrey.
—Nunca me contaste tu historia familiar.
Audrey rueda los ojos.
—No me digas que ahora estás interesado —Se burla —. Estabas más ocupado metiéndote entre mis piernas.
Si supiera las verdaderas razones que tuve para acostarme con ella. Claro, el sexo no fue malo.
—Nunca es tarde para conocernos mejor —sonrío.
No quiero que sospeche de mí todavía. Eso me pondría en evidencia y no dejará ver sus verdaderas intenciones. Audrey no es ninguna estúpida.
—En mi caso sí —Se acerca a la puerta —. No quiero recordar a la maldita familia que me abandonó.
¿Es todo lo que va a decir?
La sigo cuando sale de mi habitación y bajamos las escaleras. Mamá está sentada en el sofá mientras bebe una taza de café. No oculta la sonrisa de víbora cuando ve a Audrey con las maletas. La odia.
—Ya era hora, querida —murmura, mirándola de pies a cabeza —. Creí que nunca te irías.
Audrey frunce el ceño.
—Gracias, señora. Su amabilidad me obligó a tomar esta decisión —El sarcasmo gotea en las palabras de Audrey —. Me hizo sentir como si estuviera en mi propia casa.
Mamá le da un sorbo a su café.
—Fue un placer, querida. Lárgate de mi casa y no regreses.
Qué amable, mi madre es un amor. Audrey se dirige a la puerta, pero antes espeta:
—Le daré un consejo, Aria Karlsson. Mejore esa actitud. Su marido puede aburrirse y buscar a alguien más. No le importará que un lazo los una —La sonrisa de mi madre se esfuma —. Va a quedarse muy sola con su miseria por vieja y amargada.
Mierda... Eso hasta a mí me dolió. La expresión engreída de mi madre cambia a una de disgusto. Audrey es una traidora, pero tiene un poco de razón.
—Estúpida —escupe mamá —. No te cruces en mi camino porque te arrepentirás.
La pelirroja se encoge de hombros y me sonríe. Tiene ovarios, nadie enfrentaría a una licántropo fuerte como lo es mi madre.
—Adiós, Axel. Espero volver a verte.
Contengo una respuesta negativa. Lo que menos deseo es volver a verla, pero me limito a decir:
—Hasta pronto, Audrey.
Entonces abandona la Fortaleza justo cuando un taxi estaciona en la acera. Voy a investigar dónde estará quedándose. Al enemigo hay que tenerlo cerca y en la mira.
—Al fin —Mamá deja la taza de café en la mesita cercana —. Tenía miedo de que esa intrusa invente más excusas como un embarazo para quedarse. Eso sería terrible.
Mi estómago se revuelve con miedo. ¿Yo con un hijo de Audrey? Mierda, no. Prefiero correr desnudo en el pueblo.
—Yo me cuido, mamá. Tengo diez cajas de condones.
Ella aprieta los labios con repulsión.
—Ojalá tu hermano Andrew hiciera lo mismo. ¿En serio un hijo a los dieciocho años?
Le doy la espalda para dirigirme a mi habitación. ¿Qué más da la edad de Andrew? Él y Emmie están felices por la noticia, es todo lo que importa.
—Deberías tener en cuenta el consejo de Audrey —mascullo sin mirarla —. Ten un buen día, mamá.
🐺
Nos reunimos con los Persson en su manada dos horas después. Hay varias miradas hostiles dirigidas hacia nosotros. ¿Cuándo superarán la estúpida rivalidad? No tenemos la culpa de ser más guapos y ricos.
—Imagino que ya escucharon las noticias sobre los vampiros en el pueblo —empieza papá, manteniendo las manos detrás de su espalda —. Ellos pretenden instalarse aquí y expulsarnos.
Simón, el líder del clan Persson, da un paso cerca. Una hermosa chica rubia me contempla. Le guiño un ojo y ella se sonroja. ¿Ven? Somos irresistibles.
—¿Eso en qué nos afecta? —cuestiona Simón.
Emmie suelta una risa incrédula. Andrew insistió que tome reposo por su estado, pero ella quiso venir con nosotros. Está cansada de vivir encerrada con mi madre. La compadezco.
—¿Es una broma? —pregunta Emmie, enojada —. Los vampiros van a patear nuestros traseros si cumplen con sus propósitos. Cada uno de nosotros estará muerto y los humanos sabrán nuestro secreto. A ellos no les importa mostrarse.
Andrew sonríe por la audacia de su chica mientras Simón observa incrédulo a Emmie. Supongo que no está acostumbrado a que una mujer se exprese así.
—Escuché que siguen las órdenes de un líder sádico —masculla Simón —. ¿Son los responsables de las últimas muertes?
Papá asiente.
