Ya No Soy Aquella - CDM

Oleh eclipsadaa

186K 15.9K 14K

Emma sufrió acoso escolar durante todo un año, después de su intento de suicidio y tras un año lejos de la ci... Lebih Banyak

000
Capítulo 1: Regreso.
Capítulo 2: Lo siento.
Capítulo 3: Presión.
Capítulo 4: Demonio.
Capítulo 5: Folletos.
Capítulo 6: Correo electrónico.
Capítulo 7: Pizza
Capítulo 8: Rosalya
Capítulo 9: Lysandro
Capítulo 10: ¿Venganza?
Capítulo 11: Te odio.
Capítulo 12: Amenaza.
Capítulo 13: Denuncia.
Capítulo 14: Carrera de orientación.
Capítulo 15: Boxeo.
Capítulo 16: Búsqueda
Capítulo 17: Rescate
Capítulo 18: Condiciones
Capítulo 19: Pelea.
Capítulo 20: Fiesta
Capítulo 21: Fraude
Capítulo 22: Distracción.
Capítulo 23: Arcade
Capítulo 24: Priya
Capítulo 25: Nuevos amigos
Capítulo 26: Tregua
Capítulo 27: Dirección IP
Capítulo 28: Sin salida.
Capítulo 29: Colapso.
Capítulo 30: Terraza.
Capítulo 31: Nuevo plan
Capítulo 32: Visita
Capítulo 33: Desaparecido.
Capítulo 34: Darnos un tiempo
Capítulo 35: Leigh
Capítulo 36: Stars from nightmare
Capítulo 37: Distancia
Capítulo 38: Soplón
Capítulo 39: Beso
Capítulo 40: Pelea
Capítulo 41: Diario escolar.
Capítulo 42: Fuga
Capítulo 43: Excluída
Capítulo 44: Salida
Capítulo 45: Consejo
Capítulo 46: Terraza
Capítulo 47: Chismes
Capítulo 48: Sobre blanco
Capítulo 49: Biblioteca
Capítulo 50: Casa.
Capítulo 51: Primera cita.
Capítulo 52: Nuevo plan
Capítulo 53: Rocket
Capítulo 54: Pijamada
Capítulo 55: Discusión
Capítulo 56: Quemados.
Capítulo 57: Semanas
Capítulo 59: Fotos viejas
Capítulo 60: Cumpleaños
Capítulo 61: Vídeo
Capítulo 62: Casa
Capítulo 63: Confesión
Comunicado
Capítulo 64: La grabación.
Capítulo 65: Emboscada
Capítulo 66: Hunny Bunny
Capítulo 67: Sábado 13
Capítulo 68: Pintura
Capítulo 69: Amigas
Capítulo 70: Secreto
Capítulo 71: Películas
Capítulo 72: Paz
Capítulo 73: Confesiones
Capítulo 74: Cabañas
Capítulo 75: Verdad o reto
Capítulo 76: Verdad
Capítulo 77: Armin.
Capítulo 78: Caída
Capítulo 79: Petición
Capítulo 80: Nuevo salón
Capítulo 81: Disculpas
Capítulo 82: Despertar
Capítulo 83: Comienzo
Capítulo 84: Amistades
Capítulo 85: Despedida
Capítulo 86: Libertad

Capítulo 58: Reencuentro

1.3K 126 279
Oleh eclipsadaa


El sábado al fin había llegado y junto a los chicos ya nos encontrábamos afuera de la casa de Priya.

La decisión de mi vestimenta había sido realmente difícil. A último momento, a Priya y a Alexy se les había ocurrido que la fiesta iba a ser de disfraces y por suerte, mi mamá había guardado un antiguo disfraz de la princesa Peach que afortunadamente seguía quedándome.

Rosa ni siquiera se había comido la cabeza pensando en que llevar, ella simplemente había sacado un vestido blanco de su clóset, uno de sus cientos de pares de tacones y había comprado unas alas y una aureola para obtener un lindo y barato disfraz de Ángel.

Lyss y Castiel por otro lado, se habían esmerado un poco más y con ayuda de Leigh habían conseguido encontrar la ropa perfecta para ir disfrazados de piratas. Los accesorios, como espadas y sombreros los habían conseguido en una pequeña tienda de segunda mano y junto a Rosa, les habíamos dado una mano con algo de maquillaje y algunas trenzas en sus cabellos, sus disfraces eran increíbles.

-Wow, wow... Se ven excelentes -nos recibía Priya en la puerta.

