XOXO, Blogger Girl ©

Par EMMolleja

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Pequeña sinopsis: Nina Landfield es una chica que escribe libremente bajo en seudónimo de "Blogger Girl" en l... Plus

Sinopsis.
Prólogo: Entrada: La popularidad en general.
Capítulo 1: El e-mail de Ryan Hamilton.
Capítulo 2: RE: La popularidad en general.
Capítulo 3: Ridículo y desesperado destino.
Capítulo 4: Baby you can drive my car.
Capítulo 5: La conversación del cabello de Penny Lane.
Capítulo 6: Duckie + Fiesta= ?
Capítulo 7: "Chica Rebote".
Capítulo 8: La raíz cuadrada de dos.
Capítulo 9: E-mail de desahogo social.
#PrayForVenezuela. Comunicado.
Capítulo 10: A veces el que no arriesga, también gana.
Capítulo 11: Friday Night Lights.
Capítulo 12: Entrada: Una corta reflexión a Sherman High.
Capítulo 13: Nuevas Iniciativas.
Capítulo 14: Archibald Finnigan y el Mural.
Capítulo 15: El día no tan habitual.
Capítulo 16: Tres chicos y una Nina.
Capítulo 17: Circunstancias Complicadas.
Capítulo 19: Donde todo comenzó
Capítulo 20: El punto sin retorno

Capítulo 18: El día después.

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Par EMMolleja

No hubo señales de Duckie en el resto de la tarde, ni en la noche, ni siquiera en la mañana antes de salir a la escuela. Era como si una nave espacial hubiese llegado de la nada y lo hubiera raptado igual que a Peter Quill en Guardians of The Galaxy. Me dolía imaginarme lo peor; que decidiera simplemente lanzar nuestra amistad por la borda.

Incluso las chicas estaban preocupadas, sobre todo luego de contarles lo que Archie mencionó durante nuestro almuerzo, se encontraban más alarmadas que yo, recolectando ideas para armar un plan que pudiera funcionar. Según Tessa, estábamos en alerta roja.

Por otro lado, casi me asesinan cuando les respondí los mensajes después de llegar a casa. Presuntamente, todos nos habían visto y sabían que Ryan y yo habíamos salido juntos del aparcamiento. Y todos tenían sed de jugosas noticias.

Supongo que deseaban saber cómo logré terminar en esa posición siendo... yo.

—Sólo permanece calmada —opinó Tessa, comenzando a entrar al aparcamiento de Sherman—, si cualquiera intenta algún movimiento brusco, nosotras estaremos ahí. Esperemos que el asunto se haya olvidado.

—Mientras Tessa hace de tu guardaespaldas, yo buscaré a Malcolm, quizá pueda ayudarnos con eso de la seguridad virtual de BG —terció Penny Lane, colocándose brillo labial.

Malcolm Fermann está con los chicos en el comité de la página web de la escuela, aparte de escribir La Columna de Fermann, un espacio donde cada semana se habla de las nuevas novedades tecnológicas y sus beneficios para la humanidad, se encarga (igual que Duckie) del área digital.

—Tus súper amigas estamos completamente listas para el ataque —bromeó la de cabello corto, sonriendo—. La cosa es qué harás tú con Ryan.

—No lo sé... —Me encogí de hombros—. No es tan sencillo.

Se suponía que debía sentirme de maravilla al saber que a Ryan le gustaba, pero en realidad hacía que todo fuese peor. Lo que significaba mi felicidad, era desgracia para otros, y el mero pensamiento me carcomía y desinflaba ese pequeño globo de bienestar que comenzaba a llenarse en mi pecho. No podía estar con él así como así. Él tampoco podía estar conmigo así como así. Eso me hacía cuestionar en que si alguna vez íbamos a lograr estar juntos, tranquilos, y vivir para disfrutarlo.

—Y con Archie —añadió la otra, abandonando el auto en cuanto Tessa aparcó en un espacio.

El asunto con él se había convertido en un dilema. No podía simplemente alejarme, sería peligroso y levantaría sospechas, lo primordial era conservar la compostura, no actuar extraño hasta que Malcolm resolviera las cosas. Además, Archibald me agradaba, era dulce, amigable e interesante. No había muchos de esos por aquí en Sherman High.

La gente se volteaba a vernos mientras caminábamos hacia mi casillero. No ocultaban su curiosidad. Me escaneaban de arriba abajo con un intenso gesto de desaprobación, o tal vez lástima, no podía detenerme a detallar, estaba siendo arrastrada por mis amigas para este punto.

Mi rostro se sentía más caliente a cada paso que dábamos.

Odiaba esto. Odiaba su fisgoneo. Odiaba sus miradas en mí.

—No les prestes atención —susurró una de ellas—, la envidia es casi palpable.

Bajé la cabeza, sin poder soportar más fisgoneo.

—Espero que estés a salvo aquí, Athena —dijo Tessa, dejándome paso para así abrir mi casillero—. Hora de que tu guardaespaldas vaya a buscar su libro de Romeo y Julieta como toda una patea traseros.

Las tres reímos al unísono.

—Yo iré a ver si encuentro a Malcolm antes de que suene la campana —Penny Lane se despidió con un agite de manos y se alejó caminando rápido a lo largo del pasillo.

Entonces, tuve que quedarme sola, con los penetrantes ojos del alumnado sobre mí.

Sacudiendo la incomodidad, me obligué a colocar la combinación correcta en el candado y logré abrirlo. Lo primero que cayó al suelo fue un pedazo de papel cuidadosamente doblado.

Mi corazón salió disparado, agachándome para levantar el papel del suelo, pensando durante unos segundos de que se trataba de Ryan. Quizá quería que nos encontráramos. Quizá iba a invitarme a otro café. Quizá...

Era de Archie.

Tan pronto como leas esto, encuéntrame en el Mural. Corre si es necesario, ¿ok?

Bueno, no, mejor no corras, puedes lastimarte.

Pero sí ven, quiero hablar contigo de algo importante.

Archibald :)

Lo que había escrito en el pequeño pedazo de papel me hizo sonreír ampliamente, olvidando por un segundo que este chico podría en cualquier momento descubrir quién era. Su gesto me había sin dudas alegrado la mañana, y por supuesto, despertado la curiosidad por saber qué era eso tan importante que debía hablar con urgencia.

Arreglé mis cosas en el casillero con rapidez, lo cerré y di la vuelta para encaminarme hacia el Mural. Aunque no avancé mucho, ya que un fuerte golpe en mi hombro no dejó que siquiera diera un paso adelante.

—Mira por dónde vas, Cara de Rata —espetó una voz que me hizo de inmediato poner mi postura recta.

Kate.

Me quedé muy quieta, sin despegar los ojos del suelo. La táctica había funcionado antes con sus amigas, si no mantenía contacto visual, evitaría tal vez una confrontación a estas horas de la mañana, frente a todo el mundo, los cuales quizá la esperaban. Sabía que no debía ser su persona favorita del mundo en estos momentos, deduciendo que ya estaba enterada de la 'escena' de Ryan y yo en el aparcamiento.

Aun así, decidí no lucir tan estúpida sólo estando parada ahí, mirando mis zapatos Me armé de valor para establecer contacto visual.

Ella mantuvo ese contacto visual durante unos segundos, con los labios apretados y una ceja perfectamente levantada. Creí que iba a insultarme o algo parecido, sus ojos parecían como si quisiese de verdad hacerlo, mas... no lo hizo.

Ten más cuidado la próxima vez —habló, haciendo énfasis en su oración y agitando su largo cabello de manera en que casi me abofetea con él.

Me lanzó una envenenada mirada por encima de su hombro antes de alejarse de mí.

¿Qué había sido eso?

Recuperé el aliento antes de seguir mi camino, tratando con todas mis fuerzas ignorar el hecho de que las personas lucían decepcionadas al no haber presenciado ninguna rabieta contra la Cara de Rata, cortesía de Kate McGregor.

Incluso yo estaba un poco sorprendida de que ella desperdició la perfecta oportunidad de humillarme frente a todos.

Mientras me dirigía al Mural, comencé a crearme ideas en la mente de por qué Kate se había comportado así. ¿Le habría Ryan reclamado debido a la nota amenazante? ¿Me había tratado así porque Ryan le pidió no molestarme? ¿Dónde estaba Ryan, de todos modos? Normalmente nos cruzábamos en el pasillo antes de que sonara la campana.

Sacudí una extraña sensación que burbujeó en mi estómago. El no saber nada de él luego de su reunión con su padre, en cierto modo me preocupaba. No lo conocía (a su padre), pero con la poca información obtenida de su persona, no lo catalogaba como un hombre muy amigable.

—Viniste —Archie hizo que saliera de la repentina preocupación que me había invadido.

El Mural hoy se encontraba concurrido también, en realidad, muchos más garabatos, escritos, pequeños grafitis se cernían sobre la pared, de diferentes tamaños y formas... Seguía impresionándome todo aún.

—Increíble, ¿no? —comentó él, pillándome en mi embobada observación—. Y yo que pensé que no iba a tener éxito a la primera.

Lo miré, dándole una sonrisa reconfortante. Traía una camiseta blanca con rayas azules y unos jeans rasgados esta vez. Su cabello, cubriéndole los ojos de nuevo. Ojos que me devolvían la sonrisa tanto como sus labios. Archie era en serio lindo, aunque tal vez no lo supiera, ni se lo dijeran mucho.

