¿Que pasa mi amor? -preguntó José Manuel
¿No quieres un hermanito? -Isabel dijo angustiada.
«En otro sitio de la gran ciudad»
+Isabel por fin desaparecerá de nuestras vidas, José Manuel será todo mio -sonriendo con cinismo.
Su acompañante le mira sin dar crédito a lo escuhado.
-Eso es imposible, no puedes hacer que deje de amar a Isabel.
+nadie dijo que la dejaría de amar... Simplemente ya no estará para amarla...
-no pensaras matarla
+¿porque no?
-¡esta embarazada! Los seguí hasta la clínica esa hoy y me metí a investigar.
+ eres el mejor cómplice -le sonríe- pero entonces morirán dos pájaros de un solo tiro.
-¡no soy tu cómplice! ¡No quiero serlo!
+no tienes elección cariño -salió del lugar dejándolo solo.
«casa de Nora»
No, quiero una hermanita -exclamó Lisa- niña, para jugar a las muñecas.
A Isabel le volvió el alma al cuerpo y el color al rostro.
José Manuel pudo respirar normal y hasta sonrió- ah no mi amor, es solo un decir, aún no sabemos si es niño o niña, puede que sea nene pero también nena.
¿De verdad? -pregunta inocentemente la pequeña, mira a Isabel.
Por supuesto mi amor, apenas hace un rato lo vimos y quisimos venir a presentartelo... -le señala la eco- ¿recuerdas que pediste de deseo en tu cumpleaños? -sonriendole dulcemente.
¡Un hermano! No... ¡una hermana! -sonríe con emoción- ¡se cumplió mi deseo!
Así es mi princesa -ríe un poco- ¿que tal si vamos a celebrar con un helado?
Siiii papi, helado siii -grito emocionada.
Levanta su mirada hacia Nora, sonriendo- ¿nos acompañas?
No, no Isabel, gracias, es su momento disfruten ustedes. -mira a Lisa- dame un abrazo y un beso cielo.
Después de que Elisa tomara unas cosas y se despidiera de su mamá pues había querido ir a dormir a casa de su papá y José Manuel e Isabel aceptaron encantados.
La escena era la de la familia perfecta, papá al volante, Isabel con su mano entrelazada a la de su esposo y tarareando con su "hija" la canción en curso en la radio.
Quien no los conociera a fondo no sabría a todos los obstáculos que la pareja se tuvo que enfrentar para estar así, unidos y felices.
El día, entre risas y alegría pasó rápidamente, fueron por el helado, al cine y hasta pasearon a Luna después de pasar por ella a casa de Mayte.
Mayte, la rubia pequeña loa recibió con regocijo y entonces ahora si los felicitó a ambos por la nueva buena, la invitaron a ir con ellos pero ella se excuso diciendo que ya tenia una cita a lo cual su hermana no desaprovechó para molestara con respecto a la idea de un nuevo novio, le dijo, que falta le hacia.
La noche había caído, la pequeña se había dormido sin querer separarse de la cachorra así que no hubo de otra que dejarla con ella. El matrimonio estaba en la habitación principal de su hogar, sobre la cama, abrazados, disfrutando del silencio que el momento les regalaba, suaves caricias en el vientre de Isabel por parte de José Manuel hicieron que de pronto las lágrimas se asomarán por sus bellos ojos.
José no pasó por inadvertido el movimiento de mano de su mujer cuando se secó la lágrima.
Amor... Amor ¿que pasa? -la mira tomándole el rostro para que ella lo mire- dime
Nada mi amor, nada -le sonríe débilmente.
Mi amor no me ocultes las cosas -hace pucheros- ¿no eres feliz?
Sonríe un poco más- no digas eso tontito -le da un beso rápido- las lágrimas no son solo de desgracia esta vez son de plenitud, de felicidad... Soy feliz José, contigo, con Lisa, con Luna también... -pone la mano sobre la de el- y por esta criatura que esta en camino y que ha venido a abrirnos los ojos, porque no puedo mentir, sus padres son unos estúpidos que no querían dar su brazo a torcer por orgullo...
La interrumpe- más su mamá -dice sonriendo.
Pone los ojos en blanco pero suelta una risita- ¿para que decir que no, si es cierto? Pero dejame seguir -lo sentencia con la mirada a callarse- ¿en donde estaba? -ve que el iba a soltar una carcajada y lo mira de nuevo de la misma manera- ya eh... Ah, ya recordé... Fuimos unos tontos, más yo si, pero eso ya pasó estamos juntos de nuevo como la familia que somos y nada ni nadie nos va a separar, nunca, jamás...
Te amo Isabel Lascurain Arrigunaga -mirándola a los ojos, demostrando con su mirada todo el amor que había por ella en su alma- y...
