Impure© | Shawn Mendes

By respectstyles

105K 7.6K 3.2K

❝¿Quién diría que el hombre más severo e imperturbable de la empresa Fairchild podría llegar a ser el castiga... More

IMPURE©
CAST + PLAYLIST
IMPURE'S VIDEOEDIT
01. "Shawn Mendes"
02. "Bienvenido a la empresa"
03. "Manzana mordida"
04. "Invitado"
06. "Mentir y alejarse"
07. "El viaje" (parte I)
08. "El viaje" (parte II)
09. "¿Aceptas entonces?"
10. "Poco hombre"
11. "Demasiada imaginación"
12. "El tipo de hombres"
13. "Un cambio"
14. "Débil orgullo"
15. "Gran potencial"
16. "El amor es una tontería"
17. "Alterego"
18. "Desconfianza"
19. "Niñerías"
20. "Sospechas"
21. "Pequeñas heridas"
22. "Demasiado"
23. "Terriblemente placentero"
24. "Ajeno"
25. "Gélido"
26. "Bomba de tiempo"
27. "Caos"
28. "Bésame" (parte I)
28. "Bésame" (parte II)
29. "Decisiones personales"
30. "Verdades"
31. "Niñita"

05. "Ruth Gallagar"

4.5K 370 254
By respectstyles

Canción: verbatim - Blackbear

Capítulo dedicado a: Mane_Rayment

DEDICACIÓN AL PRIMER COMENTARIO

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~


.


Al siguiente día, me encontraba tomando un taxi a la empresa, la verdad es que la noticia de la noche anterior me había dejado pensando un poco casi toda la noche, era un tanto excepcional, puesto que era la primera vez en la que esto sucedía, es decir, invitar a alguien.

Pero, como mi padre dijo, Shawn sí era un hombre que se notaba de confianza y, supongo, que este viaje junto a él lo hace para probarlo.

El viaje sería la semana que viene y aún quedan cuatro días, el destino sería Hawaii, el año pasado fue Dubai. No me extraña que mi padre siempre escoja playas diferentes cada año.

Pagué al conductor del taxi cuando estuve frente al edificio, agradecí amablemente y luego bajé tomando mi pequeña cartera negra. Aferrando algunas carpetas a mi pecho, caminé dentro del establecimiento, saludé a algunos empleados y luego apreté el botón del ascensor.

Cuando las puertas de este se abrieron de par en par, no pude evitar sentir como mis piernas temblaban, sentí mi pulso irse a la mierda cuando vi a Shawn junto a una rubia mientras se acomodaba la corbata y ella su falda de trabajo. Entonces la reconocí, era Ruth, una secretaria que, si no me equivoco, lleva al menos unos seis meses trabajando aquí, primero servía a mi padre y es de suponerse que ahora es la secretaria personal de Shawn.

No sentía nada ajeno a sorpresa. Su sonrisa socarrona fue lo único que pude ver cuando salió del ascensor junto a la chica, con su miraba clavando la mía como mil cuchillos; casi podía sentir la sangre brotando de mis ojos al verlo mirarme de esa forma, como si de alguna forma quisiera provocarme, pero lo único que logró fue que alzara una ceja con una media sonrisa forzada. Pude asimilar el resto de labial rojo chillón en la comisura de sus labios.

Por supuesto que, sin poder evitarlo, Ruth notó nuestra actitud y alzó una ceja. La ignoré y seguí mi camino, torpemente, hacia la oficina de mi padre.

Durante la subida en el ascensor, recordé lo que mencionaba Acasia, y es que no debía sorprenderme dicha actitud de él, porque ya me habían planteado una imagen de él aunque fueran sólo mitos. Mitos que seguro confirmaría en su estadía en la empresa, que quizá sea hasta el fin del mundo.

Un suave suspiro salió de mis labios cuando salí del ascensor, aceleré el paso hacia la puerta a unos pocos metros de mí, pero una fina voz llamando a mi nombre me hizo detenerme de golpe y mirar hacia donde provenía la voz.