—¿Qué es eso tan importante de lo que tienes que hablarme? —le pregunté, enseñando el pedazo de papel que había dejado en mi casillero, el cual ya estaba arrugado, probablemente porque lo apreté demasiado en medio de la mini-conversación con Kate.

Él se sonrojó un poco.

—Iba a esperar en tu casillero, pero un amigo del Club de Arte quería que le diera una mano aquí —Señaló la pared con su cabeza, para después poner su atención de nuevo en mí—. ¿Recuerdas ayer cuando estaba intentando comenzar un proyecto?

Asentí con la cabeza, dudosa de saber a lo que quería llegar.

—Bueno, estoy pensando entrar al Concurso Estatal de Arte este año —Se encogió de hombros, siendo tímido al respecto.

El Concurso Estatal de Arte no es más que el primer paso a dar para todo artista en progreso, es el más prestigioso acontecimiento de ese tipo aquí en la ciudad, cualquier aspirante a ser grande sale de ese evento, lo sé porque la hermana mayor de Tessa concursó mientras cursaba su último año en Sherman High, nosotras estábamos apenas en 9no grado; quedó en segundo lugar en la categoría de arte abstracto, pero aun así, logró ser llamada por muchos institutos especializados en arte debido a su talento. Ella está ahora en Nueva York.

Era una gran oportunidad para Archie. Y no sabía por qué estaba compartiendo esto conmigo. Sin embargo, no podía evitar sentirme levemente feliz de que lo hiciera, incluso me emocionaba por él. Esto era grande. Tan grande como cuando Duckie ganó el primer premio en la Feria Electrónica de la escuela dos años consecutivos.

El recuerdo sólo causó una gran sacudida de nostalgia en mí, que oculté con rapidez.

—Eso es genial —le dije, sinceramente—, de verdad tienes talento y estoy segura, segurísima que ganarás.

Eso lo hizo sonrojaste más.

—Con tu ayuda, si es que aceptas —añadió, rascándose la parte de atrás de su cabeza, con nerviosismo.

—¿Mi ayuda? —pregunté confundida, comenzando a sentir mis mejillas ardiendo de repente también.

—Quiero participar en la categoría de retratos —se explicó—... y necesito a alguien que pose para mí.

—¿Posar para ti?

Creo que en ese momento mi rostro se convirtió en un gran tomate rojo, un tomate que el notó de inmediato y de nuevo, pensó en cómo habían sonado sus palabras. Entonces, los dos fuimos tomates andantes.

—Uh... no es cómo tú piensas, es más... como que posar tu rostro, ¿sabes? —corrigió, balbuceante, dejando escapar una risita nerviosa—. Es decir, Nina, que quiero pintar tu rostro. Sólo tu rostro.

Me eché a reír, divertida debido a su torpeza, toda la tensión acerca de lo de ayer se había esfumado, Archie era totalmente inofensivo, y durante un segundo olvidé todo el asunto. Malcolm igual iba ayudarnos, él no sería una amenaza pronto.

Además, ¿cómo podría decirle que no a Archie? Era una de las pocas personas 'arriba de nosotras' que se comportaba bien y le gustábamos. Y uno de los pocos chicos de los que no tenía la necesidad de huir avergonzada.

—Me encantaría posar para ti —acepté, sacando una confianza que ni sabía que tenía.

—¡Increíble! —expresó, tan efusivo que no pude hacer nada cuando lo vi acercarse por un abrazo.

La campana sonó sobre nosotros y las personas en el Mural empezaron a esparcirse. Archie deshizo el abrazo y me dedicó una amplia sonrisa de gratitud, mas yo me tardé en devolvérsela, ya que a sus espaldas, Duckie me miraba desde el otro lado del pasillo, entre la multitud. Mi corazón se achicó al verlo, todavía enojado. Podía notarlo.

Se dio la vuelta y desapareció.

El globo de bienestar para este punto, dejó de existir.

Quería más que nada acercarme a Duckie a la hora del almuerzo, intentar hablar con él y resolver las cosas de una vez por todas, insistir si era posible. Extrañaba sus comentarios irónicos y sabelotodos en la mesa. Aunque sólo hubiera pasado un día, de verdad lo extrañaba.

—Nina, detente, por favor —Tessa interrumpió mi intensa mirada hacia donde él estaba, comiendo con Nadia, Kim, Malcolm y los demás de comité de la página web.

Me tragué el nudo que sentía en la garganta, volviéndome hacia ellas.

—Él tomó su decisión, no te culpes por ello, tú no lo obligaste a irse —coincidió Penny Lane.

—En cierto modo, sí lo hice —opiné, golpeando mi pequeña taza de gelatina y viéndola temblar.

Detente —repitió Tessa, pronunciándolo con mayor énfasis—, Duckie va a volver cuando esté listo. Mientras tanto, no te deprimas, y como ella dijo, no fue tu culpa. No se puede obligar a nadie a estar enamorado. Es lo que es, Athena.

