Sonrió de lado, parecía como si se divirtiera haciendo esto.
-¿Qué haces aquí? -dije molesta y en voz baja. Me miró.
-¿Te molesta que venga a verte? -me dijo tranquilo.
-Sí. Además existe una puerta por donde entrar -dije mientras cerraba mi armario. Se quedó pensando, luego se paró y se acercó a mí. Lo detuve poniendo mi mano en su pecho.
-¿Quieres que me vaya? -maldito el día en que te conocí, Norries. Tomó mi mano y la acarició, me dieron escalofríos. Comenzó a acercarse.
-Para Jack -dije por lo bajo- No te acerques más -Bajó su mano a mi cintura, quería decirle algo, pero al parecer mi boca no me estaba obedeciendo en estos momentos. Se acercó a mi oído.
-Yo creo que tú sólo quieres hacer esto más difícil, Jones -sentía que me desmayaría y apreté con fuerza sus brazos a lo que él volvió a reír.
-Idiota -dije mirándolo.
-Yo creo que mientes -dijo mientras recorría mi cara con su nariz hasta llegar a mis labios.
Me apretó junto a él colocando sus manos en mi cintura. Maldición, maldición, maldición, era un hermoso idiota. Intenté respirar y sentí como mi pecho chocaba con el suyo al inhalar el aire que se me mezclaba con su perfume, que olía delicioso. Sin darme cuenta, juntó sus labios con los míos, me dejé llevar, pero al cabo de unos segundos reaccioné. Mi mano chocó contra su cara.
-¡Maldición Alice! ¡Esta ya es la segunda! -dijo mientras tocaba su mejilla que comenzaba a tomar un color rojizo.
-¿Quién te manda a besarme? -le dije bajo, no quería que Tom se despertara.
-No noté que lo pasaras mal -dijo sentándose en mi cama, aún con su mano en la mejilla. Lo fulminé con la mirada.
-Vete -le dije molesta señalando la ventana y él negó con la cabeza acostándose en mi cama.
-¿Por qué no me dejas dormir contigo esta noche? -sonrió pícaramente. No podía creer que luego de haberlo golpeado quisiera quedarse.
-Quisieras -le dije amarga.
-Sí, quiero y por eso me quedaré -se tapó con las delgadas sábanas.
-No, no Jack -le saqué las frazadas de encima bruscamente. -No sé cómo entraste aquí, pero te vas ahora si no quieres que te eche con mi hermano -dije levantando los brazos furiosa.
-Vamos Alice, ¿cuando vas a admitir que te vuelvo loca? -preguntó acercándose de nuevo.
-Por favor -reí- está claro que no es así -dije retrocediendo mientras se acercaba más y más.
-Admítelo Jones, -susurró- amas que haga eso -me sonrió.
-No.
-Sí.
-No.
-No.
-Sí. -Maldito, había ganado de nuevo. Sonrió triunfante.
-¿Ves? -se rió. Mientras abría la puerta de mi habitación.
-¿¡Qué haces!? -dije exaltada en susurros.
-Voy a salir por la puerta, como la gente -me dijo sonriente.
-¿¡Qué!? ¡No! -le dije antes de que abriera la puerta, pero no controlé mi fuerza y empujé su cuerpo contra ésta. Sonrió.
-Admite que quieres que me quede -me dijo tomando mi cintura.
-Jack... -me quedé helada al escuchar una voz que no era precisamente de Jack, menos la mía.
-¿Alice? ¿Estás despierta? -dijo Tom mientras caminaba por el pasillo.
-¡Maldición! Ven -le dije a Jack mientras lo tomaba y lo encerraba en mi armario- Quédate aquí -le dije seria mientras rápidamente cerraba la puerta y corría hasta el pasillo para encontrarme con Tom.
-¿Qué sucede? -me dijo preocupado.
-Esto... yo... tenía sed y me levanté por un vaso de agua -mentí.
-¿Tanto alboroto por un vaso de agua? -dijo extrañado.
-No, es sólo que pasé a tropezar con la cama, es todo -dije intentando que los nervios no me delataran.
Tom me corrió a un lado y comenzó a caminar hacia mi habitación.
-Tom -dije mientras corría tras él.
Pero cuando entré a la pieza me di cuenta de que el armario y la ventana estaban abiertos. Jack se había ido.
-¿Por qué está tu ventana abierta Alice?
-Tenía calor. Por eso me levanté por el vaso de agua -le sonreí, me miró serio.
-Bien, ve por tu agua y ya duérmete, es tarde -dijo caminando a su habitación. Suspiré aliviada, cerré la puerta junto con la ventana y comencé a pensar en Jack.
Narra Jack
-¡Maldición! Ven -dijo Alice mientras me arrastraba a su armario -Quédate ahí -me dijo antes de cerrar la puerta.
No me iba a quedar encerrado ahí, aunque olía exquisito, tomé uno de sus vestidos. "Vaya" dijo una voz en mi interior, "huele de maravilla". Dejé la prenda en donde se encontraba hace unos segundos y salí del armario, escuché a lo lejos a Tom caminando hacia acá. Lo único que alcancé a hacer fue meterme debajo de la cama, lo más rápido que pude, tenía algo en mente.
Escuché cuando hablaban, y luego sentí como alguien cerró la puerta.
-"Maldito idiota. ¿Qué se cree? ¿Spiderman?" -dijo Alice mientras caminaba hacia la ventana y la cerraba. Reí por lo bajo, no quería que me escuchara. "Desgraciado, ya verá" estaba hablando mal de mí.