Pude toparme con la silueta de Carette, encargada de la recepción de este piso. Sus pasos ahora eran lentos y delicados, ya que consiguió captar mi atención, entonces, cuando estuvo a unos centímetros de mí le sonreí.

Su cabello castaño venía perfectamente acomodado en un moño y su uniforme, igual al de Ruth, se veía perfectamente planchado.

-Buenas tardes, Carette, ¿qué se te ofrece? -pregunto acomodando un mechón de mi cabello.

-El señor Mendes la quiere en su oficina, dice que necesita arreglar algunos asuntos con usted -informó juntando sus manos, mirándome a través de sus pestañas con una expresión agradable.

Algo dentro de mí se encendió, y no era emoción, no era adrenalina, era molestia, incomodidad, disgusto. ¿Qué quería? ¿explicarme como casi se folla a su secretaria en un ascensor?

O peor, ¿pedirme que no le dijera a mi padre?

-Dice que es urgente -insistió la mujer frente a mí cuando se percató de mi distancia mental hacia la situación que ella acaba de plantearme.

Pestañeé disimuladamente y la miré de nuevo. -Bien, ¿podrías informarle sobre esto a mi padre? Dile que ya estoy aquí, pero que surgieron unos asuntos con el señor Mendes que debo resolver, y que según él son importantes.

Carette asintió y me dio la espalda para irse devuelta a su lugar. Mientras, yo me dediqué a pensar un poco sobre esto y a comenzar mi camino hacia su oficina.

Este chico pretendía que yo no conocía este tipo de juegos, pretendía que era tan estúpida como para no entender de qué se trataba todo esto.

Cuando el ascensor llegó al piso, sentí una gota de adrenalina recorrer por mi cuerpo y un escalofrío por mi espalda, causando que temblara un poco.

Al llegar a la puerta tan refinada, giré la perilla y me adentré al espacio sin siquiera mirar al frente. Mordí mi labio reprimiendo una pequeña sonrisa que luchaba por escaparse, me sentía victoriosa, sentía que podría lograrlo todo al tenerlo comiendo de la palma de mi mano con lo que acababa de presenciar en el primer piso.

-¿Qué necesitas? -caminé hacia él aún con mis cosas en brazos, haciéndome la inocente-. Me han informado que es algo urgente.

-Necesitaba verte, Isabella -replicó dirigiendo su clara mirada inexpresiva hacia mí.

-¿Necesitas algo? -repetí ignorando sus palabras, mis ojos clavados en los suyos.

Él rió suavemente levantándose del asiento frente a su escritorio caminando hacia mí, ocasionando que mis piernas comenzaran a temblar y mi pulso se acelerara al instante. Sentí como un aire amargo llenaba mis pulmones para luego exalarlo por mis labios entreabiertos, mis manos estaban aferradas a las carpetas y no podía evitar que me costara cerrar los ojos y luego abrirlos como normalmente lo hacía. La verdad odiaba que mi instinto actuara de esa manera cuando lo tenía tan cerca, simplemente quería actuar como si nada me importara, pero hay algo dentro de mí que revolotea y sabotea mis intentos de ignorar a cada asunto que se posaba frente a mí. Shawn era un asunto nuevo, un sentimiento que recientemente comienzo a experimentar, jamás me había sentido tan intimidada, jamás me había sentido tan pequeña frente a alguien como me sentía con él. Era algo desconocido para mí, por lo que no sabía cómo controlarlo para ser honesta.

-¿Recuerdas lo que pasó allí abajo? -comenzó a sacar las carpetas de mis manos. El agarre se había vuelto ligero gracias a mis nervios salidos de control, ahora sentía que todo en mí se estaba volviendo gelatina y que en algún momento me derretiría con el calor que estaba comenzando a sentir en estos momentos. Cuando apartó todas las cosas de mis manos e hizo que me deshiciera de mi bolsa, levantó con su dedo índice mi barbilla para obligarme a mirarlo-. ¿Sabes? Ella era sólo una más.