Ahora lo interrumpe ella- te faltó el Maria -sonríe "inocentemente"
Se pone serio, como si estuviera enojado- ¿me vas a dejar hablar?
Ella sonreía- si, pero antes... -le toma el rostro y le planta un beso estruendoso para enseguida separarse- continúe...
Sonreía saboreando el beso- eres mala, ya no me puedo concentrar por lo que te iba a decir.
Entonces pasemos a otra cosa -se muerde el labio inferior.
Eres insaciable gordita... -se inclina sobre ella para besarla.
No, no, no... Dije otra cosa, o sea, otro tema... -sonreía viendo la cara de el- ay ya, sabes que al final lo vamos a terminar haciendo.
Pues ahora no quiero -"indignado" se cruza de brazos contra su pecho.
Ríe- ya esposo -le da besitos- dejame decirte lo que quería decirte...
Te escucho...
Quita esa trompita -le da besitos- hagamos una comida -José la mira extrañado- si, una comida -se coloca a horcadas de el- así le decimos a toda la familia la buena nueva ¿que dices?
Me parece una buena idea... Podías hacer como cuando nos íbamos a casa, si quieres hago de cuenta que yo no sé nada -sonríe.
¡Va! Si, si si... -ríe- tienes que ser el mejor actor entonces... Pero si lo eres...
¿Ah si? -arquea la ceja- ¿porque?
Finges muy bien que te soy indiferente -lo besa- mm...
Sonriendo sin poder resistirse le corresponde llevando las manos a su trasero.
Así comenzó el acto más lleno y puro de amor que podían demostrarse ellos. Al hacer el amor, lo cumplieron en todas sus letras, se entregaron como si fuera la primera pero también la ultima vez, ambos grabándose de memoria cada milímetro de piel del otro.
« DIAS DESPUÉS »
La casa se los Alvarez Lascurain estaba llena de gente querida, gente que desde el principio de su amor les bendijeron con palabras y actos su unión.
La reunión era en el jardín, los Lacurain se desenvolvían junto con los Arrigunaga, ningunos eran pocos y no dejaban de lado a las amistades de años de Isabel, casi ya parte de la familia.
En una esquina se encontraban las tres pandoras, conversando acerca del encuentro.
¿A que se debe esta reunión? -preguntó Fernanda curiosa sin desaprovechar la oportunidad.
Isabel miró rápidamente a su hermana con una sonrisa en el rostro, iba a hablar pero Mayte la interrumpió.
Seguro es para celebrar que Isa y José Manuel se reconciliaron -mira a Isabel- ¿no es así hermana?
Puede ser chi... -no lo aceptó ni lo desmintió, lo cierto era que faltaba cada vez menos para darles la noticia a todos y eso la tenia bastante nerviosa.
La fiesta continuaba, ya habían comido algo los invitados y la espera llegaba a su fin. José Manuel, quien de pie ya estaba, convocó a los presentes a que le pusieran atención.
Buenas -se aclara la voz nervioso, junto a el yacía su esposa quien lo miraba sonriente- buenas tardes a todos vosotros, se preguntaran el porque de esta reunión... -mira de reojo a su esposa, le sonríe y la abraza por la cintura- antes de decirles el motivo me gustaría que llenaran sus copas para celebrar -espera a que todos lo hagan, Isabel toma un vaso que un mesero de los que contrataron le llevó, pues ella había pedido jugo debido a su estado- bien ya que todos estamos listos, quiero ofrecer un brindis... Por el nuevo ser, que pronto estará entre nosotros y que venido no solo a unirnos de nuevo a Isabel y a mi sino también a darnos alegría a todos... Salud, por el nuevo miembro de nuestra familia -le toca el vientre a su esposa dándolo a entender a lo que todos gritan y silban emocionados de la buena nueva, todo gritan salud y beben.
Isabel apenas y puede darle solo un trago al jugo pues de pronto tiene a sus hermanas, primas y amigas sobre ella felicitándola y llenándola de halagos y amor.
José Manuel por su parte también es felicitado y bromeado por varios miembros de su familia política o sea, familia de su esposa.
››››››››››› minutos después ‹‹‹‹‹‹‹‹‹‹‹‹
Los gritos de pánico y auxilió son el único sonido que se escucha en el jardín, José Manuel que hablaba animadamente con Hector el esposo de Fernanda voltea en dirección al revuelo, no logra ver nada, estaban en circulo la gente tapando lo ocurrido, algo no le pareció bien y dejando su copa enseguida se acercó a ver, encontrándose con Isabel, tirada en el piso, inconsciente y con sangre saliendo de su nariz.
José Manuel como hace mucho tiempo, se sintió con el alma fuera del cuerpo, poniéndose pálido y sin saber que hacer.