Im Aerin
SOS
16:00
AYUDA URGENTE
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Normalmente cuando te estás muriendo, llamas a una ambulancia.
16:07
ayyyy 😭😭
16:07
dime que puedes ayudarme con armonía 🙏🙏
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Hoy las bibliotecas están cerradas
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Y el conservatorio también
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😭😭😭
16:07
puedes venir a mi casa
16:07
¿Tu padre no me colgará de alguna lámpara?
16:07
le he convencido de que eres gay 🤗💕
✔✔ leído a las 16:07
era broma
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porfa plissss
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mis padres dicen que puedes venir y que te darán zumo de piña
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te gusta más el de naranja?
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uva?
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y un café?
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VALE YOONGI POR FAVOR ME ESTOY DESESPERANDO CON LOS PUTOS DEBERES Y PROMETISTE QUE IBAS A AYUDARME
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DEMAGOGO
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Tengo prioridades
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sé que eres un chico duro y difícil
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pero apiádate de esta pobre chica
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¿Qué me das a cambio?
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simbiosis, yoongi, simbiosis
16:20
La simbiosis es algo típico de los animales, no de las personas
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DEMAGOGO DEMAGOGO DEMAGOGO
16:27
prometiste ayudarme hace dos semanas
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esta relación no llega a ningún lado
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no soy yo, eres tú
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seguro que ya estás durmiendo
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DORMIR ESTÁ SOBREVALORADO!
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No me vuelvas a hablar.
16:30
Dormir es sagrado.
16:30
Yoongi pleaaaaseeee
16:39
te lo suplico
16:39
El poder de convicción de Aerin era impresionante. Su táctica para convencerme era enviarme cerca de cien mensajes en menos de un minuto pidiéndome que le ayudara con la maldita armonía. Es una puta pesada, joder. Con tal de que Aerin no siguiera enviándome mensajes, accedí. Me envió al instante su dirección, aunque ya sabía en que calle vivía. Ella tenía algo de razón. Le había prometido hace un par de semanas que le echaría una mano... pero me daba pereza ayudarla. Perdería el tiempo con ella. Al final, de tanto hablarme de la simbiosis, Aerin me hizo creer que en algún futuro me devolvería el favor. Eso esperaba, porque de no ser así nuestra amistad ya podía darse por perdida.
Cogí la mochila del instituto -sin fijarme en qué libros estaba dentro-, salí del apartamento y crucé la pasarela que se elevaba sobre las vías del tren. Hacía mucho más frío que los días anteriores, así que me arrepentí nada más poner un pie en la calle de no haber sacado una chaqueta que me abrigara mejor. Me hubiera dado la vuelta para ponerme algo de abrigo, pero gastaría toda mi energía en volver al apartamento, abrir el armario, mover los brazos para ponerme otra chaqueta... demasiado cansado.
Llegué al portal que Aerin me había indicado. Era una edificio de nueva construcción, mucho más grande que los de Daegu, mucho más elegante y seguramente más caro. Estaba rodeado de unos jardines. Caminé sobre un sendero de piedras para cruzarlos hasta llegar a una puerta de cristal que una señora de mediana edad abrió por mi. No vi la necesidad de saludar a un desconocido, aunque al final le agradecí que me dejara pasar al interior del edificio con una leve reverencia, agachando la cabeza.
Definitivamente, los padres de Aerin tenían bastante dinero. Cualquier persona no podía vivir en un edificio como aquel. Suelos de mármol, espejos en las paredes, plantas naturales y ascensores donde cabían de seis a ocho personas. No tenía nada que ver con el edificio de apartamentos viejos donde me había mudado. La casa de Aerin tenía cerradura electrónica; mi apartamento seguía teniendo una cerradura convencional. Y además estaba rota. Después de quedarme un rato mirando los números y letras que se encontraban encima de las puertas de las viviendas, me atreví a llamar al timbre de del piso 6E. El irritante sonido machacó mis pobres tímpanos. Aquel timbre sonaba como un pato ronco agonizando.
Oí cómo alguien corría por el interior de la casa, algunos gritos y un golpe bastante fuerte. Seguro que esa idiota se ha estampado contra el suelo.
La puerta se abrió de repente, rápido. Aerin apareció con el pelo recogido en una coleta mal hecha, una camiseta vieja y gigantesca de algún equipo de fútbol y con unos calcetines terribles de Hello Kitty. Quise darme golpes contra la pared al verlos.
ㅡ ¡No queremos aspiradores o Biblias, adiós! ㅡexclamó, dispuesta a cerrarme la puerta en las narices. Quise creer que ni siquiera me había visto. Ahogó un gritito cuando reparó en mí. ㅡ Ay, si eres tú. Pasa, pasa, bienvenido a mi humilde morada.