Quise reírme por su comentario, pero mi equilibrio físico no me dejaba mover siquiera un músculo. ¿Acaso se estaba justificando conmigo? No lo comprendía, un segundo parecía estar retándome con la mirada y al siguiente se estaba justificando conmigo, pero ¿por qué? ¿qué tenía que ver yo con todo esto?

-¿Qué quiere decir? -lamí mis labios al sentirlos resecos, había olvidado aplicar labial, aunque mis labios se mantenían colorados por el frío.

-No hagas eso si no quieres que te bese aquí mismo sin importar que tu padre pueda vernos -enredó un mechón de mi cabello en su dedo.

<<¿Y quién dijo que no quería?>> me cuestioné internamente, por un momento mi mirada se detuvo en sus carnosos labios rosados y luego volvió a sus ojos color caramelo. Hoy su cabello se encontraba un poco despeinado, totalmente diferente a los demás días, pero lo hacía ver condenadamente sexy. Su uniforme de trabajo seguía siendo el mismo.

-¿Qué tanto me observas? -bramó suavemente y negué con la cabeza al instante.

-Nada... ¿Qué es lo que quieres... por qué me has llamado?

-¿Me has visto bien con Ruth, no? -preguntó y asentí-. ¿Le dirás a tu padre?

-No -volví a negar-. No es de mi incumbencia, es tu problema si quieres ser un completo idiota con las mujeres porque te aburres de una en un chasquido de dedos.

Las palabras se escaparon por sí solas de mis labios y abrí un poco más los ojos cuando me percaté de que lo que había soltado no era algo bastante sano a decir verdad, se me había soltado la lengua, y, por primera vez, sentí la necesidad de mordermela.

-¿Cómo sabes tanto sobre mí, Bella? -se alejó un poco de mi cuerpo, pero su mirada seguía sobre la mía, intimidante pero tranquila, tratando de descifrar algo-. Hablas como si me conocieras desde hace años, ¿has investigado sobre mí?

Recordé que Acasia me había dado una no-tan-corta biografía de él, lo cual era como una descripción de su supuesta actitud. De igual forma, no me iba a dejar descubrir.

-¿Entonces es verdad? -me burlé ignorando si estaba siendo grosera o no-. Me sorprende lo rápido que cae.

Utilizaba el término "usted" con él para todo, sabiendo que eso lo cabreaba más, y no me detendría por más que una pizca de nervios siga persistente dentro de mí.

-¿Qué?

-En pocas palabras, no se nada de usted -repliqué-. Sólo puedo verlo, y ya lo he visto, ¿no le parece suficiente que vea como está con esa mujer que recientemente ha conocido?

-¿Y qué me dices de ti? -señaló con la voz un poco rasposa-. Apenas reconoces mi rostro y ayer estabas rogándome.

Aquello me golpeó estruendosamente como una bofetada. Estaba consciente de que la lengua se me estaba soltando un poco, pero no tenía la idea de que fuera en tanta demasía.

Sentí como mi seguridad caía al suelo y todas las palabras se me iban. Ya no sabía que decir.

-Yo...

-No digas nada -me interrumpió-. Supongo que somos iguales.

Arrugué el rostro. -Pues se equivoca. Yo no soy igual a usted.

-Me confundes, Isabella -respiró hondo acercándose peligrosamente a mí, su mirada fija en el suelo mientras mordía su labio y luego me miraba con una sonrisa lobuna. Podía sentir nuevamente su calor cuando estuvo a solo centímetros de mi cuerpo-. Y sé que no me detendrás cuando haga lo que estoy a punto de hacer.

Un atisbo nervioso me recorrió entera, como una honda de calor corporal, justo cuando su mano rozó la mía para luego entrelazar nuestros dedos y jalarme hacia él. Mi cerebro parecía estar de vacaciones, puesto que no tenía idea de cómo reaccionar ante sus palabras, pero sabía que debía tratar de no parecer una niña patosa ante sus atrevimientos. Si de algo estaba consciente, era que debía aprender a controlar mis emociones.

