Capitulo 23- Proposición

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La emoción del ser que la escuchaba y observaba atentamente no tardó en salir a relucir, claro, después del shock que sufrió en su corazón y mente.

¡UN HIJO! -ella asiente- ¡NUESTRO!

Isabel ríe un poco al ver su rostro- si, de ambos -le acaricia el cabello- este es el sueño cumplido más bello.

Con lágrimas en los ojos -es la mejor noticia... ¡DE MI VIDA! -sube y la besa como siempre y a la vez como nunca.

Ella le corresponde con esas mismas ganas que el lo hacia, en ese beso iba impregnado todo el amor que sentían mutuamente.

Se separan, sonriendo y uniendo sus frentes.

Es el fruto de nuestro amor -le acariciaba el rostro a su marido tiernamente- pasamos tantas cosas juntos que era necesario. 

Completamente mi amor -le besa la mano girando un poco el rostro- te amo Isabel -repitiéndole- no concibo mi vida sin ustedes, mi familia... Elisa va a estar muy contenta.

¡Si! Mucho, lo ha deseado tanto como nosotros... -seguía acariciándolo.

Así es... Yo, en este momento, deseo algo más, diferente... -mirándola de manera sugerente.

¿el que? -viéndolo de la misma manera.

Y fue así como esa noticia se convirtió en un festejo, una celebración... A la antigua.

La recámara se lleno de sonidos, tanto de suplicas como de placer, jadeos, gemidos, suspiros, el rechinar de la cama y el choque de dos cuerpos, de dos seres que se estaban amando hasta el final.

Besándose profundamente, José Manuel subió hasta colocarse sobre ella, con miedo de lastimarla pero ella le dio la confianza necesaria para hacerlo bien.

Seguían sus bocas y lenguas unidas cuando las manos de él comenzaron a exigir tocarla más, sentir directamente otras zonas de su cuerpo, por ello, sin mucha dificultad, pues sabían como hacerlo, sus manos quitaban, se deshacían de las prendas para poco a poco ir quedando desnudos, a merced del otro.

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