Resoplé, encogiéndome en la silla.

—Cambiando de tema, Malcolm ofreció ayudarnos después de clases con el asunto de BG —comentó la de cabello rosa—, entréganos tu laptop e iremos a su casa.

Creo que sentí cada músculo de mi cuerpo relajarse ante la aliviadora noticia. Una cosa menos de la que debía preocuparme. Al menos, podía relajarme y respirar con normalidad de nuevo. No sabía la presión que estaba experimentado hasta que la escuché decir eso.

—¿Y sabes sí Adam aprobará una visita a casa de tu ex novio? —se burló la otra, sonriendo malvadamente hacia ella, lo cual la hizo sonrojar por el simple hecho de mencionarlo a él.

Malcolm y Penny Lane habían salido durante unos pocos meses el año pasado. Cuando rompieron, fueron bastante maduros al respecto, según Penn, no eran tan compatibles cómo ella esperaba, así que su ruptura se resumió a una extensa charla de una hora y al final, un apretón de manos.

Adam enseguida me hizo pensar en Ryan, quien no había visto en ningún momento por los pasillos antes de llegar aquí a la cafetería, y luego, mi atención fue centrada completamente en Duckie y en pensar en las diferentes tácticas que podía utilizar para hablarle.

Dejé que Tess siguiera molestándola y mi vista voló de forma automática a la mesa de los populares.

No esperé encontrarme con los ojos de Ryan tan rápido.

Mi corazón se sobresaltó al darme cuenta de que él había estado mirándome. Desde su mesa, a unos metros lejos de la nuestra, teniendo a los Guepardos alrededor, lo había estado haciendo. Noté que sus lindos labios se levantaban para formar una sonrisa de complicidad, cosa que estuvo a punto de causarme un ataque de ansiedad... cosa que me hizo volver a la Estantería de Jacob, cuando ambos sentados muy cerca, jugábamos a la Trivia de la Literatura Clásica. Él, respondiendo correctamente cada una de mis preguntas. Yo, hipnotizada ante su mirada. El muro de egoísmo alzado hasta más no poder.

Sobre todo... él, diciéndome que le gustaba.

El momento entonces fue aplastado por Kate, quien cortó casi dolorosamente el contacto visual entre los dos al sentarse junto a él, le dio un beso en la mejilla y comenzó a conversar con Lauren Dawson. Volteé a mi mesa antes de que ella se diera cuenta.

—Ellos siguen juntos, ¿sabes? —dijo Penny Lane por lo bajo, sabiendo lo que acababa de pasar—. Adam me contó que hace días salieron a una cita, a un restaurant francés o algo así.

La miré mientras una punzada de dolor embestía mi corazón y lo hundía al mismo tiempo, si eso era posible.

¿Por qué estaba diciéndome esto justo ahora?

—Lo siento, Nina, es que sonabas tan emocionada temprano, y es evidente que a Ryan le gustas y tal...

Entonces, lo entendí.

—Él nunca dejará a Kate —solté, como si acabase de hacer un gran descubrimiento.

Kate McGregor podría ser caprichosa, frívola, malvada, y todas las cosas que Ryan había escrito sobre ella a Blogger Girl, él podría haberme dicho que le gustaba sinceramente... pero en el instante en que estuve mirándolos junto a Penny Lane, caí en cuenta de que él no la dejaría, simplemente lo sabía, y mucho menos por mí. Era ridículo tener la más mínima esperanza de que eso ocurriera. Lo intentó, sí, la escuela entera fue testigo de eso, mas ahí estaba de nuevo, envuelto entre los brazos de ella, riendo con sus compañeros de equipo, pasándola bien.

Era bastante claro que Ryan no estaba listo para bajar de su trono todavía.

Y me preguntaba si algún día lo estaría.


Nota de la autora:

Bueno, aquí estoy, después de bastante tiempo, volví jajajaja.

Leí muchos comentarios, mensajes en el inbox, en Facebook, incluso en IG de lectoras preguntándome si algún día volvería, si estaba bien, si estaba viva y cosas por el estilo, así que aquí estoy respondiendo a todas esas preguntas: Sí volveré, sí estoy viva y sí estoy bien, sólo que he estado ocupada, y me disculpo si llegué a preocuparlos en un momento jajaja.

Han sido muchos meses, lo sé, lo sé, necesitaba un tiempo para enfocarme en otras cosas como la universidad y cosas personales también. 

Les traigo este capítulo que admito me costó escribir, llevaba meses sin escribir y eso me puso un poco oxidada xD, creo que algunas podrán identificarse (espero) jajaja. Intentaré agarrarle el ritmo de nuevo, por lo que pido paciencia POR FAVOR.

Creo que eso fue todo, besitos, los adoro y espero sus comentarios.

:*


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