Capítulo 16 🐺

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Arianne

Despierto con un grito histérico.

Me estremezco mientras el sudor se desliza por mi frente. ¿Cómo logró meterse en mi cabeza? Pude sentir su aliento en mi nuca, el miedo que provocó su presencia. Ha sido más que real. Yo lo vi. Él estaba ahí. La visión de su cara vuelve a mi mente. Veo sus ojos verdes, su sonrisa malévola y escucho a la perfección el sonido de su voz.

«Claudius»

—Arianne —susurra Asher —. Estoy aquí, respira.

El pánico regresa con más fuerza y no puedo dejar de jadear. Estoy confundida, aterrada. Ese monstruo fue muy claro: si no me uno a ellos, moriré. Lastimará a quienes más me importan.

—Asher...

En menos de un segundo está junto a mí y me abraza. Su contacto es reconfortante y suspiro aliviada. La sensación de protección me envuelve, hace que el miedo se evapore.

—Tranquila —Los brazos de Asher se aprietan a mi alrededor —. Él no va a lastimarte.

Cierro los ojos mientras me aferro a su cuerpo. Mi cabeza está en su pecho desnudo y me tranquilizo mientras escucho los latidos de su corazón. Mi sonido favorito.

—Es escalofriante, parece un zombi.

Frota mi espalda.

—Todo estará bien.

―No, nada estará bien. Ahora necesito protegerte más que nunca.

Un largo suspiro brota de sus labios.

―Pensé que habías superado esa faceta.

Levanto la cabeza de su pecho.

―¿Qué faceta?

―"Debo alejarme de mi sexy lobito para no lastimarlo" —Imita mi voz.

Le lanzo una sonrisa.

―Eres mi debilidad. ¿Recuerdas? No soportaré si algo malo te sucede.

―Voy a estar bien ―Sus ojos avellanas sostienen los míos ―. Nada me va a pasar. Lo prometo, bonita.

―No puedes hacer esa promesa ―mascullo. Mi voz se quiebra y siento que el control que mantengo sobre mis emociones empieza a derribarse ―. Ninguno de nosotros puede.

Sus manos se deslizan por mi mejilla y ubica un mechón de pelo detrás de mi oreja.

―Yo puedo.

―No estoy tan segura, Asher.

Suelta un gruñido frustrado.

—Sé que estás asustada, pero no hables como si fueras a perderme —murmura—. Estaremos bien. Tienes que creer en nosotros.

¿Qué sucederá si está equivocado? Esta situación no puede empeorar. Me siento como si estuviera en un callejón sin salida. Pensé que Abigail sería el único problema. No predije que tendría varios aliados. Su hijo es un vampiro maniático. ¿Y Marianne? Esa loca tiene lo suyo. En la casa de Reynard demostró que es capaz de hacer cualquier cosa.

—Lo siento.

Me besa en la frente.

—Shh... no te disculpes. El estrés está agobiándote.

Uno nuestras manos y cierro los ojos.

—Eres mi vida —Le digo —. Soy capaz de todo por ti.

🐺

Al día siguiente, el entrenamiento con Kellan empieza con intensidad. Su mano se sujeta alrededor de mi garganta y aprieta. Abro los ojos ampliamente por la sorpresa. ¿Qué diablos? Nunca fuimos a ese nivel.

Dulce Perdición [En librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora