Estoy atrasada, tengo una hora para llegar y aun me falta arreglar a mi bebe, ella me mira muy despierta desde la cama, creo que trata de entender por qué su mama corre como una loca por toda la habitación.
- Bueno señorita Grey, ahora es tu turno de ponerte hermosa para papa.
Cuando escucha la palabra papa, mi hija la repite claramente.
- Pa, pa, pa, pa.
Para ella ha sido fácil decirla y repetirla incesantemente pero no tanto con ¨ma, ma¨ y debo decir que mi orgullo se siente un tanto herido.
- Ahora repite Ma, Ma, Phoebes di ¨Ma, Ma¨- Me señalo para indicar que soy yo.
Ella me mira y se ríe, burlándose de mí. Dejo de insistir y la cambio rápidamente, le pongo un hermoso vestido gris con cinturón rosado, medias blancas, chaqueta y zapatos rosa. Mi bebe queda preciosa, Christian va a enloquecer cuando la vea, le compramos este vestido en New York antes de que mi hija naciera, el la vio en un maniquí y se enamoró de él, es como un pequeño vestido de ejecutiva solo le falta un mini maletín para ser la mini presidenta del GEH.
Tomo la pañalera y salgo de la habitación rápidamente, no me da tiempo de desayunar, quiero estar muy temprano quiero aprovechar todo el tiempo que pueda. Al salir de la casa me espera Taylor y Sawyer frente al auto, apenas me ven salir Sawyer se acerca para ayudarme con la pañalera y Taylor ya tiene mi puerta abierta.
- Buenos Días. Sra. Grey.
- Buenos Días Sawyer. ¿Cargaste el coche?- Le entrego mi pañalera
- Si Sra. ya está en el baúl.
- Gracias. Buenos Días Taylor- Mi hija chilla al ver a Taylor, saludándolo también.
- Ana. Buenos Días. Srita. Grey.- Le da una sonrisa a mi hija – Veo que esta emocionada.
- Sí, estamos emocionadas. ¿Verdad Phoebes? Ansiosas de ver a papa.- Mi hija sonríe y como siempre repite su palabra favorita.
- ¨Pa, pa, pa, pa¨ - Los tres sonreímos al ver la reacción de mi bebe.
- Solo serán unos minutos. Hay poco tráfico. – Contesta Taylor
Como prometió Taylor en menos de 1 hora ya estamos en la sala de espera, siento que el corazón me golpea con fuerza, el lugar está lleno de personas con la misma expectativa que nosotras, mi hija se recarga en mi ,un poco asustada por la cantidad de personas a nuestro alrededor.
- Tranquila Phoebes Papi no demora en llegar.
Los minutos parecen horas ¿Por qué tardan tanto?, mis manos tiemblan, abrazo a mi bebe más fuerte intentando calmarme. Hace una semana que no lo veo, aunque hablamos por teléfono cada día, no es lo mismo quiero sentirlo.
Me levanto de la silla como un resorte al escuchar las puertas abrirse, poco a poco van saliendo pero no veo a mi esposo, y eso hace que me ponga más nerviosa. Mi hija se levanta de mi hombro expectante, ella también mira hacia la puerta, esperando lo mismo que yo. ¡Y por fin lo veo!, ¡Allí esta! , siento miles de mariposas revolotear en mi estómago, el busca en la sala tratando de ubicarnos y cuando por fin lo hace, y nuestros ojos se reconocen me da la sonrisa más genuina que jamás he visto, la de un hombre enamorado de su familia. Hi hija se voltea y me mira feliz, sus pies no dejan de moverse, al parecer no he sido la única que lo ha visto, vuelve a mirar hacia mi esposo que se dirige a donde estamos.
- ¨Pa, pa, pa, pa¨
- Lo se Amor... ya está aquí. – Los ojos se me llenan de lágrimas, al ver los ojos aguados de mi esposo, el camina despacio, las esposas de sus pies le impiden hacerlo más rápido, aunque sé que si el pudiera volaría hasta aquí.
Mi hija se desespera llamándolo, le estira los brazos impaciente por que la tome en sus manos. Cuando está muy cerca de nosotras, veo su cara mejor, tiene ojeras y ha perdido varios kilos de peso. El guardia de seguridad quita las esposas de los pies y luego las de sus manos. Cuando por fin se ha liberado, nos mira con absoluta adoración, recorre el espacio que falta para llegar a nuestro lado, abre sus brazos hacia su bebe.
- Ven aquí princesa- Susurra aguantando el llanto.
Mi hija tira de mí para poder llegar a su papi, Christian la toma en brazos y la abraza fuerte, besa su cabecita repetidamente, dos lagrimas recorren su mejilla, y se me parte el corazón, desde que está aquí no la había visto, y sé que eso ha sido lo más difícil de su encierro, al comienzo se rehusó a que trajera a la niña a la cárcel pero finalmente cedió esta semana cuando la escucho por el teléfono llamándolo, para mi hija no ha sido menos duro, se ha vuelto quejosa y llorona, lo llama todo el tiempo, se extrañan mucho, su conexión siempre ha sido muy fuerte, inclusive desde la barriga, por eso para ambos ha sido muy difícil estar lejos del otro.
Mi esposo abre sus ojos llenos de lágrimas, me mira conmovido.
- Ven Nena.- Libera un brazo de mi hija y la extiende hacia mí.
Mis pies no coordinan ciento que tambaleo al dar un paso, llego a Christian y me aferro a su cuerpo, me pierdo en su olor, como he querido hacerlo desde que tuve que dejarlo aquí con el corazón roto hace ocho días. Me separo luego de un tiempo y lo beso tiernamente, juntamos nuestras frentes hasta que nuestra hija pone una manita entre nosotros. Christian sonríe al ver el gesto de celos de su hija y vuelve a besarla.
- Solo estoy dándole un besito a Mami- Mi esposo nuevamente me besa y Phoebe me empuja interrumpiéndonos, lo abraza y se recuesta en su pecho- Christian rie feliz, la abraza, cierra sus ojos disfrutando del momento, suspira- No sabes lo que te he extrañado hija- Besa su mejilla y cuello le hace cosquillas haciéndola reír, mi hija se levanta de su pecho encantada, se recuesta en su rostro y lo besa en la boca- Ahh ¿eso era lo que querías un besito igual de los que le doy a mami? – ella balbucea sonriéndole y haciendo morritos.
Es tan adorable, está feliz en los brazos de su papa. Christian me abraza por la espalda conduciéndonos a la mesa destinada para nosotros. Nos sentamos uno al lado de otro, Christian sienta a mi hija en la mesa mirando hacia nosotros, yo lo abrazo por la espalda recostándome en su hombro, quiero sentirlo lo más cerca de mí que pueda, pero de nuevo Phoebe me separa de su cuerpo, quiere a su papi solo para ella.
- Hija, yo también quiero a papa- Intento razonar, pero ella se recuesta sobre su papi y lo abraza haciéndome saber que es suyo.- Mi esposo está encantado con los mimos de su hija, cierra los ojos disfrutando de su abrazo.
- ¿Ya ahora que hacemos? Está empeñada en no dejar que te acerques Nena.
- Eso veo, no la culpo, yo haría lo mismo si fuera ella.- Paso mi mano por su cabecita acariciando su precioso cabello.- Te extraña mucho- Miro a mi esposo y no puedo evitar la nostalgia en mis palabras- Te extrañamos mucho.- Christian se inclina hacia mí de nuevo, besando mis labios.
De nuevo somos interrumpidos por unas pequeñas manitas acaparadoras.
- Lo se mi amor, yo también te extrañe muchísimo, pero las necesito a ambas- Christian razona con su bebe, le da un pico- Un beso para ti- Y luego me besa a mí- y otro para Mama- Phoebe me mira al comienzo seria y luego me sonríe, Christian de nuevo la besa- Un besito para mi princesa- y luego me besa a mí- Y otro para mi nena- Phoebes está encantada con el juego de Christian, dejando al lado sus celos, lo incita a que lo haga de nuevo, Christian satisfecho con la nueva actitud de su hija le da gusto.
Yo aprovecho y me recuesto a su lado abrazándolo, embebiéndome de su olor, disfrutando de la cercanía que tanto me hace falta.
- Te traje algunas cosas que puedes necesitar, te las entregarán más tarde cuando las revisen.
Christian frunce el ceño.
- Esto es una mierda Nena, lamento que tengas que pasar por esto cada vez que vienes a verme.
- Lo jure ante un notario, en las buenas y en las malas. – Bromeo intentando que olvide su enfado. – Empujo su hombro.- Además, esto es temporal en menos de lo que te des cuenta estarás fuera de aquí.
- ¿Como estas tan segura de eso? – Resopla incrédulo
- Porque eres inocente, no mereces estar aquí. – Se gira hacia mí.
- ¿Por qué me crees Ana? Todas las pruebas apuntan hacia mí, tenía un móvil, días anteriores la amenace de muerte delante de un montón de policías, el arma homicida tiene mis huellas. – Eso ha sido suficiente para que todos me condenen, pero tú confías en mi palabra. ¿Por qué me crees Nena?