Sus labios pasaron a los míos sin pensarlo dos veces, pero sin besarme, estaba rozando nuestros labios jugando con mi paciencia, la piel suave de estos, nuestras narices se acariciaban. Cerré los ojos suavemente disfrutando del cúmulo de emociones atoradas en mi pecho y garganta, la adrenalina que sentía estallaba como un volcán que no podía detener y las ganas que tenía de besarlo eran desmesuradas.

Tomó mi otra mano y llevó ambas hasta su cuello, posando sus manos en mi cintura y girando mi cuerpo, pegando las partes traseras de mis muslos en su escritorio. Sus pulgares estaban firmes en mis caderas y las suyas rozaban con las mías.

Mordió un poco mi labio inferior haciéndome temblar -agradecí mentalmente porque no lo notó-, una corriente eléctrica me recorrió entera. Este hombre era un maldito máster.

Comenzó a jugar con el borde de mis jeans a la vez que comenzaba unir nuestros labios lentamente, hasta que por fin no hubo distancia que los separara. Sus movimientos eran lentos y sensuales, sus labios poseían un pequeño sabor a café caro y dulce que no quería parar de probar jamás, no quería parar de probar aquellos carnosos labios rosados que me llevaban a un estado donde mis emociones eran las que reinaban, a un espacio en el que no existe más nadie que lo arruine. No quería parar de sentir esta sensación; olvidarme de todo a mi alrededor y centrarme en una sola cosa, o en una sola persona.

Una de sus manos se adentró a mi blusa de tela fina y comenzó a dar pequeñas caricias en mi abdomen y cintura, ocasionando que los vellos de mí espalda se erizaran al instante.

-Me encanta que te comportes así conmigo -soltó de repente cuando nos separamos-. Me haces querer sentirte más.

No me inmuté ante su declaración, sólo besé de nuevo sus labios y abrí los míos un poco más para dar paso a su lengua, los besos seguían siendo suaves.

Cuando aparté mis manos de su cuello para colocarlas en su pecho sentí que este subía y bajaba en un ritmo relajado, como si este fuera un momento somnífero para él.

-No tienes labial, y eso me encanta -volvió a hablar colocando uno de sus pulgares en mi labio inferior-. Me encanta saber que el color de tus labios no es artificial, sino que se tornan rojos cuando te beso.

Sonreí levemente cuando lo escuché hablar, eso sonó... ¿lindo?

-Siempre llevo labial -hablé por primera vez en unos minutos-. Pero esta vez lo olvidé.

-¿Podrías olvidarlo siempre? Quiero sentir siempre la necesidad de besarte.

Me dio un corto beso húmedo, seguido de otro, para luego comenzar a besarme de una forma un poco más rápida que la anterior. Los nervios y el temblor habían escapado de mi cuerpo, creo que estaba comenzando a disfrutarlo.

Pero el sonido de su comunicador situado en la mesa nos interrumpió provocando que ambos miráramos en dirección a este, su voz parlanchina y chillona calentando mis oídos, apreté mis labios al escucharla.

-¿Estás libre, cariño? Tal vez podríamos repetir lo de hace rato, ¿te parece?




Sinceramente me gustó mucho este capítulo kdcirles. Les dije que venían cosas mejores, no les mentía💅

Continue Reading

You'll Also Like

605K 81.1K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
569K 51.7K 42
Mazaki Suki es estudiante de primer año, compañera de los grandes jugadores del equipo de voleibol: Hinata Shoyo y Kageyama Tobio. Ella es amante de...
701K 19.5K 80
"...Vamos a pecar juntos..." ❝One-Shots sobre personajes masculinos del anime "Naruto" , escritos por un fan para otros fans , con alto contenido +18...
74.3K 4K 52
Juanjo Bona y Martin Urrutia se conocen en el casting de Operación Triunfo, ¿Dónde les llevará la experiencia?// Historia de los agapornis, lo mas fi...