La castaña tampoco se había preocupado mucho por su vestimenta, pues solo llevaba puesto un vestido apretado rosa. Lo más llamativo y clave de su disfraz sin dudas era la sangre que caía desde su cabeza y parecía gotear sobre su ropa.

-Carrie... -Susurró Lyss al verla.

-¡Por favor, dejen que les tome unas fotos de recuerdo! -Nos sonrió apuntándonos con una cámara.

Rosa rápidamente acercó a Lyss hacía nosotras y juntó su cara contra la mía. Castiel enseguida nos rodeó entre sus brazos y levantó su meñique e índice en su mano libre.

-¡Listo! -Exclamó mientras su polaroid comenzaba a revelar nuestra foto -¿Quién se la quiere dejar?

Rápidamente estiré mi mano y sujeté el pedazo de cartón.

-Estaremos sacando más fotos a lo largo de la noche, así que estén atentos -nos sonrió haciéndose a un lado para que finalmente entraramos.

Los tres rápidamente ingresaron a la casa. Y antes de que yo lo hiciera, me detuve a escuchar las palabras que Priya me susurraba.

-En serio me alegra que hayas venido, la vas a pasar genial.

Un extraño escalofrío recorrio mi espalda, pero antes de que pudiera paniquearme o comenzara a sacar conclusiones antes de tiempo, Rosa tiró de mi brazo y me hizo entrar a la casa.

Esta era pequeña -al menos a comparación con la casa de Rosa-, y si bien, las luces no parecían estar encendidas, tampoco estaban completamente apagadas. Las habitaciones tenían una leve luz azul y eso hacía que de inmediato se sintiera el ambiente de fiesta. La música estaba a un volumen bastante alto, pero no lo suficiente como para no escuchar lo que el resto hablaba, el ambiente era genial.

Habían muchas más personas de las que esperaba, Rosa de inmediato comentó esto.

-¿No tienen vasos para beber? -Balbuceó la peliblanca mientras recorríamos el salón principal.

-Quizás en la cocina haya algo -balbuceé.

-Entonces busquemos la cocina -soltó

Los chicos asintieron y rápidamente nos dividimos en dos, los chicos por un lado y las chicas por otro.

Mientras avanzamos con Rosa, enseguida logramos toparnos con Kentin, quién parecía tratar de animar a Armin bailando a su alrededor.

-Ahí está la cocina -Me empujó la peliblanca hacía la habitación.

Mi sorpresa no hizo más que aumentar cuando noté que ambos chicos iban vestidos de Mario y Luigi.

-¿Qué haces? No me empujes -murmuraba mientras la chica me hacía avanzar hasta la pareja.

Armin enseguida notó nuestra presencia y abrió sus ojos sorprendido al hacer contacto visual conmigo, no era la única asombrada de la coincidencia de trajes.

-¡No puede ser, eres Peach! -Exclamó Kentin al verme. -¡Tu disfraz está increíble! -Soltó rodeándome con sus brazos. -Es como si nos hubiésemos puesto los tres de acuerdo -sonrió alejándose de mí.

Armin rápidamente se alejó de la pared en donde estaba apoyado y se acercó a nosotros.

-Rosa, tu también estás increíble -le sonrió a la peliblanca.

-¡Vinieron a juego! -Exclamé cuando Armin ya estaba lo suficientemente cerca.

-¿Te gusta? -Sonrió el castaño posando junto a Armin. -Íbamos a venir de Spider-Man y Deadpool, pero no conseguimos mi traje.

-¿Ibas a ser Deadpool?

El castaño rápidamente asintió.

-Supongo que para la próxima podrán serlo -les sonreí.

Kentin observó su celular y fue entonces cuando supe que si no le hablaba a Armin ahora, no iba a poder volver a hacerlo.

-Por cierto, feliz cumpleaños -me atreví finalmente a dirigirme al azabache.

Este de inmediato me devolvió una enorme y brillante sonrisa, haciendo que al instante mi corazón comenzara a latir con muchísima fuerza.

-Trajimos regalos... Pero no sé a dónde fue Castiel, él los llevaba en su mano.

-¿Regalos? -Exclamó el chico. -¿Qué, cómo? No, no, no se hubiesen molestado, creo que suficiente tenemos con que hayan venido a esta fiesta.

Rosa me observó sonriendo, como si estuviese orgullosa de lo que acababa de hacer.