- Por qué me dijiste que no lo habías hecho, eso es suficiente para mí.
- Pero las pruebas...- Me replica
- ¡Ya basta de esto Christian!, no necesito pruebas, me dijiste que no lo habías hecho y confió en tu palabra, ¡Por Dios!- Pongo los ojos en blanco.- Cuentas veces tengo que decírtelo.- Estoy exasperada con el tema cada vez que hablamos repite lo mismo.
- No te enojes, es solo que...- Se recuesta en mi- Cuando me dijiste que estabas embarazada, yo no lo hice, no te creí, te juzgue, te acuse, te condene – Pasa saliva y me mira como solo un hombre enamorado de su mujer lo hace- Y luego pasa todo esto y me crees sin tener ninguna duda al respecto, estas aquí a mi lado apoyándome, ¿Sabes cómo me hace sentir eso?
- Espero que te haga sentir muy amado.- Sonrió tratando de mejorar su ánimo.
- Muy amado – Susurra, me besa tomándose su tiempo, saboreándome- Me hace sentir como un maldito afortunado por tenerte en mi vida- Habla bajito y su voz ronca hace que toda mi piel se erice, mi cuerpo lo extraña- Eres increíble Nena- Vuelve a besarme y mi hija grita a nuestro lado- Nos separamos a regañadientes observando a nuestra bebe, ella busca el rostro de mi esposo, inclinándose sobre él, le está pidiendo un beso, es tu turno. Ambos reímos al ver lo inteligente que es, es simplemente lo cosita más linda del mundo.
Aunque esto ha sido una prueba muy difícil para nuestra pequeña familia, siento que estamos más unidos que nunca, la familia de Christian ha estado pendiente de mi bebe y de mi a todas horas, inclusive me ofrecieron que me mudara para su casa, y aunque al comienzo lo evite pensando que la aprensión de Christian se solucionaría más rápido, me mude cuando le negaron la fianza y entendimos la gravedad de la situación. La soledad del Escala era abrumadora, no soportaba dormir sola en la cama que compartía con Christian, rodeada de todas sus cosas y recordando en cada rincón todo lo que compartimos en ese lugar, además Christian no paraba de insistir que no estaba tranquilo sabiendo que ambas estábamos solas, Grace y Carrick también fueron muy persuasivos y finalmente todos me ayudaron a llevar las cosas a su casa. Ahora duermo cada noche con mi bebe en la habitación de Christian en la casa de sus padres, y así las dos compartimos nuestra tristeza por no tener al hombre de nuestras vidas junto a nosotras.
- ¿Estas comiendo Amor?, estas muy delgado.-Acaricio su cara mientras el juega con su hija.
- Nena...- Me mira derrotado- Estoy comiendo lo suficiente.
- No me mientas Christian, es evidente que has perdido peso desde que estas aquí.
- Es solo que me cuesta dormir, ya me había acostumbrado a hacerlo a tu lado- Mi bebe le pasa un juguete a su papa, él se lo regresa después de hacerlo volar.
- ¿Las pesadillas han regresado? – Acaricio su cabello
- Me encanta ver cómo me conoces- Me toma la mano la levanta y me besa los nudillos - pero no tienes por qué preocuparte por mi Nena, estaré bien.
- No puedo evitar preocuparme cuando te veo así, te necesitamos fuerte en el juicio amor, no podemos reflejar debilidad.
- De eso quería hablarte, Richard cree que lo mejor es que no asistas a las audiencias Nena. Van a sacar todo tipo de cosas, de mí pasado, cosas que tal vez te hagan daño.
De nuevo Christian controlador al ataque.
- ¿Así? ¿Richard cree eso? – libero a Christian de mi abrazo, me volteo hacia a él. ¿Y tú qué crees Christian?
- Pues Nena tal vez tenga un poco de razón, el juicio va a ser un show mediático, y por nada del mundo quiero ver que todo eso te afecte.
- Nada de esto- Señalo la sala a nuestro alrededor- Te ha enseñado nada sobre mí. Todavía te empeñas en mantenerme al margen de tu vida. ¿Me crees así de débil?- Estoy furiosa no puedo creer lo tozudo que es.
- Anastasia no te creo débil Amor, al contrario, eres la mujer más fuerte que conozco, pero Nena van a hablar de una parte de mi vida que tú no conoces.
- ¿Y prefieres que este lejos? Tal vez encerrada en la casa de tus padres, esperando a quieras compartir algo conmigo. – Me pongo de pie, ahora mismo no quiero tenerlo a mi lado, es exasperante.
- ¿A dónde vas?- Se levanta alarmado con mi bebe en brazos.