¿Acaso no le gustó mi beso? lo dudo, a todas les gustaban, y me encargaría de que Alice no fuera la excepción. Alice apagó la luz, y esperé un tiempo para que se durmiera. Salí cuidadosamente de debajo la cama. La luz de la luminaria, daba una tenue luz que hacia que Alice se viera como una princesa. Sinceramente en estos momentos desearía ser el idiota de Drake. Me quité la camisa y los pantalones, y en bóxers me metí en la cama junto con ella y la abracé por la cintura.
-Tom, vete a molestar a otro lado -dijo adormilada, me reí. Sin embargo no me moví.
Narra Alice
Apagué la luz y me dormí, cuando sentí a alguien abrazarme por detrás.
-Tom -le dije- vete a molestar a otro lado -enseguida escuché una pequeña risa y me giré- ¿¡Jack!?
-Silencio hermosa -dijo a la vez que se apegaba más a mí aún con los ojos cerrados.
-Sal de aquí, ahora -le dije seria- ¿Qué pasó por tu cabeza al meterte en mi cama, eh? -le pregunté furiosa, levantándome. Me paré y puse mis manos en mis caderas.
-Era la única oportunidad que tenía para estar en la misma cama contigo -sonrió pícaro.
-A mí no me vas a venir a "conquistar" como lo debes hacer con las otras -dije molesta- y saca esa sonrisa.
-La amas Alice, no me puedes mentir -dijo mientras llevaba sus brazos a su cabeza y apoyaba ésta en ellos- además, estoy cómodo, contigo.
-No me interesa -insistí.
-Yo diría que sí -palpó la cama, al lado suyo en señal de que me acostara a su lado.
-No iré tampoco, ¿crees que me voy a acostar contigo ahí? -enarqué una ceja.
-Vamos Alice, ven -hizo un pequeño puchero. Dios, se veía hermoso, era hermoso, pensé.
No había mirado bien a Jack, me di cuenta de que estaba sólo con bóxers. Sentí como mis mejillas adoptaban un tono rojizo y él lo notó.
-¿Qué? -preguntó cómico.
-Na... Nada Jack -dije nerviosa, se paró de la cama y se acercó.
-"Na... Nada" -se burló- vamos Alice, admite que te gusto.
-¿Cuando será el día en que me dejarás en paz? -pregunté irritada.
-Cuando admitas lo que recién te dije.
-Jamás -reí- ya no me hagas reír Jack y mejor lárgate - lo miré.
-Dices eso ahora -me miró desafiante- pero apenas me acerco a ti, puedo notar lo nerviosa que te pongo -dio un paso más, ya no había espacio entre nosotros.
-¿Quieres otra cachetada, verdad? -le pregunté cómica mientras depositaba delicadamente sus fuertes manos en mi cintura.
-Me encantaría -bromeo. Se acercó quedando a sólo centímetros de mis labios.
-Jack, por favor -le susurré, recordando que no éramos los únicos en el departamento.
-¿Te confieso algo? -susurró mirando mis labios, haciendo que me estremeciera.
-Dime -dije mirándolo fijamente a los ojos.
-Hay algo en ti -tomó mis manos, llevándolas a su cuello. Las entrelacé- que me fascina -sonrió. Si seguía, me derretiría.
-¿Qué cosa?
-Todo -miró mis labios nuevamente, mordiendo su labio inferior.
Inevitablemente fui yo ahora la que lo besó. Se sorprendió por mi acción pero al instante se reincorporó, tomando mi cuello con una de sus manos, mientras que con la otra acariciaba mi cintura. Me dejé llevar. Lo conocía hace meses, pero con su arrogancia jamás cedí, odiaba a los chicos como él. Además estaba en "algo" con Drake, "¡Drake!" gritó una voz en mi interior haciendo que volviera a la realidad. Me separé de a poco de Jack, me mostró una sonrisa, su blanca y perfecta sonrisa.
-Yo... no -iba a seguir pero los labios de Jack volvieron a presionar los míos.
El beso esta vez, fue lento y dulce. Por falta de aire nos separamos y nos miramos. Sus ojos verdes mostraban diversión.
-¿Decías? -me preguntó tomando mi mano y llevándome a la cama.
-Jack... no, no tuvimos que haber hecho eso -dije siguiéndolo.
-¿Lo dices por Drake? -asentí- no son novios por lo que sé, así que no haz hecho nada malo -se recostó tirando levemente de mí, cayendo a su lado.
-Pero estamos en algo y yo lo quiero -lo miré.
-Así que lo quieres... -dijo frío mirando su reloj- ¿entonces por qué me besaste?
-Un impulso -me sentí una estúpida al decir eso, "¿un impulso?, suerte para la otra Alice" pensé.
-¿Un impulso? -alzó una ceja- bueno, ya es tarde y tengo sueño -se tapó con la sábanas.
-¿Así que aún así te quedarás? -le pregunté mientras hacía lo mismo poniendo una almohada entre ambos.
-¿En serio? -rió con fuerza- Alice, ya estamos grandes como para andar jugando a las muñecas -dijo sacando la suave almohada que nos separaba- además, no haré nada que no quieras.
-Como digas -bufé, le di una fugaz mirada antes de cerrar los ojos.
-Tranquila, cuando despiertes me habré ido -sonrió de lado y cerró sus ojos. El sueño finalmente, me venció.