"Humilde". Era una casa enorme, de todo menos humilde. Mientras me quitaba los zapatos, me fijé en el interior del piso. Todo estaba decorado en tonos grises y blancos, los muebles parecían ser de una buena madera y tenían el sofá más grande que había visto en mi vida. Calculé mentalmente la superficie de la sala de estar, y llegué a la conclusión de que era dos o tres veces mayor que mi propio apartamento. Aerin me prestó unas chanclas para no tener que andar descalzo, aunque estaba seguro de que tenían calefacción radial por el suelo.
Aerin me condujo hasta una mesa redonda cerca de un enorme ventanal sin decir mucho. La cocina se podía ver desde la sala de estar, así que vi a su madre. Aerin era más alta que ella, y desde lejos no parecían guardar mucho parecido entre ellas.
ㅡ Mamá, ㅡ Aerin señaló a su madre. Preparaba algo en la cocinaㅡ Yoongi. Yoongi, ㅡ me señalóㅡ Mamá.
ㅡ Hola.
ㅡ Hola... ㅡ respondí, agachando la cabeza para mostrar algo de respeto. Aerin cogió mi mochila y la dejó sobre una de las sillas a juego con la mesa redonda. Me acomodé efrente de ella.
Aerin señaló con el índice hacia una puerta entrecerrada. Tenía ese aura de superioridad hasta cuando señalaba al que supuse que sería su padre, un hombre de unos cincuenta años con un iPad en la mano. ㅡ Y ese de ahí es papá. Papá, Yoongi. Yoongi, papá.
El hombre hizo un gesto con la mano. No me quedaba más remedio que corresponder de la misma manera que lo hice con la madre de Aerin. Agaché a cabeza, y cuando me volví hacia la chica de gafas, ella ya había extendido por toda la mesa su arsenal de bolígrafos y su cuaderno.
Suspiré agotado nada más ver el ejercicio. ㅡ Allá vamos...
Aerin se inclinó un poco hacia delante y señaló algunos puntos que ella misma calificó como "conflictivos". No tardó mucho en hundir la cara en las manos, frustrada, cuando le devolví el cuaderno pautado a los dos segundos. Bufó, como siempre, se peinó rápidamente con las manos y cogió su amada lapicera.
ㅡ Vale. Puedes hacerlo, Aerin. ㅡ se dijo a sí misma, dándose golpecitos en las mejillas para despejarse.
Me reí disimuladamente. Qué mona.
*****
Yoongi me explicaba con tranquilidad -creía que se estaba quedado dormido mientras hablaba, pero no era así- cómo resolver algunos fallos comunes en los ejercicios prácticos de armonía cuando mi madre llegó con un bol cargado de fruta. Decidimos tomarnos un descanso.
ㅡ ¿Te apetece algo en especial, Yoongi?
Él negó con la cabeza. Mi madre, aunque Yoongi no quería nada, dejó un vaso de limonada a su lado. Después se marchó con aire satisfecho.
ㅡ Sólo lo hace cuando hay gente en casa. ㅡ dije, con la boca llena de trozos de melón. ㅡ Normalmente me dice que me prepare yo sola la merienda.
Volví a coger unos cuantos trozos de melón. Me había empeñado en comer más sano, para no sufrir en un futuro alguna enfermedad cardiovascular o poder correr sin tener que arrastrar mi grasa y salvarme el culo si algún violador me perseguía. Ofrecí a Yoongi, principalmente porque estaba como un palito, pero volvió a negar con a cabeza. Bebía la limonada a través de la pajita como si fuera el dueño y señor del universo.
ㅡ Cuando entras a esta casa sales con tres kilos de más. ㅡ le advertí.
Al rato, mi madre llegó con un plato con varios sándwiches. Sonreí. La comida me hacía tan feliz...
ㅡ ¿De verdad no vas a comer nada? ㅡ preguntó mi madre a Yoongi. ㅡ Necesitáis reponer energía después de estudiar tanto tiempo. Los estudiantes tenéis que alimentaros bien. ㅡ señaló con aire orgulloso los sándwiches que ella misma había hecho. ㅡ Prueba uno antes de que Aerin se los coma todos.
Hice una mueca. ㅡ Si Yoongi no quiere, ¿por qué yo no voy a poder comer todos los sándwiches? ¡Sería desperdiciar la comida! Piensa en los niños de África. ¿Crees que estos sándwiches llegaran bien hasta Áfr-
ㅡ Anda, prueba alguno, Yoongi. ㅡ me interumpió mi madre, dirigiéndose a mi amigo. ㅡ Ah, Aerin, papá y yo nos marchamos a comprar.