—Ellos no tienen miedo de que los humanos descubran nuestra existencia. No son limpios con sus víctimas, dejan huellas en cualquier lugar que van. Tampoco serán amables cuando nos enfrentemos. Destruirán nuestro hogar, matarán a cada mujer y niño.
Simón mastica con impaciencia el palillo entre sus dientes.
—¿Buscan nuestro apoyo? Eso no será un problema. Estamos del mismo equipo.
—La seguridad en el pueblo está siendo reforzada, pero cuando el líder llegue no podremos contenerlo —murmuro —. O tal vez ya se encuentra aquí y no nos dimos cuenta.
Papá mira a los presentes en la reunión. Mierda, los Persson nos superan en números. Apostaría que en esta manada hay cerca de cincuenta licántropos. Tíos, abuelos, primos, nietos, hijos...
Los Karlsson estamos ubicados en distintas partes del mundo. He conocido a mis primos cuando éramos muy pequeños. Ellos viven en Alaska e incluso Suecia. Preferimos convivir separados para mantener las apariencias.
—El motivo de esta visita es porque queremos asegurar tu lealtad cuando llegue el momento de pelear —Papá se dirige a Simón —. Nuestra especie se ve amenazada en el pueblo por culpa de estos usurpadores.
Simón comparte una mirada con el resto de su gente y la mayoría asiente.
—Te debemos la paz de nuestra manada —Le ofrece su mano a papá y éste acepta —. Cuenta con nuestro apoyo, Aiden.
🐺
Asher
Mi padre sabe que estamos en camino. Los mejores momentos siempre suelen ser arruinados por tragedias. Ashton al fin es feliz, pero no debemos olvidar que Abigail existe. Oh, también está el detalle de su hijo y Marianne. Me asusta pensar a qué nos enfrentamos. No quiero que Arianne sufra de nuevo en esta lucha. Ella ha perdido mucho y merece un descanso.
—En el año 1800 las calles de Irlanda estaban aterrorizadas —Habla Kellan mientras conduzco —. Un vampiro poderoso mataba a humanos sin piedad cuando el sol se ocultaba. Él no era nada delicado, comía hasta sus órganos.
Ari se estremece a mi lado.
—Claudius tiene más de doscientos años.
Kellan asiente.
—Mi abuelo me contaba historias de él, todos lo conocían en la edad contemporánea por ser concebido en la maldad. Claudius Sanders, el niño que fue salvado de ser devorado por lobos salvajes. Es parte demonio, pero también vampiro. Fue convertido por ancianos —El druida hace una pausa —. Es muy popular en Irlanda por haber masacrado a cientos de personas en una celebración de San Patricio.
Lo miro sorprendido a través del espejo retrovisor.
—¿Recién ahora lo recuerdas?
Sonríe.
—No creí que estaba relacionado a Abigail hasta que Ari lo mencionó. Es una historia muy vieja que hoy consideran una estúpida leyenda.
Aprieto la mandíbula y me enfoco de nuevo en la carretera. Llegaremos a la Fortaleza cuando el sol se oculte.
—Una maldita leyenda que está muy viva y dispuesto a complicarme la existencia —masculla Ari —. Quieren que me una a ellos.
Exhalo.
—Les arrancaré la cabeza si te tocan.
¿Qué pretende ese bicho raro? ¿Apoyar los actos viles de su madre? Entiendo el odio de Abigail hacia New Hope. Los habitantes de ese pueblo la quemaron en una hoguera y ella nos maldijo. Sin embargo, no permitiremos que cumpla su propósito. Sucedió hace cientos de años, hay personas inocentes que no tienen nada que ver.
—Los haré pedazos —jura Ari —. No tendré piedad. Ellos me van a suplicar por perdón.
Uy, mi chica mala ha vuelto.
—Esto se pondrá bueno —Kellan palmea su estómago —. Tus entrenamientos están muy avanzados y confío en que podrás vencerlos.
Giro el auto a la derecha y el camino se vuelve oscuro. Una luz empieza a brillar y noto que Arianne tiene una pequeña bola de fuego en su mano.
—¿Qué harás cuando los veas? —pregunto.
La bola de fuego se apaga y Arianne se ríe.
—Ellos mataron a mi madre y Theo —La ira destella como veneno en sus palabras —. Yo haré lo mismo. Los destruiré uno por uno.
🐺
Arianne
Llegamos al pueblo aproximadamente a las diez de la noche. Quiero irme a la cabaña y descansar, pero Asher insiste que debemos hablar con su familia. No tiene sentido esperar, es un tema importante.
Andrew me recibe con un enorme abrazo y me levanta del suelo. Me río como una tonta mientras da vueltas conmigo aferrada a él. Siempre tan amoroso. El olor de su colonia me marea de la mejor manera. Huele increíble.
—Corazón, es bueno tenerte aquí —Me besa en la mejilla —. Te extrañé muchísimo.
