Shao
Era un golpe sordo como si alguien golpeara un metal con otro. Un ruido pausado y lento. Conté el tiempo de diferencia. Diez segundos entre un golpe y el otro. El eco de éste recorría el lugar y llegaba hasta donde me encontraba llenando la pequeña cueva. De pronto el lugar se llenó de valor caliente. Vapor del agua y entendí una cosa. Alargue la mano hacia la casada y descubrí que ahora salía mucho más caliente. Casi quemando mi piel.
Aquello se alejaba de cualquier lógica existente que mi mente pudiera imaginar.
Pero no me moví más allá de quedarme de pie y mirar el oscuro lugar. Algo me lo impedía.
Me quede quieta cuando el ruido desapareció y trate de pensar en si era o no una buena idea hacer cualquier cosa que me planteaba.
A mi espalda oí como una pierda se deslizaba y golpeaba a otra y al girar me encontré con la figura recortada de Ross contra el agua de la cascada.
— ¿Te parecerá bonito?- soltó de pronto jadeante- Esto de escalar sin protección casi me mata.
—Shhhh- le acalle.
—No tiene gracia- siguió apoyando sus manos en las rodillas y mirando el suelo.- ¿Porque hace tanto calor aq...?- le puse la mano en la boca.
—He descubierto una puerta de acero que está había era y desde el interior de ese agujero salen ruidos- le susurré en el oído. De pronto ya no estaba enfada. Verlo allí me había devuelto las ganas de seguir descubriendo. Pues quizás, si no hubiera llegado el, habría vuelto al río.
Pero no fue el caso y me alegre que estuviera allí.
Le di un beso en los labios de forma arrebatada. Me sorprendió hasta a mí que esa repentina felicidad me embriagara tan solo de verlo.
El me atrajo hacia su cuerpo casi enseguida agarrándome por la cintura y me volvió a besar esta vez con su lengua jugando con la mía.
Cuando nos separamos y sin que le diera tiempo de hacer cualquier cosa. Lo agarre de la mano y lo arrastre hacia el interior de aquel pasadizo.
— ¿Algún día vas a ser capaz de sentir miedo?- preguntó en susurros.
—Ahora mismo tengo miedo- asegure mientras alargaba una pierna para sobrepasar la puerta torcida.
—Yaaaaa- exagero- Si se nota.
Le mire pero no pude ver su rostro.
Toque con las manos la suave y dura piedra de un hueco grande. Era poco alto y mi cabeza daba en el techo, no quise pensar en cómo iría Ross que era más alto que yo.
De pronto llegue al borde de aquel túnel y una luz amarillenta como si de lava se trata me cegó tras tomar una esquina.
Cuando me acostumbre descubrí algo que me dejo sin palabra.
A la mierda todo aquello que había visto antes. El monstruo, el túnel y los experimentos se habían quedado chicos ante aquella imagen.
La montaña por dentro era hueca, de forma circular, llena de distintos escalones que sobresalían de esta y que contenían maquinarias, grandes tanques de líquidos de distintos colores y sobre todo personas. Gente que caminaba con batas blancas de un lado a otro mientras transportaba pequeñas maquinarias con distintas cargas.
Parpadee varias veces. Era de todo menos creíble.
Me sentí de pronto como en una película de ciencia ficción y me pregunté si el agua me había emborrachado o drogado para ver lo que tenía en frente.
— ¿Qué coño es todo esto?
—Pues si tú no lo sabes...- susurre
Era como una ciudad en el interior de una montaña. Un mundo oculto de la luz de sol.
En medio de todo había un enorme tanque alargado que bajaba, abajo del todo con un líquido amarillo como si fuera lava.
— ¿No será lo que pienso no?
—Si me estás preguntando si eso es lava no te sabré responder. Pero dado el color y su viscosidad tiene toda la pinta. Además por lo que se ve este tanque llega abajo del todo y es posible que sirva de energía.
Me quede con la boca abierta.
— ¿Cómo se hace eso?
—Y yo qué sé- me reí de su respuesta. Era tan Inocente.
—Por lo que deduzco han vaciado la montaña y han metido la lava en esa especie de botella de cristal.
—Tanto como botella...
—Fue lo primero que se me ocurrió.
