Tenias que ser tú

By xXYeseidiRiveraXx

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¿Que sucede si te reencuentras con tu primer amor... Y resulta ser el nuevo novio de unas de tus amigas? La... More

Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Epílogo

Capítulo XV

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By xXYeseidiRiveraXx

Cuando terminamos de comer mi mamá me mira sugestivamente. Justin se para y empieza a recoger su plato y el mío. Aaaw, que dulce. Se supone que es el invitado. Para este momento mamá estaría toda loca diciéndole que se siente... La miro y me levanta una ceja. ¿Qué diablos?

- Abby, ¿Vas a dejar que tu amigo junte todo él solo? -me dice enfatizando lo de mi amigo.

- Oh, sí. Yo te ayudo. - digo no muy convencida.

Veo a papá y está sonriendo maliciosamente.

¿Esta es otra dimensión donde TODO es distinto? ¡Que alguien me explique!Junto los vasos y cubiertos y me dirijo a la cocina.

Cuando doblamos en la esquina y estamos fuera de la vista de mis padres doy un suspiro de alivio. Necesito tiempo a solas con él.

Dejamos todo en el fregadero y me giro para irme, pero Justin me atrapa poniendo sus brazos a los costados de mi cuerpo. ¿Hace calor aquí?

- Abby... -empieza a decir susurrándome cerca. Muy cerca.

- Shhh. Aquí no -digo también entre susurros.

- Pero...

Miro alrededor frenéticamente.

Mmm... esto va a ser muy peligroso, pero necesito hablar a solas con él. Lo tomo de la mano y lo encamino a la despensa.

- ¿Qué diablos estas...? - murmura.

Lo empujo adentro, entro y cierro la puerta. Golpeo mi frente. Olvide prender la luz... ¿Dónde demonios está?

- Abby - susurra Justin cerca de mi oído.

Doy un respingo. No me di cuenta que se acercó tanto.

-Dios, me asustaste.

- Esto parece siete minutos en el cielo2.

- Ja, ja. No creas que vas a obtener lo mismo que en el juego.

- ¿Quieres apostar? -su aliento está en mi cuello y tengo los pelos de punta.

- Espera... no encuentro el interruptor.

- No lo hagas.

- ¿Qué? -pregunto confundida.

- No prendas la luz.

- ¿Por qué?

-Me gusta más así -dice con una voz ronca y sexy. Demonios.

Siento sus manos en mis caderas firmemente.

- Se suponía que íbamos a hablar -susurro débilmente.

- ¿Traes a todos los chicos a la despensa para hablar? -puedo sentir que está levantando una ceja.

- Deja tranquila esa maldita ceja -murmuro.

- ¿Como sabías que estaba haciendo eso? -pregunta soltando una risita ahogada. Ruedo los ojos. - ¡Hey! No me ruedes los ojos. -reclama. ¿Cómo mierda lo hizo?

- ¿Qué? ¿Cómo? - ¿desde cuando nos conocemos tan bien como para saber los gestos que hacemos?

Su pecho se acerca más a mí y puedo sentir que mi espalda toca la pared.

- Justin... -es la advertencia más pobre del mundo. No me importa.

- Mhmm...

- ¿Desde cuando... sabias lo del campamento? -balbuceo.

- La primera vez que te vi me resultaste familiar, pero no estaba seguro de donde...

- Ajá.

- Luego cuando te traje a tu cuarto el sábado vi la foto en tu mural, y ahí comprendí todo. -explica.

- Oh, guau. ¡Qué buena vista! -Por eso debe haberse ido tan repentinamente la otra noche. Interesante.

- Yo también tengo esa foto. En mi computadora. Bianca me las mando.

- ¿Le diste tu correo a Bianca pero no a mi? -digo ofendida.

- Me la encontré durante un viaje, cuando tenía... unos quince años -
dice encogiéndose de hombros.

Lo sé porque tengo mis manos alrededor de su cuello. No me pregunten cuando lo hice porque no tengo idea.

- Oh.

- ¿Celosa?

- No. - ¿Mencione que soy una terrible mentirosa?

- Sigues mintiendo horrible.

- ¡Basta ya! ¿Por qué no me dijiste antes que me reconocías?

- No te volví a ver a solas hasta ahora.

- Cierto.

- Y ahora...

- Tú estás con Becca. -le recuerdo. Bufa. - ¿Qué?

- Lo mío con Becca no va en serio.

- ¡Pero si son novios! -protesto.

- ¡Ni siquiera le pedí que fuera mi novia! -responde indignado.

- ¿Cómo?

- Cuando nos encontramos con Megan en el centro comercial me presento como su novio. Esa fue la primera vez que me llamó así. Cuando le pregunte porque dijo eso se encogió de hombros y me respondió que esa le parecía la mejor forma de referirse a mí. - ¿Qué? ¿No le pidió ni nada?

- Pero... ¿llevan saliendo un mes? -aquello no debía sonar como una pregunta.