Miré a mi madre con horror. ¿Se está cayendo el cielo? ¿Mi madre tiene fiebre? Si mis padres se iban, significaba que Yoongi y yo nos quedábamos solos. Y mis padres eran ese tipo de padres que dejaban que su hija se acercara a un chico... Si estaba atado y a cinco metros de separación. Al ser hija única, mis padres siempre habían tratado de protegerme de cualquier peligro. Y los chicos eran uno de ellos. Si algo habían hecho bien mis padres -además de mí- era envolver todo mi mundo con papel de burbujas. Pensé que a lo mejor habían decidido dejar que su hija por fin volara fuera del nido. Al fin y al cabo, yo ya tenía diecisiete años. Y de todas formas, quería ser una mujer independiente y fuerte. ¿En serio mis padres me veían capaz de enoviarme tan rápido? Mi único objetivo era encontrar algún hombre con dinero que me heredara todas sus ganancias en un futuro.
ㅡ Vale. ㅡ dije, asintiendo.
Mi madre puso una mano en el hombro. ㅡ ¡Portaos bien!
ㅡ No pasa nada, sólo quemaremos la cocina, mamá.
ㅡ No me gusta que bromees con esas cosas. ㅡ me reprendió, alejándose hacia la puerta principal. ㅡ Te veo muy capaz de hacerlo. No tardaremos. ¡Hasta luego, Yoongi!
Mis padres se fueron dando un portazo. Hubo un silencio vacío, interrumpido por el tic-tac del enorme reloj de pared de la sala de estar. Y por el ruido que hacía Yoongi al sorber la limonada por la pajita. Suspiró.
ㅡ Tu madre parece simpática.
Me encogí de hombros. ㅡ Depende del día.
Más silencio. Yoongi por fin parecía algo más cómodo conmigo; yo no tenía que estar intentando que continuara con la conversación haciendo preguntas demasiado absurdas. ㅡ ¿Por qué lloraste el otro d-
ㅡ ¡Que no lloré! ㅡ protesté.
ㅡ Te vi.
ㅡ Aunque mis Adidas sean edición limitada, creo que las tienen más personas en Seúl. ㅡ argumenté, llevándome un nuevo trozo de melón a la boca.
ㅡ ¿Llorabas porque alguno de tus grupos prefabricados de idols se van a separar? ¿Porque tu favorito tiene novia?
ㅡ Voy a ir abriéndote la puerta para que te vayas. ㅡ hice ademán de levantarme, pero Yoongi ni se inmutó. Ni siquiera pestañeó. ㅡ De todas formas, ¿por qué te importa tanto?
ㅡ No sé. ㅡ fue el quien se encogió de hombros. Me dio la sensación de que él tampoco sabía la respuesta. ㅡ Tú también me has preguntado muchas cosas sobre mí.
ㅡ Ya, pero me contestas soltando alguna gilipollez o te pones a cantar cualquier canción de Girls' Generation.
Yoongi tenía algo de razón. Le hice un interrogatorio unos cuantos días atrás, pero sólo me contestó a dos preguntas: de dónde era y cuándo era su cumpleaños. ¡Sólo respondió a dos preguntas de unas veinte! Yo ya suponía, por su acento, que Yoongi era de Daegu. Su cumpleaños era sólo unos cuantos días antes que el mío. Podríamos celebrarlo juntos.
ㅡ El día que te encontraste con Haneul, ¿también llorabas?
Hice una mueca y me reí, sarcástica. ㅡ ¿Crees que lloraría porque una tipa como ella me haya llamado cobarde?
Yoongi asintió con toda la tranquilidad del mundo. ㅡ Sí.
Puse los ojos en blanco. ㅡ Me marché rápido para evitar tirarla de los pelos... Bueno, realmente no soy tan agresiva. Tenía prisa. Me hacía pis. Esas perras pueden llamarme lo que quieran. No me importa que se metan conmigo. ㅡ volví a agachar la cabeza para continuar con un nuevo ejercicio de armonía, pero no fui capaz de concentrarme. ㅡ Bueno, mis padres no están. Podemos hacer cosas ilegales.
Enarcó las cejas. ㅡ ¿Como cuáles?
ㅡ Ya sabes.
ㅡ Tu expresión no me da muy buena espina.
Me reí. ㅡ Esas cosas.
***********
Esas cosas 🌚🌚
¡Feliz Año a todas!
pd. Del capítulo anterior a este hay unas dos semanas de separación
pd2. No he escrito cuándo ni como Aerin y Yoongi han intercambiado sus nos. de tlf, pero lo hiceron casi a principio de curso
pd3. el yoongi de FL tiene 17 años y me lo imagino como el Yoongi real de ahora lmao
Cuando realmente
era así
ME MEO