-Un cumpleaños no se puede celebrar sin regalos. Aparte, Emma estuvo pensando mucho en que poder regalarles, no puedes no recibir su regalo -se unió a la conversación.

La sonrisa del chico solo se amplió aún más.

-¿Me dan un segundo? Priya me estaba llamando -murmuró Kentin.

Los nervios de Armin se hicieron presentes al instante, jugaba con sus manos de un lado a otro, no podía quedarse quieto.

-Vuelvo en dos segundos -soltó el castaño.

-Espera, yo te acompaño, iré a buscar los regalos -exclamó Rosa comenzando a seguir al chico.

La tensión entre ambos solo creció, y aún cuando en la habitación habían un montón de personas más, sentía que solo él estaba allí.

-¿V-Venías a buscar algo para beber? -Balbuceó sin quitarme la vista de encima.

-Oh, si -susurré al ver las latas de refrescos y cervezas detrás de él.

Armin volteó y me pasó dos latas de Coca-Cola.

-No, no, venía a por cervezas -balbuceé caminando hasta él.

-¿Cervezas? ¿Vas a beber?

-Si, espero esta vez no hacer nada impulsivo -bromeé mientras sacaba cuatro latas.

-Procuraré estar cerca de tí por las dudas.

Mis mejillas enseguida se enrojecieron y mis manos parecieron olvidar por completo que se encontraban sosteniendo peso, haciendo que las latas rebotaran y rodaran por el piso.

-Oh, mierda... -Balbuceé agachándome. -Se fueron detrás de la encimera...

Armin se agachó a mi lado e intentó estirar sus manos para alcanzarlas.

-Creo que van a tener que quedarse allí -soltó arrodillándose. -Pero saca otras, no creo que a Priya le moleste.

Quizás mi posible fascinación por el chico me estaba jugando en contra, pero verlo allí, tan cerca de nuevo, solo me hacía querer asfixiarlo entre mis brazos.

-Mira, conseguimos la cocina primero que las chicas -escuché de pronto la voz de Castiel.

Rápidamente traté de levantarme, pero apenas alcé mi cabeza, esta chocó con el borde de la encimera y caí de nuevo al piso.

-Oh, ¿Estás bien? -Me preguntó Armin riendo.

-Ay, si, si -reí tocando mi cabeza.

Armin rió y enseguida, Lyss se asomó desde arriba de la encimera confundido.

-Oh, ya estabas aquí -murmuró.

-Si, lo siento, se me cayeron las latas debajo del mueble y estábamos intentando sacarlas -le sonreí volviendo a levantarme.

-Pero sacamos otras y listo -soltó Castiel llevándose dos latas del mueble frente a nosotros.

-Si, eso mismo me decía Armin -susurré mientras Lyss me ayudaba a levantarme.

Armin nos imitó y se nos quedó observando en silencio.

-Vamos a ir al salón, ¿Te quedas o vas con nosotros? -Me preguntó el pelirrojo.

Rápidamente le dirigí la mirada a Armin, estaba demasiado nerviosa como para pasar más tiempo con él.

-N-Nos vemos después -le balbuceé mientras comenzaba a seguir a los chicos.

Él solo asintió sonriendo.

-Deberías haberte quedado con él -me retaba Lyss mientras bebíamos juntos.

-No sé bien como hacerlo, es raro ahora, ya te lo había dicho -murmuré.

-Si, pero si no le muestras interés, él se va a cansar -soltó Castiel.

Dejando la conversación allí, rápidamente los tres entramos en el ambiente de la fiesta y comenzamos a disfrutar un poco de la fiesta.

Contrario a lo que creíamos, durante el transcurso de los minutos, logramos toparnos con disfraces realmente geniales. Iris por ejemplo, iba vestida de Daphne, de Scooby Doo y Violeta la acompañaba vestida de Vilma, Kim iba vestida de bruja, Nathaniel de Dios griego, Alexy del sombrero loco y el grupo de Ámber iban de las chicas superpoderosas. Todos parecían realmente comprometidos con el ambiente de la fiesta era increíble.

Pero tras un par de horas, a eso de apenas las doce de la madrugada, mi energía había parecido esfumarse por completo y tuve que alejarme de los chicos -con quienes había estado bailando todo este tiempo- para descansar y recargar mis pilas.

Fue allí cuando de pronto, mi celular vibrando llamó mi atención. Armin me estaba llamando.

-¿Hola? -Traté de contestar.

Sin embargo el ruido del ambiente era demasiado alto como para poder oírlo o incluso como para que él me oyera. Así que corté la llamada para escribirle y comunicarnos más rápido, pero apenas abrí nuestro chat, noté que él ya me había dejado unos mensajes hace tan solo unos segundos: "Ven a la terraza" "Tenemos que hablar".

Rápidamente volví a guardar mi celular, agarré el regalo del chico y haciéndole señas a Castiel, avisé que iba a subir.

-¡Escribenos para saber donde estás! -Exclamaba antes de que me marchara.

Casi corriendo, subí hasta el segundo piso y me apresuré en subir las últimas escaleras que llegaban a la pequeña terraza. Estaba emocionada, casi como si fuese yo quien era la que estaba por recibir un regalo.

Había estado toda la semana pensando en que regalarle, hasta que finalmente se me había ocurrido comprarle un mouse de Totoro que había visto en una tienda de videojuegos. También había incluído una pequeña carta y por supuesto, un pequeño obsequio para Rocket.

Sin embargo, mi emoción se desvaneció por completo cuando avancé y encontré que Armin no estaba solo. El chico se encontraba sentado de espaldas y en lo que parecían ser sus piernas se encontraba Priya sentada.

Ambos se estaban besando.

No sabía que hacer. Fueron probablemente los segundos más eternos de mi vida, porque apenas la bolsa resbaló de mis manos, ambos finalmente notaron mi presencia y se separaron bruscamente.

-Oh, no puede ser... -Soltó el chico comenzando a caminar hasta mí.

Yo rápidamente traté de huir de la escena, pero el chico comenzó a seguirme hasta que logró detenerme en los pasillos.

-¡Emma, no te vayas! Lo que viste...

-N-No tienes que explicarme nada -lo interrumpí. -Entiendo completamente que nos hayamos distanciado y que...

-¿Distanciarnos qué? Te juro que no es lo que parecía, Priya y yo no no estábamos haciendo nada.

-¿Y entonces qué estaban haciendo? -Balbuceé.

-E-Es difícil de explicar...

Lo cierto es que para mí todo parecía estar claro, él ya la había besado antes y la distancia era un factor muy importante. Priya había estado junto a él todo este tiempo, no me sorprendía que volvieran a besarse.

-No debes hacerlo -musité sintiendo que ya iba a llorar.

Él se quedó unos segundos en silencio y cuando traté de marcharme, continuó hablando.

-E-Ella estaba consolándome porque creí que tú... Estabas con Castiel -soltó haciendo que me detuviera.

-¿Sigues creyendo que me gusta Castiel? -Suspiré. -¿Por qué sigues creyendo esa cosa..? Pensé que ya lo habíamos hablado.

-¡Porque todo el mundo dice eso! -Exclamó.

-¿Y qué importa lo que diga el resto? Todo el Instituto habla por hablar, ¿Por qué le haces caso a lo que ellos dicen?

-¡Pero si tú le haces caso a lo que esa cuenta quiere que hagas! -Exclamó.

Rápidamente fruncí mi ceño

-D-De pronto, lo único que se te ocurrió fue tomarnos un tiempo -Balbuceó. -Y eso era exactamente lo que Debrah quería lograr, alejarte de todos quiénes te queremos.

-¡Pero funcionó! -Exclamé. -Desde que tomamos distancia, ella no ha seguido enviando mensajes y tanto tú como tu hermano no fueron expuestos a nada.

-¡Solo funcionó porque yo se lo pedí! -Exclamó.

Rápidamente me quedé en completo silencio.

-Funcionó porque yo le escribí pidiéndole que dejara de molestarte si yo terminaba contigo.

Mis piernas comenzaron a temblar.

-Por supuesto que eso no es cierto, pero me encargué de decirle a Priya que te rompí el corazón y eso fue lo que se encargó de decirle a Debrah.

Ahora quería llorar con más fuerzas.

-Así que no es cierto, tu idea fue tonta y lo único que ha logrado es que mis celos por Castiel sigan aumentando.

-Armin... -balbuceé llevando mis manos a mi frente.

-Y-Y sé que es tonto reclamar ahora, pero me molesta que aveces pienses tanto en los demás que no te preocupes por tí misma. Yo estaba bien con esas amenazas, no me importa en lo absoluto lo que ella quiera hacerme a mí o a Alexy, yo quiero estar contigo.

-¿Y por qué me dijiste que sí?

-No lo sé... No pude contradecirte en el momento porque creí que ibas a terminar enojándote conmigo y que las cosas acabarían peor.

-Armin...

-Así que lo que acabas de ver, no fue en absoluto lo que piensas, porque me sigues gustando tú, no me gusta nadie más que tú -contestó apretando sus puños.

Une vez llevé mis manos a mi cabeza, pero esta vez no pude alejarlas, pues no podía parar de llorar.

-Soy un tonta -solté entre llantos.

El chico abrió sus ojos sorprendidos, probablemente no esperaba tal reacción de mi parte.

-Armin, en serio lo siento... Tomé decisiones apresuradas y ahora... Acabo de malentender todo...

Intentaba detener mi llanto, pero como un niño pequeño, no podía dejar de lloriquear.

-Lo siento mucho... Yo pensé que las cosas habían salido bien

Él rápidamente me aferró entre sus brazos.

-En realidad, lo siento yo también, creo que debí haberte dicho todo esto antes... -Suspiró.

-No, nada es tu culpa -lloriqueé.

Rápidamente correspondí su abrazo y me aferré a su pecho.

-Tampoco la tuya, solo fue falta de comunicación -murmuró acariciando mi cabello. -Pero está bien, acabamos de arreglarlo, todo está bien ya.

Si bien, definitivamente esta no era la manera en la que quería volver a acercarme a él, dentro de lo posible, había estado bastante bien. Armin no había dudado en regañarme y hacerme ver en lo que había fallado, podría comenzar a trabajar en ello para no seguir repitiendo mi error. Sin embargo, todavía faltaba lo más importante: dejar en claro como sería nuestra relación a partir de ahora. Porque por más nos hubiésemos pedido perdón, lo cierto era que no habíamos dejado claro ese punto.

-¿Y-Y ahora qué se supone que hacemos? -susurré alzando mi vista para verlo. -No quiero que sigamos así...

-¿No quieres que sigamos así?

-No he podido pasar un día sin pensar en tí -admití. -Y quiero seguir estando contigo, no hay nada más que quiera aparte de ello.

El chico sonrió y enseguida sujetó mi rostro y nuca tan deprisa que apenas dejó que reaccionara, mi peluca resbaló por mi espalda y no pude procesar todo lo que ocurría hasta que sentí que sus labios ya se habían unido con fuerza con los míos.

Sus cálidos labios y probablemente todo el tiempo lejos, habían hecho que el beso terminara siendo casi tan emocionante como el primero. Desde la punta de mis pies hasta la punta de mis manos sentía un cosquilleo tan intenso, que no quería que se fuera nunca.

Yo definitivamente no tenía la experiencia necesaria, sin embargo podía morir asegurando que el chico besaba tan bien que cualquiera sentiría envidia al tan solo sentir un cuarto de todo lo que el chico provocaba en mí. Describirlo usando mariposas no me era suficiente, él sencillamente hacía que mi corazón quisiera estallar, me hacía querer gritar al sentir su tacto y brincar en mi propio lugar cada vez que palabras lindas salían fe su boca. Ni siquiera Castiel me había hecho sentir tan perdidamente enamorada como lo había hecho Armin.

-Tampoco quiero seguir así, te extraño demasiado -susurró cuando nos separamos.

Incluso si me dijeran que Armin es un asesino en serie de mujeres o que tiene un historial lleno de los delitos mas horribles del mundo, seguiría gustándome de la misma manera en la que lo hacía ahora. Porque él me hacía sentir tan segura y sobre todo tan cómoda que no podría superarlo ni en mil años.

-Continuemos donde lo habíamos dejado.

-¿Dónde lo habíamos dejado? -Balbuceé saliendo de mis pensamientos.

-Citas y besos ocasionales -sonrió.

-¿Qué hay de lo que le dijiste a Priya? ¿Volverá con los mensajes si..?

-Que no te importe Debrah ahora, si vuelve a amenazarte, vamos a pensar en algo que hacer. Pero no voy a dejar que vuelvan a pasar semanas sin que nos hablemos.

Rápidamente me colgué de su cuello y volví a besarlo.

Podría haber estado así toda la noche, pero estábamos en medio de un pasillo, tarde o temprano alguien o algo nos interrumpiría.

Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

83.4K 9.8K 62
➵ CARREFOUR - au ➵ Todo es humor.
78.7K 8K 61
👁️⃤ 𝘖𝘯𝘦-𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴, 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘴, 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 𝘦 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 con los personajes de la serie: «🇬 🇷 🇦 🇻 🇮 🇹 �...
54.7K 3.3K 21
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘗𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰...
1.7M 235K 58
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...