Capítulo 21- Viaje inesperado.

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Sus ojos y su mente seguían sin dar crédito de lo que veían... Hasta que de pronto el televisor se apagó y claro había sido su hermana.

-No te hace bien ver eso- dijo Mayte

-no me quiere, a lo mejor nunca me quiso- acostándose y llorando.

-Hermana, no te hagas ideas antes de tiempo. Tal vez es solo su amiga- ni ella se creía lo qu decía pues era más celosa que Isabel, por mucho.

-¿y si no?- más llora -dejame sola un momento.

Suspira -esta bien- se levanta -voy a terminar la comida

-No tengo hambre- murmuró.

-ah no, no me vengas con eso, comes porque comes, sino lo haces por ti, hazlo por tu hijo- hablando claro.

No le contesta, sigue derramando lágrimas, colocandose en posición fetal, en su mente se creaban muchas preguntas

"¿quien es ella en su vida? ¿la querrá como a mi? ¿o a mi como a ella? ¿desde hace cuanto están juntos? ¿habra pensado en ella mientras hacíamos el amor?" y así, muchas preguntas más que solo la hacían ponerse peor...

Después de ese momento Isabel no volvió a comportarse igual, lo único que la consolaba era el hecho de ser madre y si estar sola en eso era la situación que le tocaba, lo enfrentaría con la valentía necesaria.

Un par de días pasaron, Mayte salió con el doctor que atendió a Isabel, se la pasaron muy bien, tanto que en vez de ir a su casa al volver fue a la de su hermana, apenas le abrió se dio cuenta de lo mal que estaba.

Isabel -pasando y cerrando -¿desde cuando no comes? Estas pálida.

-Comí hace un momento, tampoco voy a dejar se hacerlo por José, ja, ni que lo mereciera eh.

-Bueno, esta bien- no muy convencida -¿te ha llamado?- ella niega -¿necesitas algo?

-dormir- dice eso, estaba en una actitud sería, algo notablemente raro en ella.

-Hermana no puedes ponerte así, piensa en tu bebé...- dejando su chaqueta sobre el sofá.

Pienso en el Mayte, es el único que me alienta a seguir de pie, en verdad- yendo a la cocina -¿tienes hambre?- sabiendo que iba tras ella.

-no, acabo de cenar- toma un vaso después de ella y se sirve igual -¿que piensas hacer ahora?

Levanta los hombros dando un trago -nada

-¿nada?- desconcertada -¿y ni siquiera le vas a decir a José que vas a tener un hijo? ¿cuando esperas que lo sepa?

-¡Mayte calla!- deja el vaso en el lavabo -no me siento nada bien- sale de la cocina.

-ese es el problema Isabel, intentas evadir el hecho de decirle a TU marido que van a tener un hijo, solo por miedo a que en verdad tenga otra. Isabel, yo no luche por mi matrimonio, no hagas lo mismo, no lo mereces- diciendo lo último más tranquila, quedándose en la sala.

La escuchó, no dijo nada, se encerró en la habitación, estando a obscuras, acostada en la cama en posición fetal, llorando, su hermana tenía razón, aunque no lo quisiera aceptar.

"Mami, no puedes dejar que papi no sepa de mi, buscarlo, cuentale. Ustedes se aman, no solo tu a él, ambos, el uno al otro, por eso estoy aquí, soy la prueba de su amor; yo los amo desde ya"

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