- Ahora mismo no me fio de mi- Le susurro para que solo él me escuche, las mesas a nuestra alrededor están muy cerca y no quiero hacer un espectáculo delante de todos. – Me siento en una silla libre enfrente de Christian, al otro lado de la mesa.
- Mi amor – Y la forma en que pronuncia esa palabra, me eriza la piel. – Se sienta de nuevo en la silla en la que estaba - Ven acá Nena, no quiero que pasemos lo que nos queda del día enojados, lo siento. – Mi corazón se deshiela un poco, es cierto no quiero desperdiciar el tiempo peleando.
- ¡Eres exasperante!
- Lo sé... es solo que no quiero que cambies la forma en que me miras, el hombre que soy ahora gracias a ti y a mi hija- besa la cabeza de Phoebe- es muy diferente al Christian de antes, ¿Y si todo mi pasado de mierda vuelve a dañar lo que tenemos?
Tiene miedo, no quiere que me enfrente a un pasado, que ya nos ha cobrado mucho dolor.
- No lo vamos a permitir, el pasado es el pasado, pero amor quiero estar allí para ti, quiero apoyarte.- El mira a mi hija
- No es mama la mujer más increíble. – Mi bebe le sonríe y su sonrisa se refleja en mi cara.- Tu mama me tiene cogido por los h...
- ¡Christian!- Le replico incrédula de que pudiera pronunciar esa palabra delante de mi hija.
- Es la verdad Nena, haces conmigo lo que quieres, ¡ven acá de una vez por todas! Quiero estar con mis mujeres tanto como pueda.
Me acerco a el, me siento en sus piernas y lo beso.
- Eso está mucho mejor. Que les parece si ahora ustedes me dan un beso- El señala su mejilla, yo me inclino sobre el y le beso, miramos a Phoebes para que haga lo mismo y mi niña inteligente besa su otra mejilla. Yo aplaudo y mi hija sonríe encantada.
Y así pasamos todo el día los tres, besándonos, abrazándonos, justo lo que necesita Christian antes de comenzar el juicio. Sus abogados han trabajado sin descanso para adelantar la audiencia, Christian quiere estar con nosotras en Navidad y espero todo salga bien, para que así suceda.
Y llega el momento más triste del día, cuando tenemos que separarnos, recojo todo lo que está sobre la mesa, mientras mi esposo se despide de su hija, están sentados uno frente al otro, Christian le habla y mi bebe lo mira embobaba, aunque sus ojitos están pequeños por el cansancio, se rehúsa a dormir, mi bebe también quería disfrutar todo el tiempo que pudiera con su papi.
- Señora, se ha terminado la visita. Colabórenos con la salida. – Un oficial de color de más de 2 metros está frente a mí, su expresión inmutable me intimida.
- Claro oficial, en un momento. – Le contesto en un susurro.
Me giro para ver a Christian abrazando a su bebe, con la expresión más triste en su rostro, me acerco a ellos y nos fundimos en un abrazo.
- Ten fortaleza Mi Amor, en poco tiempo estaremos lo tres de nuevo.- Le doy ánimos, pero mi propio corazón esta desecho. Acaricio su mejilla
- Cuida a mi bebe y cuídate tú por favor. – Me besa y luego a mi hija.
- ¡Grey! ¡Se ha terminado!- de nuevo el oficial nos presiona.
Tomo a mi bebe en brazos e inmediatamente ella empieza a llorar, le estira sus bracitos a Christian para que la vuelva a alzar.
- Pa, pa... pa, pa.- Se mueve incesante en mi brazos, y su llanto resuena por todo el salón, yo me aferro a ella para evitar que se caiga de mis brazos.
Verla así nos destroza el corazón, el oficial de color, le vuelve a poner las esposas a Christian, el no deja de vernos, la expresión de dolor de su cara refleja el dolor de su bebe. Otro oficial que esta detrás mio me conduce a la salida, como puedo volteo mi cuerpo para ver a Christian, el hace lo mismo hasta que cruza la puerta y finalmente nuestras miradas se pierden.
Phoebe no deja de llorar, y yo con ella. Cuando salimos después de pasar por varios puestos de requisa nos montamos al auto, Taylor y Sawyer no pronuncian palabra al vernos en ese estado, me siento en la silla del auto con mi bebe en brazos, ella me abraza y yo la consuelo.
- Pa, pa.
- Lo se Hija.... pronto estará con nosotras...
Lamento la demora, pero aqui un nuevo capitulo, espero todos sus comentarios ¡Y espero no me acribillen por el rumbo que tomo la historia!
Un beso
maymaquina