Maratón 3/4
Pov Lauren
-Cuidado, Camz...-rio bajo al verla casi caer al suelo por tropezarse con sus propios zapatos.
Ella se averguenza un poco y continua su rápido camino hacia el baño, luego de unos segundos sale y rebusca en el armario una camiseta limpia, al parecer la que traía puesta la ha manchado con pasta dental.
-No quiero que te vayas...- le hago un pequeño puchero desde la cama, ella me mira con angustia, se nota a leguas que quiere continuar en la cama conmigo, más si yo aún continuo desnuda bajo las sábanas, Camila me recorre el cuerpo con la mirada, me percato que aún hay deseo en sus marrones ojos ¡Joder! mi cabeza se llena de todas esas imágenes, en las cuales Camila me hizo el amor anoche y hasta esta madrugada, porque fue en más de una ocasión, luego de haberme dejado en la bañera y encargarse de la limpieza, ella me abordó de improvisto mientras me enjuagaba el jabón de mi cuerpo y me hizo el amor nuevamente en la bañera, y luego me llevó al orgasmo unas tres veces más en nuestra cama ya completamente limpia, prácticamente no he dormido y ella tampoco, por eso ahora está apresurada, porque se quedó dormida y va tarde a clases.
-Yo tampoco me quiero ir...- se sienta a mi lado en el borde de la cama - pero tengo clases... y luego tengo que cubrir un turno en el hospital- me sonrie tristemente.
-Camz, pero no has dormido nada.-le digo preocupada llevando mi mano a sus labios para quitar un rastro de pasta dental que ha quedado ahí.
-No me importa... Con tal de hacerte el amor, no me importaría dormir solo unos minutos- dice para darme un tierno beso en los labios, de inmediato profundizo el beso y colo mi lengua entre sus labios, me derrito nuevamente con la sensación que me provoca su lengua enredándose con la mía, Camila se recuesta sobre mí y comienza a masajear mis pechos tiernamente, provocando que suelte unos pequeños gemidos.
-Te amo...- me murmura contra mis labios para luego morderme seductoramente mi labio inferior.
-Yo tam...-mi respuesta es interrumpida por el tono de llamada del celular de Camila, suelta un gruñido de malestar, toma el molestoso aparado de encima de la mesita de noche, me percato que se trata de una llamada desconocida, me dirige una mirada de disculpa para luego disponerse a contestar.
-Hola, si, con ella...- de repente el semblante de Camila cambia a uno nervioso -Oh, si, si- discretamente Camila me mira de reojo, la miro algo extrañada por su actitud- Emmm... esta tarde iré, gracias por avisar, no... no se preocupe- suelta una risita nerviosa- Ok, nos vemos... Adiós- dice finalmente cortando la llamada, rápidamente se pone de pie y guarda el celular en su bolsillo.
-¿Quién era?- pregunto interesada, Camz desvia su mirada de la mía.
-Es... Es del laboratorio, tengo que pasar a buscar unos exámenes de un paciente que estoy tratando- extrañamente cuando salien esas palabras de su boca en ningún momento me mira a la cara.
-Tengo... ya es hora de irme...- se inclina para darme un corto beso en los labios.
-Ok...-digo con pesar- Te amamos...
-Yo también las amo...- dice antes de verla salir del cuarto.
Me recuesto completamente exhausta sobre la cama mirando hacia el techo del cuarto, tapo mi desnudo cuerpo con las sabanas ¡Dios, como extraño el calor de Camila! No han pasado ni dos minutos desde que se fue y ya la extraño terriblemente.
-¡Por Dios! ¡Todo este departamento huele a sexo, puteria y zorrismo! - mi Polinésica amiga entra como si nada en el cuarto.
-Dinah...-ruedo los ojos al verla con una sonrisa burlona en el rostro-¿Cómo entraste?- la miro de mala manera.
-Mila me dejo entrar antes de irse...- me explica tranquilamente- ¿Por qué aún no estás lista?- eleva una de sus cejas.
-¡Demonios!- recuerdo al instante que había quedado en ir a ayudar a mi madre con los últimos arreglos de la dichosa fiesta que realizara este fin de semana y que DJ me acompañaría- perdón... ahora mismo me alisto...- digo tratando de incorporándome en la cama, cubro rápidamente con la sabana mi cuerpo desnudo.
A DJ se le dibuja una sonrisa pícara en el rostro- con razón no has visto los mensajes que te envíe a tu celular... ¿Quieres que te traiga una silla de ruedas? Porque no creo que puedas caminar al verte ahí, toda follada...-se burla.
-¡Cállate, Dinah!- le tiro una almohada que tengo a mi lado, pero la esquiva.
-Pobre de mí Chancho, por eso la vi caminar con las piernas ligeramente abiertas, si le sacaste brillo a Karlos toda la bendita noche...-dice para luego soltar una carcajada, siento mis mejillas arder por sus palabras, pero no puedo evitar sonreír como boba al recordar lo que Camila y yo hicimos toda la noche y parte de la madrugada.