—Quieras decir probeta
—Soy de letras..
Alrededor de dicho tanque se abrían distintas pasarelas cada una a diferente nivel, de cristal que brillaban bajo aquella luz y le daban al lugar un aspecto casi extraterrestre.
—Tenemos que bajar.
—Tú me dirás cómo- pregunté mirando el borde del agujero en el que nos encontrábamos. - Pues escalando no será buena idea. Nos verían.
Un suave zumbido de oyó cuando algo parecido a una pequeña Grua de aro circular comenzó a bajar por las paredes. La observe ir hasta abajo del todo y cargando a distintas personas. Se deslizaba por el borde de las paredes y dichas personas que provenían de las pasarelas de cristal se subían en ella para cambiar de nivel.
Fue como ver una revelación.
Mire mi camiseta blanca y luego al traje de Ross de color negro.
—Esto va a ser más que divertido asegure.
—No si conseguimos esas batas antes.
Nos quedamos quietos esperando un buen rato mientras la grúa subía y bajaba constantemente. Hasta que de pronto una persona con bata apareció a nuestro lado y Ross la agarro con fuerza para meterla donde estábamos. Con un golpe fuerte y certero lo dejó inconsciente y le quito la bata.
Eso mismo sucedió con la siguiente víctima y juntas se quedaron amarradas en aquel hueco mientras que nosotros con las batas puestas y aquellos raros chismes que llevaban en las manos, comenzamos a bajar hacia el interior.
Imite los movimientos de los demás. Mire el aparato intentando interpretarlo y camine con la vista gacha.
Me fijé en el escudo que había pegado en la blanca tela y en la cual ponía "HEMON" en grandes letras de color negro y debajo una serpiente enrollada.
Nunca antes había visto semejante palabra y menos el escudo así que no me ayudó a descubrir de que se tratara.
Pero entonces caí en la cuenta de algo. Un recuerdos de que ella noche, cuando junto con Thai atrapamos al científico y tratamos de interrogarlo.
—Oye- le susurré a Ross que caminaba delante de mí- Este escudo lo he visto antes.
— ¿Se puede saber qué es lo que has hecho en este mes para conocer más cosas de la academia que yo?
—Tener muy mala suerte- respondí- Y si no pregunta como aterrice aquí.
—Está bien. - se rindió- ¿Cómo aterrizaste en la academia?
— ¿Enserio?
—Me lo acabas de sugerir.
—Me extraña que no lo sepas.
—A mí más.
Me cruce de manos.
— Vale ¿Dónde lo viste?
—Oh. Que considerado por tu parte preguntar- bromee mientras caminábamos despacio.
—Habla Caperucita.
—Lo llevaba el científico que estaba en la habitación secreta de la biblioteca.
— ¿Qué científico?
—Es una larga historia. - asegure- Pero creo que él era el responsable de los experimentos que sufrió aquel chico.
Ross paro en seco y se volvió hacia a mí con un rostro alarmado.
— ¿Me estás diciendo que..?
—Que si mi memoria no falla puedo asegurar que esto es la cede de algo más grande que aquella habitación
— ¿Dónde nos hemos metido?- preguntó el antes de que un chico de cabello oscuro y un gran tatuaje en un lateral del rostro y cuello pasará a nuestro lado.
Apenas nos miró y yo intenté parecer indiferente ante su presencia.
Si bien me lo imaginaba aquello no era nada bueno.
Holaaaa. Tengo buenas noticias jaja. Estoy feliz. ¿ Os habéis dado cuenta que mi ánimo cambia cada día no? Bueno? pero esto es para celebrar.
Me he dado cuenta que mi historia está en el puesto Nº-5 en acción.
NUNCA estuvo en esa posición y todo es gracias a vosotros. Por esos votos y maravillosos comentarios. De verdad que os lo agradezco. Cada vez que comentáis hacer posible que esta historia llegue al primer puesto.
Muchísimas gracias de nuevo. Os lo agradezco un monto y estoy muy contenta por tener lectores tan especiales como vosotros.
Esta semana he publicado más capítulo de la cuenta. Pero es que me apetece y estoy ilusionada. Así que espero que os haya gustado. Esto se está poniendo interesante.
Besitos.