- ¿Qué? ¡No! Llevamos dos semanas como máximo, pero con las clases casi no nos hemos visto. Y en realidad no estábamos saliendo en serio. Nos conocimos en una fiesta de fraternidad, como la de este sábado. Ella coqueteo conmigo y yo la rechace porque no era mi tipo. Se enojó y se fue. Al día siguiente me empezó a mandar mensajes. No me preguntes como consiguió mi número. Decidí darle una oportunidad para que dejara de acosarme y la pasamos bastante bien. No parecía tan superficial como en la fiesta, así que salimos un par de veces más y nos enrollamos un poco... pero eso fue todo. -aclara rápidamente- No estaba interesado, por eso no he querido llevar las cosas más lejos.
No quería que pareciera como que me aproveché de ella y la deje tirada.

- Oh. -eso no se parece en nada a la historia de la cafetería en donde se conocieron. No se me ocurre que mas decir.

- Si. Ese día me dijo que necesitaba a alguien que la ayudara a cargar las bolsas de sus compras, así que la acompañe al centro comercial y nos encontramos con Megan. Y luego empezó a decirme que teníamos que ir a ver una película todos juntos. Y... bueno, eso fue todo. He estado tratando de alejarme de ella... es como... muy pegajosa.

- Ella nunca es pegajosa con los chicos. Los usa y los tira. Debe haberse encaprichado contigo porque la rechazaste.

- ¿Y que hay de ti con Louis? -pregunta de repente.

- ¿Eh? - ¿Quién demonios es Louis?

- El niño bonito que canta -explica.

Oh, ya me había olvidado de él.

- Oh, Logan. Bueno, él es mi mejor amigo.

- Sí, claro. -responde con sarcasmo..

- ¿Desde cuando los mejores amigos meten su lengua en la garganta de sus amigas?

-Bueno hace unas semanas... estaba algo molesta porque mi ex novio me engañó y él estaba allí y... solo empezamos a enrollarnos de un día para el otro. Es una especie de amigo con derecho, supongo.

- En el karaoke no parecían eso.

- ¿Celoso? -lo imito.

- Mucho. -No pensé que lo admitiría. -Cuando empezó a cantarte... casi vomito y te secuestro del bar.

- No eres para nada romántico.

- Nop. Pero puedo ser otras cosas -susurra con voz ronca. Siento su aliento muy cerca de mi rostro.

Mierda. Esto de la oscuridad me pone muy nerviosa. Pero también es ardiente. Mucho.

- Justin... -empiezo.

- Shhh. No más protestas.

- Pero... Becca... Logan... -titubeo.

- Becca y yo no tenemos nada en común, que se vaya al diablo-Oh, Dios. -Eres tú la que me gusta. -susurra contra mis labios. Ya me convertí en un montón de gelatina temblorosa. -Me has gustado desde que te vi en el cine con esa maldita camisa con botones desabrochados.

Presiona su cuerpo contra el mío. Paso mis manos por su pelo. Dios solo sabe que he querido hacer esto desde el momento en que lo volví a ver. Sin querer hacerlo gimo. Espero que no lo haya notada.

- ¿Acabas de gemir? -me pregunta.

Y si lo noto. -Dice una vocecita con tono burlón dentro de mi cabeza.

- Yo... Humm... probablemente.

- Diablos, chica. Me lo estás poniendo muy difícil.

Antes de que pueda decir algo siento sus labios rozar los míos. Me agarra más fuerte y me estrecha contra su pecho. Me está costando respirar. Esto de enrollarse en la oscuridad es jodidamente caliente.

Estoy encendida. Sus labios están sobre los míos otra vez pero ahora son más fuertes y decididos. Mmm... tiene unos labios muy carnosos. Muerdo su labio inferior coquetamente. Gruñe y me aprieta el trasero  con fuerza.

DIOS SANTO.

Le jaloneo un poco el pelo, dejando que su lengua explore mi boca.

Nuestras lenguas empiezan a danzar juntas y es la mejor sensación del mundo. Su sabor es increíble. De repente, necesito más.

Empiezo a besuquearle la mandíbula y darle pequeños mordisquitos mientras hago mi camino hacia su cuello y garganta. Se siente tan bien.

Sus manos están en mi trasero y ahora suben por mi espalda baja, metiéndose debajo de mi camiseta. Tocando. Explorando. Descubriendo. Estoy celosa, yo también quiero tocar.

Vuelvo a besar su boca con fiereza y pongo mis manos entre nosotros para tocar sus duros abdominales.

Profundiza el beso aún más y estoy muy mareada. Empieza a besarme el cuello y no puedo aguantar más, un gemido se escapa de mis labios. Esto es asombroso. Siento sus manos en mi estómago y uno de sus dedos roza el piercing de mi ombligo.

- ¿Qué diablos...? -dice alejándose. Empiezo a protestar. Necesito su calor, la embriaguez de sus besos. -Tienes un jodido piercing -me susurra.

Su voz es tan ronca que casi no la reconozco.

- Sip.

- Eres tan ardiente -añade antes de volver a besarme.

Podría estar besándolo durante horas.

Una de sus manos sube y roza el costado de mi pecho. Jadeo. Quiero sus manos en todas partes. Esta conexión es lo más increíble que he sentido alguna vez. Lo deseo mucho. Muevo mis caderas un poco y el gruñe. De pronto siento su erección en mi vientre. Parece que él también me desea. Dios mío.

Tenemos que parar antes de que las ropas empiecen a salir volando por el aire.

➡➡➡➡➡➡➡
2Cielo: "Siete minutos en el cielo" es un juego donde te encierran con una persona en un lugar, y puedes hacer todo lo que te imagines con esa persona.

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