-DJ, sal del cuarto o si no, no podré alistarme...- le señalo la puerta para que de una vez se vaya de la habitación, Dinah me hace una mueca y se dirige hacia la puerta.
-Ni que tuviera ganas de ver tu culo pálido, prefiero mil veces ver el hermoso culo moreno de mi novia...-suelta antes de salir rápidamente antes de que le lance nuevamente una de mis almohadas.
-idiota...- murmuro.
Pov Camila
-Discúlpeme, pero creo que hay una equivocación- trato de explicarle amablemente a la chica- el anillo vale cincuenta mil dólares, no veinticinco mil, claramente le dije a su jefa que no aceptaría ese descuento- ya me estoy molestando un poco, resulta que después de clase me hice un tiempo para venir por el anillo de Lolo, el cual me llamaron esta mañana avisándome que ya estaba listo, pero al parecer la señorita Delevigne no tomo en serio lo que le dije, de que no le aceptare ningún descuento por el anillo, sé que suena muy tonto y cualquier persona feliz aceptaría tal rebaja en el precio, pero yo no, no entiendo porque precisamente ella quiere hacer tal cosa, si apenas la conozco y no me gusta deberle nada a nadie, más si son personas desconocidas.
-lo siento mucho, pero la señorita Cara dejo estrictamente dicho que en cuanto usted viniera por el anillo, se lo llevara y no le aceptemos más dinero- me dice angustiada la pobre chica, suelto un gruñido de frustración, no me gusta para nada esta situación.
-¿Se encuentra su jefa?- le digo algo ofuscada.
-No, salió a hacer algunas diligencias...- me habla nerviosamente la chica, me cercioro de la hora en mi celular, no tengo tiempo para esperarla.
-Me llevaré el anillo- miro seriamente a la chica- pero le pasaras esto a tu jefa y le dirás que ya está todo saldado, por favor...- le digo mientras saco mi chequera y hago un cheque con la suma que faltaba pagar.
-Pero...- pero nada...- digo con firmeza entregándole en las manos el cheque.
Luego de eso tomo el anillo, lo guardo muy protectoramente y salgo con una gran sonrisa de la joyería, en el fondo me alegra un poco no haber visto a la chica llamada Cara, no lo sé, pero no me gusto la última vez su forma de mirarme.
-¿Por qué esa sonrisa tan grande?- me pregunta sorbiendo su taza de café- No me digas... ¿Tiene que ver con la forma en que caminas?- pregunta burlona, de inmediato me sonrojo, al ver mi rostro Vero suelta una carcajada, la cual se escucha por toda la cafetería.
-No... No es por eso...- miento, porque también estaba feliz por eso, por haberle hecho el amor a mi hermosa novia hasta cansarme, pero ese no es el principal motivo por el cual sonrio.
-¿Entonces?- me pregunta acomodándose en su asiento frente al mío.
-Ya sé cómo le pediré matrimonio a Lolo...- le digo con una sonrisa radiante- y necesito tu ayuda... y la de las chicas... por favor- me avergonzo un poco.
-Pues claro... cuenta con todo mi apoyo- dice orgullosa, le sonrio agradecida.
Luego de pasada la tarde y ya con mi turno concluido, gracias al cielo sin ningún percance y ninguna urgencia, tampoco vi rondar la molesta presencia de Taylor a mi alrededor, para decir verdad, hace unos días que no la veo en el hospital, para ser exactos desde el día que tuve ese encuentro con ella, el día en el que conocí a mi bebé, solamente la he visto un par de veces a lo lejos en la facultad, cosa que me tranquiliza y parece realmente extraño a la vez.
Bueno, debería estar agradecida por eso, así Lauren no está intranquila, ya que de vez en cuando saca el tema de Taylor y me pregunta si se ha acercado a mí.
-Camila...-escucho que me llaman a mis espaldas mientras camino hacia mi auto, me volteo y me sorprendo al ver a la señorita Delevigne acercándose a paso firme hacia mí.
-Hola...- le hago un gesto con la mano, algo incomoda por su presencia, pensé que ya con el anillo en mis manos no la volvería a ver.
-Hola...- me sonrie gentilmente al llegar a mi lado- necesito hablar contigo- me mira coquetamente.
-No entiendo... ¿Cómo supo que trabajo aquí?- le pregunto realmente interesada.
Ella suelta una risita - por la señora Williams- responde simplemente.
-Oh...- asiento con mi cabeza- ¿Y de que quiere hablar?- deseo irme de una vez a casa.
-De esto...- saca de entre sus bolsillos el cheque que le había dejado, de inmediato frunzo mi ceño.
-No... No hay nada de qué hablar sobre eso, yo no aceptaré su descuento, señorita Delevigne- trato de sonar lo más convincente posible.
-Por favor, Camila, háblame de tu, me haces sentir vieja- dice divertida, me quedo pensativa unos segundos, asiento a su petición con la cabeza.