—Yo también te extrañé —sonrío y me baja al suelo —. ¿Cómo están todos?
Aria mantiene su expresión fastidiada mientras el señor Aiden, Axel y Emmie nos reciben con gigantes sonrisas. Ignoro a mi suegra.
—Mejor que nunca —responde Andrew —. Me han dicho que el amargado de Ashton encontró a su compañera. Eso fue una gran sorpresa, ¿eh?
Lo golpeo en el pecho.
—Se llama Reynard y es una chica grandiosa.
—¡Tengo tantas cosas que decirte! —Emmie corre a abrazarme y le correspondo el gesto —. Dime que pronto tendremos una charla de chicas. Estoy ansiosa de conocer a Reynard.
Mi corazón da un vuelco.
—Te caerá muy bien —aseguro, apartándome.
Emmie y Andrew comparten miradas cómplices. ¿Qué ocultan estos dos? Mmm... estoy curiosa.
—¿Y cómo lo ha tomado Ashton? —pregunta Axel —. Ese amargado estaba obsesionado con el culo flaco de Marianne.
Hago una mueca de disgusto. Pensar en ella me provoca náuseas. Una parte de mí deseaba que Marianne fuese diferente, pero me llevé una gran decepción. Es igual que la mayoría de nuestra familia:
Un demonio sin alma.
—Mejor de lo que creen.
La señora Aria suspira.
—Estoy tan feliz por mi hijo. Espero que ella no sea una loca sin control —añade, mirándome.
¿Qué insinúa? Apuesto a que es una indirecta, pero no le doy la satisfacción de hacerme sentir mal. Le brindo mi mejor sonrisa y entrelazo mi mano con Asher. ¿Eso le molesta? ¿Verme feliz con su hijo? Qué mal por ella.
—Reynard es una médium fantástica —dice Kellan —. La más dulce que he conocido.
—Es humana —agrega Asher —. Ashton al principio no estaba feliz con eso.
Andrew pone los ojos en blanco.
—Supongo que esperaba una licántropo caliente como Emmie y Arianne.
Emmie y yo sonreímos ante eso.
—Ashton siempre fue muy tradicional —murmura Asher en tono burlón —. Nunca tuvo sexo con ninguna chica porque esperó a su compañera.
Su tonito me molesta de inmediato.
—¿Qué hay de malo con eso? Tú debiste seguir su ejemplo, maldito idiota.
Se sonroja y agacha la cabeza. Un mechón de cabello negro cae por su frente. Axel al igual que su padre no contienen las carcajadas.
—Eh...
—Cierra la boca o te arrepentirás —Le interrumpo, enojada.
—Uhh... —dice Andrew.
—Cállate, imbécil —Se defiende Asher, rascándose la nuca.
Pensar en su pasado de promiscuo me pone de mal humor. Andrew está mordiendo su labio para no reírse, Asher no tiene el valor de mirarme. Ahora ya no es chistoso, ¿eh?
—Marianne nunca fue de mi agrado —comenta la señora Aria —. Sabía que ocultaba algo.
—Asher me contó con muchos detalles lo que sucedió en la fiesta de Reynard —El señor Aiden me observa —. ¿Entonces es tu familia, Arianne?
Mi estómago se retuerce.
—Lamentablemente —digo, avergonzada —. Compartimos el mismo ADN.
Mi suegra pretende hacer otro comentario desagradable, pero Asher la manda a callar con su expresión molesta. Ja.
—¿Cuál es el plan a partir de hoy? —pregunta Asher.
—Contamos con la ayuda de los Persson y buscaremos nuevos aliados —informa el señor Aiden —. No dejaremos que se adueñen de nuestro pueblo por nada del mundo. Se enfrentarán a los Karlsson.
Siento a la tensión envolverme como una manta. Qué estrés.
—¿Hay noticias de mi padre? —inquiero.
El señor Aiden sacude la cabeza y me ofrece una mirada de disculpa.
—Aún no, pero sé que pronto aparecerá.
Mis hombros se hunden a causa de la decepción. Entiendo que esté muy ocupado, pero una llamada no le tomará ni dos minutos. Detesto que su ausencia me duela. No estuvo para mí durante diecinueve años. ¿Por qué me importa ahora? Soy una idiota emocional.
Asher me abraza al oír mis pensamientos.
—La buena noticia es que Audrey se fue —informa Axel —. Hoy recogió sus cosas y se marchó sin dar explicaciones.
Kellan levanta una de sus cejas rubias.
—¿Dijo a dónde iba?
—No —intercede la señora Aria —. Espero que no regrese aquí.
Es bueno que tampoco le agrade esa entrometida. Al fin tenemos algo más en común aparte de nuestro desagrado hacia Marianne.
—Mencionó que tiene una amiga —agrega Axel —. Tampoco dijo su nombre.
