Capítulo 1 🐺

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Arianne

Las gotas de lluvia caen mientras observo la tumba de mi hermano. Después de cinco largos años, finalmente le dimos el entierro que merece. Papá y yo decidimos hace un mes que lo mejor es sepultarlo junto a mamá en uno de los cementerios más antiguos de Chicago. No importa si es solo su cuerpo. Pronto haremos que su alma tenga descanso cuando matemos a Abigail.

Al fin encontré el valor de venir a visitarlo.

Duele como la primera vez.

Nunca dejará de doler.

Hierba salvaje, barro, musgo y telas de araña adornan las lápidas. Hay flores secas alrededor, preciosas flores que mi padre compró para Theo y mamá. Aquí están enterrados mi familia, también muchos recuerdos. Algunos felices, otros tristes que deseo olvidar.

Un trueno se abre en el cielo por encima de mí. Estoy empapada mientras las lágrimas caen de mis ojos. Asher permanece a una distancia adecuada, dejándome tener este momento de dolor. Necesito sentir cada grieta en mi alma. Me ayudarán a mantenerme viva y a cumplir con mi propósito.

Hago caso omiso de la lluvia y me agacho frente a las tumbas de mi familia con las manos en las rodillas. La pena obstruye mi corazón, haciéndome difícil respirar. Quiero llorar hasta quedarme seca y dormida.

—Lamento que haya terminado así —musito —. Ustedes merecían un destino mucho mejor. No es justo, nada de esto es justo.

Arranco unas cuantas hojas de hierba y las arrojo hacia las tumbas. Estoy indignada y derrotada. Mamá y Theo están muertos. ¿Pero Abigail? Viva. Es libre y poderosa gracias a que consumió el alma de mi hermano. Mató a cientos de personas para ser un monstruo insaciable y destructivo.

—No tengo idea de cuánto tiempo me llevará, pero prometo que buscaré a esa bruja y la mataré —afirmo. Mis labios tiritan a causa de la fuerte lluvia —. Haré que ella regrese al infierno de dónde nunca debió salir.

Asher se acerca cuando nota que estoy perdiendo la calma. Él fue mi ancla durante los últimos meses. Me sostuvo en las noches mientras lloraba y limpió mis lágrimas. Nunca permitió que me perdiera.

Es mi consuelo.

—Deberíamos irnos —Extiende su mano hacia mí y lo acepto —. El clima se pondrá mucho peor.

—¿Crees que ellos están bien? —susurro. Las lágrimas corren por mi rostro, mezclándose con las gotas de lluvia —. Sufrieron tanto por culpa de esa bruja malvada. Me gustaría saber si están bien.

Esos hermosos ojos avellanas se suavizan y acaricia mi mejilla con el pulgar. Ver su rostro sereno calma este abatimiento. El cabello oscuro cae por su frente, él está empapado, pero no le importa. Solo desea estar cerca de mí.

—No lo sé, Arianne —suspira.

Por supuesto que no tiene respuesta a mi pregunta estúpida. Abigail robó la parte más esencial de Theo. Absorbió su alma.

Todo por poder.

El maldito poder que la incitó a matar a su propia familia.

Los brazos de Asher rodean mi tembloroso cuerpo y me besa en la frente. Aquí es dónde pertenezco, no quiero ir a ningún otro lugar. Mi lobito es la única medicina que necesito.

—La cazaré y la haré pedazos —musito, aun aferrada a él —. Yo le demostraré el verdadero sufrimiento.

Exhala un fuerte aliento.

—Y yo estaré a tu lado cada segundo.

Entrelaza sus dedos con los míos y me aleja de las tumbas. Pensé que estaría aliviada al visitar a mi familia, pero todo lo que siento es furia y un odio insoportable. Pasó un mes desde que mi mundo entero se sacudió, sin embargo, aún no logro superar el horror.

Dulce Perdición [En librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora