Como se lo había pedido, Harper llegó a mi casa en la mañana del siguiente día.
- ¿Que sucede?
- Harper, yo literalmente le dije a Jeff que te hablara. - dije sin rodeos.
- ¿Como? ¿Ya hablabas con él?
Asentí.
- Me respondió mi historial de instagram diciendo que me había visto jugar en el domo y comenzamos a hablar. Entonces, toque tu tema y le dije que por que no te hablaba. No me respondió con total certeza, pero ni modo, él te hablo. - explique.
Vi el rostro de Harper decepcionado. Sabia que se sentía así, pero no podía ocultárselo. Harper sabe todo de mi y yo todo de ella.
- Entiendo.
- Te lo digo para que nos demos cuanto lo maldito que puede llegar a ser. - suspire.
- Tienes razón. - Harper sonrió. - Bueno, ¿me invistas a desayunar? No he comido nada.
Sonreí y asentí. Cocinamos juntas hot-cakes y disfrutamos de la mañana juntas.
***
Esa misma tarde fuimos a jugar con las chicas a las canchas del sector. Llegamos y encontramos un equipo de chicos, jugamos contra ellos y después de una media hora apareció Jeff. Él era amigo de ellos. Me sentí algo nerviosa por el hecho de que estábamos jugando soccer en equipos contrarios, por que no quería que me viera a hacer mis cagadas cuando no le tomo seriedad en las cosas. Normalmente estos partidos los usos para hacer cosas sin sentido con el balón y al fallar recibir insultos de las chicas y yo simplemente reírme de todo. Pero como si fuera magia me tome este juego en serio y logre hacerle dos caños a Jeff. Si, mi crush acaba de sufrir una gran humillación por parte mía. Pero como dicen "él que ríe de ultimo, ríe mejor" el desgraciado logro hacerme cuatro caños de vuelta. ¡Me siento humillada e indignada!
Terminamos de jugar y agradecimos a los chicos por el juego. No sabia si habíamos ganado o perdido, igual perdí la cuenta desde hace dos horas atrás.
Fuimos a comprar bebidas con las chicas y nos sentamos en mi banco favorito a disfrutar el atardecer.
- Vaya, Skyler. Humillando a tu crush. ¿Así se conquista hoy en día o que? - Pearl comenzó a reír.
- Se dejo. - reí también.
- Obvio que no se dejo. Yo jamas me dejaría humillar ni por la persona que mas ame en mi vida. - Riley también rió. - Aún que él te hizo 4, eso si esta jodido.
- Bueno, eso debe ser la respuesta a si se dejo o no. Se vengo, creo que realmente no se dejo. - Harper sonrió burlonamente.
Las chicas siguieron bromeando sobre lo sucedido y luego comenzamos a cambiar de tema con diversas cosas. Llego la noche y cada una se fue a su cada. Solo íbamos Harper y yo solas ya que nuestras casas eran las que se encontraban mas cerca. Llegamos a mi casa,la cual se ubicaba antes de la de Harper.
- Skyler, puedes quedarte con Jeff. - dijo, Harper.
Fruncí el ceño.
- ¿Por que te rindes? Acabamos de darnos cuenta que es un mujeriego, puedes venir a agarrártelo y luego dejarlo. El único problema sera que debemos compartirlo. - bromee y reí.
Harper también rió.
- Pero hablo enserio. Tengo muchos chicos a los cuales les gusto y pues no quiero uno mas. - sonrió.
- Que vanidosa eres. - bromee y reí. - Esta bien. Gracias, Harper. - la abrace.
Harper también me abrazo. De alguna forma me sentía aliviada de que Harper no se metería en esto. La idea de compartirlo era muy descabellada.
Después de las 10 nos entramos cada una a su respectiva casa. Normalmente cuando estamos en vacaciones nuestro horario de entrada se expandía mas. Después de una breve ducha me metí a la cama. Quede dormida muy rápido por el día activado que tuve.
***
Eran las cinco de la tarde cuando caminaba de regreso a mi casa con una bolsita de boquitas y una Coca-Cola. Si, estas eran las cosas que me satisfacían.
- Hola, Skyler.
Escuche a mis espaldas esa melodiosa voz. Jeff. Me gire hacia él y y lo salude con normalidad.
- ¿Como estas, Jeff? - sonreí.
- Algo humillado, pero satisfecho de mi venganza. - hablo refiriéndose al partido de ayer.
- Te detesto. ¿Sabes que nadie había podido hacerme mas de dos caños seguidos? Deberías sentirte orgulloso por lo que lograste. - rodé los ojos.
- Créeme, me siento como si fuera el mejor futbolista del mundo. - bromeo y los dos reímos. - Me he fijado que en tu descripción de instagram tienes el número cuatro y también todas las camisolas que tienes llevan el cuatro ¿Es tu numero favorito?
Asentí.
- ¿Acaso me estuviste acosando? - bromee.
- Un poco tal vez, me diste curiosidad. - me guiño el ojo y luego rió. - Ademas, fueron 4 caños, ¿no? Ahora hice tu número favorito aun mejor.
- Te odio. - respondí indignada.
- ¿Tan rápido me odias? Diablos, llevo aquí un par de semanas y ya tengo una chica que me odia.
- Con mi numero favorito no se juega.
- ¿Que hice de malo? Esta bien, te dejare hacerme un caño a la otra.
- Eso no cuenta.
- Igual, nunca me dejo. - se encogió de hombros.
- Solo haces que me esfuerce de mas. Ahora tendré que ingeniármelas si quiero cumplir mi venganza.
- Al menos hice ayer, que el numero 4 te guste mas. - hablo con arrogancia.
- Eso me dolió. Eres lo peor.
Jeff rio a carcajadas.
- Claro que no, hice tu numero mas especial, ¿no?
- ¿Que tiene eso de especial? ¿Humillación x4 o que?
Jeff volvió a reírse y esta vez coloco su mano en su estomago. ¿Qué diablos? ¿Tengo cara de payaso o que?
- Fueron con mucho cariño eso 4 caños. - dijo cuando su risa se tranquilizo.
- Vieras el cariño que siento en estos momentos. - rodé los ojos.
- Cariño del bueno. - me volvió a guiñar el ojo.
- Obvio, el mejor cariño que he recibido en mi vida. - saque un bufido.
Jeff volvió a reír.
- Eres muy graciosa sabes. Jamas había reído tanto.
- Eres un publico fácil, eso es lo que sucede. - rodé los ojos.
Jeff me miro por largos segundos con su sonrisa burlona que comenzó a ponerme nerviosa.
- Juego en el domo mañana a las 8, ¿vienes a verme? - preguntó.
- Esta bien, pero debes jugar bien, por que te advierto que no voy a ver a cualquiera.
Jeff sonrió.
- Entonces debo sentirme super especial.
- Si, super especial.
¡Debes sentirte como el rey de todo porque eres mi crush, idiota!
Habíamos estado caminando hasta mi casa que me sentí un poco decaída al ver que ya me despediría de Jeff.
- Te veo mañana, Skyler.
- Así sera, Jeff. - sonreí.
Jeff me alborotó el cabello y luego comenzó a caminar hacia su casa. Ese acto que había hecho, ¿era un acto de amigos? ¿Acaso ya me mando a la friendzone? Diablos, me pregunto que significara este acto para él.
***
Al día siguiente en el almuerzo estaba viendo la serie actual que miraba con mi primo, el que me agradaba totalmente. Él era un chico de 22 años que viajo a Barcelona para cumplir su sueño de futbolista, ya lleva 6 años apartado de su familia. Él y yo siempre fuimos unidos entonces cuando él podía y yo también hacíamos vídeo llamadas mientras mirábamos la serie "Vikingos", terminábamos comentando sobre el capitulo y muchas cosas mas. Me llevaba muy bien con él.
- Bueno, esa parte estuvo en todo. - dije refiriendo a la escena de pelea que había visto hace unas largas horas.
- Si, te apoyo.
- Theo, ¿que hora es allá? Estoy segurisima que ahorita son las cuatro, allá es media noche, ¿que haces despierto? ¿Acaso mañana no tienes clases?
- La verdad es que yo... - la señal comenzó a arruinarse.
Theo iba a responderme, pero el timbre de mi casa sonó e hizo que no lo entendiera lo que dijo después, no solo y la señal jamas es buena en estas cosas.
- ¡Diablos! Que alguien mire quien acaba de tocar el timbre. - grite mientras miraba la pantalla donde estaba Theo.
Theo comenzó a reír.
- Mierda, Skyler. Pasas encerrada todo el día en tu habitación que no te das cuenta que sucede detrás de esa puerta.
- ¿De que rayos hablas? - fruncí el ceño.
- Estuve en la habitación de tus padres toda la mañana. - Theo tomo la cámara y mostró el fondo completo.
- Mierda. - solté.
Me puse de pie rápidamente y corrí a la habitación de mis padres. Theo se encontraba sentado en el sofá con una sonrisa burlona. Sin esperar mas corrí hacia él y lo abrace. Tenia ganas de llorar, no lo había visto desde hace mas de tres años y creía que jamas volvería a hacerlo.
- ¿Estas llorando? - preguntó, Theo.
- Si, idiota. - murmure. - Me sorprendió tu visita, creí que bromeabas conmigo. - me aferre a él.
Theo era como mi hermano mayor, mi mejor amigo y la versión del amor de mi vida. Era lo mejor que tenia en mi familia completa. Sabia todo de mi, menos la historia con Blake. No le había contado nada, por que sabia que aun me afectaba y comenzaría a llorar en medio de la conversación, pero ahora que él se encontraba aquí en carne y hueso no iba a perder el tiempo, lo pondría al día de todo.
- Sabes perfectamente que jamas te haría una broma tan así. - frunció el ceño.
- Dime, ¿como es que estas aquí? - me limpie las lagrimas y me senté junto a él.
- Vacaciones. Estaré un par de meses. - sonrió. - Ademas, con todo lo que tengo que hacer pude conseguirme un trabajo, ahorre y todo, pero no había conseguido la cantidad necesaria para pagar mi vuelo, así que me ayudó tu papá y obviamente mi familia en poner el resto.
Lo volví a abrazar.
- Ya saben que te necesitaba.
- Si, estoy mas que seguro que era así. ¿Desde cuando desapareció la chica que salia de su habitación todos los días?
Sabia que no iba a ser fácil contarle la historia de todo lo que había pasado con Blake y tampoco cuando estuve por entrar en depresión y volver a mis ataque de ira. Eran momentos difíciles para mi, pero estaba mas que segura que Theo entendería mi situación, odiaría a Blake y pueda que me mate cuando le cuente que ya no soy virgen. Si, me matara, pero siendo sincera no me sentía avergonzada de contarle estas cosas, por que para él y para mi siempre fue normal contarnos cosas intimas.
Entonces, cuando le termine de contar el drama de mi vida me dijo tres palabras: "¿Acaso estas estúpida?" Si, esta enfurecido.
- Lo siento. - murmure.
- Esta bien lo que hiciste por tu amiga, pero meterte con él después y ebria. - Theo negó con desaprobación. - Mañana iremos a misa para sacarte el demonio.
- La misa son los domingos. - explique.
- Cierto. El domingo vamos a misa. - se puso de pie.
- ¡Theo! - alegue. - Necesito que me des un consejo no que me lleves a misa a sacarme el chamuco. Yo no reaccione igual cuando me contaste que perdiste la virginidad con una prostituta y eso es peor.
- Bien jugado. - Theo regreso y se volvió a sentar en el sofá. Saco un suspiro. - ¿Te gusta alguien mas?
- Estoy empezando a hablar con mi crush. - sonreí.
- ¿Pero Blake ya no esta en tu cabeza?
Borre mi sonrisa.
- Es mínimo. - respondí en voz baja.
- Pero aun sigue allí. - Theo restregó sus ojos. - Cuando mire a ese imbécil, lo matare.
- ¡Es menor de edad! ¡Puedes ir a la cárcel, idiota!
- Valdrá la pena ir a la cárcel, entonces. - se cruzó de brazos.
- No, Theo. Pasara le tiempo y yo me olvidare completamente de él. Siempre es así, ¿no? Puedo superarlo y tener nuevos destinos así como la película de 500 Days of Summer.
- Es una simple película, Skyler.
- Si, pero es la realidad. - rodé los ojos. - Yo no quiero quedarme toda la vida así, por esa razón intento conocer a alguien mas, pero necesito tiempo. No es fácil fijarme en alguien cuando vivo con el miedo de que sera imposible.
Theo asintió y me abrazo.
- Todo se supera de alguna manera. Tratare estos dos meses que estaré contigo apoyarte en todo lo que decidas, pero no hablo en broma cuando me refiero a que lo golpeare cuando lo vea. - Volví a rodar los ojos y lo pellizqué en su abdomen. - Esta bien, no lo haré, pero no me pellizques, Skyler.
Sonreí satisfecha.
***
Llegue al domo a la hora que había dicho Jeff. Venia sola no me moleste en invitar a nadie mas y mucho menos a Theo, pasaría molestándome y gritando estupideces para hacerme quedar en vergüenza con Jeff. Me dirigí a saludarlo y él se separo de su equipo para ir conmigo.
- Me siento motivado al saber que viniste a verme. - sonrió con arrogancia.
- Deja la arrogancia a un lado y concéntrate. - reí. - No quiero verte perder este partido. - me cruce de brazos.
- No perderé. - también rió. - ¿Viniste sola?
Asentí y me encogí de hombros.
- Me concentro mejor. - me excuse.
Jeff sonrió.
- Entonces te concentraras tanto que mirara mis caños y te recordaras los que te hice.
- ¡Deja de molestar con eso! - alegue y comencé a reír.
- ¿Por que? Ahora todo el tiempo que mires el cuatro o a alguien haciendo un caño te recordaras de Jeff Collins.
- No quiero recordarte por eso. - rodé los ojos.
- Entonces por esto. - beso rápidamente mis labios y luego se dirigió con su equipo.
¿Que acaba de pasar? ¿Mi crush acaba de tocar mis labios con los suyos? ¡Me estoy muriendo de la emoción que dudo que esto sea real! Tranquilízate, Skyler. Con una gran sonrisa traviesa regrese a las gradas y me senté esperando el comienzo del partido. Esto respondía mi pregunta de ayer, Jeff no me envió a la friendzone. Es un gran logro para mi.
El partido estaba por empezar cuando vi entrar al domo a Evan, luego a Max y de ultimo a Blake. ¿Acaso me estaban jodiendo? No era momento para eso. Jamas volvería a estar lista para toparme en este tipo de situación.