Capítulo 18 🐺

152K 16.5K 11.9K
                                    

Ashton

Llegamos al pueblo muy temprano. Reynard está emocionada cuando ingresamos a la sala. Lo primero que vemos es a Andrew besando a Emmie en el sofá. Ni siquiera me sorprende. Esos dos son como pulpos que no pueden tener las manos quietas cuando se trata del otro.

―¡Hermano! ―Axel me da un fuerte abrazo ―. Al fin estás aquí, idiota. Estoy ansioso de conocerla.

Reynard sonríe y le tiende la mano.

―Mi nombre es Reynard y supongo que tú eres Axel.

Mi hermano le guiña un ojo.

―Bienvenida a la familia, pelirroja.

―Gracias, Axel.

Emmie se levanta del regazo de Andrew y se acerca con una sonrisa amable.

―Es bueno volver a verte, Ashton.

―Hola, Emmie ―respondo ―. Ella es Reynard.

Emmie le da un cálido abrazo de bienvenida a Reynard.

―¡Mucho gusto! ―espeta Emmie, entusiasmada ―. Arianne me habló sobre ti y estoy segura de que seremos grandes amigas. Bienvenida a la familia.

La sonrisa de Reynard es demasiado grande y contagiosa.

―Gracias, Emmie. Eres muy dulce.

Emmie besa su mejilla y el siguiente en presentarse es Andrew.

―Admito que estaba muy curioso de saber quién es la compañera de mi hermano. Me compadezco de ti ―bromea Andrew ―. Te ha tocado el más amargado de los Karlsson. Soy Andrew.

Resoplo, Reynard suelta una agradable risa.

―Tú eres el humorista de los Karlsson, ¿eh? ―Reynard acepta el breve abrazo de Andrew ―. El color de tu aura es precioso. Puedo ver el verde, rosa y rojo.

Mi hermano levanta su pálida ceja rubia.

―¿Qué significan esos colores?

―El verde es optimismo, rosa es amor y el rojo es pasión. Eres un buen chico.

Una sonrisa engreída se extiende en la cara de Andrew.

―Me agradas ―dice mi hermano.

―¿Qué ves en mí? ―pregunta Axel ―. Tus habilidades son impresionantes.

Reynard hace una breve pausa.

―Veo un rojo muy intenso. El color de la lujuria.

Axel chifla y toca su pecho como si estuviera orgulloso.

―Nunca decepciono, ¿eh?

Emmie gira los ojos con fastidio.

―Por supuesto que no. Siempre andas caliente como un volcán ―dice la rubia ―. ¿Acaso ese pene nunca se cansa?

Mi hermano se lame los labios y le da una mirada sugerente. Error.

―¿Quieres averiguarlo?

Andrew le da una expresión mortal.

―No dijiste eso...

Axel se encoge de hombros mientras Emmie suspira agotadoramente.

―Lo hice.

En menos de un segundo, Andrew está sobre él y lo golpea con los cojines del sofá. Reynard no para de reír por las locuras de mis hermanos. Qué inmaduros.

―Idiotas ―refunfuño y tomo la mano de Reynard ―. Te presentaré a mis padres.

Empiezo a subir las escaleras y suelto un gruñido cuando percibo que Axel mira el culo de mi compañera. Bastardo pervertido. Echo un vistazo sobre mi hombro para verlo sonreír como el gran baboso que es.

Dulce Perdición [En librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora