Capítulo XIII

1.9K 81 2
                                    

Las clases pasaron lentamente y yo estaba soñando despierta con todo lo que pasó con Justin. ¿Por qué me torturo así?

El timbre de salida interrumpe mis pensamientos. ¡Al fin! Empiezo a recoger mis cosas y estoy lista para salir huyendo cuando veo a Logan parado junto a la puerta. Humm... creo que es momento de una charla. ¿Cuándo terminará este día?

- Abby... -empieza.

- Si, si. Se lo que vas a decir. ¿Podemos salir de la escuela aunque sea? -respondo con desdén.

No tengo ánimos para excusas, más le vale que sean buenas aunque sea.

Caminamos en silencio hasta el estacionamiento. Logan ha abierto la boca un par de veces pero la cierra sin decir nada. Curioso. ¿Con que saldrá esta vez?

- ¿Y bien? -lo animo a que empiece.

- Lo de quedarme en casa para cuidar a Jack fue totalmente cierto. - dice con una cara seria.

- Ajá. -no estoy del todo convencida.

- ¡En serio! Como a la una llegaron mis padres y yo pensé que iban a tardar más, pero a papá le cayeron mal los mariscos de la cena - explica haciendo cara de asco. Que oportuno.

- Eso no explica porque te fuiste y llegaste a la madrugada, totalmente borracho. -replico.

- Estoy en eso. -Pongo los ojos en blanco. Espero que sea bueno.

- Bueno... ya que era temprano pensé que podría ir a la fiesta aunque no tenía idea de donde quedaba.

- Podrías haberme preguntado.

- ¡Lo sé! Déjame terminar -dice impaciente. Da un largo suspiro. - Justo cuando estaba decidiendo que hacer me llego un mensaje de Ethan diciendo que había escuchado sobre una fiesta universitaria a la que podíamos colarnos. Al principio pensé en rechazarlo pero después se me ocurrió que tal vez era la misma fiesta. Cuando me di cuenta que no era él ya estaba prácticamente rogándome. Se ha quejado estas últimas semanas de que paso mucho tiempo contigo. No pude abandonarlo. - me mira con ojos de cachorrito, disculpándose.

-Aun no entiendo porque te trajo a casa una chica -digo recelosa.

Ugh. ¡Soy una hipócrita! Si Justin me había traído unos minutos antes...¿Qué hubiera pasado si él me veía desde su ventana entrando a mi casa sobre el hombro de un chico? Lo suyo es visiblemente mucho más inocente.

- ¿Sabes qué? -continúo- No importa. No tengo porque pedirte explicaciones. Al fin y al cabo no somos novios oficiales y exclusivos. Puedes ir a las fiestas que quieras y no es como si yo hubiera sido una santa de todos modos -empiezo a divagar y... ¡OH, DIOS! ¿Acabo de darle a entender que lo engañé o algo? Me da una dura mirada y luego la trata de suavizar. - Si, tienes razón. No tengo que por qué explicarte eso. -responde ligeramente molesto. ¿Por qué todo es tan complicado?

- Todo esto se está volviendo muy complicado. -digo sonando cansada. Todo esto con Justin y Logan me está desgastando mucho.

- ¿Quieres que volvamos a ser como antes? -pregunta dudoso.

¿Quiero eso? Todo era más fácil cuando éramos solo amigos. Pero... ¿podríamos volver a ser como antes?

- Yo... no sé lo que quiero. -esa es la pura y absoluta verdad.

-Tomare eso como un sí -murmura para sí mismo antes de subir a su auto y alejarse a toda velocidad.

Dejándome ahí parada como una idiota. Sola. Sin auto. ¿Qué demonios? Voy a tener que caminar. MIERDA. Mi tobillo aún me duele. Y él habría sabido eso en primer lugar si se hubiera molestado en ir a la jodida fiesta.

Ugh. ¿Por qué dije que no fui una santa? ¿Eran los remordimientos hablando por mí? Aunque técnicamente no hice nada... No cuentan los pensamientos, ¿no?

Empiezo a caminar en dirección a mi casa que queda como a veinte cuadras del instituto. Estoy maldiciendo con cada paso. ¡Mierda, mierda, mierda! Después de unos minutos logro ver una motocicleta negra estacionarse en medio de la acera. El motociclista se saca el casco de la cabeza y me sonríe ampliamente.

- Parece que me he convertido en tu héroe personal. -dice Justin mirándome con diversión. Miro al cielo. ¿En serio? ¿Justin? ¿En motocicleta? ¿QUE DIABLOS TIENEN CONTRA MI? -Lamento interrumpir tu diálogo amoroso con Dios, pero... ¿subes o qué?

- Que.

- Dije si subes...

- ¡Era un chiste! dijiste en tu pregunta "¿o qué?" así que dije que. Agrh. No entiendes nada. Tienes el sentido del humor de un pez. Muerto. Degollado. Con las tripas saliéndole por...

- ¡Hey, hey! Ya entendí -me corta haciendo una mala cara.

- Bueno, solo quería hacértelo fácil para que tu mente lo captara. - digo inocentemente.

- ¿Qué demonios pasa contigo? ¿Un mal día?

- Ni te lo imaginas -resoplo.

- ¿Subes? -vuelve a preguntar impaciente.

- ¿En esa cosa? No, gracias.

- ¿Que tiene de malo?

- Primero: no tienes otro casco. Segundo: son unas máquinas del demonio que matan personas y me gusta mi cuerpo tal y como está. No necesito perder alguna extremidad en el camino. Tercero: prefiero caminar. Así que no.

-Primero - dice apuntándome con un dedo- Puedes usar mi casco, puedo correr el riesgo-Abro la boca para replicar pero me interrumpe- Segundo: no voy a ir tan rápido así que vas a estar segura. Y tercero...- me mira de arriba a abajo- Si. Tu cuerpo está muy bien así, te prometo que no le va a pasar nada. Palabra de Boy Scout -agrega con cara seria poniendo su mano en el corazón. ¿Cómo se atreve a verme tan descaradamente? ¿Y a tomarme el pelo? -Además, si mal no recuerdo tenias un pie lastimado, ¿vas a caminar así? -me pregunta alzando una ceja. Odio que tenga razón.

- Está bien. -acepto a regañadientes.

Me da una sonrisa arrogante y me ofrece su casco. Creo que acabo de aceptar un viaje de ida al infierno.

Tenias que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora