—Camila, ven aquí, esto es seguro, lo prometo —Luke se gira hacia mí, hemos decidido subir hasta arriba de nuestro edificio, cuándo lo decidamos parecía divertido, ahora ya no lo es —Sólo nos recostaremos aquí —Señala con su dedo la manta que ha puesto en sobre el piso.
—¿Estás loco? No daré un paso más —Digo mientras me sujeto de la puerta, aquí no hay nada más que tubos de los aires acondicionados, puedo ver toda la cuidad y me asusta —Luke, regresa ¿Acaso quieres morir?
Él rueda lo ojos, a pesar de que está a algunos metros de mí, aún siento la necesidad de quererlo ahorcar.
—Créeme cuándo te digo que es seguro, ya hemos hecho esto en casa de mis padres ¿Recuerdas? —Exclama, así que me río con cinismo.
—¡Si, pero la casa de tus padres no tiene más 50 pisos! Además, no creo que esté permitido estar aquí, vendrá alguien y nos acusará. No me meteré en problemas por ti, Johnson —Afirmo, me cruzo de brazos mientras intento cubrirme con mi bata, aquí hace frío.
—Tú fuiste quien lo sugirió —Afirma.
—Parecía más seguro en mi cabeza.
—Ven aquí o iré por ti —Dice y después entrecierra mis ojos.
—Atrévete y morirás, además, aquí no hay luz, ¿Qué tal que si piso en el lugar equivocado y caigo al vacío? —Dice alzando mi voz para que pueda oírme, él sólo rueda los ojos.
—No te preocupes, cariño. Saltaré detrás de ti.
Vaya, vaya.
—¡Oh si, eso definitivamente me ha convencido! ¡Qué gran idea! Eso seguro que nos salvará a ambos —Exclamo con sarcasmo.
—No seas gallina y ven aquí.
—Oye, no soy gallina pero aún así no habrá poder en el mundo que me haga ir, ¿Sabes qué? Regresaré al departamento, adiós.
—Camila Parks, no te atrevas a irte.
—Si que me voy, Luke —Retrocedo un paso, entonces lo veo caminar hacia mí.
Mierda.
—Bien, tú lo quisiste —Luke se acerca hasta que llega a mí, hay demasiado aire aquí arriba y está helado, juro que morir de hipotermia. Él toma mi mano y jala de ella, no se si tiemblo por el miedo de estar aquí o por el aire tan frío, creo que son ambos —Sé lo que piensas de las alturas pero te prometo que mientras esté aquí, yo cuidaré de ti.
—Bien —Tomó un gran suspiro y camino junto hacia él, continuó con algo de timidez hasta llegar a la manta que está sobre el suelo. Ambos nos sentamos.
—¿Lo vez? No es tan difícil.
—Cierra el pico, aún podemos morir.
—Ven, recuéstate —afirma, ambos nos recostamos teniendo frente a nosotros la vista de las estrellas, desde aquí el cielo luce tan cercano, cómo si pudiera tocarlo con sólo extender mi mano —Sólo mira todo esto, es tan hermoso y escalofriante al mismo tiempo.
—"Millones y millones de estrellas... Algún día seré un astronauta famoso y guapo que bajará una estrella tan brillante y excepcional del cielo y así Lisa arderá en celos por haberme rechazado en el baile" —Recuerdo una frase que Luke mencionó cuando teníamos 10 años y estábamos observando las estrellas sobre el techo de la casa de sus padres, fue un día después del baile de bienvenida cuando la chica que le gustaba, lo rechazó.
Escucho a Luke soltar una carcajada.
—No puedo creer que aún recuerdes eso —Afirma —Ni siquiera recordaba a Lisa.
—Oh cariño ¿Te rompieron tu corazoncito? —Me giro hacia él y hago un puchero, él se ríe al mismo tiempo que toma mi mano y la entrelaza con la suya.
—Si pero está bien, tiempo después Chris Dempsey la rechazó a ella —Afirma — Hablando de eso ¿Recuerdas cuánto amaba la astronomía? Vivía por ella, tú solías aventarme cojines cada vez que comenzaba a hablar de estrellas o planetas.
—No, pero si recuerdo tu cara cuando te regalé ese telescopio que tanto veías en televisión —Me río junto a él.
—¡Es verdad! Ese día fue tan especial, porque además de eso fue cuándo me empezaste a gustar un poco. Desde ese día supe que me ibas a volver completamente loco.
—Bueno, ahora ambos lo estamos... ¿Y bien sr. Astrónomo? Dime algo sobre las estrellas, sé que mueres por hacerlo —Digo, Luke gira su vista hacia la maravillosa vista frente a nosotros y da un largo suspiro. Después apunta con su dedo hacia el cielo.
—¿Logras ver ese conjunto de estrellas por allá? —Pregunta a lo que rápidamente sigo con mi vista hacia dónde él apunta, después asiento —Es una constelación llamada Sagitta, una de las más pequeñas, aunque algunas personas la llaman "La flecha de cupido" porqué si usas tu imaginación y las unes entre sí, puedes ver que forman una flecha.
Permanezco cortos segundos intentando encontrarle la forma, es verdad, realmente parece una flecha.
—¡Es verdad! Puedo verlo —Digo al instante, me giro hacia él y le sonrío.
—Se dice que todas esas estrellas cuentan las historias de amores imposibles, eternas o prohibidas. ¿La ves? Está justo ahí —Luke levanta su brazo y apunta de nuevo, recorro mis ojos por las estrellas.
—La veo, es preciosa —Afirmo. No puedo dejar de sonreír.
—Es divertido y muy loco pensar que soñaba con bajar una estrella del cielo pero no pude, al menos si encontré una totalmente brillante y excepcional. Te encontré a ti —Luke gira de nuevo hacia mí y se acerca para besarme cortamente.
—Luke... —Digo su nombre por lo bajo, no puedo evitar sonreír.
—Es un lindo mensaje, no lo crees, pasé mi vida entera buscando a mí estrella y la tuve a mi lado todo el tiempo —Habla. Pasa su mano por mi mejilla y la acaricia, me pierdo en el brillo de sus ojos, un brillo más hermoso que el de cualquier estrella del cielo.
De pronto una idea viene a mi mente que me hace reír un poco sólo de pensar en hacerla realidad. El frunce el ceño.
—¿Qué? —Pregunta confusa llevando su vista de mis ojos a mis labios.
—Se me ocurre algo que podríamos hacer para darle más significado —afirmo, él junta sus cejas al instante.
—¿Qué se te ocurre? —Luke frunce el ceño, yo por mi parte, no respondo, sólo le sonrío, él parece entenderlo al instante porque veo como borra su sonrisa —Ni de coña, estás loca.
Asiento una y otra vez.
—Si, que lo haremos, es una gran idea —Le respondo, creo que sería una linda manera de hacerlo sufrir, aunque se niegue a hacerlo —Vamos, no será tan malo.
—No, no lo haré, ni en sueños —Él niega de inmediato mientras se levanta del suelo para sentarse.
—Si, tú me has hecho venir aquí a pesar de que sabes que odio las alturas, pues yo te haré entrar ahí aunque detestes las agujas.
—"No habrá poder en el mundo que me haga ir allá" —Dice fingiendo mi voz y mis expresiones faciales algo que definitivamente me causa risa —Lo digo en serio, no lo haremos.
Al día siguiente ya estamos en el salón, eligiendo un diseño, algo sencillo pero significativo.
—Este me parece bien, ¿Tú que piensas? Además, es pequeño y discreto, así recordaremos la noche de ayer, tu fascinación por la astronomía y cómo juntos encontramos nuestra propia estrella —Digo, él levanta la vista hacia mí y dibuja una ligera sonrisa, se acerca y deposita un suave beso en mi mejilla.
—Este será —Afirma apuntando al diseño de tatuaje que nos haremos —Podemos hacerlo en el antebrazo, si estás de acuerdo.
—Bien, hagámoslo —Asiento, justo al mismo tiempo se acerca el tatuador y nos observa.
—¿Ya han elegido? —Nos mira a ambos algo curioso, Luke y yo nos miramos unos cortos segundos y después asentimos.
—Queremos este —Digo apuntando a la palabra Sagitta en letra cursiva y con las letras un poco separadas, él asiente.
—Bien, sólo necesito saber si están seguros, los tatuajes normalmente resultan una maldición para las parejas, ya sabes, las parejas que se tatúan terminan separándose —Afirma el señor.
—Si, estamos seguros —Responde Luke.
—Bien, ¿Quién va primero?
—Él —Respondo rápidamente sin darle tiempo a Luke de responder, me divierte ver cómo sus ojos se abren un poco pero sin embargo lo acepta y se levanta de la silla.
A pesar de que hemos elegido algo realmente pequeño, fue tan gracioso ver las caras de Luke mientras se hacía el tatuaje, puedo jurar que estuvo apunto de desmayarse. Después de que ambos termináramos volvimos a casa, Luke abre la puerta y se adentra para encender las luces.
—¿No sientes ardor? —Pregunto algo curiosa viendo mi tatuaje, no puedo creer que finalmente tengo uno, siempre quise uno.
—No, ya ni siquiera siento nada —Niega, él se gira hacia mí y me entiende su mano, le sonrío y me acerco a él para tomar su mano, el jala un poco y me hace chocar contra él, siento su calidez e instantáneamente me hace cerrar los ojos. Él junta su frente con la mía mientras sostiene mi cintura —Hemos sellado nuestro amor.
—Lo sé, se me ocurren distintas maneras de celebrarlo —Respondo entre pequeñas risas, él se aleja y me mira con una ceja alzada.
—¿Oh de verdad? Justo estaba pensando lo mismo —Dice, de pronto me levanta del suelo y se dirige a la recámara.
—¡Oye! —Exclamo entre risas —¡No me refería a eso!
Me aferro a él para evitar caer. Luke se adentra a la habitación, me baja y me toma por la cintura.
—¿Sabes algo? Ven aquí —Le digo, lo tomo por las mejillas y lo beso, él responde de inmediato, comienza a empujarme un poco haciéndome retroceder hasta que me espalda choca con la suavidad de la cama.
—No sé cómo lo haces pero siempre logras destruir mis sentidos, daría todo lo que tengo para que seas mía y yo ser tuyo para siempre —Dice mientras deja besos húmedos en mi cuellos.
—Así ha sido siempre Luke, tenlo por seguro que siempre he sido tuya y tú, sólo mío... Sólo mío.