¿Ahora qué se trae entre manos esa traidora? ¿Por qué su insistencia en permanecer en New Hope?
—Vamos a vigilarla —farfullo —. Ella es otro enemigo.
🐺
Decidimos comprar dos cajas de pizzas para la cena, luego regresamos a nuestra cabaña. El señor Aiden quiso que nos quedáramos, pero estoy cansada y no tengo ánimos de soportar a su esposa. El viaje fue largo. Necesito darme una ducha y dormir. El agotamiento físico y emocional es inmenso. Mañana debo continuar con mi rutina de entrenamiento. No les daré tiempo a mis enemigos de verme caer. Seré más fuerte que ellos y haré que paguen el daño que hicieron.
Se los debo a mamá y Theo.
—Otra vez perdida en tus pensamientos —comenta Asher, dándole una mordida a su pizza —. A veces te quedas en silencio y tus ojos se ven vacíos.
Examino la etiqueta del envase de Coca Cola.
—Estoy asustada —Mi voz suena temblorosa —. Él es peligroso y poderoso. Tiene a los vampiros de su lado, su madre es Abigail y Marianne es una loca psicótica.
No se inmuta.
—No le tenemos miedo. Él no conoce al clan de los Karlsson.
Muerdo mi labio en un intento de calmar mi tensión. No soportaría perder a alguien más.
—Quiero desaparecer y nunca volver aquí. ¿Podríamos ir a un lugar dónde nadie nos conozca? Es mi sueño más anhelado.
Escucho la risa de Asher y ese sonido me reconforta.
—Prometo que visitaremos cada parte del mundo cuando termine este desastre —Se levanta de su silla y da un paso cerca de mí —. Saldremos adelante juntos. Tú eres la mujer más poderosa que he conocido. Confío en ti, Arianne.
Las llamas brillan en las puntas de mis dedos. Amo sentir esta calidez en mi cuerpo. El fuego siempre será mi marca más personal, mi sello en este mundo.
Yo haré arder a todos mis enemigos.
—Soy poderosa —susurro.
Su deslumbrante sonrisa casi me pone de rodillas.
—Sí lo eres y tienes que empezar a creerlo.
Choca su boca contra la mía y su sabor explota en mi lengua. Me levanta y le rodeo la cintura con mis piernas. Enredo mis dedos en su cabello, beso cada parte de su rostro. Dioses, esto es fenomenal. Nuestra hambre nunca se detendrá.
—Tú sí puedes vencerme —Le digo entre besos —. Eres mi mayor debilidad, Asher Karlsson.
🐺
Me remuevo en los brazos de Asher mientras mi piel se llena de escalofríos. Intento abrir los ojos, pero no puedo. Una fuerza inexplicable me impide hacerlo. ¿Dónde estoy? Las imágenes a mi alrededor poco a poco se aclaran. Estoy en el bosque de New Hope rodeada de árboles. ¿Qué demonios significa esto? No paro de temblar, mis pies se mueven en la oscuridad.
Y luego lo veo.
Al principio pienso que es una estatua. Está parado cerca de mí, tan quieto como si estuviera muerto con una complexión gris sin vida que le hace juego. La luz de la luna resplandece su estoico rostro. Podría estar tallado en piedra excepto por el brillo de sus ojos maliciosos: son verdes como los míos. Es un depredador en la noche.
Una sonrisa se asoma en sus labios a medida que me acerco. Mi corazón estalla en una acelerada marcha, pero me obligo a mí misma a mantener la calma. La adrenalina estalla en mis venas y la puedo probar. Se siente ácida en mi lengua.
Sé quién es este hombre.
Libero mi cólera, dejándola florecer hasta convertirse en determinación. Todo lo que percibo es el subir y bajar de mis pechos. El subir y bajar de mis mejillas congeladas mientras nos miramos. ¿Por qué siento tanto frío? Esto no está bien.
—Tú... —digo, pero él sonríe.
—Es un placer conocerte —espeta —. Me hablaron mucho sobre ti.
El aire quema en mis pulmones y trato de respirar mejor. Los licántropos no sentimos frío. ¿Por qué estoy congelándome?
—¿Qué quieres de mí?
Su sonrisa aumenta.
—Puedes unirte a mi equipo o simplemente morir, Arianne. Te estoy dando la opción de elegir.
Las garras de mis manos se extienden a la defensiva, mi rabia toma su lugar en mi corazón. No permitiré que otro monstruo tenga el poder de arruinarme.
—No hay nada qué elegir aquí —espeto —. Nunca me uniré a ustedes.
La sonrisa del vampiro aumenta y enseña los colmillos. Una gota de sangre se encuentra en la comisura de sus labios.
—Entonces afronta las consecuencias.
🐺
Instagram: JessiR17
Twitter: JessiRivas17
Facebook: Lectores de Jess (grupo para fangirlear)