C A P Í T U L O S
F I N A L E S
Fue sacado de su estado de shock, cuando recapacitó que su esposa era la que estaba ahí tirada, inconsciente y sangrando se abrió pasó entre la gente, la movió y habló desesperado, como no obtuvo respuesta la tomo entre brazos, no iba a esperar a que una ambulancia llegara, sin decir nada la sacó de la casa y la subió al auto, en la parte trasera acostada.
Mayte no iba a dejarlo ir solo, mucho menos manejar, así que lo siguió después de decirle y pedirle a Fernanda que se encargara de las personas, ella sin ninguna oposición y muy nerviosa al igual que todos aceptó.
La hermana de la agravada alcanzó a su cuñado.
José, José... Vete atrás con ella, yo manejo.
José Manuel tan solo alcanzó a asentir y darle las llaves de la camioneta, fue a la parte trasera y se acomodó de manera que la cabeza se su esposa quedara sobre sus piernas.
No mueras mi amor -le suplicaba llorando y acariciando su rostro- no te vayas...
May ya estaba acomodada, le partió el alma ver a José Manuel así cuando miró por el retrovisor, ella debía controlarse por el momento aunque por dentro estaba a punto de derrumbarse a temor de perder su otra mitad, su hermana. Encendió el motor y tomo rumbo a máxima velocidad pero con precaución.
Bastaron alguno minutos para que llegaran al hospital más cercano, Mayte se detuvo frente a la puerta de emergencia. José mientras estaba sacando a su esposa cargada su cuñada ya pedía auxilio dentro de la instalación, inmediatamente los profesionales llegaron con una camilla, colocaron a Isabel encima y la ingresaron al hospital.
No se despegaba ni un poco de su lado, mantenía su mano sujetada con fuerza, lloraba al verla así, en esa condición. Hubo un límite en el cual lo detuvieron- quiero ir con ella -dijo desesperado.
No puede señor por favor, espere afuera. -contestó la enfermera.
José, deja, no puedes, es mejor así... -lo sujetaba del brazo.
Salvenla, salvenlos... Esta embarazada -la enfermera asintió y se fue- estamos esperando un hijo -se apoyó en la pared más cercana, rompiendo en mil pedazos- Isabel, nuestro hijo -poco a poco se deslizaba hasta quedar sentado.
La escena era totalmente desgarradora, José Manuel en ese estado y Mayte al lado, dándole su apoyo pero también llorando, ambos sabían que sus vidas sin esa mujer, no seria lo mismo.
Casi una hora había pasado, ellos seguían esperando noticias, José caminaba impaciente por toda la habitación, no dejaba de dar vueltas.
Fernanda llegaba al hospital, entró seguida por su esposo.
Hector se dirigió a José, a quien le hizo una pregunta y le hablaba buscando reconfortarlo, el tan solo asentía o negaba, sin dejar de mirar a la puerta por donde tiempo atrás había desaparecido su esposa
May -enseguida fue a ella que estaba sentada con la cabeza entre sus manos, sentada.
¡Negri! -apenas llegó a ella se aferró a su cuerpo como si le diera esa paz que necesitaba- mi hermana Negri, mi mitad -lloraba.
Lo sé May, se cuanto miedo tienes... Y yo también lo tengo -le fue inevitable llorar también y ante eso estremecerse- pero ya verás que todo va a estar bien, Isa va a salir de esta, ella es fuerte...
¡FAMILIARES DE ISABEL LASCURAIN! -se escuchó la voz anunciar en la habitación.
José Manuel apenas escuchó Isabel se acercó al hombre con bata blanca- es mi esposa Doctor, ¿como esta? ¿Como esta nuestro hijo? -la angustia y miedo se reflejaba en su rostro.