-Eres realmente adorable, Camila...- lleva su mano a mi mejilla y me la aprieta levemente, de inmediato retrocedo un paso al sentir su contacto, esa acción hace que ella me mire más intensamente- lo siento, lo siento- eleva sus dos manos a la altura de su cabeza.
- En realidad, no vine aquí por lo del cheque- dice después de unos segundos de incomodidad, ladeo mi cabeza no entendiendo a que quiere llegar con su actitud.- viene a buscarte, porqué quería verte- me sonrie seductoramente, su franqueza me hace sonrojar hasta las orejas, miro hacia el suelo para tratar de ocultar lo avergonzada que estoy por sus palabras.
-Camz...- escucho mi apodo y la voz de la persona a la cual pertenece mi corazón, me sobresalto ¡Mierda, Camila! ¡No es momento para sonrojarte, no ahora! giro mi vista para encontrarme con Lauren, quien esta de pie a unos pocos metros de Cara y de mí, sosteniendo una caja de las donas que tanto nos gustan a ella y a mí.
-Lauren...- trato de normalizar mi estado de nerviosismo, sé que yo no estaba haciendo nada malo, pero siento que por algún motivo, si Lauren escuchará lo que Cara me acaba de decir, se pondría triste o se enojaría, últimamente mi hermosa novia anda muy sensible por el hecho de estar embarazada- Pensé que nos veríamos en casa de tu mamá...- me acerco rápidamente a ella y la ayudo a sostener la caja, ella no ha despegado la mirada de Cara, la mira de una forma desafiante.
-Me desocupe temprano y decidí venir aquí para sorprenderte...- me habla calmadamente, pero sin dejar de examinar de arriba a bajo con la mirada a la chica que se ha quedado apartada de nuestra conversación.
-Y lo hiciste... yo estaba a punto de irme... y...- pues yo sé lo impedí - Cara se encoge de hombros y camina unos pasos hasta quedar más cerca de nosotras.
-entonces debo agradecerte por ello, o sino no hubiera encontrado a mi novia aquí...- Lolo le dirige una sonrisa, aunque para mí me parece ver más una mueca de desagrado.
Cara suelta una risa que hace que Lauren le frunza el ceño ¡Oh por Dios, esto se ve feo!- No tienes nada que agradecer, hoy tuve mucha suerte, tenía muchas ganas de conocerte, Camila habla maravillas de su novia- le dirige una sonrisa sincera, en ese momento Lern cambia su semblante a uno más relajado- perdón, aún no me he presentado, me llamo Cara Delevigne, soy amiga de Camila- dice eso último mirándome de reojo- un gusto- le extiende la mano amablemente.
-El gusto es mío, yo soy Lauren Jáuregui...- le recibe el gesto sonriente- no había odio hablar de ti ¿Desde cuándo son amigas?- mi ojiverde le pregunta intrigada.
Mi pecho se contrae ¡Demonios! ¿Qué hago? Si Lauren se entera donde conocí a Cara, sabrá del anillo y todo se arruinara.
-Desde hace un tiempo ya - le explica simplemente la chica.
-Si, Pero...-¡Hey! Mira a quién tenemos aquí...- Vero llega justo para interrumpir a mi preguntona novia.- Veo que ya conociste a nuestra vieja amiga, Lern...- posa familiarmente su brazo alrededor de los hombros de Cara.
-¿Vieja amiga?- Lolo la mira extrañada, al igual que yo, pero Lauren no me esta poniendo atención a mí, gracias a Dios o si no descubriría la mentira de Vero.
-Sí, vieja amiga, hace muy poco que nos volvimos a encontrar con Cara, después de muchos años de no vernos- Verónica habla muy segura de sí misma ¡Oh Dios mío, gracias por darme a una amiga con dotes de actriz!
-Oh...- al parecer Lauren esta satisfecha con la respuesta, Vero me guiña un ojo sin que se de cuenta mi novia- Cara, este fin de semana mi madre realizará una pequeña fiesta, estas totalmente invitada, así aprovechan de ponerse al tanto de todo...¿No te parece, amor?- me pregunta Lern con una sonrisa genuina ¡Demonios!
-Si... claro, estas invitada...- digo no muy convencida, tengo que seguir la corriente o si no Lolo descubrirá lo del anillo.
Cara tiene una sonrisa plasmada en su rostro- Gracias, no faltare, te lo aseguro- dice amigablemente, realmente no sé qué pensar de esta chica ¿Por qué demonios no se niega a la amable invitación de Lauren?- ¿Puedo llevar a una amiga?- pregunta con inocencia.
-Claro, no hay problema...- le responde mi novia.
-Ok... entonces estamos en contacto, Mila - me guiña un ojo, verdad que ella tiene mi número de celular, porque lo deje como número de contacto en la joyería- fue un gusto, Lauren...- se despide con un beso en la mejilla- nos vemos chicas- se despide de igual forma de Vero y de mí, para luego caminar hacia su auto.
-Es muy simpática esa chica...- comenta Lauren una vez Cara desaparece de nuestra vista.
-Sí, lo es- respondo algo nerviosa.
*Uno más y listo, espero que les este gustando :3